Partida Rol por web

-Claro. - Asentí a ambos hermanos, me les quede mirando por unos segundos impresionado, todo lo que hacían parecían un reflejo el uno del otro, era muy raro de ver, incluso cuando les toco saltar era como ver una repetición. Junto a ellos llego Ann enseguida.

-Me parece bien, me ahorrare el tiempo de viaje de mi casa hasta acá, aunque... - señale a ambos hermanos. -*Creo que me voy a divertir con ustedes dos.

Una vez aseado y con el uniforme escolar entré al comedor para encontrarme una de las salas con más bullicio de la escuela. Supuse que era algo a lo que tendría que acostumbrarme, me gustase o no. Y más aún si tenía que trasladarme a la residencia de la escuela. Era lo que más me había sorprendido del día, y lo que más difícil me resultaría durante el curso.

- Aunque respecto a mi madre, puede que sea lo mejor. - Me puse a la cola a esperar mi turno y pedí arroz, algo de pescado y sopa de miso para tomar, un poco genérico pero bastante saludable y suficiente para llenarme. Oteé los asientos libres y pude divisar a algunos de mis compañeros, aunque los dos más ruidosos aún no parecían haber llegado.

Hacer amistades nunca había sido mi fuerte, así que busqué una zona calmada y me senté por mi cuenta en otro sitio.

Souta, tras ducharse y cambiarse, se dirige hacia el comedor como el resto de sus compañeros. Al entrar, otea un momento el comedor para ver quienes están allí. Después se acerca a la barra para tomar una bandeja y sobre ella pone una ensalada, un poco de pescado y fruta.

Cuando esta listo da un vistazo a las mesas hasta que ve en la que se encuentra sentado Tadashi, se acerca a ella, coloca su bandeja sobre la mesa, se sienta y empieza a comer, sin mediar palabra.

Parece malhumorado...

- Entiendo - dije mientras miraba a Mizuki para después, entrecerrar los ojos - Aguardaré al día que quieras dar una respuesta de por qué quisiste seguir este camino. 

Saludé al recién incorporado Denshi y empecé a comer de manera pausada, escuchaba con atención lo que él y Takeshi habían dicho sobre sus motivaciones y su visión sobre qué tipo de héroe querían ser. 

- ¿Mi motivación? - dije mientras comía de manera pausada - Es sencilla. Hace tres años un grupo de villanos atacó la sede de la empresa química Wakashimazu. Mi tío falleció pocos días después en el hospital por las heridas sufridas en el ataque. No es información personal, salió en las noticias en su momento y no hace mucho emitieron un reportaje recordando el incidente. 

Hice una ligera pausa y muchas imágenes vinieron a mi cabeza, el hospital, la cama, yo mismo llorando por primera vez a mis trece años. Di un ligero suspiro y abrí los ojos, éstos mostraban un brillo determinante. 

Aíslalo, es sólo una emoción de tristeza y añoranza, vuelve a tu estado basal y deja que gobierne lo racional. 

- Pondré mi habilidad y conocimiento al servicio de aquellos que me ayuden a combatir a los que me lo arrebataron todo. - intenté relajar mi pose tras decir esta frase. - Pero sé que esa no es la respuesta completa, la venganza no es algo que me llevará hasta la cima o a ser el mejor y desarrollarme al máximo. Cuando Mizuki diga lo que le llevó a seguir su camino, tal vez en ese entonces yo haya encontrado mi respuesta. 

Seguí comiendo, aunque esta vez aceleré algo el ritmo. 

- Podría decirse que también aspiro a ser el número uno, si logro llegar hasta ahí, significará que estoy listo para estar entre la élite y mis habilidades están en un nivel que me permitirá afrontar lo que esté por venir. 

Aunque jamás descuidaré el colaborar y trabajar en equipo. Colaborar siempre aumentará las posibilidades de éxito en la lucha contra el mal. 

Murasaki ingresó al comedor de forma bastante tardía. Traía una expresión un tanto sombría, perdida en sus pensamientos. Como tantos otros, se había cambiado al uniforme estándar de la escuela y aseado propiamente, aún tenía el cabello húmedo y todo, aunque peinado. Pero en esta ocasión traía puestos guantes finos de color gris haciendo juego con el uniforme. También traía medias que llegaban hasta el muslo, de un color rosa oscuro que le daba un aire algo más femenino a su aspecto. Ya no portaba la bandita en el rostro con la que había iniciado el día, adicionalmente.

Hizo fila para pedir almuerzo, pero al tomar la bandeja para comenzar su selección, la dejó caer al suelo por accidente.

-¡¡L-lo siento!! -se disculpó con el encargado de la cafetería y la gente que tenía alrededor rápidamente, y volvió a recoger la bandeja con la misma velocidad- Me gustaría...ramen de cerdo, con carne extra por favor. Y...jugo de naranja sin pulpa, gracias.

Cuando estuvo servida, se giró a tratar de ubicar su curso. La mayoría estaban concentrados en una parte del comedor, por lo cual después de algunos cuantos segundos comenzó a identificar colores de cabello y luego, individuos. Por suerte, algunos eran mas reconocibles que otros. Avistó la mesa de Shinji que compartía mesa con los gemelos y Ann, y no se le ocurrió realmente otro sitio para sentarse, por lo que esperaba ser bien recibida ahí. Sin embargo, frenó un momento en la mesa de Yuuki e intercambió unas palabras, antes de continuar camino hacia el grupo.

Me siento muy mal...quizá debería haber avisado antes de mis problemas personales, probablemente ahora la escuela no sepa qué hacer con alguien tan problemática como yo. Siento que las cosas que dijo eran genuinas, pero no puedo evitar sentir que estoy trayendo demasiados problemas sin avisar.

Mi quirk..."Mitocondria". Sé que en papel suena a algo muy flexible, pero lo mejor que hace desde un comienzo es hacer explotar en llamas a otros. ¿Puedo realmente volverme una heroína profesional con esto?

...

Se interrumpió cuando tomó la bandeja, sujetándola con la izquierda. El dolor residual de la quemadura aún estaba, y le hizo aflojar el agarre enseguida dejándola caer. Para cuando la levantó de nuevo, la sujetó con ambas manos, pero dejando la mayoría del peso en la derecha y usando solo las yemas de los dedos de la izquierda. Quería probar ramen

Quiero confiar en las palabras del profesor.

Realmente se sentía motivada por la corta charla, a pesar de ser un manojo de inseguridades aún. Aquello fue el comienzo tímido de su determinación personal. ¿Por qué estaba ahí? Mayoritariamente, porque se sentía culpable y quería tratar de enmendar un poco sus obras. Pero...sentía que quizá debería comenzar a buscar un motivo propio y más personal.

Ese chico...¿está solo? A nadie le gusta estar solo...al menos a mi no me gusta. No recuerdo que hablara mucho en la clase. Quizá...si alguien le habla se anime a hablar más? Uh...yo no soy la persona más indicada, pero...supongo que puedo tratar...además quería decir algo sobre su quirk aunque no soy quien para hablar. ¿Supongo que debería tratar...?

-Uhm...hola, disculpa. Soy Shindou...Murasaki, estoy en tu clase. -movió los ojos de un lado a otro, nerviosa, y luego los clavó en su ramen- Imagino que ya sabes eso, lo siento. Eres Hamaza, ¿verdad? Estás solo...y bueno...a nadie le gusta estar solo. Bueno, quizá a ti si...¡no quiero decir que esté mal que te guste si es el caso! 

Tomó un momento para tratar de ordenar lo que quería decir.

-Quería sentarme con Ten ya que es la única persona con la que aproveché a hablar, y parece que tiene compañía. Parece que hay más lugar así que...¿quieres sentarte allí también? No creo que a nadie le moleste.

Mientras comía noté la actitud de Souta, me daba una idea de porqué se encontraba así.

-Es por Murasaki, verdad?- dije mientras notaba que ella llegaba- crees que el profesor la llamó porque destacó en algo, la verdad es que no se cuál es su quirk pero podemos invitarla a almorzar con nosotros, de hecho te quería hablar porque creo que tendríamos que extenderles el honor de nuestra compañía a unos pares-

Mizuki seguía comiendo mientras valoraba lo que decían sus compañeros.

- Vaya, parecen que todos vienen de grandes familias, de héroes o en tu caso Naito de empresarios. Umm, había oído hablar del ataque a la empresa química, pero no me había fijado en el nombre, parece que era de su familia.

- Mis orígenes son más humildes, mi madre era profesora de un pueblo, daba clases de todos los cursos hasta justo antes la universidad! Y mi padre era campesino y cazador.

- Veo que al menos dos de vosotros aspiran ser el número uno, creo que es un puesto bastante codiciado, y sólo hay una plaza. Mucha suerte! jeje

-  Bueno, hablemos ahora de los quirks de la gente. El mio ya os habreís percatado, pero consiste básicamente en manipular fuego que haya a mi alrededor. Aunque también puedo generarlo!

- ¿Cúales son los quirks que os han parecido más interesantes? Los vuestros Denshi y Naito parecen desde luego muy interesantes, y el tuyo Takeshi parece muy práctico.

Entre nuestros compañeros he visto también varios quirks que parecen incrementar las habilidades físicas, no obstante me ha llamado la atención de del príncipe extranjero Hirotaka. Al principio pensé que simplemente incrementaba su fuerza, pero juraría que en la práctica le he visto crear una pequeña esfera como si fuera un sol en miniatura.

También me pregunto por Murasaki, parecía incrementar sus habilidades físicas, pero os habéis fijado lo que hacía con la manos mientras lo hacía? Igual eso está relacionado con su quirk.

También ha sido impresionante el poder de Nakuro. Pensé que sólo podía hacer cosas pequeñas, pero luego se ha vuelto gigante!

Apenas había comenzado con el arroz cuando escuché un golpe que resonó por el comedor. A alguien se le había caído la bandeja, y esa persona resultó ser Murasaki. Parecía estar bastante nerviosa tras la conversación con Aizawa y, para mi sorpresa, tras coger su comida se acercó a mi mesa.
No había tenido contacto alguno con ella durante las pruebas, sin embargo me había invitado a almorzar junto a ella y un pequeño grupo en el que se encontraba Shinji.
Me tomé unos segundos para pensarlo y luego me levanté de mi asiento tomando la bandeja conmigo. - De acuerdo. -
La verdad es que no tenía razón de peso para negarme a ello, y allí no parecía estar Hirokata. - Te sigo. -
Quizás pudiede descubrir qué llamaba tanto la atención a nuestro profesor de esa chica.

Hirotaka llegó acompañado de Reika, aquel lugar era cuasi maravilloso…¿era así en todas las escuelas?, el fue educado en palacio, por lo que no sabía de escuelas más allá de lo que veía por internet o los libros, ¿Por qué era todo tan excelente y maravilloso?

El olor, el bullicio de las voces y la gente charlando amistosamente…aquello si que era vida. Hirotaka no tardó en acercarse con gran presteza al mostrador lleno de bandejas, fijándose en el proceso en aquel héroe conocido como Lunch Rush.-¡Es…es un héroe de verdad!...-Exclamó alucinado.-¿Por qué todo es tan genial en esta escuela?, las chicas, los uniformes, las pruebas, la comida…¡es lo mejor!-Con gran alegría se sirvió una cucharada de arroz, un poco de carne y una ensaladita ligera, ¡había que mantener la línea!, además de que ya recibía los nutrientes suficientes gracias a su dieta equilibrada.

Iba a ser algo extraño vivir en aquel lugar, sobretodo porque no podría volver al apartamento de 9 plantas que compró su padre exclusivamente para el y sus criados, ¡pero sobreviviría!, en eso consistía ser un héroe, en superar las adversidades.

-¡Reika, Reika, sentémonos ahí!.-Exclamó señalando la mesa de Ann-¡Se me acercó antes y dijo que comiéramos todos juntos!...la…la gente de aquí es amable…algo huraños, pero …pero con buen corazón-Ya se emocionaba solo de pensar que había hecho amigos.  

Casi llego corriendo a lo que sería el comedor, no sin antes haber pasado por el vestuario para ducharme y ponerme mi ropa de nuevo. Era demasiado mi gusto por el negro como para ignorarlo el primer día y en un momento tan especial como la comida.

Mi olfato empieza a identificar diversos tipos de platos elaborados. Unos muy conocidos como el ramen o el tonkatsu, y otros desconocidos y exóticos, que identificaba a medias tintas. Pongo rumbo sin pensarlo hacia la zona del buffet.

-¡Lunch Rush! No puedo creer que un héroe profesional culinario nos haga todas esas delicias.

Miro todas y cada una de las bandejas que por allí habían. Todas tenían una pinta apetecible, y los aromas era tan intensos como deliciosos. 

-Pollo, cerdo, ternera, carne de res, estofado, wagyu.... Aaaaaaah que despliegue proteico tan grande. Y el calor de la cocina está haciéndome sentir con algo más de energía después de todo el esfuerzo físico de la mañana. No podía ser mejor. Todo el umami que puedo llegar a sentir a nivel internacional, cosas que no he probado nunca, no puedo simplemente ignorar eso! Hirotaka, mira allí. ¡Y allí! Oh, y mira aquello, tiene que ser delicioso. ¡Si, sin duda alguna debe serlo! ¿¡ESO ES SOLOMILLO!? ¡Adoro el solomillo!

No me lo puedo creer. Esta parte será la mejor del día, con diferencia. Miro al príncipe, aún con la cara sonrojada y los ojos grandes y cristalinos, derrochando alguna lágrima de alegría.

-¡Va, espabila! Tenemos que comer todo cuanto podamos y probar todas esas delicias. Busca sitio, que yo voy a llenar las bandejas.

Digo con energía mientras me acerco con ganas de probarlo todo, señalando cada una de las bandejas con comidas diferentes.

-Quiero eso, y eso, y eso de allí. Y sobretodo solomillo. Ramen, ah, y también Karaage, de eso no puede faltar, oh, si y un poco de....

Para cuando acabó de pedir, tenía dos bandejas cargadas de alimento. Con la lengua afuera, y oliendo ese exquisito aroma que procesaban los platos, busco a Hirotaka con la mirada.

-Es hora de reponer lo perdido. Eh, "ero-prince". ¿Donde nos sentamos?

Digo con un tono de voz amable y alegre. Había improvisado el mote sobre la marcha, pues Hirotaka era algo largo para acordarme siempre de él, además, no le quedaba mal.

Veo al resto de compañeros, ya sentados la mayoría. Se habían formado grupos, como era de suponer. Por el momento me sentaría donde se sentara el príncipe, pero no sabía si con mi forma de socializar daría la talla en un lugar tan cargado de caras nuevas.

-Va a ser difícil entablar amistad... Ya veremos que pasa.

Hirotaka sonrió a su compañera dragón y le hizo un gesto con la cabeza para que se fueran a sentar a esa mesa.

-¡Con permiso!, ¡Reika se va a sentar con nosotros, la he invitado a modo de disculpa por haberla puesto en una situación comprometida!...ala…cuanta comida, ¿no coméis demasiado?, ¿Cómo quemaréis todas esas calorías después?...yo suelo hacer bastante ejercicio, en palacio, tenía seis entrenadores personales y una habitación llena de máquinas para perder peso, cintas de correr, esas cosas para levantar peso…¡incluso teníamos una piscina!, aunque solo me gusta nadar cuando hace sol.-Hablaba a gran velocidad y sin respirar a la vez que agarraba los cubiertos, preparado para ponerse a comer.

-¡Vamos, vamos, comed, que todo esto tiene muy buena pinta!.-Sonrió.-Yo apenas veo de este tipo de comida ahí de dónde vengo, sigo una dieta muy estricta, pero todo pinta de muerte.-Entonces comenzó a comer con una delicadeza inusual…¡Típico de alguien de la realeza!.

Murasaki se acercó a la mesa de Shinji, tras parar en la de Hamaza, actualmente junto con este. Se quedó un momento sorprendida de la cantidad de gente.

-H-haces amigos muy rápido, Shinji -dijo un tanto sorprendida. ¡La había perdido de vista unos segundos y a había dos personas mas!- No estás usando tu quirk ¿no?

Intencionalmente pronunciaba esa palabra en inglés perfecto, sencillamente porque estaba más acostumbrada a ello y era entendible de forma sencilla. Miró un tanto dudoso a los sitios disponibles. Se habían unido sorpresivamente los dos estudiante más llamativos de la clase, por personalidad más que por aspecto.

-Hay....hay lugar aún, ¿verdad?  Le dije a Hamaza que se sentara aquí también.

Alberich al fin hace presencia en el comedor, el joven impecable mira hacia los lados en busca de alguien en particular, alguien con quien le gustaría tener una charla amena. Con su bandeja ya cubierta y con un leve agradecimiento bajando la cabeza al robot. Alberich se dirigió junto quienes iban a ser sus víctimas, o al menos, sus compañeros en esta -quizás no tan amena- comida. Tadashi y Souta.

-. . . -No dijo absolutamente nada. Tan solo se sentó con ellos.

No pudo evitar reír cuando escuchó que se divertiría teniendo a sus hermanos al lado, de hecho le alegraba que así fuera porque si no la pasaría mal con las bromas a futuro. Y mientras seguía comiendo vio como Hirotaka se acercaba, diciendo algo que la hizo sonrojar mientras miraba el enorme platillo de comida que se había puesto.

-Bueno... e-es que... si no como el doble podría adelgazar de más y enfermar... Intento engordar...

Lo dijo roja como el tomate mientras se metía en la boca un cachito de comida y tragaba. -Y.. claro que puede sentarse. Estaba avergonzadísima, no parecía gustarle en absoluto el hecho de tener que decir que necesitaba engordar. Entonces apareció Murasaki y a pesar de que al principio habló en inglés cosa que le costó entender al final sí entendió lo que dijo después. Apartó un poco la bandeja para pegarse algo más a Shinji y así hacer sitio en su lado para que cupieran más si querían y se desplazó también a si misma. -Claro que podéis sentaros. Hago hueco y ya. Fue lo que dijo mientras hacía la acción con una sonrisa. 

Había llegado tarde al comedor en espera de una respuesta de Yami pero el hambre pudo más que el. Antes de entrar alcanza a oler la comida "Que delicioso, tantos olores" Penso para despues entrar y observar el comedor, veiá un gran numero de personas en la cafetería, alumnos de distintas clases y grados. Busco con su mirada a alguien en particular y la logro encontrar junto a una mesa donde se encontraba el pelirrojo. "¿Shinji? Creo que si, tengo un curso entero para aprenderme los nombres". 

Se acerca al heroe Lunch Rush y pide amablemente su comida, consiste de un pescado frito junto con arroz blanco y algo de beber. Ya con esto se acerca a la mesa donde estaba Shindou-san. Se acerco y pregunto si podía sentarse a comer con una sonrisa amable.

Souta come concentrado, aunque intriduce bocados excesivamente grandes para masticarlos, teniedo que abrir exageradamente le mandíbula -¿Eeh?, naa, no estoy preocupado por eso, se que Aizawa habrá quedado satisfecho con mis resultados, y ya te dije lo que pienso sobre "hacer amiguitos" por aquí, no me interesa nadie, si tu quieres conocer al resto adelante- continuá masticando efusivamente -No, lo que de verdad me cabrea es...- entonces ve llegar al joven de la máscara, Alberich, quién se sienta junto a ellos sin decir nada -¡Oye friki, quién te ha dicho que puedes sentarte con nosotros!, por que no te vuelves a la ópera o de donde narices hayas salido, hoy ya se me ha agotado la paciencia- te mira Alberich, con una mirada desfiante, mientras deja los cubiertos en la mesa y cierra los puños con fuerza.

La joven, aún con el pelo algo húmedo, entra en el comedor medio corriendo, mira rápidamente alrededor hasta que ve el mostrador, entonces sonríe y se acerca rápidamente -¡Hmm, quién bien huele todo!- coge una bandeja y empieza a llenarla de comida. Cuando a terminado se da la vuelta y se aleja del mostrador unos pasos, buscando caras conocidas entre la multitud, y entonces se fija en la mesa donde están Reika, Hirotaka y los demás, a ella la había saludado en clase y con él había tenido... digamos un conversación peculiar, así que decidió acercarse a su mesa. De camino saludo a la mesa donde se econtraban Naito, Kosoku, Mizuki y Takeshi, también al joven Kyo, que se estaba poniendo las botas -¡Buen provecho amigo!- le dijo al chico de goma. A los únicos que no saludó pero si miro de reojo fue a la mesa de los "chungos" (Souta, Tadashi y Alberich), no le daban miedo, pero aún no se sentía con la confianza necesaria para entablar conversación con ellos.

-¡Buenaas!, espero que no os importe si me siento por aquí, vamos a estar un poco apretados- dice con una sonrisita burlona -Vaya entrenamiento el de hoy ¿en?, ¡aunque habeis estado espectaculares!- se hizo un hueco descaradamente separando a Hirotaka y Reika, quienes se habían sentado juntos, ocupando un lugar entre los dos, y se acerco al oído de la chica reptil para susurrarle algo -Oye, ten cuidado con este, va por ahí haciendo proposiciones de matrimonio a diestro y siniestro.