Partida Rol por web

- No he hecho otra cosa en los últimos días. Quería estar en forma para ti. - respondió Jefe con una sonrisa pícara mientras palmeaba suavemente el trasero de Boomer cuando la mujer pasó delante de él. Luego fue tras el objeto de su deseo.

Tan pronto como entraron en la camareta de Boomer y se aseguraron de que no había nadie por allí, Jefe preparó una tira de tela con una serie de nudos. Era una especie de señal que los miembros de la tripulación habían improvisado tras la huida y cuyo significado ya conocía toda la tropa ya que el que más y el que menos ya la había empleado alguna vez. Luego cerró la puerta con la señal de "no molestar" bien visible en el exterior y apalancó una silla contra ella para evitar una situación embarazosa.

Tras los preparativos para asegurar el "nido" Jefe dejó de ser el hombre calmado y prudente que todos conocían para pasar a ser un torbellino de fuego. En unos segundos su ropa y la de Sharon estaban en el suelo y sus cuerpos desnudos enroscados en un ardiente abrazo.

HORA DE LA FLOTA 14.00 H. 74 HORAS SIN CYLON. CONDICION 0.

La sala de reuniones, un lugar funcional y de decoración espartana, estaba en completo silencio mientras sentados esperábais a que el Comandante Adama o la Presidenta diesen por comenzada la reunión. De espaldas a la puerta cerrada, en la parte central de la mesa, se encontraban ambos dignatarios y, a ambos lados de éstos, a intervalos regulares se hallaban sentadas las distintas personalidades que habían sido invitadas a asistir. Así, a la izquierda de Adama y por orden estaban el Coronel Tight, el capitán Apollo, la teniente Thrace y tres oficiales del CIC, entre ellos el Teniente Gaetta. A la derecha de la Presidenta, el secretario Keykeya, el doctor Baltar y dos miembros de la presidenta completaban su equipo. Todo el mundo tenía una expresión seria, acuerdo a las circunstancias, y reinaba una atmósfera de expectación contenida.

Levantando la mirada de los papeles que tenía ante él, William Adama se aclaró la garganta y tras mirar a Laura Roslin que asintió conforme comenzó a hablar.

-Bienvenidos a todos, demos por comenzada la reunión. En los puntos a tratar en la orden del día que tienen ante ustedes tienen en primer lugar la exposición de las conclusiones del oficial Táctico. Teniente Gaetta, por favor..

Féliz Gaetta asintió levemente y tras ponerse en pie se dirigió al estrado con una carpeta en la mano. Tras una pausa para desplegarlos y mirar a la sala en general se decidió a hablar.

- Con permiso...he efectuado un cálculo de las reservas de agua de la nave y exactamente se han perdido diez millones de Jps, lo que equivale a un 60% de la reserva total de agua potable de Battlestar Galáctica.

Baltar tamborileaba con sus dedos sobre la mesa de reuniones, un tic que a él le resultaba sumamente relajante, pero que muchos otros encontraban, por el contrario, enervante.

Ignorando las miradas que algunos de los presentes le dedicaban, Baltar seguía en su mundo aparte, pensativo quién sabe sobre qué tema, cuando la preseidenta por fin tomó la palabra.

Con semblante aburrido, Baltar dirigió su mirada hacia la recatada profesora de instituto que se había convertido, por azares del destino, en presidenta de lo que quedaba de la humanidad.

Tras ella, fue felix Gaeta quien habló. Un tipo interesante sin duda ese Gaeta. Parecía más listo que los de su alrededor en la nave, aunque eso no fuera muy dificil.

¿agua? pensó Baltar al escucharles ¿para eso me han distraído de mis investigaciones? No puedo creerlo...  el apuesto doctor puso los ojos en blanco mientras los demás seguían con la reunión...

La reunión había comenzado, se intentaban buscar soluciones a algo serio e importante. Lo que aquí se decidiese podía afectar para siempre a la flota. Como no podía ser de otra forma, asuntos tan delicados necesitaban ciertos formalismos y rodeos antes de hablar del tema en sí. El Comandante y la presidenta dieron paso a Gaeta, que dijo que la situación era grave, habíamos perdido el 60% del agua almacenado. Sin duda tendría repercusiones.

Sigo escuchando atento la reunión, alguno de los expertos tendría que decir cómo tener un 40% de lo que teníamos afecta a nuestra supervivencia, contando en tiempo y personas, cuánto aguantarían las reservas. No interrumpo, porque aunque interesante, ese no era mi campo.

Starbuck estaba allí, casi de forma incoherente, sentada entre los militares. Quizás era la figura que más desentonaba en la reunión, a excepción del doctor Baltar, que era el único notoriamente aburrido y desprovisto de seriedad de todos los presentes. Su mirada se paseaba entre ellos, se clavaba, y lo hizo en rondas alternadas hasta que el Comandante comenzó a hablar. Starbuck se inclinó hacia adelante, apoyando los codos sobre la mesa, cuando Gaetta tomó el relevo. Sus palabras fueron cayendo como gotas, o como granos de la antigua pólvora, despacio, muy despacio, de forma caso imperceptible... y de pronto la mecha y la explosión.

Fue un dato demasiado grave para lo que Starbuck esperaba, aún en sus peores pronósticos.

- ¡Joder! - dijo, sin poder evitarlo, llamando la atención de todos.

Su rostro estaba serio, y no dijo nada más, ni con la voz ni con el cuerpo. Su atención estaba congelada, y su intervención, agotada.

Un murmullo conmocionado recorrió la sala ante la noticia. Laura Roslin intercambió una mirada con su secretario y algunos de sus consejeros se inclinaron los unos hacia los otros sumidos en una intensa conversación. Aunque la reacción fue igual de acusada en el lado militar, al menos los integrantes guardaron las formas y sólo Starbuck se dejó llevar por la impresión. El Comandante descruzó las manos que tenía posadas en el montón de folios y tras suspirar se volvió hacia el Coronel Tight ordenó.

-Hay que racionar lo que quede. Cancele lavandería, duchas...todo lo que no sea esencial.

Saul asintió al tiempo que se ponía en pie.

-Sí, Señor- dándose la vuelta se dirigió al intercomunicador que había adosado a la pared junto a la puerta.

Laura Roslin tampoco había perdido la compostura y mirando al oficial Gaetta que seguía en el estrado preguntó.

-¿Cuánto durarán las reservas?

- A bordo de Galáctica seis días...-contestó con tono eficaz y eficiente- Pero un tercio de las naves de la flota se abastecen de nosotros.

La noticia es una bomba. Quedan seis días para que el agua se agote en la nave, y por si fuera poco, un gran número de transportes civiles dependen de nosotros. SI la noticia se hace pública, la gente, sobre todo los civiles a los que hasta ahora abastecía el Galactica, se revelará y protestará. Que la noticia hace mella en mí, se nota, ya que casi me levanto de mi asiento para preguntar.

- ¿Solo quedan 6 días para que nos quedemos sin suministros? Es una locura, esta noticia puede provocar avalanchas de protestas que se pueden caldear fácilmente. Tenemos que empezar a tomar medidas cautelares, imagino. - Miro a todos, y me arrepiento de haber interrumpido la reunión, pero era necesario plantear las estrategias. Luego me acomodé otra vez en el asiento y hablé mas bajo. - Vamos a tener que posponer la búsqueda de la Tierra para encontrar recursos, ¿no?

El teniente no pareció molestarse por la interrupción al contrario asintió ante las palabras de Apollo.

-Efectivamente, si no encontramos otras reservas de agua las naves se quedarán sin agua en dos días..

El secretario levantó la mirada de la agenda en la que había estado tomando notas y mirando a la Presidenta y luego al Comandante añadió.

-Un tercio de la flota son dieciséis mil personas..-su tono de voz era de incredulidad y angustia.

Laura le miró frunciendo el ceño y con tono amable le pidió.

-Avise a todas las naves que los capitanes la racionen de inmediato- Billy asintió y, tras cerrar la agenda, abrió la escotilla y salió de la sala cerrando tras de sí.

-Habrá levantamientos...-opinó el Coronel tomando de nuevo asiento junto al Comandante- a los civiles no les gustará no poderse duchar, ni lavar la ropa ni tomar sólo un dedal de agua al día- su última afirmación estaba cargada de censura e ironía.

-Gracias por decírnoslo...- comentó la Presidenta sin dejar muy claro si estaba contestando al Coronel Tight o al teniente Gaetta.

Las noticias eran bombas. Quizás eran peores que un ataque Cylon, incluso peor que aquella tremenda alarma que sonaba cada media hora exacta para avisarles que debían salir a luchar. Starbuck vio a la situación mucho peor de lo que esperaba, y sin duda alguna, mucho peor de lo que había sido. Contra las naves podía lucharse; contra los ataques, cabía defenderse. Contra la falta de recursos vitales, sin posibilidad de abastecimiento, no había si no impotencia. En algún momento, sí, el agua se acabaría, lo sabían: pero aquello había parecido muy lejano, dilatado, un problema para luego... y ahora, era el mayor problema de todos. Un problema que sembraría no sólo la muerte, si no también el caos en el interior.

- No les gustará pero es lo que harán, porque cualquiera entiende las situaciones extraordinarias. Y quien no las entienda, se le ayudará a entenderlas - dijo Starbuck, sin mayores sutilezas, primero mirando a Tigh y luego a Roslin - Sólo hay que demostrarles que sus representantes y sus protectores realmente están activos y trabajando para salir de esto. Dar alguna explicación. Hacerles participar. Algo.

Luego miró a Apollo, a Gaetta, y finalmente al Comandante.

- ¿Qué posibilidades tenemos de encontrar recursos en las cercanías? ¿Alguien ya ha analizado alguna?

Adama negó con la cabeza al tiempo que terminaba de tomar notas.

-No, aún no se han dado órdenes al respecto- comentó en respuesta a la pregunta de la teniente Thrace. Volviéndose al Coronel Tight añadió-Coronel, por favor, que se inicie una búsqueda inmediata de reservas de agua en sistemas estelares. Quiero un informe de las posibles opciones cuanto antes...-luego miró al teniente Gaetta- Nada más, teniente Gaetta...

Saul Tight asintió al tiempo que hacía ademán de ponerse en pie. Sin embargo la siguiente pregunta de la Presidenta le hizo detenerse a medio camino.

El teniente Gaetta estaba ya descendiendo del estrado cuando Laura le miró con una sonrisa amable curvando los labios.

-Una cosa más, teniente...-su rostro se puso repentinamente serio cuando a continuación preguntó- ¿tiene alguna teoría sobre qué ha podido causar el accidente?

A su lado el Comandante le miró de reojo durante unos segundos antes de centrar de nuevo su atención en los folios que tenía ante él. Adama pareció escribir algo mientras en la sala la atmósfera se cargaba con un silencio expectante.

El oficial táctico abrió la boca dubitativo e inconscientemente desvió la vista hacia el Comandante el cual paró de escribir pero no alzó los ojos para mirarlo. Interpretando el silencio de éste como un permiso tácito para hablar finalmente contestó vacilante.

-Hay varias teorías por el momento, señora Presidenta- encogiéndose de hombros balbuceó algo inintiligible. La epxresión de su rostro dejaba traslucir claramente que se sentía incómodo.

Laura miró inquisitiva al teniente al tiempo que jugueteaba con un boli que tenía entre las manos.

-Sí...pero ¿cuál es la suya?