Partida Rol por web

Señor Willis, cuando crea comida, no hace falta acabar con la competencia, pero cuando se hace a partir de restos de seres humanos, hay algunos ingenuos que creen que eso no está nada bien. Por eso tuvimos que acabar con nuestros socios. De todas formas, ahora todo eso no importa. Creo al igual que usted, que deben huir, sobre todo usted, agente Blessing, que está perseguida por incitación a la rebelión y que no me cabe duda de que será retirada muy pronto... a no ser que no la encuentren, claro. Usted, agente Willis, puede que solo sea encerrado de por vida o enviado a una de las colonias de Marte.

Solomon sonrió como un cabrón, o al menos, esa fue la sensación que dio.

Les daría un pase, pero me temo que eso no existe. No hay pases para marcharse de la ciudad. Cualquiera puede hacerlo, sabiendo que jamás volverá. Les aconsejo además que lo hagan ya, puesto que se activó una alarma silenciosa en cuanto entraron y no tengo ninguna duda de que sus propios compañeros serán los que aparezcan dentro de unos minutos. 

Y justo en aquel instante, aprovechando que una de las ventanas estaba abierta, escuchasteis varios frenazos en seco. Solomon se asomó.

-Sí, creo que ya están aquí. Será mejor que se marchen. Oh, pueden ir a la prensa, si quieren. Buena suerte.

- Esos pases... - Dijo Joy Blessing. - Tienen que existir... - Acabó la frase con un susurro. 

Les tocaba de nuevo correr. Ella no podía matar a todos esos tipos. Era lo que merecían, pues nada justificaba el asesinato de personas inocentes, por mucho que sus ideales estuvieran equivocados. Ahora tocaba de nuevo correr. No había otra alternativa. Correr y tratar de salvar el pellejo. Miró a Richard y posó una mano sobre su hombro.

- Debemos irnos... - Le dijo convencida de sus palabras. - No nos queda más alternativa que tratar de huir. - Y dicho aquello salió de la habitación. 

Lo cierto era que no había acabado de entender lo de la alarma silenciosa. ¿Estaba activada una alarma por su alguien echaba la puerta abajo? ¿O es que alguno de los presentes había tocado un botón de pánico? Fuera como fuera, los vehículos policiales estaban allí y bueno, sin duda alguna no les harían caso si les contaban la triste realidad de lo que había sucedido.

Aunque me doliese admitirlo, habíamos perdido toda opción de conseguir algo. La mera idea de usar cuerpos humanos como comida y venderlos como si fuera una barrita energética me daban ganas de vomitar, pero debía de pensar con la cabeza fría y la mano de Joy me trajo a la cruda realidad, teníamos que huir, los coches de policía ya habían llegado y no tardarían en atraparnos sino nos íbamos de allí inmediatamente, así que miré a mi compañera con gesto abatido.

-Está bien, larguemonos de aquí...- gruñí deseándoles a aquellos cerdos la peores de las muertes-hijos de perra- susurré mientras salía del piso a todo correr, tenía que sacar un momento y llamarla por teléfono...

Sin daros cuenta, Hobbart movió una mano bajo su chaqueta, sacó su arma y disparó. Durante unos breves segundos, había dejado de sonreír para concentrarse en que su mano se moviese sigilosamente, porque de ningún modo iba a dejar que os escaparáis sin darse el gusto de meteros una bala.

Después de todo, siempre le habíais caído mal, sobre todo Willis, con sus putos ideales, y ese estúpido pellejudo, esa Joy Blessing, que se creía humana. ¡JA!. Había follado con muchas y ninguna de ellas le había demostrado una mínima cantidad de calidez.

-A tomar por culo -dijo en voz alta, mientras apuntaba y disparaba rápidamente.

Por desgracia, su disparo fue terrible. Quizás fuesen las prisas por matar a cualquiera de los dos, o simplemente que era mal tirador; o que estaba medio borracho. El caso es que la bala impactó directamente en la pared, justo entre Joy y Richard, y se encasquilló, dejándolo completamente expuesto.

-¡Oh, mierda! -exclamó, mientras Solomon, Lentwood y Simonson se quitaban de en medio.

La programación de Joy Blessing, así como la de cualquier androide, le impedía matar a un humano. Las leyes de la robótica eran muy claras en eso. Sin embargo, si podía hacerlo para preservar la vida de otro humano. Podía disparar a matar en cuanto se generaba una situación de peligro y Hobbart le había dado el motivo perfecto para hacerlo.

En cuanto aquel hombre disparó contra Richard Willis, Joy supo que era su oportunidad. Todavía tenía el blaster en la mano, así que lo alzó, apuntó hacia su compañero y con una sonrisa en los labios, accionó el disparador.

Hobbart vio perfectamente lo que se le venía encima, y cuando la bala de Joy le atravesó el pecho, no pudo hacer otra cosa que mirar con gesto de sorpresa el agujero que había dejado, con la boca muy abierta, antes de caer al suelo de bruces.

La bala fue a incrustarse, junto con algunos pedazos de sangre y ropa, en la pared, justo al lado de la ventana y de Foley, que miró sin inmutarse demasiado, primero la bala y después de Joy.

-Yo diría que tenemos un testigo menos del cual preocuparnos, ¿no, señores? -comentó, mirando hacia los demás, que salvo Simonson, que sí que parecía ligeramente asustado, daban la sensación de que no les afectaba para nada la muerte de Hobbart ni tenían sensación alguna de estar en peligro.

El disparo de Joy había dejado a todo el mundo un poco en situación de espera, así que nadie se percató, o al menos, no parecieron recordar, que la policía tenía que estar subiendo las escaleras en aquellos precisos momentos. 

Kelly fue la primera en aparecer, revolver en mano, seguido de la capitana y varios agentes más.

-¡Quietos! -gritó Kelly, apuntando con su arma directamente a Richard, que aún no había reaccionado a todo lo de Hobbart. Los ojos de ambos se cruzaron un instante, aunque después, Louise miró de reojo al resto de la habitación. Aquella sí que era una extraña reunión.

-¡Qué nadie se mueva! -dijo, con la mandíbula tensa y los ojos intentando dilucidar qué estaba ocurriendo allí.

La capitana hizo una señal a sus hombres para que permanecieran fuera y entonces, cerró la puerta, quedando dentro únicamente los presentes.

Después, caminó alrededor de Joy y Richard, sin interponerse entre éstos y el arma de Kelly, y llegó hasta el cuerpo de Hobbart. Miró a Foley, como si fuese a preguntarle algo y después se giró hacia Richard.

-Richard, ¿quiere contarme algo?

El impacto en la pared me hizo girar al instante apuntando con el blaster el punto de origen que era Hobbart pero antes de que pudiese yo apretar el gatillo una mancha carmesí crecía en su pecho cuya bala había atravesado con facilidad. Me quedé mirando a Joy con un gesto de gratitud, ahora con el arma en alto apuntado a los allí presentes aunque Foley no se inmutó lo más mínimo, hubo unos segundos de silencio y paz inesperados pero había que huir ya mismo, me giré de nuevo listo para salir de aquella habitación pero entonces llegaron Louise y Taylor. La primera me apuntaba directamente y la segunda se acercó al fiambre de Hobbart.

Alcé las manos en señal de rendición mirando a Louise con preocupación-descuida, yo no soy el malo aquí, puedes creerme, no es lo que parece...-dije con aplomo mirando a Taylor a continuación.

Cita:

-Claro que si jefa, Joy, baja el arma- ordené, en aquella situación mostrar hostilidad solo traería problemas-Verá jefa, el nuevo negocio de Solomon y Lentwood, ese tal Soylent estará compuesto de carne humana y como al resto de la directiva estaba en contra utilizaron a un N5 como sicario para que luego fuera el cabeza de turco, total ¿Que importaría? Es un pellejudo a retirar y el asunto quedaría zanjado- contesté desplazando mis ojos entre todos los presentes, mirando con desprecio a los implicados en aquellos asesinatos.

-Pero entonces aparecimos nosotros y le jodimos el plan, siguiendo las pistas que nos iba dejando aquel Nexus, sabía que tendría que autoterminarse, pero antes quiso redimirse y nos ayudó a descubrir todo el pastel. El Comisionado, Hobbart y su Replicante estan pringados también, de hecho pillamos infraganti a Hobbart y a su compañero matando a un contacto mío que nos estaba ayudando en la investigación-entonces miré a Taylor-jefa usted me conoce, sabe cómo soy y tú, sabes quién soy realmente..-clavé mis ojos en Louise-ellos son los culpables, ellos son los responsables de todos estos asesinatos- finalicé con cara tensa, esperando a ver qué ocurriría a continuación.

La capitana no se movió un ápice mientras Richard hablaba. Miró, eso sí, a todos los que estaban en la habitación, esperando algún tipo de reacción por parte de alguien, algo que finalmente, no se produjo.

-Baja el arma, Joy -dijo sin inmutarse -. Chicos, estáis perseguidos por la retirada sin permiso de un agente de policía y el asesinato de un tal Eugene Allison. 

Antes de que ninguno pudiera decir nada, levantó una mano.

-Creo que aún no he encontrado nada. Seguramente tardaré una hora aproximadamente en hallar una pista que me lleve hasta vosotros. ¿Lo habéis entendido?

Después se giró hacia los demás y miró a Foley.

-Usted es un hijo de puta, y me da lo mismo en lo que esté metido. Si va a la comisaría dentro de una hora, tendrá mi renuncia y una declaración oficial. De lo contrario, le meteré una bala aquí mismo.

Taylor sacó un arma y apuntó directamente a la cabeza de Foley.

Capitán, no tengo nada en contra de sus chicos. Digamos que dentro de una hora me paso por la comisaría y hablamos tranquilamente. El agente Hobbart, aquí presente, fue en realidad quien disparó y acabó con la vida de Eugene, así que será fácil cerrar el caso, siempre que no haya nadie para decir lo contrario.

Foley desvió la mirada hacia vosotros.

- Hobbart mató a aquella gente... - Dijo Joy Blessing muy secamente. - Iba a hacer lo mismo con el resto del staff de Soylent. Richard y su compañera replicante le detuvieron justo a tiempo. - Joy esbozó una sonrisa. - Usted ni siquiera está aquí... - Le dijo a Foley. - El agente Richard, la agente Kelly y la capitana serán condecoradas por resolver el caso. Esa escoria... - Miró a los tres ejecutivos. - ...se hará millonaria. Más aún...Y en cuanto a mi... - Ladeó la cabeza. - Me ayudarán con cierto asunto. Con todo ese dinero que van a ganar, no les será difícil sacar a unos cuantos pellejudos de la ciudad. ¿Es así como nos llaman no?

Que Foley estuviese dispuesto a cerrar el caso cargando el mochuelo sobre Hobbart, era un solución válida para que nosotros pudiéramos seguir siendo policías y no convertirnos en fujitivos, él tenía tanto que perder o más que nosotros, escuché las palabras de Joy y miré a Louise, mostrándole una pequeña sonrisa para seguidamente centrarme en Foley-No hacen falta medallas...yo estoy dispuesto a renunciar también si me dejan tranquilo,me he hartado de ser Blade Runner- volví a mirar a Louise y recordé lo que hablamos en aquella cena juntos, comentando lo que podríamos hacer en un futuro-Ellos...han ganado, tienen su negocio y ya hay una cabeza de turco que al final nos beneficia a todos...-dije cabizbajo. Era duro decirlo pero si quería tener una vida medianamente normal con Louise, deberíamos de tragar.

-Y como mi compañera dice, si le ayudan con su problema, ella tampoco les molestará ni dirá nada-dije mirando a los tres cerdos que nos miraban con atención.

-Hijos de perra-