Partida Rol por web

-Señor Ichiro, teniais intencion de acudir a la casa de los clanes, tengo asuntos que tratar en esa zona de la ciudad. ¿Os importa si os acompaño?

Podriamos, reunirnos a una hora apropiada, ante la embajada, quizas, para causar una mejor impresion, podriais agenciaros un obsequio para el señor embajador.

Yo, buscare otra cosa.

- Será un honor ir a la casa con usted, pero me temo que no quisiera cargar de costes a la señora - Miró a Noriko - Además, es algo rutinario, papeles de viaje.

Esperaba que allí no volviese a contar la historia de su vida...

Voy a la zona de la ciudad donde esta la casa de los clanes menores. Busco un Bar decentillo y entro en el, tratando de localizar algun ronin de aspecto aseado.

-La paciencia nunca ha sido una de mis virtudes. Me reunire con vosotros, amigos, en la embajada. Espero que con mis objetivos cumplidos.

- Vamos pues.

Acompañado de Akodo Nobunaga, el Tejón se encaminó hacia la embajada de los clanes menores.

Ya en el exterior.

-Ryuken, dejad que os cuente mi plan. Como sabeis, nuestro enemigo es un tipo poderoso, con una horda de samurais que viven para servirlo. Nosotros, por contra, somos un puñado largo. Es cierto, pocos, pero valientes, pero no se vos, yo por mi parte he combatido en inferioridad y no es de mi gusto. Necesitamos mas hombres. No cualquier clase de hombre. Aun no se exactamente que busco, pero mi maestro me enseño a mirar a los ojos a un hombre y leer su alma.

Bueno, para seros sincero. Mi maestro estaba enseñandome cuando fuimos victimas de unos asesinos del traidor. Asi que tendre que esforzarme y confiar en que los kami nos sean favorables. Solia decir mi maestro, que en todos los hombres, hay algo de luz y algo de oscuridad, hay que localizar ambas y ver como el sujeto mantiene el equilibrio, entre ambas.

Naci para dirigir ejercitos, naci para conducirlos a la victoria, justo como mi padre hacia hasta que uno de los suyos lo traiciono. Yo no cometere el mismo error. Mi confianza, solo la depositare en el filo de mi espada y en los que la ganen con el tiempo. Pero de vez en cuando, hay que arriesgar si se quiere ganar. Esta sera mi primera gran apuesta.

Buscare algunos ronin, y les hablare, les contare alguna historia, para ver como reaccionan, y a aquellos con reacciones afines a las mias, les seguire hablando, hasta ganarmelos. Luego les hablare de la gloria, del honor restaurado, de las espadas rojas de sangre y los estandartes ondeando al viento. De las pezuñas de los caballos de batalla retumbando contra el suelo, levantando tierra a su paso. De los gritos de dolor y de victoria.

Les hablare de hacerse un nombre, de ser samurai una vez mas y para siempre. Les dire lo que mi maestro siempre decia, no solo hay ser, tambien hay que aparentarlo. Un hombre puede ser el mayor de los guerreros, pero si nadie lo conoce, de que sirve el esfuerzo. Conmigo, les dire, seremos aquello que siempre hemos deseado ser. Con el honor por bandera y una espada por armadura, enfrentaremos nuestro destino. Si confian en mi guia, durante un año y un dia, y recupero mi estatus de nacimiento, los convertire en mis hatamoto. De ellos y de mi, dependera que sean hatamoto de un hombre mas o menos poderoso. Y por ende, que tambien ellos lo sean.

Por cierto, ya que no nos conocen, tu presencia, podria serme de ayuda, si ven que un hombre con tu aspecto, esta conmigo, su reticencia inicial sera menor. ¿Apoyaras mi elocucion? ?Me ayudaras con esto? Amigo.

Jin miró a Noriko y luego a Taka.-Taka-dono,cuidad de mi señora en mi ausencia pues debo conversar con Bayushi-san.-informó a los presentes,antes de incorporarse y mirar a Guren.-me acompañareis Guren-san?.-preguntó al gorrión,tras lo cual comenzó su marcha fuera de la casa de té a la par que Nobunaga y Ryuken.

Dudas inundaban la mente del joven samurai, honor, deber, amor, lealtad...suspiró y continuó caminando en un silencio impertubable.

- No - Ichiro hizo un aspaviento con la mano quedando al hablador guerrero sin palabras, mientras salía del establecimiento.

Volvió a entrar y se explicó, a sabiendas de que no quería comenzar una discusión pero seguro de que tenía un punto de vista que explicar.

- Debisteis ser cortesano por vuestro manejo de la lengua, pero eso no os hará ganaros a los ronin. Decis ser uno, pero aun no pareceis haber probado la vida de vagabundo - Ryuken sabía de lo que hablaba, pues los Tejón eran poco más ricos que los ronin de las calles, dejando casi todo su dinero para su clan - A estos hombres no los ganarás con historias, sino con pan. Estos hombres serán fieles a ti hasta que un mendrugo de pan caiga desde el otro bando. Los ronin no buscan ser samurai, buscan vivir un día más.

Prometed oro y os seguirán con más ahínco que por títulos nobiliarios, pues si necesitáis un ejercito de hombres honorables no encontrareis más de uno entre mil ronin.

Parecían duras palabras, pero pese a lo idílico de la vida de hombre-ola la realidad se ajustaba a sus palabras al pasar los días con el estómago vacío.

-Yo soy un ronin y mi honor es mi ley. Probare suerte. Pero os agradezco vuestras palabras, devuelven mis pies a la tierra. No las olvidare y las tendre presentes en cada momento.

Otosan Uchi. Hora de Doji.

Tanto Guren como su compañero Hairo se levantan del asiento y asienten a la vez. Hai.

Ambos te siguen. En la puerta, nada más abrirla vez a Ryuken y Nobunaga discutiendo.

Jin alza una ceja y mira a ambos discutiendo.-Ocurre algo?.-pregunta con seriedad en la voz y duda en la mirada.

- No ocurre nada, Jin-san, Nobunaga-san y yo disentimos en una parte del plan. Pero cada uno lo hará a su manera y todos contentos.

Salió hacia la casa de los Clanes Menores después de despedirse.

Otosan Uchi. Hora de Doji.

La conversación dura poco y Ryuken ya está lejos para cuando queréis reaccionar. Con cara de pasmados, un par de segundos pasan hasta que reaccionáis. Una importante misión os espera.

Otosan Uchi. Hora de Doji.

La casa de los Clanes Menores se alza ante ti.

Multitud de miembros de los más variopintos clanes se acomodan en una grande, aunque humilde edificación. Un hombre que está allí cercano se acerca y te pregunta si necesitas ayuda.

Bueno...marchemos.-Indica a sus acompañantes el ronin de nombre Jin.

Ichiro hace una reverencia ante el hombre, según su estatus y asiente:

- Quisiera información para obtener papeles de viaje para mi y para unos conocidos que viajarán conmigo, ¿puede explicarme como funciona?

Otosan Uchi. Hora de Doji.

El hombre sonríe ante tu petición.

Claro. Los papeles de viaje son autorizaciones firmadas por la corte del Emperador, que Amateratsu lo ilumine con su luz, con las cuales uno tiene cierta libertad de movimiento por el Imperio. A veces, dichos papeles permiten a su poseedor utilizar los caminos imperiales para desplazarse.

Para conseguirlos debería acercarse al palacio imperial y solicitarlos y ver si se los otorgan. Si no, puede usted buscar a alguien que se los consiga.