Partida Rol por web

Aventuras en los Reinos Olvidados

Histórico del primer grupo.

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04/12/2012, 23:01
Ark

Cuando la joven esta a punto de responderme , de repente se desata el caos.De las lindes del bosque aparecen unos ciempiés gigantescos ,que en un abrir y cerrar de ojos ,se abalanzan sobre los leñadores que estaban en las lindes trabajando. Antes de que de tiempo a decir esta boca es mia los leñadores yacen caidos , en grandes charcos de sangre.
Horrorizado me lanzo hacia ellos mientras agarro con fuerza la maza y descuelgo el escudo para encararme con esas bestias ya que es posible que pueda prestar ayuda a algunod e los leñadores si consigo llegar a tiempo.Por el rabilo del ojo veo que la guardia cierra filas en torno a la cuidad , lo que me genera una sensacion de impotencia ya que es habitual que las guardias de la uidad solo se preocupen de defender a aquellos que les pagan el salario , sin preocuparse por nada que pase mas alla de sus muris , salvo que la sangre que salpique les manche las murallas
A mi alrededor veo como los dos "mercenarios" aspirantes a genocidas también se lanzan hacia delante , seguramente alentados por la recompensa que un petimetre acaba de ofrecer.
Orando en mi interior por que alguno de esos pobres desdichados aun siga con vida , lanzo mi oracion de batalla a pleno pulmon
- Selune , dame fuerza y guía mi brazo para que pueda llegar a tiempo de ayudar a alguno de esos pobres desgraciados- y me dirijo hacia la batalla.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Editado

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07/12/2012, 16:45
Director

Un terrible alboroto se ha adueñado de la plaza. La mayoría de la gente huye hacia las puertas, desde donde llegan algunos guardias armados más, y la compañía de guardias permanece quieta frente al puente, dispuesta para defender la entrada en la plaza de las asquerosas sabandijas.

Sin embargo, seguramente alentado por la promesa de oro del extraño, y aparentemente rico, caballero,Ugdush el semiorco desenvaina su cimitarra y se lanza contra los monstruos, internándose a través del enorme puente. El que va en cabeza, con las fauces todavía húmedas de la sangre del leñador gordo, se alza sobre sus patas traseras cuando llega junto a él, alcanzando casi la altura del explorador; pero éste lanza un tajo horizontal con su cimitarra que secciona a la criatura en dos; ambas mitades comienzan a convulsionar con un sonido siseante, mientras embadurnan el puente y al orco con los fluidos transparentes y babosos que vuelan desde la herida. Finalmente, el monstruo queda inerte.

Nailo, el chico del sombrero, corre hasta colocarse frente a los guardias y pone rodilla en tierra apuntando con su ballesta. Una de las últimas criaturas avanza trepando sobre una de las barandillas de la gran construcción, y antes de que pueda chasquear sus mandíbulas el virote del ladrón lo golpea violentamente, lanzando su cuerpo sinuoso hacia el río Ashaba, mucho más abajo.

El leñador que se había acercado a ver lo que sucedía junto a sus compañeros es el único, además de vosotros, que actúa valientemente; con un grito de odio saca su enorme hacha de la funda en su espalda, y se dirige directamente hacia uno de los ciempiés, que repta por el suelo como una enorme S. "Ésto tiene que ser cosa de esos malditos flechas emplumadas", exclama mientras descarga el pesado instrumento sobre la cabeza de la criatura, lanzando pedazos de jugos transparentes y de quitina destrozada en todas direcciones.

Bronas también se adelanta enfrentándose con una de las criaturas, pero aunque lanza un terrible ataque que agujerea el suelo por el impacto no alcanza al ciempiés que se lanza contra él; sus mandíbulas se cierran sobre su brazo justo cuando lo aparta, y sólo sufre un rasguño de 1 punto de daño. 

Ark también se lanza al ataque, enfrentándose con otra de las criaturas; sin embargo, ésta se aparta en el momento en el que su maza de armas pasa sobre ella. Luego se lanza como una serpiente contra el pecho del héroe, pero éste interpone el escudo y lo rechaza violentamente.

Las patas del último tabletean sobre el puente, y terminan llevándole frente a Ugdush, que llegó en primer lugar; lanza varios mordiscos a las botas del orco, pero con un par de saltos consigue poner espacio y escapar de las mortales dentelladas.

Finalmente, Mitheithel llega en último lugar y consigue situarse en posición para alcanzar a dos de los monstruos con su conjuro de rociada de color. (No puedes tener la varita porque es demasiado cara, tenemos que hablarlo, así que vamos a suponer que conoces el conjuro y lo lanzas de forma normal). Salmodiando las palabras místicas del conjuro, la elfa junta las manos y un cono multicolor surge de ellas como un geiser gay. Las dos criaturas reciben de lleno el efecto, y caen atontadas en el suelo como enormes bultos de carne.

Por último, Silbido apunta con su arco desde el pie del puente, pero la flecha se clava con un ruido seco junto al cuerpo abotargado del último de los monstruos, frente al orco.

La situación es la siguiente; en un solo asalto, el grupo, acompañado por el jefe del gremio de los leñadores ha dado buena cuenta de la mayoría de las criaturas; casi todas están tiradas por ahí destrozadas en diversos grados. Mitheithel ha conseguido alcanzar a dos con su conjuro de rociada de color, que están vivas pero inertes sobre el puente. Y una de ellas se enfrenta estúpidamente a Ugdush a pesar de la evidente inferioridad numérica.

¿Qué haréis ahora?. Es vuestro turno!

- Tiradas (21)

Notas de juego

Orden de iniciativas

Ugdush; (Iniciativa 23)

Nailo; (Iniciativa 16)

Ray; (Iniciativa 16)

Bronas; (Iniciativa 9). Ha sufrido 1 daño por mordisco de ciempiés.

Ark; (Iniciativa 7)

Ciempiés; (Iniciativa 7)

Mitheithel; (Iniciativa 5)

Silbido; (Iniciativa 4)

Enemigos

Ciempiés 1 (Cortado en dos por Ugdush)

Ciempiés 2 (Eliminado por Nailo)

Ciempiés 3 (Aplastado por Ray)

Ciempiés 4 (Inconsciente 8 asaltos debido al conjuro de rociada de color)

Ciempiés 5 (Inconsciente 8 asaltos debido al conjuro de rociada de color)

Ciempiés 6 (Enfrentándose a Ugdush)

Otras notas

En esta ocasión he sido yo mismo el que ha realizado vuestras tiradas de Ataque y Daño. Si lo deseáis, sois libres de tirar vosotros ante la previsión de lo que pueda pasar en vuestro propio turno.

Bronas ha sido envenenado, pero su férrea constitución ha rechazado la toxina de su organismo.

Todos los personajes jugadores menos Nailo ganan 60 Px por la escabechina en la que han tomado parte, y por postear.

El próximo turno el martes que viene. ¡Muchos saludos a todos!.

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08/12/2012, 19:46
Miteitel

No me percato de lo que hay detrás en la plaza, sólo de las criaturas que atemorizan a estas sencillas e inocentes gentes que huyen despavoridas, los guardias parecen estar como haciendo una especie de muro en el puente y sólo mis compañeros de lucha y yo misma nos vemos en la obligación de actuar y acabar con los enormes gusanos asesinos. Examino a cada uno de ellos con mis ojos verdes fríamente, me gusta saber con quien trato, en la mesa, en la lucha y en el juego se conoce al caballero.

Compruebo que Ugdush a mi lado es mejor que como rival, valiente y fuerte y pienso - no sé si la sangre o como se le llame de las criaturas es toxica pero a el le ha caido encima y no parece afectarle, sin duda no lo querria tener como enemigo.

Me fijo a continuación en Nailo y medito - el alborotador, será su apodo por ahora y causa de que yo esté aquí, se le ve diestro con su ballesta, asi que seria un buen compañero de batallas también.

Cuando el unico leñador que ha sobrevivido arremete valientemente contra uno de los monstruos dice algo que se me queda grabado en mi memoria y son dos palabras - "flechas emplumadas", luego, investigaré quienes son, si ellos son los causantes de estas aberraciones tengo que enterarme y tomar medidas.

Acto seguido Bronas, al que apodo el bárbaro por lo que le oí decir con su compañero de viaje y su forma de luchar me deja perpleja por su gran fuerza aunque no por su resultado, parece que no ha atinado y sale dañado aunque afortunadamente nada grave y pienso - mucho ruido y pocas nueces... desea raptar niños, robar cabras, violar mujeres y cosas así... tengo que evitarle, por ahora, no es una buena compañía.

Ark en quien no me habia fijado antes entre el barullo y el gentío, es agil aunque al igual que Bronas y Silbido no han matado a ninguna criatura, no les resto valía ni importancia, pues pudo ser mala suerte solamente.

Saco mi diario y me apunto todo esto en el cuaderno rápidamente en sucio garabateando, incluido lo mio, criticando mi acción contra las bestias, para aprender de mis errores y pienso - luego lo pasaré a limpio ahora no tengo tiempo - y escribo sólo una línea para mí: "memorizar siempre el conjuro de Rociada de color" y medito - ahora que ya sé cómo funciona debo tenerlo en mi grimorio apuntado y memorizado, visto lo visto nunca se sabe lo que te puedes encontrar la próxima vez, hay que tener siempre un hechizo de ataque por si acaso.

Finalmente, tras guardarme el cuaderno, me acerco a uno de los guardias y le pido una de sus lanzas - por favor, me la presta un momento... y cubriendome con la capa para que la sangre de los gusanos gigantes no me envenene, voy donde están las dos repugnantes criaturas a las que dejé inertes pero no muertas y les atravieso a sendos monstruos con la lanza en la cabeza para darles muerte definitivamente.

Notas de juego

haz tu mis tiradas por favor, lo prefiero, la cosa va bien asi que... para qué cambiarlo, estamos de suerte¡¡

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09/12/2012, 21:48
Ugdush Matadragones

La satisfacción que le provocaba al semiorco el hecho de rasgar la carne y vísceras de un enemigo no tenía comparación, bueno si, quizás para él surcar los mares de la costa de la espada con una tripulación sumisa, pero eso no estaba ahora mismo a su alcance.

- ¡Ya van 10 monedas hombrecillo! - gritó mientras miraba asqueado como la sangre gelatinosa se desperdigaba por su posición. No dejó de prestar atención a lo que había a su alrededor, como todos los que estaban cerca intentaron implicarse mayor o menor grado en aquella batalla contra los cienpiés.

El silbido de la flecha se pronunció detrás suya no le alarmó, no fue hasta que ésta se clavó muy cerca suyo cuando frunció el ceño y miró unos instantes para atrás

- ¡Escoria, aprende a apuntar! - antes de que se diera cuenta tenía a otra de las aberrantes criaturas cerca suya, con un intento vano de mordisquearle las botas, algo que por supuesto, no iba a permitir.

- Amiguita, tu vas a convertirte en mis próximas diez monedas - comentó a la vez que agarraba la cimitarra con ambas manos para rematar a la criatura con la máxima potencia que le fuese posible, no sin antes cerrar un poco los ojos y la boca por si salpicaban fluidos a lugares poco agradables.

Notas de juego

Perdón si todos estabais esperando a que postease, hasta ahora no he podido dedicarle el tiempo necesario :(

Ugdush intentará atacar al cienpiés 6, a fin de cuentas está a su lado. (Con tu permiso no tengo problemas en que te encargues tú de mis tiradas, ¡me das suerte!)

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09/12/2012, 23:06
Silbido

Pese a la corta distancia, la flecha de Silbido yerra el blanco por unos palmos. Quizás está demasiado acostumbrada a conocer demasiado bien los movimientos de sus presas; quizás le haya jugado una mala pasada disparar a su misma altura, cuando normalmente lo hace desde las ramas de los árboles; quizás el esfuerzo de evitar golpear a alguno de los combatientes haya afectado su puntería. O quizás tienes zarpas en vez de manos, como estás demostrando desde que has llegao a la ciudad. Deja de poner excusas.

Casi todas los ciempiés han sido abatidos, de un modo u otro. El alto hombre pintado de negro ha partido a uno de ellos con un cimitarrazo tan brutal como su aspecto; el líder de los leñadores, mostrándose sorprendentemente hábil contra un oponente capaz de moverse, ha talado otro; la joven encapuchada, que ha resultado ser una lanzadora de conjuros, ha tumbado a dos con un extraordinario despliegue de luces de colores; el alborotador ha mostrado con su ballesta mejor puntería que ella con su arco.

Solo una oportunidad para exhibir su destreza, y la ha desaprovechado. Al menos, piensa resignada, no estoy en peor situación que cuando llegué.

De forma mecánica, Silbido coloca una segunda flecha y abre el arco, comprobando si alguno de los bichos sigue moviéndose.

Notas de juego

Si queda algún bicho vivo, que lo dudo, teniendo encuenta que actúa en último lugar, Silbido dispara. Si no, Silbido refunfuña y guarda la flecha y el arco.

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09/12/2012, 23:52
Heian Nailo, "el artesano del Valle de la Pluma"

Nailo tan solo pensó por un momento en el dinero que podía llevarse por acabar con aquellas criaturas. Así que no pensaba dejar que el resto de individuos se hicieran con las cabezas de las sabandijas. Así que volvió a colocar el virote en su lugar y apuntó al ciempiés contra el que se estaba enfrentando el orco. Si pensaba que se apuntaría un tanto estaba listo.

Tensó fuertemente la cuerda de la ballesta y después disparó mientras apuntaba a la cabeza de aquella criatura. 

Tenía la firme esperanza de que aquel virote daría en su objetivo y así podría apuntarse otro tanto a la hora de recoger la recompensa que les entregarían.

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10/12/2012, 09:39
Ark

Una vez mas doy buena muestra de mi "extraordinaria" habilidad de combate errando mi golpe. Por fortuna , parece ser que los que me rodean lo hacen bastante mejor (Cosa preocupante si tenemos en cuenta que venian hablando de violar y asesinar). Con todo y con eso ,no es momento de distraerse puesto que el combate no esta finalizado.
Me encaro con el ciempies que estaba atacando y me preparo para cualquier contingencia

Notas de juego

perdon por la brevedad pero postee desde el movil que me ha escacharado el pc. Entiendo que el cienpies que estaba conmigo esta caido por el conjuro? si es asi lo remato si no sigo luchando con el.
Y por mi puedes realizar todas las tiradas tu mismo que asi los combates no s ralentizan tanto y la partida avanza a buen ritmo, no solo las de ataque sino tambien TSalvacion etc.

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11/12/2012, 09:58
Director

En el puente, los guardias asisten impresionados a la destreza guerrera de los miembros del grupo. De los seis ciempiés gigantescos que salieron del bosque, sólo uno sigue en pie intentando morder a Ugdush. Éste, una vez esquivado su ataque, gira alrededor del inmenso gusano y termina atravesando su cabeza quitinosa con el filo curvo de su cimitarra. El monstruo se derrumba en el suelo con un sonido articulado justo cuando llega Bronas corriendo, dispuesto a producir una carnicería. (Lo siento, no quedan enemigos para que los pulverices). Nailo, en la distancia, baja su arma al no encontrar contrincantes a los que asaetar.

El jefe de los leñadores, por su parte, lanza un golpe vertical con el mastil de su hacha aplastando a una de las criaturas aplatanadas en el suelo. La otra es rematada por Ark, que usa su maza de armas derramando el pálido icor del monstruo cuando rompe la quitina que lo recubre, produciendo un sonido parecido al de un huevo al cascarse.

Mientras Silbido baja el arco y refunfuña, Mitheithel se da cuenta de que ya no es necesario correr hasta las lanzas de los guardias, y también se da cuenta de que seguramente ninguno de ellos se hubiera prestado a darle su arma personal. De hecho permanecen ceñudos, como si consideraran a gente tan competente en el combate como una posible amenaza a la ciudad.

En el puente, el capitán da algunas palmadas y ordena a sus hombres que despejen a los mirones; "Vamos, vamos, aquí no hay nada que ver...". El hombre rico le ha susurrado algo al oído, y parece que ya no tiene interés en detener a los miembros del valeroso grupo que ha eliminado a los inmensos gusanos.

(Sigue...)

- Tiradas (2)
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11/12/2012, 10:15
Freddo de Arkhen

"Jijiji...", el hombre del llamativo sombrero rojo se acerca enseñando su dentadura amarilla, y señalando el dantesco escenario del combate. "Que no hay nada que ver, dice el muy cachondo". Luego saca su bolsa del cinturón, y vacía su contenido en la mano; tiene en total unas ochenta monedas, que se dispone a repartir entre vosotros. "Muy bien, muy bien, os lo habéis ganado chicos...".

(Sigue...)

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11/12/2012, 10:18
Ray

Sin embargo, el jefe de los leñadores parece conocer al hombrecillo y lo aparta de un empeñón, haciendo que casi caiga al suelo. "Quítate de mi camino, escoria", le increpa. "Yo no soy ningún mercenario, solo he vengado a mis compañeros muertos. Guárdate tu sucio dinero", exclama mientras se marcha hacia el gentío que empieza a dispersarse.

(Sigue...)

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11/12/2012, 10:28
Freddo de Arkhen

El hombre lo mira con animadversión y tuerce el gesto, pero en seguida se gira de nuevo a vosotros tan sonriente como al principio. "Bah, bueno, pelillos a la mar...", canturrea. "Tengo dinero para vosotros... veamos, seis gusanos para seis aventureros, eso hacen... diez piezas por cabeza, eso es", comenta mientras reparte el dinero. "Y de donde ha venido éste puede venir mucho más. Mi nombre es Freddo de Arkhem, y soy el chambelán al servicio de los Acuñamoneda, de los que sin duda habéis oído hablar".

Tras echar un vistazo a Ugdush, con sus colmillos de orco y su aspecto salvaje, y a Bronas, con sus más de dos metros y pinta de bárbaro, parece que cambia de opinión al respecto. "Bueno, quizás no habéis oído hablar de ella, pero es la familia más poderosa de la ciudad. Y tenemos algunos trabajos en los que podríamos emplear a gente tan capaz como vosotros. Si estais interesados podéis acercaros a una reunión privada esta medianoche en la plaza de Helm", comenta bajando la voz. "Con énfasis en privada".

Tras intercambiar unas palabras con vosotros, el hombrecillo mira alrededor como preguntándose qué hace allí, y se despide con una sonrisa amarilla y un guiño de ojo.

(Sigue...)

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11/12/2012, 10:29
Director

Cuando Freddo se marcha, todo parece haber vuelto a la normalidad. Un grupo de funcionarios de la ciudad se dirige al puente a limpiar el estropicio; Ray habla con sus leñadores en un lado de la plaza, y el capitán que casi os detiene con anterioridad está preparando el cierre de los portones de la ciudad. El cielo comienza a oscurecerse, y quizás sería buena idea que entrarais adentro si es que queréis asistir a la reunión.

De Otto, por supuesto, no hay rastro por ninguna parte. Ha tenido tiempo para salir corriendo hasta el desierto de Anauroch, y teniendo en cuenta su probada valentía a lo mejor hasta ha llegado allí.

¿Qué haréis mientras esperais a la medianoche, si es que pensais asistir a la reunión?. ¿Os dirigiréis a la cercana taberna del Grifo?. ¿Pasearéis sin rumbo por la ciudad?. ¿Charlaréis con alguien?. ¿Os presentaréis unos a otros?.

Es vuestra decisión, y vuestro turno.

Notas de juego

Bronas ha sufrido 1 punto de daño debido al mordisco de un ciempiés gigante.

Aquellos de vosotros que lo deseen pueden apuntarse diez (10) monedas de oro por cortesía de Freddo de Arkhem.

Todos los jugadores ganan 40 Px por postear y resolver el asunto.

Por favor, tiradita de "Saber (local)" para conocer algo acerca de los Acuñamoneda.

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11/12/2012, 10:35
Bronas

El gran ilushkano ve como el combate ha sido mucho más breve de lo que cabía esperar, entre el mestizo fanfarrón y la menuda elfa de arcanos poderes, reducieron a la mayor parte de las criaturas.

  No, no debió ser otra prueba de Tempus, el momento no ha llegado aún. Frunciendo el entrecejo el barbudo guerrero se colgó el escudo al hombro y se colgó su hacha de batalla a la espalda, junto a su mochila de cuero gastado, disponiéndose a entrar a la ciudadela. Haciendo caso omiso del tipejo de chillones ropajes. E ignorando al medio orco y el resto de los congregados. Parando un momento tan solo para buscar con la mirada al desdichado Otto.

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11/12/2012, 11:06
Bronas

 Arrugando la frente, al ver que el guía se había largado, y pasando de largo del ofrecimiento de oro del tipo sonriente. Al parecer no consideraba que le tocara una parte de esta o tal vez pasando del dinero de por sí...

 En cualquier caso Bronas se internó en la ciudad buscando los carteles que le anunciaran lo que estaba buscando. Perdiendose pronto en las penumbras a penas iluminadas a esas viejas horas del atardecer por farolas de aceite puntuales en el camino o por la luz derramada por los cristales de alguna taberna ocasional.

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11/12/2012, 13:43
Ugdush Matadragones

- Maldita sea - masculló el semiorco cuando se percató de como las personas de allí eran bastante escurridizas

- Primero se larga el cabrón del guía con mi dinero y ahora el contratista sin haberme dado todo lo que me corresponde - mientras hablaba se detuvo a contar una a una las monedas que le habían dado, además de intentar comprobar su veracidad mordiéndolas.

- Já, lástima que no se puedan guardar trofeos de estas criaturitas tan majas - comentó a la vez que le daba un par de patadas a uno de los cuerpos viscosos más cercano y comenzaba después a limpiar los fluidos de la cimitarra con su propia ropa.

Ugdush intuyó rápidamente que ante una propuesta de trabajo así era muy probable que aceptase, es más, seguramente la mayoría de los que intervinieron en la escaramuza también participarían, por eso no dudó en dejar claro las cosas.

- Escuchad trozos de carne, yo soy Ugdush Matadragones y esta solo es una pequeña proporción de lo que soy capaz de hacer, que ninguno a partir de ahora me toque las narices o mi cimitarra será el menor de sus problemas ¿entendido? - exclamó con intención de intimidar, mientras contemplaba al bárbaro marcharse, lástima que se perdiera su espectáculo.

- Tiradas (1)
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12/12/2012, 04:52
Heian Nailo, "el artesano del Valle de la Pluma"

Heian se acercó a la muchacha pelirroja que antes de aquel suceso le había tratado de ayudar. - Hola, mi nombre es Heian, soy El Artesano del Señor del Valle de la Pluma. No recuerdo bien como he llegado hasta aquí, pero... dijo con cierto rubor en sus mejillas... tan solo quería agradecerle su interés en ayudarme debido al robo que sucedió. Supongo que con el tiempo que ha pasado ya, tendré que dar por perdido mi otro sombrero. Dijo mientras sacaba de su mochila un sombrero que tenía guardado y se lo acomodaba en la cabeza de forma elegante.

- Estoy algo cansado, la verdad, te interesaría que nos fueramos a alguna taberna cercana? Además, así nos acercamos de estos tipos, dijo señalando a Ugdush y a Bronas, parecen tipos peligrosos y no creo que una mujer de su belleza deba codearse con gente como ellos. ¿Te apetece?

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12/12/2012, 11:45
Ark

Cuando finaliza el combate vo sin perder tiempo hacia los pobres leñadores , pero ya mas cerca soy perfectamente consciente de que no puedo hacer nada por elos ya que la muerte ha sido practicamente instantanea. Con mi simbolo sagrado en las manos y confiando en no ofender a su deidad patrona rezo un panegirico para ayudar en el transito de sus almas hacia los planos superiores.

O pobre Leñador, salido de un hogar humilde, que desde muy joven comenzaste a caminar y a rodar por el mundo,agobiado bajo el peso de los haces , cubierto de ramaje, encorvado y quejumbroso, que caminas a paso lento, y vives en una ahumada choza. A ti que el pan te falta muchas veces, y el reposo siempre , trabajando de sol a sol con tu hacha siempre presta y siempre dispuesta. No temas pues ha llegado el momento de seguir en tu camino. Corre venturoso a los brazos de tu dios y que su abrazo acaricie tu alma. Descansa en paz.

A medida que voy rezando mi salmo arrego en la medida de lo posible los cuerpos , un poco ajeno a lo que ocurre en el puente. Cuando me acerco hacia alli parece que estan hablando acerca de un posible trabajo lo que podria llegar a interesarme ya que mi presupuesto no es precisamente potente.

Cita:

- Escuchad trozos de carne, yo soy Ugdush Matadragones y esta solo es una pequeña proporción de lo que soy capaz de hacer, que ninguno a partir de ahora me toque las narices o mi cimitarra será el menor de sus problemas ¿entendido?

Desde luego con ese aliento ,y esas pulgas y piojos saltando por todas partes ,lo mas probable es que no necesite una cimitarra para matar a nadie , asi que decido ignorarlo completamente.Me acerco hasta donde estan la elfa y un humano que esta portando un sombrero de los mas ridiculo y fuera de lugar.Cuando parece que estan a punto de partir en direccion a la ciudad les hago un gesto.
-Tome señorita , creo que estas monedas le corresponden a usted por su conjuro- le digo con una sonrisa un poco cansada. LA muerte no es algo que me agrade aunque en los reinos esten a la orden del dia.
Tras dejar las monedas que me han dado en manos de la elfa, me encamino hacia la puerta de la cuidad y busco al capitan de antes.
-Disculpe , no quiero meterme donde no me llaman , pero deberia mandar a alguien a investigar. Ese tipo de criaturas no suele abandonar su zona , y mucho menos atacar de esa forma a un grupo numeroso. Es evidente que alguien los ha capturado y los ha azuzado , o bien contra los leñadores o contra la cuidad.

Notas de juego

despues de hablar con el capitan , si no tiene nada que decirme me encamino hacia le interior de la cuidad y busco una capilla de selune , y si no la hay una zona despejada donde rezar a la caida de la noche. Si hay capilla pido alojamiento y si no pues me busco la posada .

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12/12/2012, 20:39
Miteitel

Escucho al hombre que nos iba a pagar por matar a los monstruos y memorice que debía investigar que era lo que había dicho y la hora de la reunión, tenía intención de ir, al menos, por curiosidad. Acepto el oro que nos quería pagar a todos por la matanza aunque sin mucho interés y luego, observo de reojo a Bronas que se alejaba refunfuñando y gruñendo, no le hice más caso, y me fijé en Ugdush, que se acercó y nos llamó trozos de carne, así que le ignoré dándole la espalda para atender a quién me hablaba con, al menos, respeto, el alborotador.

Cuando se presenta con educación, le digo - Hola Heian, yo soy Mitheithel, encantada de conoceros, caballero. - hago un saludo que se queda en una ligera reverencia típica de la época.

Cuando me da las gracias poniéndose colorado, pienso - retiro el apodo del alborotador, ya tiene nombre, Heian, no fue culpa suya el alboroto que se lió, al menos, ha sido educado, no como los otros dos, uno ni se despide y el otro nos insulta. Miro lo que saca y me sonrío, y digo - siento lo de vuestro sombrero... oh vaya menos mal que teneis otro - me sonrojo pensando - que guapo es, que ojos tiene tan... ohh es encantador... - también observándole cuando se cala el sombrero.

Observo a Ark que parece estar rezando por los leñadores muertos o lo que quede de ellos - debe ser un monje.

Entonces, Heian me pregunta, le respondo - si, sin duda, estoy de acuerdo... - mirando de reojo a los dos tipos raros, luego, le observo a él - parece que ya me tutea, para qué andar con formalismos - contigo, por supuesto, vamos.

Cuando me dispongo a dar el primer paso para ir, veo que el monje se acerca a Heian y a mí y nos hace un gesto, lo que me hace detenerme y decirle a Heian - esperamos al monje... - medio interrogativa - parece que nos quiere decir algo.

Una vez Ark llega, me habla tendiéndome unas monedas y le escucho pensando en lo que a mi me paso - la muerte no es agradable para nadie... - rechazo su ofrecimiento con las manos con el oro sin dejarme reaccionar y le digo girando hacia él medio gritando cuando se va alejando sin moverme - no, NO puedo aceptarlas... QUÉDESELAS... es muy AMABLE - le miro a Heian - le decimos que venga con nosotros, parece buena gente... - observo que habla con el guardia y espero a ver que opina Heian mirando mis blancas y pequeñas manos con diez brillantes monedas de oro.

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12/12/2012, 22:02
Silbido

Cuando el último de los ciempiés deja de moverse, Silbido cierra el arco y guarda la flecha. Solo ha podido disparar una vez, y no ha dado en el blanco. Al menos, se consuela, no ha muerto nadie más. Puede que los leñadores hayan sido groseros con ella, pero va comprendiendo mejor la situación en la que se encuentran. No solo afrontan un futuro sin posibilidades, sino que están acampados entre la amenaza que respresentan esos "Flechas Emplumadas", y la ciudad, donde ni siquiera la guardia les protege.

El petimetre reparte las monedas prometidas. Silbido no considera mercérselas, pero años de vivir por su cuenta le han enseñado a no rechazar los regalos de la naturaleza. Una liebre cuya pata ha quedado atrapada por una raíz es una presa tan digna como una que ha sido abatida de un flechazo tras pasar una hora observando su madriguera. Así, no duda en coger su parte, y en anotar mentalmente el lugar en el que se ha de celebrar esa reunión. El hombre parece uno de los tipos de personas de los que los hermanos le aconsejaron que se cuidara, pero también de los que podía valer la pena tener cerca. Y, considerando la situación en el bosque, la niña necesitaba cualquier oportunidad que se le presentara.

Y pensando en tipos de personas de los que hay que cuidarse, el hombre de negro, que probablemente tiene sangre orca, se presenta con rudeza como Ugdush Matadragones. Silbido lo ha visto lanzarse al combate con arrogancia, pero con la suficiente habilidad y rapidez como para partir por la mitad a dos de los bichos sin ser herido. Pero Quelnaas le había hablado de los dragones, más allá de los cuentos y las leyenda, criaturas reales de tamaño incomensurable y poderes extraordinarios, y no se imaginaba al mestizo acabando con uno de los fantásticos lagartos. Quizás aplastando uno de sus huevos.

Silbido considera la posibilidad de hablar con la mujer, a la que ha reconocido como una elfa. Durante las largas conversaciones con el druida ha dominado el idioma, hasta el punto de hablarlo con más fluidez y seguridad que el suyo propio. Sin embargo, el alborotador se adelanta, y prefiere no meterse en medio de esos dos. Sin mediar palabra, se interna en la ciudad. Está emocionada por encontrarse finalmente en su destino, un lugar que resulta casi alienígena para ella, y desea descubrir sus misterios. Y, de forma más pragmática, no sabe con qué se va a encontrar durante su estancia, necesita analizarla con los sentidos de una cazadora, aprender la configuración de la tierra y el flujo de la vida, y empezar el camino que la llevará a convertirse en una parte más del ecosistema.

Además, piensa, tengo que buscar un lugar donde alojarme, una posada. Y el lugar que ha dicho ese hombre, la Plaza de Helm.

Notas de juego

No tiro saber, porque es imposible que Silbido tenga idea de quiénes son. Podría haber oído algo de ellos durante sus primeros años, pero de acuerdo a mi idea del PJ, apenas recuerda nada de esa época.

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14/12/2012, 14:17
Director

Próximo turno el martes 14 de diciembre ;)