Partida Rol por web

La reacción del Director pilló un poco por sorpresa al novato. Estaba acostumbrado por su anterior trabajo a que su presencia resultara incómoda y en algunos casos un poco intimidatoria, pero aquella persona tenía miedo. Como era de esperar, Zarkov ni se inmutó, debía estar más que acostumbrado a situaciones como aquella. John decidió aprovechar la "mano" y jugar sus cartas. 

Hincando una rodilla se acercó con proximidad a la altura del rostro del Director, que permaneció por el momento en su butaca, y con voz queda pero firme le dijo: - Mire, sé que es un momento importante para Usted y de verdad, no quiero entretenerle, pero yo también debo cumplir con mi trabajo y haré lo necesario para conseguirlo. Necesito que me entregue una lista con todo el personal a su cargo que se haya incorporado recientemente, actores, ayudantes... Cualquiera. En especial la de la mujer que acaba de actuar. Sabe de quién hablo, es la mejor con diferencia. Lo quiero ya, si tarda demasiado mi compañero actuará y él no será tan condescendiente. Le cerrará el espectáculo y realizará una inspección a fondo hasta que quede satisfecho -

John se retiró confiando que sus palabras hubieran causado mella y consiguiera la información. Era importante descubrir al replicante antes que de que ellos fueran sorprendidos.

El director abrió los ojos asustado. ¡Cerrar su espectáculo, eso era lo peor que podría pasarle! Se volvió a secar las gotas de sudor que aparecían como en una tarde lluviosa. - De... Debe de referisre a ....  - Tragó saliva. - A Cris...  Es la actriz principal... NO... ¡Sin ella esta obra no podrá estrenarse! - Volvió a pensar la frase del agente. - Espere, También está... Ma... Ma.... Maribel. Lleva do.. do ... dos semanas como gat... gata. - El hombre estaba muy asustado.

A un lado del director, un chico joven, con una camiseta ceñida y unos vaqueros extraños se alejó del lugar comentándole al director que iba a por la lista. El hombre asintió y esperó sonriendo de modo claramente falsa a los agentes.

El director apenas consiguió hacer una frase sin que se atropellaran las palabras en su boca. Se jugaba mucho, pero el trabajo de blade runner estaba por encima del ocio y el espectáculo. Aunque mucho le costase al asiático, tenía que llevar a cabo su labor. - ¿Están ahora todos en bambalinas? Un muchacho se alejó de escena informando hacerse cargo de traer la lista del elenco, pero John sospechó de él. Con una señal de sus ojos a Zarkov indicó que avisara a los otros dos compañeros de los nombres dados por el director. Cris y Maribel. - Acompañaré a su ayudante. Gracias por la información y disculpe las molestias...  En realidad, el novato temía que el muchacho avisara a la actrices de su presencia y pudieran escapar por alguna salida no controlada. - Agente Zarkov, transmita la información y permanezca alerta. Puede que le necesite -

Y sin más explicaciones, el asiático se dispone a seguir al muchacho de los vaqueros desabrochando su chaqueta. Los pasillos podrían ser estrechos y serían perfectos para una emboscada. Quiso tener su arma al alcance si fuera necesaria. - Un momento chico, le sigo -  Y dejó un par de metros de distancia entre ellos, para si nada lo impidiera, llegar hasta la estancia donde descansaba la esperada lista con la información personal del elenco.

Henry le hizo una seña al agente Schreiber levantando los brazos. - ¡La he perdido! - Le indicó.

La muchacha parecía haberse desvanecido del teatro. ¿Donde podría haberse metido? Los agentesllegaron hasta el final del pasillo de camerinos - ¡Mierda! ¿Y ahora qué hacemos?

El chico avanzó entre la multitud, en cuanto se dió cuenta que el agente le seguía por los pasillos se asustó y aumentó la velocidad de sus pasos. Los pasillos estaban llenos de actores y músicos comentando el ensayo general, el vociceo era intenso y el volumen alto. Era fácil sentirse como en una lata de sardinas entre esos pasillos. Un lugar fácil para perderse.

Puse mis manos en jarras decepcionado.

Mis piernas ya no eran lo que solían ser, al igual que mi vista. Alcé la vista al agente y le puse las anos en el pecho para calmarlo y con mi rostro sereno le respondí.

- Muy bien, tranquilo. ¿ Que haces usted cuando pierde algo? Pregunta a su mujer, ¿no?¿ Tiene mujer?¿ Hijos? Bueno, da igual.- Intenté sonreir. ¿ Que podía esperar de un agente como McMillan, que se veía que era de los típicos que disparaban antes de preguntar.- Preguntemos. Esa cosa no ha salido de aquí y lo mas probable es que haya ido a su camerino o se haya escondido en alguno. ¿ Por que no empieza a mirar usted por los del principio y yo por los del final. No encontraremos en el centro del pasillo

- Sabemos el aspecto que tiene. Y si ha cambiado o se ha disfrazado basta con interrogar rápido a alguna y preguntarla cuánto tiempo lleva aquí.

Me dirigí al extremo donde me había parecido verla por última vez y abrí uno de los camerinos - Ah! Y...McMillan, no parezca un policía, ¿quiere?- Llame con los nudillos a uno de lso camerinos y justo cuando abría la puerta me presenté a los del interior antes de abrir la puerta.

- ¿Hola? Disculpen, soy del sindicato de actores de L.A. ¿Me permiten... un minuto?

John siguió al joven tras bambalinas. Pero pronto se encontró con algo con lo que no había previsto. La aglomeración. Aquel pasillo atestado de gente nerviosa y moviéndose de un lado para otro, convertía la estancia en una tortura para el asiático. El muchacho salió del campo de visión del blade runner. Todo era gente empujando y John notó cómo su respiración se aceleraba conforme la situación se tornaba mas claustrofóbica. Se soltó el nudo de la corbata e incluso por unos instantes, se le pasó por la cabeza la descabellada idea de sacar su pistola y pedir que todos se agacharan. 

Lo cierto es que había perdido el control de la situación. Todo lo que quería era salir de allí. Ahora no importaba qué opinaran al respecto Zarkov, Schreiber o el mismo Bryant. Así que si durante el trayecto había alguna puerta abierta donde pudiera salir del gentío, la usaría para tomar aire. Sabía que había perdido una pista caliente. Probablemente aquel chico fuera a avisar a alguien, debido a su comportamiento. 

Ninguno de los camerinos en los que el agente Schreiber buscaba se encontraba Cris, así que el agente siguió buscando. Tras el septimo camerino abierto, la mujer que habían identificado como Cris abrió la puerta, y con un rostro serio preguntó. - OH, ¿Quien es usted? No trabaja aqui...

El tono de voz era de curiosidad. No parecía fiarse de alguien desconocido.

Cuando encontré a la chica... perdón... la tostadora me quedé un poco petrificado al principio.

Realmente no esperaba hacerlo, ya que con cada puerta que abría mis esperanzas se esfumaban. Mi rostro cambio y mostró una amplia sonrisa. Fingida desde luego.

-Oh, le ruego me disculpe. Mi nombre es Mercer y ...oh, ¿no la habían avisado?- Dije con el ceño fruncido mirando de vez en cuando, de forma exagerada al exterior.- ¡Siempre lo mismo! Cada vez que voy a un sitio me hacen lo mismo. - Puse los brazos en jarras sobre mi cintura, como si estuviera realmente enfadado y con cara de circunstancias. - En serio el director de este sitio no la ha dicho nada? Vaya por dios.

Luego la miré con pena y cerré la puerta del camerino con cuidado.

-Bueno, será mejor que se siente... ¿tiene un poco de agua? La sentara bien porque..verá... son malas noticias. Vengo para que firme el finiquito. Así es, como lo oye. Ese malnacido de ahí fuera...-  Señale con un dedo justo a la puerta-... la ha despedido. ¿Se lo puede creer? La he visto desde allí atrás mientras actuaba y realmente no entiendo al director.  Me dice... "Mercer, será mejor que la hagas firmas el finiquito. No da la talla". Y yo con cara de extrañado! Creía que había hablado anteriormente con él o algo así... y mas después del tiempo que debe llevar usted trabajando para él... porque... dígame, llevará mucho tiempo por aquí, ¿No? Siempre podría reclamarle una buena suma por despido improcedente...

La mujer, sin cambiar el semblante serio contestó al hombre que acababa de entrar en su camerino. - Su identificación, quiero verla. - El tono de voz era de autoridad. Estaba claro que no iba a dejarse engañar tan fácilmente. - ¿Usted cree que el director va a despedir a la actriz principal a tan pocos días de la actuación? ¡Já! 

Se acercó al armario para rebuscar dentro de él. Al cabo de unos pocos segundos sacó una chaqueta de color veig que manutov en su mano. Su mirada se fijó de nuevo en el hombre en su camerino, era realmente guapa. Andó sensualmente hasta Mercer y con la mano libre acarició la camisa en la zona del pecho. - Su identificación, aún no me la ha enseñado. No haga esperar a una dama. 

John, perdido entre tanto ajetreo, perdió de vista al ayudante del director. Vaya faena, para una vez que estaba en el campo junto con los verdaderos héroes y la fastidia de ese modo. 

De pronto, una mano lo sujeta del hombro, al darse la vuelta se encuentra cara a cara con McMillan. - ¡John! ¿Qué hace aqui? ¿No debería estar con el director? - El agente estaba extrañado, no entedía que John se hubiera desviado del plan. 

En el momento en que el Blade runner comienza a perder la capacidad de autocontrolarse, una mano en su hombro se posa firmemente. El novato desenfunda y se gira hacia él. - McMillan... - Dice con rostro sudoroso, y aparta su arma. John trata de justificar su actitud poco profesional indicando al recién llegado lo ocurrido. - E... Estaba siguiendo a un sospechoso. Un... Un joven que estaba hablando con el Director se ha escabullido entre el gentío. Creo que va a avisar a alguien.... Pero le he perdido el rastro -

El asiático le da la descripción del muchacho al agente. - Puede seguirle Usted, yo me repondré en un momento - Masculla siendo consciente del estado que muestra a su compañero. En parte por no perder el rastro de su sospechoso, pero sobre todo por la vergüenza que siente en esos momentos.

McMillan intentó escabullirse dando un paso hacia atrás, pero la gente se lo impidió. Miró a los ojos a John, incrédulo. Cuando éste hubo apartado el arma que apuntaba en su dirección, Henry se calmó. No dijo nada. 

Henry ojeó alrededor rápidamente. Parecía preocupado. - Schreiber y yo estamos buscando a la andrillo. Creemos que está en alguno de los camerinos, ahora mismo iba camino al inicio del pasillo para buscar uno por uno entre las habitaciones. - Hablaba con tono de urgencia. Era de esperar, no podían dejar que se les escapara. - Puedes ayudarnos o buscar al muchacho. ¿Qué vas a hacer? - La última pregunta parecía amenazante, sin embargo el agente tenía el semblante de urgencia.

Sonrei algo confuso por la pillada, pero aun era perro viejo y tenía mas ases en la mano.

Estaba claro que esa chica... o replicante, la había hecho muy bien. Demasiado bien. Eso me hizo pensar en mi difunta señora Schreiber. Lévemente, al menos. Finalmente levante la vista y me aparté de ella, bajándole con delicadeza la mano.

- Esta bien. Me ha pillado. Es usted lista, pero... - Me puse serio y me llevé la mano al interior de la chaqueta.- Quiero que entienda que sólo quiero información. ¿Entiende?- Saqué la mano de la gabardina, dejando, deliberadamente al descubierto, el revolver reglamentario, y saqué la cartera con la indentificación, aun sin abrirla.- Mi nombre si es Mercer. Pero soy del departamento de inmigración.

Fue entonces cuando abrí la cartera y se la enseñé sin darle demasiado tiempo a que leyera lo que en ella ponía. Le bastaría con ver el brillo de la placa. Sonreí aunque no satisfactoriamente.

-Repito. Información. Ahí fuera, tras la puerta hay tres agentes mas. ¿Entiende lo que le digo? Un ruido o una orden mía y entraran aquí sólo con una idea. Y ellos no hacen preguntas. - Paré un segundo antes de ofrecerla algo más. - Prometo que será rápido. Ahora. Respuestas. ¿Por que no toma asiento?

La muchacha se apartó asustada del hombre tras enseñar su indentificación. Sin decir nada mas se fué retirando poco a poco hacia atrás, como una gata asustada, hasta sentarse en el apoyabrazos de otro sillón mas alejado. - ¿Cree que puede hacer esto aqui? ¿Porqué sus amigos no están aqui? Seguro que está solo y es todo una sarta de mentiras... 

El cambio de actitud de ella era evidente. ¿No era éste el primer encunetro con un andoride para Schreiber? Era experto en el test Voight-Kampf, pero nunca se había efrentado con un andoride rebelde. ¿De qué sería capaz este ser?