Partida Rol por web

La fiesta parecía haberse arruinado, cuando Sarah decidió marcharse comprendió que la diversión había acabado, conversó un poco con Doc_Alma e intercambió con ella su teléfono móvil por cortesía, Savannah después de aquella noche no tenía precisamente muchas ganas de volver a fiestas de ese tipo, aquello parecía haber sido una pérdida de tiempo, aunque al menos había servido para salir de su monotonía.

Se despidió de los presentes de manera amable e informal además de dar las gracias por las cervezas, se marchó con la intención de volver a casa en autobús.

Me habia quedado en silencio, el señor Farrell se habia retirado y al parecer la fiesta habia llegado a su fin, saqué mi celular para ver la hora...estaba cerca de dar las doce de la noche y recordé las palabras de mi madre hacerca de no llegar despues de la medianoche, me puse palida, me levanté de golpe, me dirigí hacia el tazón de galletas que habia quedado vacío, y sin decir agua va, me despedi de los presentes, el miedo a mi madre era mucho mas grandeque la preocupacion o el miedo de que alguien hubiera sido abducido por aliens como Sara decia.

-Me tengo que ir ya, fue un gusto conocerlos a todos en el mundo físico...buenas noches, hasta luego a todos- sonreí a los presentes, en especial a Savannah y a Duke que me habian parecido tipos estupendamente simpaticos, y salí a toda prisa, cruzé el oscuro y polvoso vestibulo y abri la puerta que daba a la calle,el fresco aire de la madrugada me hizo salir del ensimismamiento que me habia llevado, no iba a encontrar transporte urbano a esta hora, revise mi bolso...me alcanzaba para el taxi pero a esta distancia seguro me querría cobrar mas...

Comenzé a caminar por la calle, lo mas rapido que pude, para acortar la distancia y despues abordar un vehiculo que me llevara a casa...antes de que la ira de mi madre pudiera desencadenarse.

- ¡Esperad! - se levantó Mixi cuando Sarah y Savannah decidieron irse - Yo os puedo llevar. Además, me haríais un favor. -

Frohike por otra parte suspiró, dándose cuenta de que aquello se había ido al traste por el mensaje de Kain que había sembrado la paranoia en todos, por mucho que lo negaran. - Bueno... entonces creo que me uniré al coche de Mixi. Si no te importa. - dijo el administrado, lanzándole una mirada al resto - ¿Qué haréis? -

Doc_alma y RIP_er se encogieron de hombros. - Nos quedaremos un rato más. - dijo la rubia

Tras intercambiar algunos números de teléfono y varias despedidas, Frohike Mixi Sarah y Savannah abandonaron la fiesta, poco después que Moira.

Firefly92 se fue un par de minutos después y la 'fiesta' se alargó un rato más con los cinco miembros restantes, que hicieron lo que buenamente pudieron para mantener viva una reunión que se vió abocada al fracaso desde que aquel mensaje llegó a los teléfonos móviles de algunos.

Cuando el primer bostezo atacó a Doc_alma todos se dieron cuenta de que ya había sido suficiente por aquel día y tras recoger un poco las cosas (Frohike había dicho que se encargarían de limpiar todo los dueños) cada uno tomó su camino para volver a sus casas con la desagradable sensación de una noche terminada de manera abrupta.

Cobb llamó al primer taxi que cruzó la calle y tuvo que contener una risa sarcástica cuando se encontró al mismo rumano de hacía unas horas. ¿Qué posibilidades había de que aquello ocurriese? El tipo sonrió ampliamente y dejó claro con gestos y alguna que otra chapurreada en inglés que estaría callado directamente, así que arrancó para dirigirse a la dirección que el escritor le indicaba.

La fiesta había resultado ser un fracaso, pero por contra el mensaje de Kain le había dejado con la mosca detrás de la oreja. Era cierto que él era especialmente cansino en el foro, pero de algún modo aquello se sentía diferente a las otras veces. ¿Qué habría de verdad en todo aquello? ¿Y cómo estaba Kain implicado en ello?

Una vez en su destino, tras pagar al rumano y comenzar a entrar en su piso no pudo dejar de pensar en cómo podría explicarse lo que había ocurrido. E imaginaba que, como pasaba en casi toda la literatura, el protagonista no podría escapar de descubrir más y más de todo aquel misterio digno de una novela barata de gasolinera.

Estaba a punto de irme de este lugar con el sabor amargo en mi boca, nada había surgido como pretendía y el miedo era partícipe en cada uno de ellos al punto de doblegarse a su voluntad. Creían en las palabras de kain y eso restó puntos para mi, si tenía alguna posibilidad de cambiar mi parecer con respecto a ellos, desde ya que ahora es imposible.
Una vez que Mixi me alcanza, nos lleva a Savannah, Frohike y a mi en su auto. Como soy una persona que conduce pero que detesta mucho el que otros lo hagan, elegí ir atrás. Por suerte él al parecer había tenido la misma idea, lo cual es fantástico. -¿Qué opinas de todo esto Frohike? ¿Crees en el mensaje de Kain? -era el administrador y su opinión podría ser válida para mi, desde ya sumaba su apariencia y ese aire seductor que tiene, pero también creía que al ser quien ha creado todo esto tenga un poco mas de objetividad al ver la situación tal cual se ha presentado. -Por cierto Mixi mi casa está doblando hacia la derecha, tomas la avenida principal y son 10 minutos por aquella senda. Gracias por esto. -las ventajas de vivir cerca para no morirme de tensión al ver como conduce y quiera arrancarle los pelos en alguna frenada brusca o por una negligencia de su parte.

Se sintió un poco arrollada por la predisposición de Mixi en llevarla a casa, no encontró motivos suficientes para negarse pese a que le apetecía volver sola, simplemente aceptó sin estar muy convencida por la fatiga y por no parecer una borde, después de todo parecía que había juzgado mal a la muchacha. Se encogió de hombros para después asentir con la cabeza después de que Sarah y Frohike aceptaran ir en el coche de Mixi.

Pensó que era una pena volver tan pronto a casa estando ya un poco entonada por las cervezas, pero desde el trayecto al aparcamiento hasta que se subió en el auto de su compañera se la notaba un poco más seria de lo habitual, posiblemente solo algo más pensativa de la cuenta.

Lo primero que hizo al sentarse fue colocarse el cinturón mientras se fijaba detenidamente y con mucha discreción en las cosas del vehículo, sin tocar nada, solo intentando encontrar cualquier cosa con la miradada que la ayudase a conocer un poco mejor a Mixi.

Tenía aquella sensación rondándole, como un mosquito en verano haciendo el run-run junto a su oreja. Era incómodo, pero a la vez podía sacar mucho partido de ello se recordaba cómo se hacía eso de sentarse y escribir. Hacía tanto tiempo que una idea no llamaba a su cabeza que casi no podía contener la excitación. Le dejó una generosa propina al conductor (una que no debía permitirse pero, qué más daba) y tras descalzarse y dejar la chaqueta y la corbata en el respaldo del sofá, se preparó un café irlandés con doble de cafeína y triple de whisky. Una vez sentado en el escritorio, bajó el reloj para dejar de mirar la hora y se puso a teclear como si no hubiese mañana.

Mixi asintió a las palabras de Sarah, era prácticamente la casa que más cerca quedaba así que era un buen sitio por el que empezar. Frohike se giró en el asiento del copiloto ya que vivía bastante más lejos que las dos chicas.

- Pues... no creo que haya que alarmarse como ha hecho Farrell. Pero tampoco bajemos la guardia. Habrá que estar con un ojo puesto en las noticias y otro en el foro, por si aparece algún mensaje más de él o de quien sea. - Mixi lanzó un suspiro resignado: parecía realmente afectada por lo de Kain - Creo que de haber estado en nuestras casas el mensaje no nos habría asustado tanto. -

- Yo... yo os avisaré de inmediato si me manda algún email. Espero que lo haga y que esté bien. - dijo torciendo el gesto mientras cogía la avenida que llevaba a casa de Sarah.

El coche de Mixi era bastante sencillo, un utilitario barato que dejaba claro que la joven tenía lo justo para vivir. En su interior había apenas un ambientador de pino malgastado, un reproductor de música un poco más decente que el resto del coche y en la parte trasera había el típico perro que movía la cabeza con el vaivén del vehículo.

Si la joven hippie ocultaba algo... no era ahí, no había duda.