Partida Rol por web

Bajo Arveil

2. Incursión bajo Arveil

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21/08/2023, 12:30
El posadero

El posadero terminó cogiendo las flores que le ofrecía Grettel. Sonrió mirando ese color violeta, moviéndolas entre los dedos. 

-Tal y como las recordaba. Por cierto, espero que os parezca bien, la comida y cena será gratis hoy, por agradecimiento también el desayuno de mañana, pero nada de tres días, al fin y al cabo, el anillo era lo más importante para mi. Además, estas cuatro flores no me dan ni para un ramo decente...

Se quejó sin mirar al grupo, todavía cautivado por las flores, hasta que por fin, unos segundos después, levantó la mirada, sin disimular una sonrisa. Parecía que esas flores o más bien, quizá, los recuerdos asociados a ella, le impedían esconder que estaba muy contento.

-¡Disfrutad de la cerveza! podéis ir subiendo al baño, también he ordenado que os lleven un buen plato de estofado y pan. Por supuesto, una jarra grande de cerveza de trigo. Es más cara pero creo que bien esa aventura lo merece ¿eh?

Cuando Tanukime dijo lo de la información, su rostro se tornó más serio.

-Dioses. Les diré a los chicos que bajen con cuidado. Será mejor que no me lo cuentes muchacho, ya me cuesta conciliar el sueño. Espero que no hayáis visto a la bestia albina que dicen que se oculta abajo. Claro que no, o estaríais muertos jajaja.

Sin decir nada más, se fue tras la barra, donde guardó su tesoro violeta.

Notas de juego

Si quereis saber más de la bestia, podeis tirar una prueba de carisma con dif 10 :P

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21/08/2023, 12:46
DM

Nada más entrar en sus respectivas habitaciones, bajo la puerta, pudieron encontrar una carta con el sello del Patricio Lucroy. Al romperlo y para vuestra más que probable decepción, no era del Patricio en persona, sino de un...conocido:

"Saludos. Sebastien a las letras.

He esperado a sus mercedes toda la noche, lo prometo. Entre aburridas partidas de naipes, situaciones peligrosas y mucha bebida. Sin embargo, un asunto apremia mi atención por orden de los de arriba y he tenido que irme a toda prisa. Por eso, os escribo para decirle a sus (damas atractivas) excelencias que el Patricio Lucroy en persona os recibirá esta noche, cuando caiga el sol, en su palacio de la colina, no muy lejos del templo de Lúminis, no tiene pérdida. Para entrar, enseñad a los guardias el sello que adjunto en esta carta. Tratad el asunto con discreción. Decidle a mi amada Uzumi que esta noche cumpliré mi palabra, que pronto me casaré con ella, tendremos hijos, se llamarán Oswald y Sarah... (Durante varias lineas continúa fantaseando) ...y eso es todo.

Un afectuoso saludo. Siempre vuestro (de las damas, obviamente). Sebastien."

Notas de juego

Podeis narrar un poco como pasais el día a vuestro gusto. Cuando esteis listos, cambiamos de escenario.

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23/08/2023, 20:09
Grettel Bauarbeiter

Ayudare a Uzumi a subir a la habitación. En cuanto entremos, la llevare a la cama, para mirar sus heridas, le daré la poción de curación.

Aunque me rugen las tripas, me urge más un relajante baño con los compis, cogiendo una muda limpia, mirando a Uzumi y a Juliette, vamos chicas.                                      

En los baños, me meteré en una bañera, y me lo tomare con calma , enjabonándome, flotándome todo el cuerpo, con la esponja y jabón. Hasta quitarme el olor y la mugre de mi cuerpo.

          ---------------------------------

“Compis, al tabernero, solo le he dado la mitad de las flores, pensado en darle la otra mitad al hideputa de Sebastien” mientras leo la misiva.

“¿Vosotros, cuantas habéis recogido? Yo llevo otras cuatro flores”

Pasadas algo más de dos horas , bajare a comer algo.

 

- Tiradas (1)

Motivo: Carisma

Tirada: 1d20

Dificultad: 10+

Resultado: 3(+1)=4 (Fracaso) [3]

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28/08/2023, 19:57
Juliette

Me quedé mirando la sonrisa que le dedicaba el tabernero a las flores con cierto remordimiento. Quizá le había juzgado mal... pero, con todo lo que había pasado hasta ahora, era normal que desconfiara. Cuando finalmente subimos a las habitaciones, y nos topamos con la carta de Sebastien, bufé con hastío. Bufido que se intensificó conforme iba leyendo las líneas.

—¡No le soporto! —acabé soltando.

Sin embargo, y a pesar de que la mitad de la carta era palabrería sin sentido, también daba detalles importantes que debíamos proseguir.

—Bueno, parece que esta noche conoceremos al patricio...

Sin embargo, me apetecía muy poco. Pero verle significaría cerrar nuestra relación con la misión... o eso esperaba. Respecto a las palabras de Grettel, asentí con la cabeza y sonreí amistosamente.

—No te preocupes. Creo que me equivoqué con el tabernero. Hiciste bien en darle la mitad.

El resto del día lo usé tratando de quitarme el olor a alcantarilla que se había quedado impregnado en mi piel. Frotaba y frotaba, pero siempre quedaba algo de aquel olor...

Maldita misión...

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07/09/2023, 14:23
DM

Los reservistas pasaron el resto de la mañana tratando de arreglar sus maltrechos cuerpos (y mentes) de la incursión al submundo que había bajo Arveil. Algunos con comida, otros con alcohol y todos con agua, mucha agua y jabón, todo ello, como se había pactado, iba de parte del tabernero, sin coste alguno. Al caer los últimos rayos de sol, el grupo se reunió en la puerta de la taberna. Tenían bastante mejor aspecto que al inicio del día, eso ni dudarlo, pero distaban mucho de ir engalanados como los nobles que frecuentaban los barrios superiores.

Eso se hizo palpable a medida que el grupo dirigió sus pasos hacia el palacio del patricio, donde las viejas calles con adoquines envejecidos por doquier, daban pasado a unos perfectamente adecentados, que formaban dibujos y rombos preciosos bajo vuestros pies. Los edificios, antes de uno o dos pisos, de madera, ahora estaban repletas de mansiones con estilo gótico, de piedra y ladrillo, por supuesto, casi todas valladas. La única discordancia era el templo de Lúminis, perfectamente blanco, con hermosas vidrieras, y en cuyo patio, se arremolinaban pobres, clase obrera y nobles por igual, aunque bien es cierto que la zona estaba patrullada por un grupo inusual de guardias que por ejemplo, en el templo de Frontera. No muy lejos del templo, custodiada por al menos seis pretorianos de élite, se alzaba una verja colosal, y tras esta, un jardín hermoso que acababa en una mansión de al menos tres o cuatro pisos de alto, cuyas altas chimeneas humeantes osaban intentar tocar el cielo. La guardia, por supuesto, bloquearon el paso de los reservistas a golpe de "Fuera de aquí, chusma, vuestro barrio está abajo" salvo cuando enseñaron la carta que había dejado Sebastien. Tras unos minutos intentando verificar que el sello era correcto y previo confiscar sus armas, dejaron a los reservistas pasar, siendo acompañados por dos pretorianos de armadura negra en todo momento, que los guiaron a la puerta principal de la mansión.

Uno de ellos pidió ordenó que abrieran el gran portón y este comenzó a abrirse despacio, dejando lentamente ver el recibidor de la mansión. Vuestros ojos, probablemente, jamás habían visto tal nivel de ostentación fuera del Imperio, con decoración sobrecargada, columnas de mármol colosales, vidrieras coloridas y cuadros que contaban la historia de los Patricios y otros hitos famosos del imperio. Todo perfectamente iluminado por lámparas de aceite.

Los guardias no dejaron al grupo admirar demasiado el lugar, porque en seguida hacían aspavientos para que avanzaran hacia el otra sala, situada en linea recta desde la entrada. Era una sala de actos, con muchos asientos de madera colocados en semicirculo entorno a un trono casi digno de un rey. Las banderas de Arveil, el imperio y la familia Lucroy se alzaban en los extremos del trono.

Uno de los guardias se adelantó para avisar a un estirado mayordomo que estudió unos segundos con cara de repugnancia a los reservistas antes de abandonar la sala, dejándoos en compañía de los guardias y algunos nobles o ministros que estaban sentados en las sillas aquí y allí haciendo sus quehaceres, no debería haber más de una decena pese a que el número de sillas era muy muy superior.

El mayordomo volvió, anunciando la llegada del patricio Lucroy, golpeando con una vara de madera de roble el suelo para llamar la atención de todos.

Por una de las puertas a la izquierda del trono, apareció una mole gigante de músculos, debía medir casi dos metros, de cabello rojo mal cortado, su rosto oculto bajo una máscara blanca de donde sobresalían dos cuernos rojos afilados. Iba con una armadura de cuero y sobre sus hombros, las pieles de algún tipo de animal de pelo gris. A su espalda cargaba un hacha de doble filo hermosamente ornamentada con motivos tribales. Tras él, apareció un hombre delgado, con ropajes elegantes, cabello liso, brillante, que le llegaba un poco más por encima de los hombros. Iba oculto tras una máscara, pero mucho más decorada y pulida, como de marfil. El hombre más delgado siguió avanzando, dejando atrás al que parecía su guardaespaldas y se sentó en el trono, apoyando ambas manos en los brazos forrados de terciopelo rojo del trono. Se mantuvo unos segundos callado, mirando al grupo, como si los estudiara.

-Debéis ser los miembros del gremio que contraté para la misión especial.

Dijo, su voz era grave, pero se notaba que estaba preparada, como si fuera algún tipo de actor de teatro que se había preparando un guión.

El mayordomo comenzó a hablar después de su señor:

-En fin, presentad ya el informe de la misión ¿habeis conseguido...?

Antes de que terminara, el patricio interrumpió abruptamente al mayordomo.

-Erais cinco ¿verdad? ¿y el resto?

Inquirió con ávido interés.

-Mi señor...no deberíamos perder el tiempo con tonterías, hay asuntos importantes que debeis de...

El patricio alzó su mano enguantada de blanco para callar la voz chirriante del mayordomo. Ese gesto bastó para que todos los de la sala quedaran en un incomodo silencio. Si era un guión preparado, el patricio, indudablemente, se había salido de él.

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19/09/2023, 09:49
Grettel Bauarbeiter

Engalanada con mis mejores mudas, perfumada, me puse en camino con mis compañeros. Como íbamos avanzado, iba admirando el contraste de arquitectura de las viviendas y el estado de las vías públicas.
Me fascinaba la opulencia del lugar tanto como me asqueaba la actitud de los pretorianos, sin saber ni preguntar lo que veníamos a hacer.
Como íbamos pasando por el recibidor, miraba todos los detalles de la mansión, que no dejaba de fascinarme. Hasta quedar delante del mayordomo y del patricio. Tras oírlos

- “Si, Milord, éramos cinco, un compañero lo perdimos en esas cloacas, y la clerigó que nos acompañaba quedo muy malherida, está recuperándose en la posada.” Digo sin preámbulo, mirando directamente al patricio.

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24/09/2023, 10:08
Juliette

Tantas miradas de desprecio y odio. Tantos prejuicios. Era un golpe de realidad que se repetía una y otra vez, insistiendo en recordarnos que no éramos nada a los ojos de aquellas personas. Yo fruncía el ceño hasta el punto de llegar a dolerme de tanto tiempo que pasaba contraído. Por dentro sentía mi sangre arder...

Malditos cretinos —repetía una y otra vez en mi interior.

Antes de que nos diéramos cuenta, aparecieron los guardias, quienes nos iban guiando a su manera hacia el lugar donde estaría el mayordomo y donde llegaría, momentos más tarde, el patricio y su enorme guardaespaldas. Cuando aparecieron, yo hice una pequeña reverencia a modo de saludo. Protocolo.

Posteriormente, cuando hablaron... y el patricio preguntó por los que faltaban, el mayordomo dijo algo que me molestó especialmente...

—Nuestros compañeros son importantes para nosotros, y deberían serlo para usted también —dije, seria y clavando mi mirada en ese despreciable ser—, pues se han sacrificado por la seguridad de Arveil y su gente.

Luego centré mi atención en el Patricio y volví a hacer una reverencia cortés.

—Al contrario que a su mayordomo, para mí no es ninguna tontería su pregunta, señoría —dije, remarcando la falta de respeto del mayordomo con su señor—. Al contrario, agradezco su interés.

Grettel había explicado bien lo que había pasado, por lo que creí que era mejor no añadir más hasta conocer la reacción del Patricio. De cómo reaccionara podríamos saber más acerca de su personalidad...

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01/10/2023, 14:04
DM

Si las miradas mataran, los reservistas ya estarían, como mínimo, agonizantes en el lecho de muerte. Parecía estar conteniéndose, porque su mano enguantada se ocultó en un puño que hizo que su muñeca temblara. Sin embargo, no dijo nada. El patricio en cambio, si que habló.

-¿Qué? - dijo algo descolocado ante las nuevas que Grettel le había comunicado.

-Fuera. ¡Todos!

Ordenó, con voz autoritaria, pero serena.

-Pero mi señor...

Empezó a decir el mayordomo, inclinándose hacia él, a lo que el patricio negó, levantando de nuevo la palma de la mano. Ante esa orden, todos los presentes fueron retirándose sin protestar. El mayordomo, al retirarse, volvió a dedicar una mirada de odio a los reservistas. El gigante tras el patricio también iba a abandonar la sala, pero este le detuvo.

-Tú no, Hattori.

El guardaespaldas se detuvo e hizo una leve reverencia, quedándose en el sitio.

Cuando el sonido de las grandes puertas de madera resonó por toda la sala, indicando que se habían quedado solos. El patricio se puso en pie y se acercó más al grupo, con el gesto más relajado, aunque visiblemente nervioso, su tono de voz, antes sereno e imponente, se volvió más común.

-¡¿Qué le ha pasado a Uzumi?! ¿Quién ha muerto?

Inquirió, apremiando la grupo. El guardaespaldas se aclaró la garganta para hacerse notar. El patricio lo oyó y se incorporó levemente.

-Ejem. Lo que vais a ver aquí es de sumo secreto, debéis ser discretos. NADIE debe saber nada de lo que os voy a enseñar. A cambio, tendréis la gracia del patricio Lucroy, y creedme: Me acuerdo bien de las caras de los traidores, pero también soy bastante agradecido con mis aliados.

Advirtió, inclinando levemente el cuerpo hacia el grupo, alcanzo el dedo índice de la mano derecha, como si diera una lección a un niño.

-Prometedlo bajo pena capital.

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03/10/2023, 10:02
Juliette

La reacción del patricio me sorprendió. En primer lugar, ¿por qué parecía tan preocupado por nuestros compañeros? Quiero decir: no nos conocía de nada... normalmente, para los contratadores (especialmente cuando tienen sangre noble), sus contratados no son más que objetos. Sin embargo, incluso poniéndonos en el papel de que aquel hombre era una buena persona y se preocupaba por nosotros... había una segunda cosa que me sorprendió.

—¿Cómo sabe el nombre de Uzumi? Y... ¿cómo ha podido adivinar que era ella solo con decirle que nuestra clérigo estaba malherida?

Era extraño. Solo podía barajar algunas opciones: nos había espiado, Sebastien le había informado muy bien, o ya conocía de antes a Uzumi... La última opción me parecía poco viable, sin embargo la primera y la segunda eran más factibles.

Y, por cierto... hablando del muchacho: ¿dónde estaba?, ¿no se suponía que era miembro de la corte del patricio?

​​​​Fuera como fuese,  el misterio sobre porqué conocía a Uzumi parecía que se resolvería si nos contaba su secreto, y la curiosidad podía más que cualquier otra cosa. Por lo que acepté su sentencia y asentí con la cabeza...

—Lo prometo, pero espero que nos lo cuente todo.

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10/10/2023, 18:15
Grettel Bauarbeiter

Con cara de curiosidad y de extrañeza por la palabras del patricio, cuando pronuncio a nuestra com-pañera, y unisono con las palabras de Juliette:

- “¿Conocéis a nuestra compañera Uzumi?

Siguiendo, escuchando lo que decía con interés, al ver como mandaba todo fuera , por su hermetismo.

-“Por mi parte, también tenéis mi palabra.”

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11/10/2023, 18:47
DM

Como si de pronto hubiese cambiado de personalidad y el grupo estuviera ante un loco, el patricio empezó a reír de forma exageradamente misteriosa "jujuju" y a mover las manos como lo haría un actor de teatro.

-Se que jamás lo habríais sospechado, porque soy un genio. Por eso os lo diré.

Se llevo sus finos dedos a la mascara y la fue retirando despacio, como si quisiera darle más misterio a la situación. Primero su ojo izquierdo fue revelado,  estaba cerrado y un mechón de su cabello le caía sobre él, luego su nariz, el perfil de sus labios, y luego la retiró entera, de un tirón, como si fuese una tirita, revelando una cara conocida.

-Siempre habíais estado hablando....

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11/10/2023, 18:54
Sebastien

-...con el patricio Lucroy. Sebastien Lucroy jujuju.

Dijo, sonriendo, mostrando su verdadero rostro, por supuesto, iba más arreglado, su pelo brillaba como la seda e incluso olía como un noble. Hizo una reverencia y luego se guardó la máscara bajo el abrigo, mientras se iba incorporando.

-El extremo secretismo tras los patricios que roza más a la locura que a la seguridad me da la ventaja de mezclarme con el populacho y hacer lo que un patricio no puede hacer de primera mano, a la par que jugar al "juego de Arveil" en la sombra. Por eso gano siempre.

Explicó, sin venir mucho a cuento, pero su tono cambió casi al instante para mirar de forma más seria al resto.

-Entonces ¿Y el mago? ¿Y Uzumi? le..le prometí que le iba a presentar a mi fiel guardia Oni.

Anunció, mientras señalaba hacia el oni gigante que lo custodiaba. No podíais ver su rostro, pero seguro que ganarían si apostaran a que tenía una mueca de desaprobación.

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18/10/2023, 10:58
Juliette

No sabía hasta qué punto aquello que acababa de pasar era una genialidad o una locura. Fuera cual fuese de ambas opciones, hice lo que acostumbraba a hacer: fruncir el ceño y negar con la cabeza con desaprobación. ¿Todo este tiempo habíamos sido engañados? ¿Sebastien era el patricio?

Pese a todo, no emití queja alguna. Por el contrario, decidí contarle lo que preguntaba...

—Trerth no sobrevivió... Uzumi está bien —​​dije—. Bueno... "bien" si definimos por ello seguir viva. Emocionalmente no lo está, y... físicamente tampoco.

No quería ni imaginar lo que habría pasado desde que la raptaron. Tampoco lo que habría tenido que sufrir la otra joven...

—En las cloacas hay más que una simple infectación —continué—. Hay una civilización de hombres ratas. Arveil no es un lugar seguro... y nosotros tres no podemos hacer mucho por mejorar la situación.

Suficiente habíamos tenido con haber sobrevivido a esto... sin embargo, la muerte de nuestro compañero y el secuestro de Uzumi había sido el precio a pagar por aventurarnos en las cloacas.

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18/10/2023, 18:51
Sebastien

El rostro del patricio se fue oscureciendo y sus ánimos apagando cuanto más le contaba Juliette. Se quedó serio un buen rato, mirando a los presentes, sobre todo a la chica que hablaba.

-No...pensaba que... dioses.

Su voz parecía rota, hizo una pausa, como si por su mente se le pasaran miles de cosas, tantas que acababan por apuñalarle su garganta hasta volver su voz más ronca de lo habitual.

-No tendría que haber pasado esto. Sé lo de los hombres rata, no deberían haber llegado hasta tan a las afueras de las cloacas, no deberíais haber confrontado con vosotros.

Parecía querer decir más de lo que podía, se podía sentir por como titubeaba a la hora de dar información.

-Los mercenarios eran reservistas, ya deberíais saberlo. ¿Los han matado los hombres rata con total seguridad? ¿No había signos de apuñalamiento o emboscada? ¿veneno, algo? y una cosa más ¿Me dais sus placas? Se las haré llegar a sus compañeros o familiares, si los encuentro.

Sebastien extendió la mano derecha con la palma hacia arriba.

-El gremio no sabe los detalles, no los culpéis a ellos, por favor. Contrato los servicios de los reservistas pagando bien para que no hagan preguntas, porque técnicamente, no deberían poder hacer el tipo de misión que les encomiendo. Siempre pido reservistas experimentados y con pocos escrúpulos, pero después de la crisis de la Luna roja, solo quedan novatos, como vosotros. Chicos...

El hombre se aclaró la garganta antes de seguir.

-No puedo contaros más por ahora. Pero si algún día volvéis a reclamar una misión hecha por mi, os explicaré todo sobre el juego de Arveil en profundidad, pero por ahora, no puedo meteros en esto.

Sebastien resopló profundamente y cerró los ojos un segundo, para luego, inclinarse levemente.

-Lo siento, de veras, si me dejáis, me encargaré de Uzumi personalmente. Le diré a mi guardaespaldas que la lleve a su poblado para que se recupere de sus heridas, los oni saben como curar a los suyos. No le faltará de nada. Tenéis mi palabra y no la doy muy a menudo.

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22/10/2023, 20:08
Grettel Bauarbeiter

Mirando a mis compañeros, por lo que acaba de suceder, intentando salir de mi incredulidad, con los ojos como platos y la mandíbula desencajada. No salía de mi asombro y me costaba articular palabra, pensando que el patricio era el impresentable de Sebastien.

Aclarandome la garganta, para poder hablar y sacudirme el fárrago mental que tenía.

- “Esto…. Ha sido una experiencia muy dura. Fuimos una patrulla de 5 y salimos 3. Como dice mi compañera, Uzumi veremos cómo evoluciona durante los siguientes días. Físicamente, se podrá recuperar con cuidados médicos, pero emocionalmente, no sabemos si podra recuperarse del todo:”

---------------------------
- "Espero que la proxima vez que nos veamos, no haya más subterfugios, ni engaños y vaya con la verdad por delante.

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23/10/2023, 21:32
Juliette

Escuché al patricio... digo, ehm... a Sebastien atentamente mientras hablaba. Por alguna razón, confiaba en él... aún así me hice la dura y refunfuñé...

—Nos has engañado. Pero, aún así, supongo que no nos queda más que confiar en tu palabra de que cuidarás bien de Uzumi... Cúmplela. Uzumi es... buena persona. No debería haber pasado por esto.

Respecto a los reservistas... negué con la cabeza. No era seguro si habían muerto por las ratas después de todo...

—Hay más peligros a parte de las ratas en las cloacas —comenté—. También cucarachas del tamaño de perros grandes. Usaban los cuerpos para hacer sus nidos. Algo asqueroso... no te recomiendo que lo pienses mucho. También nos enfrentamos a un mímico. Exterminamos a los que nos encontramos, pero es posible que algunos reservistas murieran por ellos.

Cogí de nuestra bolsa las chapas, y se las di a Sebastien. Era parte del trato después de todo, y estaría bien que los familiares pudieran llorarles finalmente...

—Estas son las que pudimos encontrar...

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24/10/2023, 12:12
Sebastien

Sebastien escuchó a ambas chicas, ya que Tanukime estaba especialmente callado. Prefirió no preguntarle a él directamente, quizá fuera el que estaba más en shock de los supervivientes.

-Debió ser duro. No os voy a retener más tiempo preguntando por ellos.

Con un movimiento de agradecimiento con la cabeza, recogió la bolsa que le daba Juliette, no comprobó nada, como si se fiara de ella.

-Se que Uzumi tenía algo especial... aguantaba mis bromas pesadas y eso..no sé, me hizo sentirme más normal...ya sabéis. En fin, que yo solo quiero cumplir su voluntad. Si queréis visitarla, os mandaré a Frontera una carta con su ubicación.

Sebastien se aclaró la garganta y puso su porte más serio, al menos el que pudo.

-Sé lo de las cloacas. No sé si lo habéis visto, pero hay una ciudad élfica inexplorada ahí abajo. Entre eso y que muchas veces las hordas de la luna roja intentan entrar en la ciudad por el río, normalmente quedan muchas criaturas extrañas atrapadas ahí. Tenemos un equipo real de limpiadores de cloacas, no solo se encargan del mantenimiento, sino de eliminar plagas. Os seré sincero, los patricios no miramos demasiado hacia las cloacas, sabemos que existe un problema, pero hasta ahora el peligro no ha escalado a la superficie, pero tarde o temprano sabemos lo que pasará y en fin, si queréis un trabajo de eso, os puedo dar prioridad a vosotros en lugar de a otros reservistas. Pagamos bien. Hemos abierto recientemente una sede aquí en Arveil, aunque todavía no está en marcha a todo trapo, la más popular sigue siendo la de Frontera y por mucho. La razón por la que quiero hacerla más popular, es que cada vez la guardia y los pretores lo tienen más difícil para rechazar las hordas, somos la ciudad más grande y la más internada en el valle, por lo que somos un blanco fácil, y no quiero que Arveil quede como Inomuro.

Sebastien abrió más los ojos y sonrió ligeramente.

-Lo siento...ya he vuelto a hablar como un patricio vendiendo su idea ante un consejo de nobles ¿eh? En fin, tendréis el pago al llegar a Frontera, tenéis mi gratitud también, si queréis una carta de recomendación para algún gremio o puesto especial, también podemos hablarlo. Y me gustaría poder contar con vosotros en el futuro, habéis demostrado ser de fiar...y que diablos, me lo he pasado bien con vosotros en la taberna jajaja.

Su rostro cambió para dedicarles una sonrisa bastante natural.

-Ah si, una cosa más ¿habéis encontrado las flores que os pedí?

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25/10/2023, 18:06
Grettel Bauarbeiter

Cambiando de semblante, al oír al patricio.

- “Gracias por ocuparte de Uzumi, y si nos gustaría estar en contacto con ella y saber de su recuperación.”

- “Por mi parte, si tiene algún encargo más, estaría encantada de escuchar tu nuevo cometido. Y la carta de recomendación no estaría de más.”

Sacando una bolsa de la cintura,

- “Aquí tenéis las flores.”

- “Ya sabéis donde encontrarnos.!”

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26/10/2023, 22:07
Juliette

Si sabía tanto respecto a las cloacas, ¿por qué no nos había avisado antes de lo que nos esperaba? ¿Quizás por temor a que decidiéramos no hacer la misión? Si ese era el caso, había sido muy astuto... pues sabiendo los peligros que había, solo los más intrépidos se atreverían a aventurarse. En cualquier caso, no tenía energías ni para enfadarme con él. Algo en mi interior me decía que se preocupaba por su ciudad, y que sus palabras eran sinceras...

Por otro lado, sentía mucha curiosidad por saber qué uso quería darle a las flores. Sin embargo, no pregunté. Por el contrario guardé silencio mientras veía como mi compañera le daba la bolsa con ellas dentro.

Tras ello, volví a mirarle...

—Yo... sí quiero volver a visitar a Uzumi. Por favor, dinos su ubicación en el futuro.

No estaba acostumbrada a pedir nada con un "por favor", sino más bien con órdenes. Sin embargo, por aquella vez, salió de una forma muy natural y sincera...

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27/10/2023, 10:42
Sebastien

Sebastien cogió la bolsa que le ofrecía Grettel con ambas manos, con mucho respeto, de forma muy similar a esos rituales del té que suelen hacer los oni montañeses y tan de moda se habían puesto en la capital imperial.

-Muchas gracias por vuestro trabajo.

Abrió la bolsa y echó un vistazo dentro, antes no os habíais dado cuenta, pero ahora erais capaces de reconocer la peste que desprendía esas plantas, sin duda, para perfume no iba a estar destinada.

-Son pocas, pero está bien. Supongo que no siempre saldrá el mismo número de plantas de ese lugar.

El patricio sonrió de forma afilada ante ese "por favor" que le dedicó Juliette, recreándose en aquello como un cerdo revolcándose en el barro. Por un momento, volvió a ser el Sebastien de la taberna. ¿Quién era su verdadera identidad patricio o buscavidas?

-Descuidad, os enviaré una carta en cuanto haya llegado, lo prometo.

Aún manteniendo esa sonrisa, alzó el dedo índice y corazón juntos y lo llevó a su frente, como si fuese una parodia de un saludo militar.

-Cuidaos mucho. Lo mismo digo, sabéis donde encontrarme...en la taberna. Por aquí ni se os ocurra volver ¿eh?

Dijo, despidiéndose de aquella peculiar manera.