Partida Rol por web

Madonna montó y cargó el fusil de pura chorra, para algo le tenía que servir tanto vestidito de militar. Algo se le tenía que haber pegado... Pero la M-16 estaba cargada y preparada... 

Pero escuchó algo fuera... eran unos sollozos, sin duda. Asomándose a la puerta de la casa, sin verla, se encontraba una rubia... ¡Era Cristina Aguilera! Buscaba sin duda un agujero donde esconderse... estaba llena de sangre, sudada, y con todo el maquillaje corrido... y dudaba de entrar al ver el alambre de espino. La diva tenía en la mano una especie de botella de Whisky agarrada como una porra. 

Cojo el donut sin pensármelo dos veces, con la comida aqui no se juego. Aunque pensandolo dos veces le parto por la mitad antes de meterle en la mochila para recordar quien me lo dio.

Después echo un vistazo a su brújula. - Ah! un reloj burbuja!, a mi también me dieron unos de esos, parece mentira que lo haya sabido utilizar para llegar hasta aquí. Y lo demás, pues bueno, agradezco el ron. - Me acabo la copa, lleno otra y ofrezco a Mariah - Toma, bebe todo lo que quieras, creo que estamos solas, me hubiera molado poner algo de música en estos momentos, me dieron unos discos de unos Mecanicos muy raros y me pica la curiosidad.

Respecto al cuchillo, no venia en la mochila, digamos que es ... - Aun no era momento de contarle nada que a lo mejor era mejor que no supiese - Un secreto de los Ateo 

- Me temo que yo no he venido tan preparada. Me agarraron durante un concierto y no me dejaron ni coger el bolso.

Digo ante la mención al cuchillo. Cojo el ron pero apenas lo pruebo, mientras contesto a las preguntas de la joven.

- Pues me han dado una bolsa de plástico. Ésto*, que no sé cómo se usa, y compresas, tampones y cosas así. La verdad es que las que peor me caen son las más jóvenes, como Maily Sayrus. Vine porque me llamó la atención el paisaje. Ni idea de a dónde han ido las que han guardado el secreto, y no he visto a nadie más, ni siquiera más de esos horribles cacharros.

QUE COJONES. CUIDADO CON ESO MUCHACHA. Guardalo antes de que pase algo. Me asusto al ver la chisma que me enseña, eso tiene pinta de explotar en cualquier momento, y no se ni como. A mi me caen mal prácticamente todas. 

Sigo bebiendo con Mariah ya que no sospecho nada de ella.

Tia tenemos que descubrir como funciona la mierda esa. Tengo varios planes, o la dejamos aquí y ojala le estalle a la proxima que pase, o ojala la podamos usar para cazar algo comestible pues no creo que sobrevivamos aqui a base de donuts

- Pero si usamos esto para cazar, ¿quedará algo del animal en cuestión? He visto esto en la tele antes. A un animal pequeño puede, directamente, reventarlo. Y si no... casi peor. Es muy cruel. Y no parece haber mucho animal por aquí. Casi que prefiero usarlo para deshacernos de alguna de las otras.

Y ya puestos a hacerme la inteligente...

- Estamos en una iglesia, y yo tengo una Biblia. ¿Crees que es algún tipo de pista? ¿Habrá que resolver puzles y cosas de esas para sobrevivir? ¿O se trata simplemente de matar rápido al resto para salir de aquí?.

La muy Mammona, que sabía más por vieja que por diabla, asomó su dulce sonrisa por la esquina, cuidando muy mucho que no asomara el M16.

¡¡Tschh tschhh, Aguilera!! Pasa, rápido - le hizo un gesto con la mano libre mientras con la otra se preocupaba de no enseñar el arma - ¡entre rubias tenemos que ayudarnos!

Esperó a que se escondiera dentro o atravesara el alambre de espino, si podía, la usaría para acabar con las Black Perras esas, pero no iba a arriesgarse ni un ápice a que la otra Diva pretendiera hacerse con su cabellera. Mantendría la distancia, el arma de fuego le daría la ventaja.

Además, si la mato ahora, puede que el whisky se eche a perder...

Aguilera se había recompuesto un poco, pero al ver Madonna, a la persona que más quería parecerse, la que la había despreciado en aquella ocasión...

La loca de Britney está muerta... seguro que ahora me quiere a mí. 

Christina entró al momento, todavía conservaba suficiente agilidad para estirar las piernas y no enredarse en el Alambre de Espino. 

—Sí... tenemos que ayudarnos... —Dijo con voz algo ronca. Sin duda había llorado mucho. Madonna pudo ver adoración y deseo en la cara de la diva. En otro momento sería algo de lujuria y envidia, pero ahora Christina parecía un cachorrito herido que sólo quería ser abrazada por su ídolo de toda la vida... y restregarse un poco. Para que engañar a nadie. 

- Pero no sabemos como funciona, con esto - señalo cabreada a la mina - no vamos a coger ningún conejo, ni del campo, ni del bosque, ni los conejos que guardan "nuestras amiguitas" bajo las bragas.

- Yo también pensé en que la Biblia podría ser una pista relacionada con la Iglesia, por eso me encontraste aqui. Bueno por eso y por que necesitaba un sitio cómodo donde beber tranquilamente y pensar mi estrategia a partir de ahora.

- Ya que estamos aquí - la propongo un trato - Podríamos buscar juntas algú tipo de pista aquí en la Iglesia, yo por ahora no he encontrado nada destacable, pero quizás juntas demos con algo. Joder como en las putas películas, tiene que haber alguna pistola escondida en alguna biblia o algo en algún lado.

- Sí, es buena idea. Seguro que en esto consiste este maldito concurso. Hay que buscar pistas. Y hablando de eso, puede que el disco cutre ese que te han dado sea una. Ojalá pudiéramos escucharlo. Busquemos en el resto de cosas y luego en la iglesia. ¿Has ojeado la revista?

Cojo la Biblia y la abro, comienzo a pasar páginas a ver si algún pasaje está marcado. Luego la sacudo a ver si cae algo.

¡Ven aquí preciosa! - le dijo guiñándole un ojo - acabaremos con esas guarras, no lo dudes.

Depositando el fusil con cuidado de mantenerlo alejado de la Aguilera, se acercó a darle un abrazo, primero le cogió las manos en un gesto amigable (y así de paso comprobaría que no llevaba un arma oculta, que una no llegaba a vieja madurita interesante fiándose de los demás) ya después vendría el abrazo con refrote.

Cuéntame cariño, ¿quien te ha hecho eso?

Estoy deseando escuchar el disco ese, la curiosidad mato al gato sabes y hay muchas perras que matar. En cuanto a la revista - Echo una mirada al suelo a la zona donde la había lanzado no hacia mucho tiempo - Le eche una simple hojeada, me dio mas arcadas que el vídeo de Cyrus chupando martillos. Pero quizás tengas razón -  Me dirijo hacia la revista, la cojo, abro sus paginas con cara de asco, intentando no mirar fijamente a esas chicas con la chimenea mas peluda que el mono de Star Wars - OSTIAS VAYA RABO ESTE - Desde la lejanía muestro una imagen de la revista hacia Mariah, señalando el miembro viril de un tío de color de tamaño bastante considerado. 

Me doy cuenta de que Mariah esta prestando bastante atención a la Biblia. "Se nos ha vuelto religiosa la desconocida esta" Pienso. Vuelvo a hojear la revista, con el cuchillo aun entre los dedos de mi mano. "Ahora es mi oportunidad, parece entretenida en su tarea de FBI popular buscando pruebas no existentes en cualquier lado. Es mi momento, somos muchas y poco a poco tienen que ir cayendo todas. Solo debo quedar yo. Aunque... me podía haber aliado a ella por que ya se sabe que dos hacen mas que una. Pero... ¿seria de fiar?. A lo mejor en unas horas la que me hubiera traicionado hubiera sido a ella. Y eso no lo puedo permitir. Prevenir es mejor que curar decía mi abuela. Ademas... quien sabe... a lo mejor me sirva mas viva que muerta."

Kesha se dirige hacia Mariah hojeando la revista, silenciosa, agarrando el cuchillo con fuerza oculto tras la revista. Me acerco por su espalda lentamente, midiendo mis pasos hasta llegar a ella. Aprieto el mango del cuchillo fuertemente con mi mano derecha y se lo clavo en la parte trasera del cuello a la altura de la nuca.

Espero que me perdones, pero esta mierda es cuestión de vida o muerte.

Christina apretó fuerte las manos de Madonna, acercándose con más confianza al ver como dejaba el fusil. Abrazó con fuerza a la que había sido su ídolo toda su vida.

—Son... es la sangre de esa zorra de Britney —ya estaba seca y no manchaba a la diva más mayor, pero las salpicaduras de sangre en la muerte de Brit había dejado fina a Aguilera. Debían haber usado balas de punta hueca. Esos malditos guardias.

—¿Me... me darías un beso? —Christina no parecía querer despegarse de la otra rubia, mirandola a los ojos y dejando de llorar. ¿Sería un beso para compensar aquel que había dado más largo a Britney tantos años antes? ¿Sería que quería beso con la mayor diva de todas? ¿Quién sabía? Lo que era seguro era su adoración y disposición a hacer lo que su nueva jefa quisiera. 

Sin duda Kesha había tratado de cortarle el pelo a Morraiah, porque con un afilado cuchillo de combate había casi rozado su nuca. ¿O era que estaba intentando matarla?

una duda master que me ha surgido después de releer un temilla, por yo no tener ningún punto en corto alcanza, ¿de los 3 dados es el del medio o el bajo?