Partida Rol por web

Me han dado una mieeeerda... —dijo Aguilera enseñando los contenidos de su mochila, además de la consabida Biblia y el envoltorio del donuts de chocolate. Christina sólo tenía de interesante un par de botellas de Whisky. 

Las cámaras parecían igualmente interesadas en la conversación normal de las Divas. No todo iba a ser sangre y sexo. Tenían que dar el toque humano... para luego el subidón de la sangre y el sexo. 

Había intentado forcejear con todas mis ganas, con todas mis fuerzas. Pero claro yo no tengo apenas fuerza y la Puta esta gorda culo de gorda me había quitado el cuchillo con su fuerza tocino. El ataque que había intentado cuando ella estaba desprevenida había fallado, la lucha cuerpo a cuerpo también. Estaba claro que no era buena en el uso del cuchillo y ahora que lo había perdido debía hacer algo. 

Lo primero que pensé, huir de su rango, pero ¿A donde?. Intente mirar a todos los lados manteniéndome alejada del cuchillo que antes me pertenecía. Vi algo que me animo a seguir luchando, no solo por mi vida, pues en esa iglesia también estaba mi bebida y jamas permitiría que esa zorra me mate y pudiera gorronearme todo el alcohol. 

Intente correr como pude huyendo de mi rival de manera escurridiza para dirigirme al banco donde deje las bebidas. Allí intentaría coger la botella de ron que estaba por la mitad para estallarla contra el banco y proveerme de un arma nuevo, mortífero y mas adecuado para una borracha como yo.

Kesha huía... ¡No! Se abalanzaba hacia su mochila para tomar una botella de alcohol.

Kesha se abalanzó sobre una de sus botellas y la rompió contra uno de los bancos. ¡Oh el desperdicio del preciado líquido causa y curación de todos los males del mundo! Pero ahora tenía un arma. 

Las dos mujeres se miraron, deseosas de rajarse. No para complacer al público, sino para sobrevivir. 

Tras la decepción por las pocas cosas que había en la mochila de Christina, Madonnah escuchó gritos y forcejeos, venían sin duda de la iglesia abandonada.

Mira que lo decía todo el mundo: el alcohol es peligroso. Hasta ahora no había entendido el significado.

El caso es que no quiero acercarme a ese cristal sucio. La única salida que encuentro es lanzarle el cuchillo a Kesha con la esperanza de que se le clave en algún punto vital y matarla.

Algo chocó en la mente de la diva, como cuando de repente te das cuenta de que esos zapatos son de la colección del año pasado.

Oigo algo, creo que están peleando en la iglesia abandonada - ¡Qué poco caché oh my god!, que mínimo que una catedral como Dios manda - podríamos aprovecharnos si no nos ven llegar - sentenció con un guiño a su acompañante.

Agarró el M16 en posición de hacer pupita y comprobando que Cristina aún llevaba el alambre, que menos da una piedra (¿o no?) avanzó en dirección a la iglesia, tratando de buscar un camino entre las casas para que no la vieran llegar.

Mientras avanzaba Mamonna le explicó el plan maestro a su esbirro - La cosa es dejar que se maten entre ellas, después matamos a la que quede, y nos repartimos las ganancias, ¿okis?

El cuchillo rajó un costado de Kesha, consiguiendo que manara la sangre. ¡El mismo cuchillo que América le había dado ahora la desangraba! 

—¡V...vale! —dijo Christina mirando tu reluciente arma. 

Te acercaste con cuidado a la entrada de la Iglesia. Christina seguía pegada a tu culo, a veces "chocando" casualmente contigo. Casi como si quisiera meterte mano, pero "accidentalmente". Al menos no hacía ruido al moverse. 

Te asomaste por la derruida puerta de la Iglesia y viste dentro a dos divas. Morriah y Kesha, que peleaban con armas blancas. Bueno, Morriah tenía un cuchillo que lanzó cortando a Kesha... y Kesha tenía una botella rota en su mano preparada para rajar a Morriah.

Kesha habia sido herida. La primera herida en este combate que ella misma habia empezado a traicion. Herida por el mismo cuchillo que ella habia intentado usar contra su adversaria. Y eso era vergonzoso para ella.
Kesha miro su herida sangrante, tocandosela y viendo que todo aquello era real. Que el combate a muerte no era un simple videoclip.

Pero en ese momento Kesha se dio cuenta de un pequeño error en el ataque de Mariah. Le habia lanzado el cuchillo y esi estaba muy bien por que la habia conseguido herir. Pero Kesha ya estaba armada con su botella de ron partida. Y su cuchillo habia vuelto a ella, dañandola eso si. Pero ahora en el suelo y cerca de ella.

Kesha cogio el cuchillo del suelo. Y miro a Mariah esta vez con mas seriedad y con mas ira en sus preciosos ojos.

- EY PUTILLA!! Veo que se te da muy bien lanzar cosas a la gente, pues ahora te has quedado sin nada. Ven hacia mi si tienes lo que hay que tener - Kesha mueve sus manos armadas amenazándola.

Kesha tomó el cuchillo del suelo, el mismo que la acababa de lanzar Morriah y que le había rajado un poco. 

- EY PUTILLA!! Veo que se te da muy bien lanzar cosas a la gente, pues ahora te has quedado sin nada. Ven hacia mi si tienes lo que hay que tener - dijo Kesha. 

Una risa impropia de una diva, de esas que sólo emiten cuando están a solas y nadie las ve, cuando son humanas rencorosas, celosas, envidiosas y caprichosas y no Diosas Intocables, sale de mi garganta ante la invitación de Kesha a un nuevo ataque.

- Te quité el cuchillo una vez, y puedo volver a hacerlo. Soy más fuerte que tú. Deberías habértelo pensado antes de alimentarte a base de cocaína. Y, bueno, si eso no funciona...

Meto la mano en mi mochila y saco la bolsa de plástico.