Partida Rol por web

De las distintas aulas, los alumnos van saliendo en desordenadas filas que se dirigen al auditorio donde se dará la charla. La gente habla distraídamente, juegan con sus teléfonos o escuchan música claramente poco interesados en lo que les fueran a decir. En la puerta de entrada la madre de Chloe, la directora, esta hablando con su hija, esbozando una sonrisa. Al ver a Giselle la saluda y le hace un gesto para que se acerque.

La mujer ensancha su sonrisa y da un pequeño bote que hace que su abundante pecho revote bajo el recatado sueter... aunque dada la figura de Anastasia, la ropa queda mucho mas ceñida y el efecto resulta... chocante.

-Hola Giselle, cielo. Adelante, adelante. Aun hay mucho sitio en las primeras filas. Ya vereis como os gustara. - Dice animadamente y señala la parte mas alejada de la puerta donde los asientos cerca del escenario estan practicamente vacios.

Rompo a reír ante el comentario de Lucina y afirmo. No sé si podré ocupar de las últimas sillas, pero si no es así empieza en las filas del final y vete acercándote progresivamente, igual tiene algo que ver con la distancia. Ahora vamos.

Salgo del servicio y me dirijo al aula encontrándome con la madre de Chloe. Imaginaba lo que iba a pasar, al fin y al cabo la madre de Chloe es quién siempre organiza cosas como esta y es normal que quiera a su hija en primera fila. Y claro, su amiga tiene que estar con ella.

Hola, señora Lafave. ¿Chloe no ha venido? pregunto mirando para ver si la veo y, si no la veo, dirigiéndome hacia dónde me indicó su madre.

Odesmusa flotaba con algarabía alrededor de la parejita, escuchando los avances del joven Zorro, imaginándose como podrían ir a unos de los vestidores deportivos y aprovechar la mañana, se saboreaba el momento escuchando a Auburn.

-vamos cariño, Auburn, no seas tan tímido, desde aquí puedo oler como esta hembra te desea.

Aunque estaba contenta con como se estaba desarrollando la situación, algo en su mente no dejaba de preocuparla y era la reunión que habían tenido días atrás, sobre todo el sello y el lugar que deberían encontrar.

—Por los oscuros fuegos de los círculos del infierno... —comentó sorprendida al ver el enorme tamaño de los pechos de la madre de Chloe, comenzando a flotar alrededor de esta— ¡Hostia puta! ¡Tiene que ir doblada todo el día! ¡Por favor! ¡Tráiganle a esta señora una carretilla o algo! —exclamó en voz alta echándose a reír tras sus propias palabras.

—Lo dudo bastante, señora. —afirmó cuando la directora dijo que aquella charla les iba a gustar— Este tipo de charlas suelen ser una putísima mierda. Tooodo el rato hablando de su inexistente y aburrido dios. Que si esto es pecado, que si lo otro es pecado, que si lo de más allá también... bla, bla, bla. —dijo negando varias veces— Si lo sabré yo... —comentó hastiada, comenzando a flotar alrededor de Giselle— Espero que no le hagas caso a la tetas-globo esta, Giselle. —le instó algo más seria— La primera fila está reservada para los pringados. Y son los que más preguntas y atención se llevan. —añadió intentando convencer a la zorrita ártica, buscando con la mirada a Chloe para echar más leña al fuego.

La chica mira la hoja que le muestra el zorro, y aunque parece dudar la toma y asiente. - ¡Ah! Si. Puede que sea mía. - Hace un globo con un chicle y vuelve a mirar al chico, ahora con algo mas de interés. Luego estalla la pompa de chicle y hace girar la pelota en lo alto de un dedo. - Claro que si. Soy la mejor en la cancha. - Echa un vistazo a Auburn de arriba a abajo. - Tu eres mas un ratón de biblioteca que un conejo de cancha ¿Verdad?

-Luego lo podemos ayudar.- concluye sin ver sentido en seguir en la discusión sobre que le falta: Valor o ambición, pues ambos quedaban de acuerdo con que algo de ello le faltaba.

August se toma su tiempo para procesar toda la información, se nota en su rostro algunos gestos mientras piensa en las cosas. -Hmm... pe... hmm... el tema del intruso simplemente quedaba en incertidumbre casi total.- Suspira y solo le queda centrarse en el tema de los poderes. -Podemos ir a la biblioteca y hablar de esto, en la universidad hay salones de estudio.- 

Odesmnusa se posa a un lado de la chica, quien logro captar su atención.

-oh preciosa, tienes tanta razón, pero es algo que corregiremos poco a poco.

Comentaba mientras estiraba su brazo hacia Auburn para pellizcar su mejilla izquierda.

-no me estas prestando atencion? no me gusta lidiar con gente asi de blanda... bueno a fin de cuentas terminamos llegando a la universidad... bueno vamos puede que aun logre rescatarme unas clases.

Lo llevo de camino a la universidad, no deberia tener problemas en hacerlo pasar mostrando mi credencial de estudiante.

Me contengo a duras penas la risa ante las palabras de Lucina pero lo que dice luego me queda bastante sorprendida. ¿Cómo que Dios no existe? Pensé que la existencia de demonios era prueba inequívoca de la existencia de un Dios. Es decir, si existe uno tiene que existir el otro.

Me dejo de rollos filosóficos mientras sigo escuchándola a la vez que me voy acercando a Chloe. No creo que pueda susurro antes de llegar con mi amiga a la que saludo con una sonrisa y un gesto de la mano.

¿Crees que tu madre se molestará si nos sentamos un poco más atrás? le pregunto intentando no sentarme en primera fila. Que nunca me ha importado pero realmente creo que Lucina puede tener razón en esta ocasión. Preferiría no estar de las primeras y más con lo que sabemos de que parecen poder detectarla.

- Más bien soy un zorro de biblioteca, aunque me gusta también cazar conejos en la cancha - dije -. Pero la verdad es que no practico deporte tanto como leo - confesé -. Siempre me ha gustado el baloncesto, pero nunca he encontrado con quien practicar - le dije.

Me alcé de hombros hasta que sentí el pellizco de Odesmusa en mi mejilla.

- Por cierto, me llamo Auburn, encantado de conocerte - dije extendiendo la mano hacia la tanuki -. Estaba pensando que quizá podrías enseñarme a cazar conejos en la pista, y yo podría ayudarte con tus ratones de biblioteca ¿Qué me dices? - le pregunte.

- Siempre puedes poseerla y os lo hago a las dos a la vez (con tono pícaro) Pero tanto como lo odio, hay que levantarse, y estas dos hermanitas dudo mucho que quieran, se las ve muy cómodas.

En el mostrador de la biblioteca, la encargada se encuentra leyendo un libro con desinterés. Pasa las paginas y sus ojos se mueven lentamente pero parece estar pensando en otras cosas. Se escuchan murmullos de conversaciones apagadas, y otros no tanto; algo muy raro pues Lucy suele mantener el silencio de la biblioteca como algo sagrado.

Entre esas conversaciones y ruidos, notas la energía propia de un encuentro sexual. Entre algunas de las estanterías o en alguna de las salas de lectura. Seguro que si te pusieras lo encontrarias.

Sonrío, traviesa; flotando por encima de la cama. - Bueno, eso habría que verlo. Pero te cansaras. Soy una fruta prohibida que si muerdes... tendrás que pagar el precio. - Replico agarrandome los pechos y relamiéndome los labios para tentarle.

- También podrías usar esa energía que has conseguido para darme un cuerpo físico. - Sugiero para que empiece a experimentar con la magia que ahora tenemos para descubrir.

Se gira para mirar en dirección a su madre. – Bueno… quizá. - Se pone un dedo sobre la barbilla pensando. – Pero prefiero sentarme un poco mas atrás. Ya tengo bastante con que me salude siempre que nos cruzamos como para encima ponerme en las primeras filas. – Protesta con un mohín resignado. - ¿Solo un poco atrás? Espero que no te moleste. Tampoco quiero que se moleste. – En realidad Anastasia no es una persona que se enfade con facilidad. De hecho su actitud suele ser mas de maternal preocupación cuando os saltáis las normas; no es como las dos chicas fuesen unas rebeldes, pero a Chloe no le gusta parecer alguien completamente manso con las normas, y Giselle… bueno, su interés suele ser tan voluble que esas cosas que se salen de lo ordinario resultan entretenidas.

Llegando a la universidad podían dejar las bicicletas estacionadas en la zona de bicicletas, cada uno asegurando con su respectivo candado para que no haya incidentes (o al menos bajar la probabilidad de estos). August estaba pensativo y poco hablador, realmente sentía que debía plantearse las cosas con seriedad pues la imagen mental de alguien acechando su cuerpo mientras duerme era preocupante, sin embargo hacía falta que Jessiditas se acomode el escote o camine botando un poco para que esas jugosas carnes le hagan complicado el pensar y es que August no era tonto... pero si muy calenturiento y no solía pensar ágil o bien por ello.

Abriría la puerta de la biblioteca y la mantendría abierta para dejar pasar a Jessiditas primero, aunque no se lo había planteado le podría ver bien el culo si ella pasaba primero. Ya frente al mostrador de recepción, August nota a la bibliotecaria que antes no había notado por que básicamente no visitaba mucho (o en su turno) la biblioteca. -Buenos días, queríamos pedir una sala de estudio si hay disponibles.-

La chica mastica el chicle mientras mira a Auburn con curiosidad. Su expresión no denota que haya captado los juegos de palabras o que le hayan causado ninguna emoción de haberlo hecho. Mas tras un segundo sonríe y asiente. - Ok. Es un trato. Cuando tienes el próximo periodo libre. - Pregunta mientras saca su teléfono y mira la pantalla en la que se aprecia lo que seguramente sea un horario. - Yo acabare dentro de dos horas y media. - Guarda el móvil y bota el balón. - Podrás encontrarme en el gimnasio. Apunta mi teléfono. - La chica le da su numero a Auburn, y se aleja (Salvo que Auburn haga algo para retenerla) Moviendo su trasero cadenciosamente mientras echa un vistazo.