Partida Rol por web

 Me quedé sorprendido de que una escorpión suplicara por la vida de un león... ¿Que sería lo siguiente?. ¿Que lloviese arroz del cielo y que surgieran torrentes de vino de arroz?.

 - ¿En que os basáis para decir eso?. Por vuestras palabras, se dice que le conocéis bien... - Pregunté con cautela.

 No podía descartar la idea de que fuera un truco para averiguar lo que sé o que fuera algún elaborado plan para tratar de sacar provecho de la situación... Odio no poder fiarme de la gente, sobre todo si llevan máscara...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Conozco bien a Jaintsi, dice la mujer entre lágrimas, sé que él jamás haría algo así. Él... él es muy caballeroso, un samurái lleno de honor que jamás asesinaría a nadie.

 O era sincera o muy buena, en cualquier caso no pensaba decirle mis sospechas, limitándome a mantener un rostro imperturbable, mientras le respondía en tono neutro, que no rebelase mi estado de ánimo:

 - Si es realmente inocente, no tendrá nada que temer. Así que al menos que tengáis alguna prueba que respalda vuestras palabras, debo de reunirme con él para interrogarle...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Algo más tranquila, la mujer se levanta y, haciendo una genuflexión como muestra de respeto, dice: Estoy segura de que haréis lo correcto, Grulla-san.

 Le devolví el gesto de saludo, mientras respondía, con cortesía:

 - Es lo único que pretendo, Escorpión-sama, si me disculpáis, debo de irme...

 Esperé a que me permitiera irme, con el fin de no ser grosero, antes de seguir mi camino hacia donde estaba el sospechoso. Desde luego me parecía raro que esta mujer tuviera algún tipo de relación con el joven León, pero si el afecto era sincero y compartido, podría ser una señal de que todavía podría haber paz entre los clanes, si me movía deprisa.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Cuando llegas a las mazmorras, Akodo Jaintsi se levanta de su asiento de madera, que no es más que un tablón, y se acerca a los barrotes de la celda donde le mantienen cautivo.

Sabía que vendrías. Necesito que me ayudes a salir de aquí, Ashitaka-san. Te juro que yo no maté a ese hombre.

 Le miré detenidamente antes de pedirle una cosa:

 - Está bien, pero antes quiero que me enseñes las manos. ¿eres diestro o zurdo?.

 Necesitaba examinarlas para ver si usaba una más que la otra o por el contrario las usaba ambas.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Jaintsi te mira curioso durante unos segundos.

¿Que si soy diestro o zurdo? Soy diestro como pudistéis ver cuando entrenamos, Ashitaka-san. ¿Qué tiene que ver eso con que yo esté aquí? Debéis sacarme, yo no he hecho nada.

 Asentí satisfecho:

 - El asesino era zurdo, ¿te dice algo eso?. Significa que buscamos un espadachín que usa la mano izquierda o una criatura infernal...

Tal vez el conociese a alguien así, zurdo, me refería...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Manejar la espada con la izquierda es raro, pero no algo imposible. Conozco a algunas personas que manejan la espada con la mano incorrecta. Incluso algunos lo suficientemente diestros como para manejar un arma con cualquiera de las dos manos. Pero ninguno está aquí y mucho menos serían asesinos.

Siento no poder ayudaros, Ashitaka-san, pero no sé quién puede desearme mal.

 Asentí de manera pensativa, mientras trataba de recordar si alguno de los invitados a la cena había demostrado ser zurdo o defenderse con ambas manos, mientras preguntaba, con delicadeza:

 - Al venir aquí, la dama Shosuro Hanako me paró para tratar, entre lágrimas, de convencerme de tu inocencia. ¿es ella la dama de la que me hablaste?. ¿Que me puedes decir de ella?.

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

¡¿Ha hablado Hanako con vos?! Los ojos de Jaintsi se abren de forma desorbitada, como incrédulo. Bueno, somos viejos amigos... nos conocimos hace un tiempo en una corte de invierno... Sus palabras hablan de tiempo juntos, con dulcura, no estás seguro de cómo interpretarlas.

 Traté de medir mis palabras, con el fin de que no se ofendiera con mi pregunta, antes de preguntar:

 - No te preguntaría esto si no lo considerara importante, pero debo de preguntártelo, así que espero que me disculpes por la pregunta, pero... ¿Sois solo amigos o algo más?. Un rival amoroso tendría motivos para querer deshacerte de ti y deshonrar a tú clan al mismo tiempo...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Jaintsi te mira abatido, durante unos segundos su mirada se clava en ti, escrutándote, pensando si debe confiar su secreto a un desconocido. Finalmente dice: Debéis jurarme, por vuestro honor, que esto quedará entre nosotros.

Cuando asientes con la cabeza y con un claro peso menos encima, Jaintsi continúa. La verdad es que no sé bien qué ha pasado entre nosotros. Sin duda, mi corazón siente algo por ella. Y creo que el suyo también. Como os dije, nos conocimos en una Corte de Invierno a la que tuvimos el honor de asistir. Allí surgió el amor. O eso creo. Cuando llegó la hora de la despedida ambos compartimos promesas, pero éramos jóvenes. No sabía si mantendría su palabra. Yo siempre he querido poder ser capaz de romperla, pero pese al tiempo pasado, mi corazón aún late con fuerza por ella. Cuando llegué al castillo y la vi... el corazón se salía de mi pecho... y sus ojos me decían que el suyo estaba igual. Creo que no me ha olvidado... lástima habernos reencontrado en un momento de guerra inminente entre nuestros clanes...

Jaintsi respira con profundidad. Quizás tengáis razón, amigo. Quizás alguien desea mi mal y separarme de mi amada...

 Medité las posibilidades, en un clan, fuera el que fuera, siempre había manzana podrida, ¿era posible que Jaintsi se sincerara con la persona equivocada?:

 - ¿Hablaste de tus sentimientos con alguien o los escribiste en cualquier sitio, como un diario o una carta?. Si lleváis tanto tiempo separados, es poco probable que alguien que no fuera de uno de vuestros dos clanes lo hubiera averiguado todo... Aunque reconozco también que todo puede ser fruto de la casualidad y que fueras escogido simplemente por la trifulca que tuvisteis en la cena tú y la víctima...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

No que yo sepa. Dice Jaintsi tras meditar unos segundos. Lo cierto es que intercambiamos cartas, pero Hanako-san jamás me dijo que sospechase que alguien las hubiese abierto.

Tras pensar un buen rato, que se te hace eterno, el Akodo dictamina: No creo que fuese casual. Está claro que la pelea que tuve, y de la que me avergüenzo totalmente, fue algo muy adecuado para las intenciones del asesino. Creo que alguien que me conoce quiere que termine muerto.

 - ¿Y exactamente de que hablasteis durante la cena?. ¿Cual fue la causa de la pelea?. - Pregunté intrigado. - Tal vez él hiciese un gesto o dijera algo que señalase a alguien que pudiera haberle dicho que te provocara o que le hubiese dicho cualquier cosa, manipulándole para que te provocara...

¿Sinceramente? No lo sé. Provocaciones estúpidas. Al parecer el Escorpión había perdido algún familiar en las escaramuzas entre nuestros clanes. La verdad, no sé mucho más. Pese a sus vaivenes emocionales, observas que Jaintsi parece destrozado. Su voz, sus gestos, todos parecen aceptar un destino funesto.

 Viendo su estado de ánimo, traté de que no perdiera la esperanza:

 - Tranquilo, no pierdas la esperanza, te prometo que encontraré al culpable y limpiaré tu buen nombre, amigo mío. ¿Sabes si alguien te vio en algún momento desde que abandonaste la cena hasta que se descubrió el cadaver?. Tal vez eso serviría para demostrar que estabas en otro lugar mientras se cometía el crimen. Piénsalo muy bien, es importante: Un sirviente, un guardia, un samurái...

Castillo del Cruce de Caminos. Hora de Bayushi.

Jaintsi medita durante unos segundos. Su semblante no cambia lo más mínimo. Termina negando con la cabeza.