Partida Rol por web

Balas de Shanghái

Escena 2: Basseman y el cadáver

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28/01/2017, 07:15
Director

Subís los escasos tres escalones de la comisaría de policía y el Profesor Ezekiel Brush estira su mano para abrir la pesada puerta, cuando dos agentes de adelantan y suben los escalones como un rayo y entran por la puerta. Llevan un chino en volandas, de poca estatura y desnutrido que hace aspavientos mientras grita cosas ininteligibles. Los dos agentes, con cara agresiva gritan:

- Ahora aprenderás de una vez por todas a no meter la mano en bolsillos ajenos, amarillo.

Al entrar, veis una planta baja diáfana, plagada de mesas y sillas de agentes trabajando. Numerosos agentes de calle van de acá para allá, subiendo y bajando escaleras. En unos incómodos bancos de madera hay numerosos chinos y alguna que otra cara occidental vigilados por agentes armados. Hay una enorme nube de humo que nace de los cigarrillos que todo el mundo fuma. Las paredes de la sala tienen placas colgadas, mapas de la ciudad y alrededores, artículos de periódico, retratos de "S" BUSCA" y...

- ¿En qué puedo ayudarles? - Os sorprende una señora de rostro redondo y afable, con el pelo rubio recogido en un moño. Lleva unos discretos pendientes y ninguna joya más (tampoco es cuestión de ir llamando la atención en Shanghái, pensáis). Debe tener unos cincuenta años, y mide poco más de un metro y medio. Viste una falda y una camisa oscura con una chaqueta bordaba con la Unión Jack sobre ella. Lleva unas gafas sobre el puente de la nariz que continuamente devuelve a su sitio con el dedo. Dios mío, hasta ella fuma.

La señorita se presenta como Esme Hauptmann, secretaria general de la comisaría. Cuando le explicáis que buscáis a Basserman, así como quienes sois, os guía hasta la planta superior ante la atenta mirada de los delincuentes allí vigilados. Sin ningún pudor, miran lascivamente tanto a Irina como a la Hermana Flora.

Arriba, la estructura diáfana pasa a ser un intrincado cúmulo de retorcidos pasillos y despachos. Con precisión, os planta frente a la puerta con el cartel INSPECTOR C. BASSERMAN.

Cuando entráis y la señorita Hauptmann cierra la puerta dejándoos dentro mientras grita algo así como "los del barco ése", os veis en un despacho con paredes de madera muy bien cuidada, así como el suelo. Hay numerosos archivos contra las paredes, así como montones de carpetas en un rincón. En otro lado de la pared, un mueble cerrado con llave oculta algo de la vista de cualquiera. Delante hay un amplio escritorio donde el inspector Basserman se halla firmando unos documentos. Tras él hay un enorme plano de la ciudad sobre corcho lleno de chinchetas, anotaciones de otros tantos cientos de diminutos agujeros de casos anteriores. Sobre la puerta por la que habéis entrado cuelga un discreto crucifijo, revelando el origen católico del inspector. El gran ventanal que tiene el inspector a su espalda le permite otear desde lo alto el enorme bullicio que late en las calles de Shanghái.

El inspector emana carácter. Viste un cómodo pantalón y una elegante camisa gris, mientras que una buena chaqueta cuelga del perchero que se encuentra cerca de la puerta, al lado de un sombrero negro. Ha perdido todo su pelo, bueno... No todo. Aún le quedan reminiscencias de lo que un día fue cabellera a la altura de las orejas. Más o menos, ha conseguido cuidar su figura, y os llama la atención su corbata, con un escudo que, al parecer, es... ¿deportivo?

Basserman deja la pluma y se levanta con una sonrisa en los labios. - Jajaja, sí, lo habéis visto. Es el escudo de mi amado Manchester United. Aquí casi nadie lo conoce y me permite lucirlo como si fuera un escudo real, jajaja. - Aquí os sostiene la mirada unos segundos serio, hasta que choca las palmas de las manos y prosigue. - Bien... Parece que el Emperatriz de Caledonia no era el viaje que esperaba, ¿eh, señor Leroy? Le pedí una entrevista para que me hablase de su colega, ya sabe, del padre Emil deBriac. - Basserman tiene aspecto de rudo y directo, pero desprende confianza. De alguna manera, parece buen tipo, no como esos pelagatos de Washington. - Mis hombres ya le deben haber comunicado algo, y sinceramente le doy mi pésame, Señor Currie, pero entienda que encontrar una carta dirigida hacia su persona en la escena de un crimen levanta sospechas, y mis superiores en Londres quieres respuestas e informes.

A continuación se acerca al mueble cerrado y lo abre con una llave que guarda en el bolsillo de su camisa. Trajina unos segundos de espaldas mientras suenan varios golpecillos y se gira a gran velocidad... con un vaso de whisky en cada mano. - Tengan - os ofrece -.

- Bien, continuaré hablando, Señor Currie. Si quiere que sus compañeros abandonen el despacho, hágalo saber ahora. - Y mira al arqueólogo esperando una respuesta a la vez que le pega un buen trago al escocés.

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30/01/2017, 23:01
Irina Krilov

Tras escuchar al inspector, miro a Currie esperando a que diga si quiere que nos vayamos o nos quedemos.

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31/01/2017, 14:30
Leroy Currie

Aspiré hondo cuando entramos en comisaría y observé a mi alrededor con fingida complacencia.

- ¡Ahh! - Sonreí. - Huele a civilización.

Lo cierto era que me repateaban esos ambientes, más por el rumor del trabajo oficinista que por el humo en sí, lo cual era tan habitual que habría resultado chocante una comisaría con el aire limpio. Mi sonrisa iba cargada de ironía, pero se necesitaba algo de sagacidad para encontrarla.

A pesar de mi natural sentido del humor, aquella primera sonrisa se fue borrando paulatinamente de mi cara mientras subíamos las escaleras. Cuando entramos en el despacho del inspector ya había desaparecido por completo y se había mudado por un porte digno y serio. No en vano estaba en aquel lugar para intentar averiguar algo de la muerte del Padre Emil, y no era algo que me fuese placentero.

Como tampoco me resultó placentero el estallido en risas del inspector a respecto de su ridículo escudo, que lucía con ostentación, máxime siendo de un club de fútbol consumido por las deudas y la mala administración*. Yo no tenía ganas de risas, la verdad. Es más, me pareció poco profesional su actitud, así que se encontró de frente con una cara gélida.

Parece que el Emperatriz de Caledonia no era el viaje que esperaba, ¿eh, señor Leroy?

 - Ciertamente no, señor C. - ¡Habrase visto malos modales, tratándome por mi nombre de pila! No podía más que corresponderle de igual modo, aunque de su nombre sólo supiese su inicial. - Totalmente inesperado. - Corroboré.

Después de aquello su tono mejoró. No parecía un mal hombre, pero no necesitaba un buen hombre, necesitaba un inspector de policía competente, y eso no siempre va ligado con la bondad de carácter.

Cuando el inspector se giró para prepararnos una copa, giré la cabeza para mirar a mis acompañantes en aquel despacho. Todos pensábamos lo mismo: Crimen. Ciertamente no me dejaba de imaginar que podía haber sido tal la causa de la muerte del Padre Emil, pero el doctor no nos había dicho una palabra al respecto.

Miré directamente a los ojos al inspector de policía mientras tomaba de su mano la copa que nos ofrecía.

- Puede seguir hablando. Las personas aquí presentes están al tanto de todo este asunto y me están sirviendo de gran ayuda en estos momentos difíciles. - Le puse algo más de dramatismo del que realmente sentía. - El Padre Emil era un viejo amigo y quiero llegar al fondo de esta cuestión.

Notas de juego

*No sé exactamente en qué año estamos, pero presumo que, como muy tarde, a principios de siglo XX.

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01/02/2017, 13:06
Director

- Ya veo... - Exclama el inspector, apoyándose en el borde de su escritorio. Le da un par de meneos al dorado licor en su copa y prosigue. - DeBriac fue encontrado muerto en una habitación alquilada en la Pensión Montigny. No hagan caso de nombre francés de ese antro. A pesar de él, se encuentra en el Asentamiento Internacional, no en la Concesión Francesa. Resumiendo, cae bajo mi jurisdicción. - Le da un trago a la copa, acabándola de golpe. Se gira un poco, para dejar la copa sobre la mesa, encima de unas hojas que no deben ser importantes, pues no le importa que el vaso deje un cerco húmedo. A continuación se enciende un cigarrillo. - La gerente del lugar, Jenny Simon, dijo que descubrió el cadáver al percibir, sí, dijo percibir - recalca -, que podía estar ocurriendo algo malo. Añadió que la habitación estaba cerrada por dentro.

Basserman ojea alrededor hasta dar con un amarillento cenicero de vidrio. - Normalmente, DeBriac debería hospedarse en el hospital de la Misión de San Pantaleón, pero no alcanzo a comprender porqué salió de allí y se refugió en un lugar de mala muerte como esa pensión. Quizá el Padre Dudivier sabe algo... Bueno, sé que lo sabe, pero afirmó que era secreto de confesión. En fin... El cadáver presenta un aspecto curioso. Aún lo tenemos en la morgue, quizá con la esperanza de que se nos ocurra en algún momento la clave de lo que ha podido pasar. Todo es muy extraño, lo sé, y yo también era escéptico hasta que llegué a China. - A continuación, da un respingo de la mesa y se fija en su cigarrillo. - ¡Oh, disculpenme! ¿Quieren uno? - Dice ofreciendo su pitillera abierta.

Notas de juego

Estamos en noviembre de 1937.

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02/02/2017, 21:49
Profesor Ezekiel Brush

La estancia en la isla había ayudado a deshacerme bastante de mi hábito tabacalero, pero los cigarrillos nunca habían sido mi debilidad.

-No, gracias -negué con la cabeza, sonriendo -, yo aún soy de los clásicos y prefiero mi pipa.

De lo hablado, dos cosas me llamaron la atención demasiado, aunque sólo por una pregunté. Lo del sexto sentido de la gerente era algo que resolveríamos yendo a hablar con ella en algún momento.

-Disculpe mi curiosidad, pero.. ¿a qué se refiere con lo del aspecto curioso del cadáver? ¿Presentaba alguna anomalía? -pensé inevitablemente en los curiosos seres amorfos que habíamos conocido no hace mucho. Ya que estábamos en faena, aproveché para lanzar un órdago a ver si sonaba la flauta por casualidad y el inspector estaba de buen humor y ánimo generoso:

-Sé que quizás es una petición inusual, o fuera de su campo de aceptación, pero estoy seguro de que entenderá que siendo yo hombre de ciencia me gustaría poder examinar el cuerpo. ¿Sería eso posible?

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03/02/2017, 10:23
Director

Basserman da una larga calada a su cigarrillo y lo apaga en el cenicero, a pesar de no haberlo fumado entero.

- Desde luego, Profesor. Quizá su mirada académica nos de algo de luz en este laberinto en que se está convirtiendo este caso. - Dice caminando hasta la puerta, hasta que frena en seco. - Oh, ¡casi lo olvido! - Se dirije hasta una de las ventanas que dan a la ruidosa calle y la abre, y los gritos de vendedores y compradores inunda el despacho.

- Mi secretaria, la señorita Hauptmann, odia que fume. ¡Ya no sé cómo hacerle entender que forma parte de mi trabajo! Por favor, apaguen sus cigarros antes de salir.
 

Después, salís del despacho y recorréis los pasillos de vuelta. Bajáis por las escaleras. En la distancia, de una manera sorprendente, veis a la secretaria olfatear el aire y mirar a Basserman. Desde donde estáis podéis ver la cara de fastidio y  sentir el "grrr..." que debe estar exclamando. El inspector os guía a una puerta metálica tras la cual, un policía joven y delgado, abre la puerta desde dentro y saluda a su superior.

- Vienen conmigo, Sears. - Dice Basserman mientras pasa de largo.

Bajáis unas escaleras y continuáis por un frío pasillo de piedra desnuda atravesado por un largo cable anclado cada dos metros al techo que da luz a unas bombillas incandescentes hasta llegar a una zona donde el pasillo se ensancha. Hay varias puertas sin ningún letrero y bancos de madera contra las paredes. Él rebusca en su bolsillo y con una gruesa llave en la mano, abre una de las puertas...

Notas de juego

Profesor Ezekiel Brush, bien jugado. Gracias a tu Beneficio de la profesion, tienes acceso a laboratorios e instalaciones académicas. Con tu habilidad de Crédito, puedes, además, colar a tus compañeros. En este caso, al tratarse de una comisaría, son algo más estrictos, así que si gastas 1 punto de Crédito (podrás recuperarlo al final de la aventura, no se pierde para siempre) podrán pasar los demás (si quieren hacerlo) y si no, sólo pasarás tú.

Los demás, indicad si queréis pasar a la morgue en caso de que el Profesor os lo posibilite.

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03/02/2017, 14:15
Profesor Ezekiel Brush

Miro a nis amigos, comentándoles:

-Sé que una morgue no es un sitio muy amable para ojos poco acostumbrados y ánimos sensibles, si alguno quiere acompañarnos, que venga. Si no, es comprensible y quizás pueda adelantar alguna visita futura.. Vosotros decidís.

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05/02/2017, 23:39
Irina Krilov

Asiento con gravedad a la proposición del Profesor pero tengo claro que yo sí quiero entrar y verlo con mis propios ojos.

- Yo quisiera entrar con usted. No creo que la visión de un cadáver sea peor que lo que ya hemos visto, - digo refiriéndome a lo ocurrido en la isla, - y soy buena para detectar detalles. Quizás pueda ayudar.

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08/02/2017, 19:29
Hermana Flora Godden

No le quepa la menor duda profesor que quiera que sea lo que hay en esa morgue, no será demasiado para mí. Es posible que se hayan hecho una idea equivocada, que crean que una monja es poco más que su rosario y sus palabras caritativas. Pero les aseguro que a lo largo de mis misiones por distintos rincones de América y África he visto más dolor y sufrimiento del que puedan imaginar... y sangre, más sangre de la que hubiera querido ver. 

Hago una pausa, mientras me persigno con la mirada perdida, recordando algunas de las horribles escenas vividas, los niños enfermos con sus abdómenes hinchados  de pus, las amputaciones sin material quirúrgico, las víctimas de brutales ataques por parte de bestias salvajes o peor, por parte de hombres aún más salvajes que las bestias.

Recupero la compostura y levanto la mirada hacía Leroy, —Le guste o no, el Señor me sacó de ese inmenso océano, me trajo hasta aquí, y me ha concedido este tiempo antes de comenzar mi tarea en la Misión de San Pantaleón. Si realmente quería a su amigo y estoy segura de que así es, por favor, déjeme ayudarle a averiguar que le ocurrió.—

Cuando quiera profesor— digo mientras hago un inequívoco gesto con la mirada queriendo decir manos a la obra.

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09/02/2017, 22:54
Leroy Currie

Ver el cadáver del Padre Emil nos podía dar pistas, ciertamente, por lo menos tantas como le había dado a la policía, lo cual no es decir mucho, pero seguro que de un vistazo profesional éramos capaces de sacar conclusiones provechosas donde aquellos zampabollos había fracasado. Esa era mi línea de pensamiento mientras bajábamos las escaleras y me guardaba el cigarro que le había ofrecido el inspector al profesor y éste había rechazado. - Yo se lo guardaré. - Le dije al policía, rápido tanto de acción como de palabras, como siempre.

Al llegar al angosto pasillo, recuerdos de expediciones pasadas me asaltaban, y es que las sensaciones de aquel lugar no distaban mucho de las de cualquier agujero inmundo por el que me había deslizado en busca de tesoros históricos y culturales, que me han labrado la fama que ostento.

Estaba claro que el detective debía dejarnos pasar, ya sea tanto por mi fama como por la cercanía que y afecto que abanderaba, pero la ayuda del doctor fue definitiva para quitar cualquier resquemor del celo conservador de aquel hincha del Manchester United.

Entonces sucedió lo inesperado, y es que la Hermana Flora experimentó un arrebato de dignidad que, cosa rara, me dejó sin palabras.

Podría haber respondido cualquier cosa, pero me contuve. Me hice a un lado y la dejé pasar. Las damas primero. Yo entré el último.

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10/02/2017, 10:28
Director

- Adelante pues, damas y caballeros. - Dice Basserman, educadamente, acompañado de un movimiento de su brazo.

Él entra el último y cierra la puerta a su paso. La sala es fría, aunque no lo suficiente como en las morgues occidentales, quizá a la ausencia de refrigeración artificial y bastarse con el frío natural de la roca. En el interior hay tres rudimentarias camillas de madera con ruedas y superficie metálica y otra más, estropeada, en vertical apoyada contra una pared, junto a una escobilla para limpiar los suelos. Hay un par de mesas, con instrumental y cuadernos para tomar notas, no muy grandes para poder desplazar de una mesa a otra. Hay una cuba metálica cerrada llena de agua, suponéis a juzgar por un manómetro adherido, con un grifo acoplado y un cubo de madera colgando de él que soporta el incesante y continuo chop, chop, chop... de agua goteando del grifo. El suelo blanco porcelánico está, sorprendentemente, bastante limpio. Tiene una correcta inclinación hacia un sumidero central para evacuar la sangre durante las autopsias.

Ahora mismo, sólo la mesa del fondo está ocupada por un bulto no muy grande tapado con una sábana. Las otras dos están limpias y preparadas para nuevas víctimas del frenético hilo del que cuelgan los habitantes de Shanghái.

Basserman camina hasta la última camilla y destapa la sábana.

- Les presento a DeBriac - dice -.

Lo que veis es un cascarón reseco, drenado completamente de todos sus líquidos. Lo que antaño fue un sacerdote que entregaba su vida a Dios, ahora es una cáscara marchita y encogida. El rostro momificado aún mantiene congelada la expresión de estar chillando de horror.

Notas de juego

La horrible visión que os produce hace que con vuestro siguiente mensaje narrando lo que hacéis, debáis hacer una tirada de Estabilidad con dificultad 4, para intentar evitar una posible pérdida de 2 puntos.

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10/02/2017, 17:39
Hermana Flora Godden
- Tiradas (1)

Motivo: Control Estabilidad

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 2 (Fracaso)

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10/02/2017, 17:40
Hermana Flora Godden
Sólo para el director

Perdón, fallo de conexión, esta segunda tirada no vale...

yo ahora hago mi intervención para todos los jugadores, si puedes editar la tirada, la primera para que también la vean todos, a mi no me deja. 

- Tiradas (1)

Motivo: Control Estabilidad

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 4 (Exito)

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10/02/2017, 17:53
Hermana Flora Godden

El ambiente en la morgue era exactamente lo que una podía esperar de una ciudad como esta, pero por muy preparada que estuviera no era agradable, pero cuando aquel hombre destapo el cuerpo del pobre padre Emil, no fue asco lo que sentí, fue algo mucho peor, un sentimiento de extrañeza que agarroto todos mis músculos en un disimulado espasmo de terror. 

Miré nerviosa al Profesor esperando ver en su reacción algo que me inspirase confianza e intenté disimular mi estupor, aunque sin duda, mi respiración agitada y mi mirada suplicante delataban mi estado nervioso.

Notas de juego

Intervención breve a la espera de que entren todos en escena.

La he liado con la tirada, que salió privada para el director, era un fallo, creo que el pueda ponerla pública. 

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10/02/2017, 18:18
Profesor Ezekiel Brush

La visión del extrañamente difunto misionero me encogió el alma. Ya había visto cosas espantosas, pero todavía me sorprendían hechos como este.

Las autopsias no eran mi pasión, pero formaban parte de mi rama científica. Mis profesores primero y mi insaciable curiosidad despues, habían logrado mi interés y formación con los más extraños cadáveres que tuve la oportunidad de inspeccionar.. Y nada era comparable a.. esto.

Mantuve el tipo, acercándome más al cuerpo sin tocarlo, para un examen previo visual.

-Aja... ¿qué sabemos? ¿Dónde fue encontrado? ¿En qué ciscunstancias? -pregunté en alto al inspector, esperando que me contase cómo fue el hallazgo de semejante cadáver.

Parecía que alguien le había sorbido, si es eso posible, todos los líquidos del cuerpo como un niño que termina una deliciosa bebida.

- Tiradas (1)

Motivo: Estabilidad

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 4 (Exito)

Notas de juego

Puede verse algo más? Uso mis habilidades de medicina forense

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10/02/2017, 20:21
Irina Krilov

La visión del cadáver modificado es más escabrosa de lo que pensaba en un principio, o quizás es el rictus de la cara en ese grito eterno lo que me hace tener que apartar la mirada, al menos al principio, del cuerpo del pobre hombre.

- Dios mío...

- Tiradas (1)

Motivo: Estabiliad

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 1(+2)=3 (Fracaso)

Notas de juego

Gasto 2 puntos de estabilidad, y aún así no la supero xD

Quiero usar ciencias ocultas para saber si veo algo relacionado con ellas en el cuerpo.

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11/02/2017, 07:36
Director

Tu exhaustivo análisis forense te revela un conjunto de extrañas laceraciones en hombros, brazos y en la parte superior del torso, y un grupo igual de peculiar de perforaciones en torno a la arteria carótida. Son difíciles de ver  en el cuerpo seco y encogido, y por eso, probablemente, Basserman no se ha percatado antes.

Cargando editor
11/02/2017, 07:42
Director

Tu interés por las Ciencias ocultas te lleva a ojear de vez en cuando la Revista de estudios epigráficos, donde hace años leíste un artículo que mencionaba, a su vez, otro libro de leyendas populares que no logras recordar, y describía algo referente a cadáveres desprovistos de todos sus fluidos. Mmm... Vaya, no consigues recordar nada más.

Cargando editor
14/02/2017, 08:50
Leroy Currie

La sala de autopsias era, cuanto menos, pintoresca. Entré en ella el último pero, tras destapar el cadáver, avancé hacia la camilla y lo observé con aire profesional. Semejaba tanto una momia que no pude más que establecer el paralelismo. Había visto muchas momias, las había tocado y manipulado muchas veces, así que la vista de una nueva momia ante mí no me perturbó, pero abrí los ojos con asombro al distinguir, levemente, en las facciones del cadáver, rasgos que pudieran certificar que realmente aquello eran los restos del Padre Emil.

- No hace falta que le diga, inspector, que para que un cuerpo quede en este estado se precisa la acción del tiempo en cantidades que nada tienen que ver con la fecha de la muerte del Padre Emil. En el antiguo Egipto existían métodos de drenaje de los cadáveres para su mejor conservación, pero no había visto algo parecido hasta ahora.

Era cháchara, ciertamente. Mis ojos estaban más preocupados de encontrar indicios útiles de la causa de aquella momificación exprés.

- Con su permiso.

Alargué una mano y toqué el antebrazo más cercano para reconocer la textura y el grado de momificación y me acerqué con la mirada sobre él para observar desde todos los ángulos.

- ¿Qué te han hecho, Emil? - Dije en un susurro, que fue audible para todos los presentes gracias a la acústica de la sala.

- Tiradas (1)

Motivo: Estabilidad

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 6 (Exito)

Notas de juego

Arqueología, Biología, Ciencias Ocultas y Recogida de pruebas.

Quisiera usar todo ello para ver qué pistas puedo obtener del cadáver.

Cargando editor
14/02/2017, 16:47
Profesor Ezekiel Brush

Miré el cadáver con ojos expertos, hasta que el comentario audible de Leroy me devolvió a la realidad. ¡Qué fácil era olvidar que los cuerpos que estudiaba fueron seres queridos de alguien!

Le murmuré, poniéndole una mano en el hombro con pesar:

-Siento tu pérdida, amigo.

Me volví hacia todos antes de comentar mis conclusiones:

-Debemos sobreponernos a la visión de este cuerpo más allá de los sentimientos encontrados, y me gustaría informaros de lo que he visto tras mi exhaustivo análisis forense. Me revela un conjunto de extrañas laceraciones en hombros, brazos y en la parte superior del torso, y un grupo igual de peculiar de perforaciones en torno a la arteria carótida. Son difíciles de ver en el cuerpo seco y encogido, y por eso, Basseman, posiblemente usted no las vió.

Dejé que comentasen lo que deseaban, que quizás fuesen dudas o nuevos datos que a mí se me hubiesen escapado.

-Es como si lo hubiesen.. sorbido. ¿Qué pensáis vosotros?