Partida Rol por web

Balas de Shanghái

Escena 3: La pensión Montigny

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22/02/2017, 10:05
Director

Los dos jovenzuelos atraviesan las calles esquivando a compañeros de profesión, tenderetes de verduras y cajas de pescado. En algunas zonas, el suelo está tan deteriorado que parece que vayáis a salir botando del rikshaw, y entonces os preguntáis cómo pueden ambos niños correr en esas condiciones.

A sólo diez minutos de camino desde la comisaría, sin salir del Asentamiento Internacional, llegáis a una zona donde abundan los encantadores de serpientes y apostadores callejeros. Entre el humo de las pipas y gritos, los billetes cambian de manos en un orden caótico difícil de comprender. Sucios niños comen cuencos de arroz en las calles e insolentes mujeres lanzan tórridas miradas desde esquinas apartadas.

En un cruce en forma de "T", los rikshaws se detienen. A un lado hay un edificio de tres plantas con un grupo de chicas de varias edades en la calle, que entre cigarrillo y cigarrillo abordan a hombres que pasan. Al otro lado, un edificio sin ningún ornamento parece tener bastante entrada y salida de gente, y de él parece provenir un peculiar aroma. En la intersección de las dos calles, enfrente vuestra, se encuentra una fachada de madera de dos plantas donde la pintura verde que lucía ha dado paso a desconchones y marcas de humedad. Hay una ventana en la planta baja, al lado de la puerta de entrada, tan llena de suciedad que os planteáis si de verdad deja entrar luz. Un cartel vistoso rectangular anuncia:

PENSIÓN MONTIGNY

MONTIGNY養老金

Al cruzar la puerta os encontráis una habitación decorada con adornos baratos propios de la ciudad y carteles propagandísticos, hay una puerta de madera y vidrio frente a vosotros, y un mostrador a vuestra derecha sobre el que hay un cuaderno y un vaso vacío junto a un cenicero de cristal verde. De fondo, música cantada en francés sale desde un gramófono metálico en una repisa de la pared. El aroma del lugar denota tabaco y sueños abandonados. Al otro lado del mostrador os saluda con la mano una mujer con aspecto poco cuidado, el pelo teñido de naranja brillante y ojos perfilados en rojo. Su aspecto es... llamativo.

- Bienvenidos a la pensión Montigny, ¿en qué les puedo ayudar? ¿Dos habitaciones para una hora? - Dice, de carrerilla y prestando más atención al cigarrillo que está apagando en el cenicero que a vosotros. - ¿O una grande para los cuatro?

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22/02/2017, 20:32
Director

Llevas todo el trayecto hasta la pensión dándole vueltas en tu cabeza, pero definitivamente no has leído nada acerca de ese espejo.

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23/02/2017, 14:42
Hermana Flora Godden

Montamos todos en silencio en los rikshaws , yo acompañaba a la señorita Irina, apenas hablamos por el camino, ensimismados como íbamos en nuestros pensamientos, horrorizados en parte por lo que acabábamos de ver e inquietos por lo que podríamos encontrarnos en la pensión. 

En este momento toda la grandeza y el bullicio de Shangai me abrumaban, todo el ambiente parecía especialmente cargado , denso y enfermizo. Una sensación siniestra se había alojado en mi espíritu, y creo en la de todos mis compañeros. 

A lo largo del trayecto no puedo evitar mirar en todas direcciones, con la extraña sensación de que alguien nos vigila.

Finalmente, cuando llegamos a la pensión lo que veo cae como una losa de tristeza sobre mi,  ¿en que clase de sitio se hospedaba el padre Emil? ¿qué era lo que tanto temía para tener que ocultarse en semejante lugar de perdición? 

En seguida me doy cuenta de que mi presencia como religiosa en la pensión es más llamativa de lo que me gustaría, así que en cuanto entramos me hago un paso hacia atrás dejando al Profesor y al señor Currie tomar la iniciativa.

- Tiradas (1)

Motivo: Sentir el Peligro

Tirada: 1d6

Dificultad: 4+

Resultado: 4(+1)=5 (Exito)

Notas de juego

Gasto 1 punto de Sentir el Peligro 

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23/02/2017, 16:29
Director

Eres consciente de que éste no es un barrio seguro, pero no percibes ningún peligro potencial ahora mismo. Eso sí, no debes bajar la guardia, porque en una pensión como ésa es donde habitualmente se hospeda la gente que prefiere vivir al margen.

Notas de juego

Ya te he restado el punto.

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25/02/2017, 08:45
Leroy Currie

- Bienvenidos a Shanghai. - Les dije a los demás cuando nos apeamos de los rickshaws. - Esta es la verdadera ciudad. Lo de antes mero artificio colonialista. - Aspiré el aroma que emergía del fumadero de opio y me dirigí al interior de la Pensión.

La mujer que nos atendió podría sería seguramente la que nos refirió el inspector.

- Buenos días. - Le respondí con una sonrisa.

- Quisieramos una habitación. Más concretamente, quisieramos la habitación donde fue encontrado el Padre Emil. - Cambié mi expresión a un tono serio. Seguramente la reacción de la mujer nos indicaría si íbamos por buen camino.

Me giré un momento hacia el profesor y, sin que se notase demasiado, le hice el gesto de frotar los dedos pulgar, índice y corazón entre sí, es decir, el gesto internacional del dinero. Seguramente aquella señora necesitaría aderezar su voluntad de ayudar con la codicia por unos dólares.

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28/02/2017, 09:40
Profesor Ezekiel Brush

Asentí a Currie en silencio, y saqué algo del dinero que ya tenía preparado para estes menesteres. Estaba claro que a la gente local se la convencía mejor utilizando talentos monetarios mucho mejor que explicaciones.

Estiré mi mano sobre el mostrador sin decir nada, dejando entrever el billete bajo mis dedos y esperando a que el dueño lo cogiese. Los sobornos, mejor discretos. Le miré con decisión, enfrentando sus ojos avariciosos a los míos escrutadores.

Estaba claro que los billetes abren más puertas que las llaves. El problema era saber cuántos billetes costaría abrir ésta.

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28/02/2017, 10:02
Director

- Eh, ¿sois policías o algo así? - Dice Jenny Simon señalándoos con un dedo. - A mi clientela no le gusta que nadie meta las narices, ni a mí tampoco, y menos tras lo sucedido. Ya conté mi versión a todos esos agentes que estuvieron por aquí molestando.

Definitivamente, a esta vulgar señorita no le hace gracia que desconocidos husmeen, y menos si son policías, al parecer. Se muestra abiertamente áspera y desconfiada. Seguidamente, saca un nuevo cigarrillo y se lo enciende sin dejar pasar ni un minuto desde que apagó el anterior. Eso explica la tez amarillenta y arrugada que tiene, quizá, junto al etílico aliento que despide.

- Si quieren habitaciones, les puedo alquilar un par de ellas por tres dólares cada una. La del cadáver ése, si quieren. Cof... Cof... - Tose. Saca una botella de algún estante a sus pies y rellena el vaso con un extraño whisky oriental de no muy buen aspecto. Bebe del vaso y continúa. - La habitación está limpia y no encontrarán nada, si es lo que piensan hacer.

Notas de juego

Falta saber de qué cantidad es el billete que el Profesor Ezekiel Brush ha sacado y si es menos de lo que ella pide, si es la cantidad exacta que pide por el alquiler, si es más porque pretendéis conseguir algo extra...

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28/02/2017, 10:09
Profesor Ezekiel Brush

Mi billete era de cinco dólares. Más que el precio de una habitación, pero no lo retiré, ya que echarse atrás en un soborno me haría parecer, además de sospechoso, tonto.

-Si es usted tan amable de alquilarnos la que mi amigo le comentó y otra más, gustoso pagaré su precio -saqué una moneda para completar los seis dólares que pedía la señora. Seguro que sabía que jamás nos hospedaríamos en un antro así, y que los tres dólares extra podía quedárselos ella.

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28/02/2017, 10:31
Director

Tras recoger con avidez el dinero, Jenny Simon os pide vuestros nombres completos, que apunta en un amarillento cuaderno que guarda junto a su botella. Luego, os da dos llaves y un par de mantas que deben haber conocido a muchos huéspedes. Os señala dónde se encuentra el baño (que está al final del pasillo) haciendo especial hincapié en las horas de agua caliente, que se limitan a dos horas por la mañana. De seis de la mañana a ocho. Os señala, también, que la habitación del padre DeBriac era la central de la planta superior.

- Espero que estén agusto y todo eso - apostilla, retirándose a su lugar a seguir fumando y bebiendo.

Las habitaciones se encuentran en la planta de arriba. Al atravesar la puerta que separa la recepción del pasillo, veis un lateral con tres puertas a mano derecha, un baño al fondo y una escalera a la izquierda que da a la planta superior que es exactamente igual a la de abajo. Tres habitaciones y un baño al fondo. Vuestras habitaciones son las dos más alejadas (digamos, la 2 y la 3). En la pared hay pintadas sobre el papel verde oscuro que la recubre donde se puede leer cosas como "japoneses apestan", "te encontraré, zorra" y "nunca fuiste un hombre, Carl, anoche lo demostraste". Llevan tanto tiempo, que ya son imposibles de borrar, y parece que a la señorita Simon no le molestan. La bombilla del techo parpadea erráticamente, haciendo mucho más lóbrega esta planta que la inferior. El olor que inunda el lugar es una mezcla de sudor, desinfectante, orín y algún olor rancio que no lográis identificar.

Notas de juego

Os dejo que decidáis qué hacer en el pasillo.

Ya te he restado los 6$, Profesor Brush.

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28/02/2017, 15:17
Irina Krilov

- Bueno, eso de que la habitación está "limpia" habrá que comprobarlo, porque viendo el estado de este pasillo, no creo que se esmeren mucho.

Miro a mi alrededor con bastante horror y asco. Aún teniendo en cuenta que habíamos estado en una isla, durmiendo en el suelo y sin ningún tipo de comodidad, casi pienso que lo prefiero.

- ¿Qué hacemos, señores?

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28/02/2017, 15:28
Hermana Flora Godden

Tiene usted razón, la habitación estará vacía, pero limpia…

Digo para descargar un poco mi propia tensión ya que me resulta muy desagradable el estar aquí. Aunque la suciedad, los olores, las manchas de humedad o quién sabe de qué en las paredes, y las palabras soeces y malsonantes que retumbaban por los pasillos y escaleras de la pensión,  no son lo que más me incomoda. Ni siquiera los actos de dudosa moral al que estaba destinados con seguridad la mayoría de estas habitaciones.  Es sobre todo mi preocupación cristiana por los últimos días del padre Emil, como si pudiera sentir el desconsuelo espiritual en el que debió verse sumido, arrastrado por fuerzas extrañas y probablemente sacrificándose de algún modo a sí mismo para evitar un mal que temo llegar a conocer.

 

Creo que no deberíamos perder más tiempo, hagamos lo que haya que hacer y vayámonos de aquí cuento antes — sugiero en un tono más de ruego que de indicación.

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02/03/2017, 14:22
Leroy Currie

Dejé que la negociación entre el profesor y la regente de la pensión discurriera por esos arduos derroteros del trilerismo con más impaciencia de la buenamente necesaria para ese tipo de transacciones, manteniéndome al margen. No abrí mi boca hasta no tener las llaves en las manos.

- Bien hecho, profesor.

Finalmente nos adentramos por los lúgubres pasillos de aquel antro impersonal, que seguro habrá quien lo reciba con ojos bien diferentes a los nuestros. Sea como fuere, nos encontramos ante la puerta de la habitación donde había perecido el Padre Emil.

- No se dé tanta prisa en querer marchar, hermana. Tenemos que ser concienzudos en esto, con tal que no se nos pase ningún indicio. Si en algo conocía al bueno del padre Emil, se las ingeniaría para dejarnos alguna pista que seguir.

De hecho no tenía verdadera fe en mis propias palabras, pero encontré oportuno levantar el ánimo de los presentes con una vaga esperanza. Las gentes son, por lo general, de carácter débil y hay que andar motivándoles constantemente para que no se derrumben. Los que estábamos hechos de otro material eran a los que se nos tenía reservada la gloria y la fama.

- De hecho, aquí hay muchas almas por las que rezar. ¿Me equivoco, hermana?

Dije esto sin apartar la vista de la puerta y abriendo la misma accionando el mecanismo de la cerradura con su correspondiente llave.

Notas de juego

No creo que haya mucho que rascar en un pasillo, pero quiero usar Recogida de Pruebas en cada estancia que pise en esta pensión, para que no se me escape nada. Por tanto, uso Recogida de Pruebas en el pasillo.

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02/03/2017, 15:58
Director

El hedor del lugar te nubla los sentidos, pero en aquel infierno sórdido no sois los únicos que deambuláis por ahí. Escuchas leves sonidos que delatan un huesped en la habitación 1 de la planta. Por lo demás, crees que si hay algún rastro del padre DeBriac en el pasillo, que lo dudas, debe estar sepultado entre montones de capas de suciedad y otros rastros diferentes. Piensas que no vale la pena buscar.

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06/03/2017, 14:23
Profesor Ezekiel Brush

MI intención no era ni remotamente alojarme allí, pero el estado del pasillo y el entorno ya me disuadieron por completo. Aún necesitándolo, creo que preferiría dormir de pie que acostado en alguna cama de las que veíamos.

Me ahorré las palabras de disgusto dejando entrever una mueca clara al respecto.

-Yo optaría por ver la habitación por la que estamios aquí, sin perder detalle de las contiguas y el pasillo. Pero si Emil se alojaba aquí, es posible que en esa habitaciónhaya más de lo que parece, por muy asqueroso que esté.

Me dirigí hacia la puerta asignada mirando las oitras al pasar. Estiré la manga de mi chaqueta para tocar el picaporte y abrir la puerta. Mitad por preservar huellas, mitad por asco. Probé si estaba abierta, a pesar de tener nosotros llave.

Notas de juego

Si está abierta, entro

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06/03/2017, 17:37
Hermana Flora Godden

Entro tras el profesor.

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07/03/2017, 08:05
Director

El interior de la habitación donde estuvo alojado el Padre DeBriac no oculta ninguna sorpresa: un enclenque armario amenaza con desmoronarse a la izquierda, cuyas puertas no encajan del todo bien. Frente a vosotros, una ventana da a la calle de la ciudad, por la que entra demasiado ruido aún estanco cerrada y con la cortina amarillenta desplegada. Junto a la ventana, un sencillo escritorio en cuya superficie han dejado su impronta los huéspedes que se han ido alojando aquí. A la derecha, una cama cuyo colchón invita más a salir corriendo que a echarse una cabezada. Dais unos pasos para asomaros al escritorio a ver las firmas, que no tienen nada de particular más allá de nombres aleatorios y manifestaciones obscenas, y sentís como las tareas de limpieza de la señorita Simon no son tan exhaustivas como ella pretende: el suelo está algo pegajoso por las innumerables capas y capas de suciedad acumuladas. En un lugar concreto del suelo, cerca de la silla del escritorio, aún creéis visualizar la silueta humana del cuerpo retorcido y seco del cadáver que dejaron las sustancias biológicas en contacto con la tosca madera a vuestros pies. Es horrible. La visión de esa imagen os estimula el resto de sentidos, llegando a notar un olor desagradable a putrefacción y cierto mareo, pero afortunadamente sólo estáis somatizando el dolor de lo sucedido allí.

Más allá de lo que veis, parece que no queda nada en la habitación.

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07/03/2017, 15:10
Irina Krilov
Sólo para el director

Notas de juego

Ciencias Ocultas no sirve para intentar intuir algo, ¿no?

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07/03/2017, 15:33
Director

No encuentras ningún tipo de información usando tus conocimientos de Ciencias Ocultas.

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08/03/2017, 10:51
Leroy Currie

Aquello que en cualquier otra circunstancia habría resultado si duda un problema era ahora una oportunidad. La falta de una higiene exhaustiva nos brindaba posibilidades de encontrar pistas aún.

- Encantador. - Dije con sorna al entrar en aquella estancia.

- Confiemos en las prisas de la señorita Simon por realquilar sin pausa la habitación. Si el Padre Emil escondió algo para que perdurase, deberíamos poder encontrarlo.

Los muebles principales serían los más obvios para esconder algo, así que me centré en ellos. Un doble fondo en un cajón o una madera que se pudiera desplazar y dejar una oquedad serían los mejores candidatos, así que revisé las maderas con cuidado.

- Comprobad el colchón. - Dije a los demás. - Por si lo escondiera dentro.

- Emil, no me falles ahora. - Musité.

Notas de juego

Uso Recogida de Pruebas.

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08/03/2017, 13:05
Director

A pesar de la más que evidente ausencia de objetos del padre Emil deBriac en la habitación, efectuáis una rápida inspección ocular, a excepción de Leroy Currie, que llevado por una corazonada, se arrodilla para inspeccionar todas las juntas y buscar oberturas donde pueda haber caído algo de interés. Parecía no tener éxito, y su rastreo de los mohosos muebles así lo confirmó, entonces se giró con los brazos en la cintura y resoplando hacia sus compañeros para idear otro plan, el suelo crujió. Un tablón de madera del suelo no estaba bien sujeto y era fácilmente removible con las manos. Leroy Currie, como siempre hacía cuando hallaba algo de interés en sus expediciones, se agachó con cuidado, y con delicadeza, apartó el tablón para dejar al descubierto el hueco de entreplanta que separaba la planta baja de la primera. Emil parecía haber aprovechado aquel lugar estructural para guardar algo aunque ya no estuviera, pues el polvo acumulado allí era más o menos uniforme, a excepción de un lugar donde se dibujaba la silueta muy bien definida de un objeto revelando su presencia hasta hace bien poco: