Partida Rol por web

Aventuras en la Tercera Edad.

La Sala de la Torre.

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20/08/2011, 21:42
Director

Con la posada a sus espaldas. Harlton descendió hasta el primer piso en busca de su siguiente paso. Pero cuando llego al primer piso, un joven soldado, recién pasada la adolescencia, se cruzó en su camino. 

- Mi señor - dijo jadeante - disculpe un segundo - le decía a horcajadas de aire - porto un mensaje para usted - se esforzó en incorporarse para hacer el encuentro como correspondía - he aquí, mi mensaje, dado directamente por nuestro señor Ecthelion - completamente derecho, se irguió de orgullo y con voz segura terminó diciéndole - Tiene que acompañarme a la Sala de la Torre, donde se haya el trono del Senescal y del Rey perdido y que no volverá. Si tiene la bondad de acompañarme, le daré paso hasta sus puertas. 

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20/08/2011, 22:39
Director

Hace tres semanas desde que el capitán de su unidad, partió con unos hombres, entre ellos Algarrobo, para revisar los viejos caminos del sur. En sus viajes, descubrieron movimientos enemigos; corsarios de Umbar que plantaban campamentos a lo largo de la costa. 

- Parece que preparen una ofensiva - señaló uno de sus compañeros. Nadie lo discutió. 

Esa noche se adentraron más, buscaron algo que les diera una pista de sus planes, pero salto la alarma y todos, menos Algarrobo, que lo habían dejado en retaguardia, murieron. 
Solo y sin posibilidad de hacer nada, algarrobo regresó a uno de los campamentos en Ithilien, pero lo descubierto allí fue peor, pues los Orcos de Mordor, habían pasado por aquel lugar y no dejaron un alma con vida. Acosado por las fuerzas Orcas que ahora acampaban impunemente en aquellas tierras, a Algarrobo, no le quedo otro remedio que abandonar los bosques y acudir a informar a la Ciudad Blanca. No sin antes, dejar avisos a los compañeros. 

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20/08/2011, 22:56
Director

La ante sala a la cámara del Senescal, era aseada y austera de detalles. Solo unas butacas donde tomar asiento a cada lado de las perfectas puertas blancas, servían para llenar aquella estancia. 

Pelendur, portando las nuevas del norte y del oeste, acudió tan pronto como hubo llegado a la ciudad. Sin embargo, hasta que no llegara la mañana, no se quiso escuchar, ni debatir el tema. Así pues, llegada la hora y dado el turno de audiencia, acudió a su cita con el Senescal, pero el gobernante aun no estaba dispuesto y allí le ordenaron esperar. 

No tardo en llegar Duinhir, cuya tarea, requería de la máxima puntualidad. Aram, un veterano en la guerra, que había sido reclamado para escuchar su consejo. Algarrobo, un explorador de aspecto cansado. Amildir, guerrero de talento en Gondor.  Zeltia, cuya valentía no podía ser puesta en entredicho y por último, un civil extranjero, un hombre con los ojos de Gondor, pero cuyo aspecto distaba de ser de las tierras del sur. 

Allí se encontraron todos. Cada uno de ellos tenía un papel que cumplir allí, aunque bien es cierto que algunos aun nada sabían de ello. 

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21/08/2011, 00:54
Zeltia

Avanzo entre la multitud de los congregados, y me sitúo donde pueda escuchar las palabras que se habrán de decir. Observo a mis acompañantes. Me son desconocidos aún, pero el haber sido llamados es señal de que pronto seremos presentados.

Aguardo en silencio al Senescal, sintiéndome yo igualmente observada.

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21/08/2011, 01:15
Algarrobo

Algarrobo llego con pura suerte a la ciudad blanca, de no ser por el destino habría muerto. Entro a la ciudad todo herido y sangrando por una pierna, se encapucho y se dirijo hacia la sima para tener la audiencia con el senescal. La ciudad era como decían, impecable y imponente, mercados ambulantes y esa cantidad inmensa de gente que habitaba. Mientras ascendía observo con cuidado la cantidad de soldados protectores del árbol blanco, le llamo la atención la cantidad que eran.
Ya en el lugar de la reunión observo a varios hombres esperando al inicio, lo único que pudo hacer es sentarse a esperar la reunión.

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21/08/2011, 02:32
Amildir Oumssâr

Con el escudo a un lado, la maza al otro, y el casco sobre mi regazo, espero con calma la entrada de nuestro anfitrión. De vez en cuando, desvío la mirada hacia las otras personas convocadas, pensando en las destacables cualidades de cada uno de ellos. La entrada de aquel hombre malherido me resultó inesperada, no pudiendo evitar fruncir el ceño, y dirigir mis ojos hacia su pierna herida.

Era admirable su presencia a pesar de su estado, e igualmente, su estado me resultaba cuestionable para presentarse ante el Senescal y asumir una responsabilidad. Las criaturas de más allá de los muros, olían la sangre a saltos de Ent. Con todo, le sonrío, mostrando mi desdentada boca, en señal de respeto.

Con la misma lentitud, sigo observando a los presentes.

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21/08/2011, 03:05
Algarrobo

Algarrobo miro al sujeto que con respeto le sonrió, se levanto de su asiento y inclino su cabeza como devolviendo la cortesía. El sabía que no estaba presentable para ver al gran senescal, pero luego de lo que había pasado, de la muerte de sus compañeros, del ataque y la información que tenia, no podía ponerse a bañar o vestir diferente.


Algarrobo se limito a esperar, solo que se acerco al robusto hombre y le saludo en voz baja.
-Buen día estimado señor, mi nombre es Algarrobo soy un explorador de alto rango-dijo mientras sonreía con algo de dolor por su pierna.

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21/08/2011, 04:54
Amildir Oumssâr

- Deberías mirarte la pierna - Echo un ojo al resto de su cuerpo. - No sólo - Le doy unas palmaditas en el hombro. sin mucha brusquedad, aunque eso sea difícil.

- Tu estado me parece admirable - Chasquea con la boca - Y también negligente - Me froto la rodilla izquierda porque me pica, dejando a un lado el casco. - Amildir - Extiendo la mano con la que me estaba rascando - No entiendo mucho de rangos, sólo te puedo decir que no me gusta que amenacen a mi gente - Concluyo, con la misma sonrisa de hace un momento, tras lo cual, vuelvo la cabeza firmemente hacia el frente, expectante de lo que pueda suceder d eun momento para otro.

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21/08/2011, 05:11
Algarrobo

Algarrobo sonrió y movió su cabeza, era admirable la fuerza de Amildir, pero estaba acostumbrado. Estrecho su mano con fuerza y se saco la un poco el barro de las botas, sin dejar de prestar atención a todo lo que pasaba en la sala. Su pierna no estaba tan mal, solo había sido herida por una flecha, pero no necesitaba de atención urgente. Estaba muy ansioso y alterado, necesitaba contarle sobre los corsarios de Umbar, y advertirles de los orcos en Ithilien, las tropas ya estaban avanzando y necesitaban hacer algo rápido.


-Un gusto Amildir, veo que eres un hombre de armas muy formidable, es un placer estrechar tu mano,¿de donde provienes?-dijo con un tono amigable y bajo.

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21/08/2011, 11:40
Duinhir Thorongil

Duinhir entró en la amplía estancia con paso seguro. Su mirada era fría y sus ojos apagados que han visto cosas que jamás podría olvidar observaba a los allí presentes. Esperaba a cierto número de gente, pero no a tanta, sin duda.

El paladín de Dol Amroth iba con el uniforme de la ciudad a la que había servido desde siempre. Un jubón de cuero negro con bordados azulados, sin ningún blasón en el; los pantalones eran también de cuero y con una franja azul por los laterales. Sobre su cuello iba un pequeño broche, con forma de escudo triangular, y del mismo pendía la capa de algodón azul como el mar con el cisne blanco y su velamen bordados en el. Botas altas con puntera metálica, muñequeras también metálicas en toda su extensión, en la derecha estaba representado el faro de Dol Amroth y en la izquierda el árbol blanco de Gondor. Bajo su capa sobresalía la empuñadura de su mandoble, de cuero negro y el metal era brillante y bien pulido.

Se quedó quieto cerca del semicirculo, entre la multitud, esperando. No pudo evitar observar a la mujer, era bella, o eso le pareció con aquella luz, le importó poco al cabo de unos segundos, no estaba allí para eso. Un hombre herido, olía la sangre y paladeaba en el ambiente ese sabor metálico, frunció el ceño, y todavía más cuando vio al hombre que iba a su lado con un casco con cornamenta - salvaje... - pensó mientras volvía su mirada al frente, sin ninguna expresión en su rostro... atractivo como era, pero tan frío en apariencia que no invitaba a tratar de tener una conversación con él. 

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21/08/2011, 18:30
Pelendur

En silencio, paseando tranquilamente de un extremo al otro de la ante sala, en un principio, solo resonaba por el lugar, el taconeo de mis botas sobre el suelo de mármol blanco.
La espera, se va alargando. Y en ese espacio de tiempo, otros individuos van apareciendo en la ante sala del trono.
Saludo a aquellos que conozco e inclino levemente la cabeza a modo de saludo ante los que son rostros nuevos para mi.
Pero no presto atención a la conversacion que se va desarrollando entre los que se hallan a mi alrededor pues por mi mente, pasan los distintos hechos que he vivido ultimamente y sobre los que tendré que informar en breve.

Notas de juego

Excelente, creo que ya estamos todos. Pues ya sabes lo que suelo decir. Por mi, al lio Master.

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22/08/2011, 01:00
Aram

Aram había llegado hacía bastante tiempo a la sala, el primero, como a él le gustaba. La gente había ido llegando poco a poco, llenando la sala. Aquella sala, en la que ya había estado varias veces, tenía algo especial que al veterano guerrero le impresionaba y que no podía cambiar pese al número de veces que estuviera en ella.

Sentado marcialmente en una de las últimas butacas de la sala, esperaba que llegase el senescal para hacerles saber lo que quería de ellos. Ensuespera, Aram escrutó a cada uno de sus compañeros. Nosabía nada acerca de ellos, pero su forma de vestir, su comportamiento y su forma de comunicarse, eran detalles que revelaban mucho de ellos mismos. Para empezar era lo que tenía sobre ellos.

Notas de juego

Ya estamos... que empiece la fiesta ^^

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22/08/2011, 03:50
Amildir Oumssâr

- Hmm - Lanzo una rápida mirada a los recién llegados, y vuelvo los ojos hacia Algarrobo. - De los restos del pasado. Donde la hiedra consume a los ancianos, y la hiel nutre a los recién nacidos... - No hay ningún tipo de pesar o sentimiento amargo en la pronunciación de estas palabras. La soltura con que salen de mis labios las hacen parecer lo único de este mundo.

- Mi madre me parió en un bosque cercano a Erech, sobre un montón de barro lleno de sus fluidos más indeseables... - Una sonrisa de medio lado se dibuja en mi rostro.

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22/08/2011, 18:24
Pelendur

El tiempo sigue transcurriendo en la antesala del Trono de la Torre de la guardia. Y yo, quizás un poco cansado de pasear, me detengo en el otro extremo de la sala, de cara a las puertas, y echo un vistazo con detenimiento a los allí reunidos.
Es en ese momento, cuando hasta mi llegan las palabras del particular guerrero que luce tan curioso tocado. Un habitante del cauce alto del Morthond. Quizás nacido, a juzgar por sus palabras, bajo la sombra de la gran piedra traída, según se cuenta, por los exiliados recién llegados del mar.
Mi mirada pasa ahora, hacia otro de los miembros de tan variopinto grupo. No hace falta ser ningún lince para observar como luce con orgullo el emblema de Dol Amroth.
Y puesto que recuerdo cuando fue la primera vez que vi a los caballeros del príncipe, en su elemento natural, me permito una leve sonrisa.
Paso a examinar a otro de los presentes, sentado en rígida postura, en una de las butacas de la sala. Un veterano, que quizá, recuerde hasta los días de la senescalía de Turgon. Padre de Ecthelion II.
Me fijo, a continuación, en el individuo con el habla el montañés de los valles del Morthond. Un explorador, según sus palabras y un hombre curtido indudablemente, a juzgar por su aspecto.
Y para terminar, me fijo en la nueva figura femenina que permanece algo apartada como yo.
No es la primera vez que veo a una dama con porte militar y, puesto que es obvio que los días se van oscureciendo, se que no sera la ultima con la que me tope.
Y una vez que he examinado a todos los presentes en la sala, me permito un comentario a media voz.
Curioso grupo sin duda alguna, el que se halla aquí reunido. Todos gentes de armas y todos, esperando para informar. Algo me dice que las conclusiones que se saquen de nuestros informes, no serán demasiado halagueñas.

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22/08/2011, 19:01
Director

La puerta se abrió interrumpiendo la charla. Un guardia de la ciudadela, salió al encuentro - Pelendur, soldado de Pelargir - espero a que el soldado pasara y se cerraron las puertas.
Pasaron cerca de quince minutos, antes de que la puerta se abriera y diera paso a todos los demás. 

La enorme sala se extendía a sus pies. A los lados, las grandes estatuas de los señores de antaño, observaban el paso de los soldados, imponiendo la fuerza de aquella sala, despojándoles de su voluntad. 

Llegaron al trono vacio y a su izquierda, sentado sobre un trono menor, pero representante de la máxima autoridad de la sala. 
En el, un hombre de buen porte, ya anciano pero con una mirada de gran sabiduría los escrutaba con la mirada. A su diestra, a las escaleras del gran trono, se hallaba su hijo Denethor, quien heredaría el cargo algún día. A su izquierda dos hombres Elboron, Capitán de las fronteras exteriores de la ciudad y asesor militar del Senescal. Junto a él, Orodret, Jefe de Capitanes de la armada de Gondor. Al frente, el anciano que gobernaba a todos, Ecthelion II , hijo de Turgon, de la casa de los Senescales. 

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22/08/2011, 19:03
Ecthelion II

- Sed Bienvenidos a la Sala de la Torre - saludo el anciano del trono con una dulce, pero firme voz - He aquí, que algunos traen nuevas, otros consejo y los demás han demostrado tener talento en otras empresas. Es el momento de contar las cosas y acordar los planes futuros.

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22/08/2011, 19:19
Algarrobo

Algarrobo se puso en rodillas pese que la suya le dolía un infierno, sin embargo lo izo y sin demostrar un signo de dolor-Su excelencia, me presento mi nombre es Estarriol, más bien conocido como Algarrobo, soy un explorador de los bosques-dijo sin pausa, mientras mantenía la cabeza gacha.


-He venido de muy lejos con el fin de avisarle a su grandeza sobre...- izo una pausa, como un minuto de silencio para su capitán y compañeros caídos- Mi capitán y unos hombres más fuimos en exploración y encontramos corsarios de Umbar que se plantaban a lo largo de la costa, mi capitan ordeno...- pauso otra vez, entre el dolor de su pierna y su orgullo caído, le era difícil hablar del tema-Ordeno que vallamos a por pistas de que planeaban, pero en eso sonó la alarma y cayeron todos menos yo que me encontraba en la retaguardia...-dijo sin levantar la cabeza-Luego corrí a el único lugar donde tenía esperanza de encontrar más compañeros y un lugar seguro, fui a uno de los campamentos en Ithilien...-al pronunciar Ithilien, se le vino la horrible escena con la que se encontró al llegar al lugar, todos muertos, solo orcos en pie.- Allí los orcos nos tomaron ventaja, no dejaron a ninguno con vida, Mordor está moviendo sus tropas y ganando terreno, eso sin mencionar que están debilitando nuestras fuerzas, cada vez salen mas y mas orcos de sus hornos-izo una pausa-Lo único que me quedaba era venir a la ciudad blanca y advertir de todo esto su excelencia, sabrá disculpar mi aspecto, pero con todo esto no tuve tiempo de vestirme como se debe-luego de decir esto, callo y espero respuesta.

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22/08/2011, 19:51
Amildir Oumssâr

Después de entrar en la sala, asumiendo la misma posición marcial de mis demás compañeros, espero en silencio a escuchar la campaña que se nos encomendará. Podría haber hablado, contando las desgracias que había visto últimamente, y es que me parecía inútil. Con las palabras de Algarrobo era más que suficiente para saber que las sombras se cernían sobre nuestras cabezas, lejanas de regarlas con lluvia, las bañarían en sangre.

Espero en silencio, de pie, a que las nuevas se sucedan, indiferente al dolor de las palabras. Ajeno a la amargura de las desgracias.

Cuando conoces la muerte, antes que la vida, sabes que no importa hacia donde vayas, ésta siempre te perseguirá. Por mucho que huyas, su beso te colmará... A menos que la mires a los ojos, y te niegues a entregarte.

Espero erguido junto a la puerta, en total silencio.

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22/08/2011, 20:00
Pelendur
Sólo para el director

Y es entonces cuando las puertas al fin se abren y soy reclamado ante la presencia del senescal de Gondor.
Con paso apresurado y con la diestra apoyada en la empuñadura de mi acero, marcho a cumplir con el requerimiento. Noto como las puertas se cierran detrás de mi y solo, avanzo por la ya conocida galería de estatuas de los reyes de la casa de Anarion hasta detenerme ante el blanco sitial que se halla en la base de la escalinata del trono de Gondor. Trono vacío, pero que nos recuerda como el árbol marchito del patio del séptimo nivel, nuestra ascendencia y nuestro incuestionable deber.
Me cuadro ante los presente y a la manera de Gondor, mi mano derecha se cierra en un puño y que golpea el pecho mientras inclino la cabeza ante Ecthelion II, senescal de Gondor hasta que el Rey retorne.
Espero a que mi señor me de la venia para hablar y cuando la recibo, paso a narrar las vicisitudes por las que he pasado en este tiempo.
Como me cuesta narrar la perdida de mi audaz tripulación y de mi gallarda nave. Pero me resulta satisfactorio, narrar también la muerte de todos aquellos perros de sangre traidora a los que me enfrente.
Mi narración, no obstante, es rápida. Pues se que mis compañeros de la ante sala esperan su turno para entrar. Por tanto, concluyo diciendo.
Sire. Pido una gracia. La oportunidad de vengar a mis hombres caídos a través del servicio activo. Sea cual fuere la mision que tengais a bien encomendarme.
Callo al fin y me cuadro ante mis superiores, esperando su veredicto y de momento, puesto que yo ya he acabado mi informe, obedezco la señal que recibo.
Me hago a un lado de la sala, mientras continuo en silencio pues las audiencias han de continuar.

Notas de juego

Te marco solo a ti en este post pues veo que hay 15 minutos de margen. Supongo que es para no agobiar a la peña por si me sale un tocho. Je,je,je.
Nada nada. Ya lo dije y lo repito. Cuando haya mucha gente, tratare de ser comedido.

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22/08/2011, 20:13
Pelendur

A un lado de la sala del trono, en silencio y en posición de firmes, veo como los reunidos en la sala de audiencias van entrando.
Una vez expuesto mi informe, nada he de añadir. Pero mis ojos se desvían en dirección al que se llama así mismo Algarrobo cuando expone lo ocurrido en la región de Ithilen.
Un suspiro se me escapa al oírle pues por todos es conocido el apodo de esa región. Una vez fue llamada el Jardín de Gondor.
Pero ahora, por mi mente pasan planes que no son precisamente propios de la jardineria. No obstante, continuo en silencio pues mi tiempo para informar ya paso, es el turno del resto de los reunidos en la ante sala.

Notas de juego

Y ahora, así en general, algo mas breve.