Partida Rol por web

El día había empezado… bien. Bueno, no tan mal como podría. Hacia sol, buen tiempo y hoy no tenias que trabajar y tampoco tenias clases. Algo tan trivial pero tan raro de que ocurra es suficiente para decir que es un buen día. Pero no duro. Claro que no. El teléfono suena con una ominosa música identificativa. Es Jack, tu jefe de la oficina de repartos. Dudas si contestar, pero finalmente tomas el teléfono y pulsas el botón verde, manteniéndolo alejado de la oreja porque sabes lo que viene.

- ¡JODERCHICO! ¿DONDE ESTAS? TE NECESITO AQUÍ PARA AYUDAR CON UNA MUDANZA. – El tipo suelta una serie de improperios mas antes de darte una dirección para que vayas. Si no fuera porque necesitas este trabajo… Jack Mustelez es una escoria que se aprovecha de gente en necesidad como tú, pero… los mendigos no pueden escoger ¿Verdad?

Tomaste tu bicicleta y te dirigiste a la dirección. Apenas te tomo un cuarto de hora, pero en el lugar acordado estaba el hijo de Jack, Johnny; una versión mas joven pero igual de molesta que su padre. Estaba mirando en todas direcciones, golpeando el suelo con un pie en señal de impaciencia.

- ¡VAMOS, VAMOS! LOS MUEBLES NO SE VAN A MOVER SOLOS. NECESITO ESTO HECHO PARA HOY. – Desde luego que ganas de golpear a este cretino. Pero… es el hijo del jefe, y obviamente eso no te haría ganar ningún punto.

El “piso” resulta ser una planta entera de uno de los edificios viejos, pero bien conservados del centro. Esta lleno de muebles viejos, seguro que tienen más de cien años. – QUIERO TODA ESA MIERDA FUERA DE MI NUEVA CASA. – Desde luego un lugar así debe costar una pequeña fortuna, calculas que toda tu casa cabria en el hall de la entrada. No que tengas mucho dado que es un cuarto que hace de todo y el baño separado, pero aun así.

Bajar los muebles trastos te puede bien llevar todo el día. Han llegado algunos otros empleados, y entre todos manejáis bastante bien la labor. Mientras mueves un viejo escritorio, y lo dejas en el suelo para tomar un descanso; el golpe hace que algo caiga al suelo. Un viejo libro encuadernado en cuero y con un símbolo que no reconoces. Cuando lo tomas entre tus manos…

Una luz te ilumina, el libro cae al suelo y sus páginas se mueven con violencia. Ante ti, aparece una figura flotando, que va tomando forma. Una chica de facciones canidas, de pelaje blanco y negro e intensos ojos carmesís. El libro en la caja justo bajo ella y la demonio observándote mientras levita en el aire con una sonrisa de duros dientes en el rostro.

En la mañana el sol siempre le pegaba la cara, no era grato pero August sabía que si no era así dormiría de más. Mueve su escultural cuerpo apenas cubierto por unos boxers, mientras emite un leve quejido -Hmmmm....!- Ante esa incomodidad y la modorra tiene la idea de que podría distenderse un poco tocándose, que el apetito y las ansias sexuales nunca se le iban. Sus dedos, de puntas morenas, van bajando por su torso y abdomen, apenas pasando por debajo de la línea de su boxer para tocar el robusto tallo de su sexualidad es cuando se ve interrumpido por el sonido de su móvil llamando.

Más cabreado que sorprendido lo toma y ve de quien se trata, entonces a regañadientes decide apretar el ícono verde para recibir la odiosa voz de su jefe. Lo que termina por mitigar sus deseos aún no satisfechos, de manera temporal.

Tras colgar deja caer el móvil en la cama y sale de esta de un brinco. Fuera se pone sus vaqueros, una camiseta sin mangas blanca y una camisa a cuadros que llevaría suelta. Por costumbre se venda las manos, toma su móvil, una botella de agua fresca y sale del departamento rápido y lo más sigiloso que pudiera para no toparse con la casera, que si era bueno verle las tetas y el culo, su actitud si que le rompía los huevos.

Ya sobre su bicicleta casi vuela pues sus piernas pedalean demasiado rápido y llega a su destino rápidamente. Ahí estaba el hijo del jefe, golpearle la cara y quitarle la billetera era tentador pero recuerda al oficial Bago y se termina de convencer que no lo haga. -Buenos días, Jhonny.- se limita a saludarle, mientras deja su bicicleta y la asegura a un poste de luz frente a la casa, que en el centro había que asegurar esas cosas o se desparecían. Por otro lado si se pone a repasar de las pocas diferencias que tienen padre e hijo era que: el padre pedía las cosas "para ayer" poniendo más prisa a sus explotadores intensiones.

Comenzando el trabajo y eventualmente recibiendo ayuda, August se pasó casi toda la mañana moviendo y sacando muebles. Por suerte los demás empleados le llevaron una faja de tirantes para levantar cosas, un par de guantes y una gorra de la empresa para que se luciera el trabajo del sobrino diseñador del dueño.

En un descanso llevando un escritorio cae el libro, August se sorprende por notar que parecía mejor conservado que las cosas que habían ahí por lo que lo miró atentamente unos momentos y se asustó cuando se abre y sus páginas pasan con violencia. Las cosas no quedarían ahí pues se comenzaría a materializar una figura humanoide en el aire, a lo que August quedaría alerta y atento sin gritar o escapar por miedo, sin tropezar o caer por torpeza.

Cada segundo que pasaba la figura de ese ser iba materializando, notaba que era una figura femenina, August no podría evitar prestar atención a dichos detalles, sonrojarse y tener que esforzarse por ver a la criatura a la cara para confrontarla -¿Q-q-...qué está pasando aquí?- confundido y algo lento, no sabe que esperar o imaginar ¿una broma? ¿un show de televisión?

Lo primero que sentí fue como una energía recorría mi cuerpo. Primero fue un cosquilleo, pero luego sentí como esa sensación se intensificaba, despertándome del tirón. ¿Ya es hora de despertar? parece que si. Abrí mis ojos. Tarde un poco en recuperar mi visión, pero cuando pude enfocar vi a un chico de cabello rosado frente a mi. Tengo la sensación de que ha pasado tiempo desde la ultima vez que desperté así que no pude evitar emocionarme y un sonrisa se pinto en mi cara mientras me relamia los labios con expectación.

Cuando termino de salir del libro me quedo de pie en el sitio, inspeccionando al chico frente a mi de arriba a abajo y mirando a mi alrededor. Parece que el mundo no ha cambiado mucho desde la ultima vez que lo vi... O por lo menos esa es la sensación que tengo según las pocas memorias que aun retengo. Puedo saber que el fue quien abrió el libro, así que el es mi nuevo maestro. Esta es la parte en que me presento a mi misma.

- Así que, ¿Tu eres mi nuevo amo? -Digo para romper el silencio.

Este chico parece ser bastante normal, y tengo la sensaicón de que es, de todos amos y amas que he tenido hasta ahora, el mas normal, lo cual me llama la atención un poco, pero bueno, si el abrió el libro, debe tener una idea de que esta haciendo, así que con eso en mente, espero su respuesta en silencio mientras clavo mis ojos rojos directamente en los suyos.

No responde su pregunta, de hecho hace otra -¿Amo?- repite el equino bajando las orejas y los labios de alguna manera incrédulo ante como le acaba de llamar; pero siendo lujurioso como es él, no puede evitar ver que es una fémina y que su figura se le hace apetitosa y llamativa casi por igual. 

-Pues no me molestaría ser tu amo... - parece que ignora lo que la gente normal se preguntaría sobre como es que un ser se materializa frente a él. -Soy August ¿Cómo te llamas?- estira su mano para intentar ayudarla a bajar al piso frente a él.  August era un caballo cachas con cabello rosa, con cierto atractivo animal pero algo bajo para su especie o por lo que se esperaría de alguien tan "ideal" físicamente.

La actitud del chico me hizo alzar una ceja. No recuerdo mucho de las otras veces que me han sacado del libro, pero de lo poco que retengo, no creo que jamas halla visto a alguien que me halla invocado actuar de esa forma al verme, pero bueno, no puedo decir que no me gusta mas esta actitud a cualquier otra, parece que este chico sabe lo que hace conmigo, eso me gusta.

- Nos saltamos las formalidades ¿eh? mejor así. -Dije con una sonrisa- Me llamo Lucina. Un placer conocerlo, amo August.

Tome la mano de August y deje de flotar para pararme en el suelo y quedar a su altura. A primera vista párese ser alguien… Interesante, tiene un aura de ser un chico normal como cualquier otro, pero ya que me saco del libro no creo que sea un cualquiera, digo, no cualquier chico de por allí libera a una sucubo psicópata sin saber lo que esta haciendo, ¿verdad?

Escucha a la demonio dar su nombre -Lucina eh?...- le parecía curioso el nombre, pero de nuevo dejaba sus ideas de lado cuando siente la mano de la demonio sobre la suya y aceptando su gesto para pararse frente a él.

-Entonces si soy tu amo ¿Puedo ordenarte hacer cualquier cosa?...- Aún no se lo creía y hasta imaginaba que podía ser un show de televisión de esos de cámara oculta. Si ella asentía a la premisa de lo que él entendía por "amo", August sonríe -Entonces quiero que te descubras los pechos.- su primera orden, pero agrega -Si no te sientes cómoda con ello, yo también lo haré para que no te sientas incómoda. Soy generoso.- Tras sus palabras llena sus manos al inicio de su camiseta para tirar de esta hacia arriba. Alzaría sus brazos y mientras su camiseta va subiendo se va revelando ese esculpido y perfecto abdomen suyo, para cuando alza sus brazos se nota como esta de cachas y su cuerpo es perfecto. Alza su cabeza y terina por quitarse la camiseta para lucir su cuerpo involuntariamente mientras deja la prenda en una de sus manos y espera a Lucina.

Salir del libro directo a tener sexo es la mejor forma de despertarme que me puedo imaginar. Tengo la impresión de que este sera un Amo divertido, es la primera vez que veo a alguien invocar una sucubo solo para tener sexo con ella en vez de usar sus habilidades en alguien mas, la verdad esto me parece mejor que tener un Amo normal. Veo como August se quita la camisa en silenció y con una sonrisa en la cara, la verdad no me hubiese importado que se hubiese dejado la camisa puesta, pero si así lo prefiere el, mejor. Cuando termina de quitarse la camisa, me quedo un rato mirando su cuerpo y pasando un dedo por sus abdominales para sentir que tan bien formados están.

- Parece que estas bien equipado ¿eh? Amo. -Digo con una sonrisa después de un rato.

Chasqueo los dedos después de pasar por encima de los pectorales de August para deshacerme de mi ropa. A acompañando al sonido, mi franelilla comenzó a quemarse sobre mi con fuego rojo escarlata hasta que desapareció por completo sin siquiera dejar ceniza, dejando al descubierto mi pecho.

- Toda orden suya debe ser cumplida, Amo. - Dije mientras me paraba bastante cerca de August, dejando apenas un par de centímetros de separación entre el y yo.

Me siento muy afortunada por haber sido invocada por este chico, logró hacer que me calentase con apenas un par de segundos fuera del libro. Eso si, tengo un par de años sin tirar y su puede decir que estoy bastante “sedienta”. No me voy a detener hasta estar satisfecha.

Disfrutó la atención que Lucina le prestó a su cuerpo ahora descubierto, especialmente cuando acerca su dedo a pasar por sus abdominales. August sonríe -Me alegro de que te guste lo que ves...- se muerde el labio esperando ansioso el turno de Lucina para descubrirse.

Ante sus ojos mira maravillado como la ropa de la demonio comienza a combustionar color escarlata, y más maravillado con los pechos de la demonio al descubierto. Sin cortarse ni un poco la demonio se paraba frente a él y el equino no se pudo contener ante la tentación de tocarla, aunque no iría primero por sus senos como hubiera querido. Posa sus grandes, duras y viriles manos sobre la estrecha cintura de Lucina -Hmm... esto no deja de ponerse cada vez mejor...- tenía la mirada abajo mirando sus perfectos senos. -Creo que me saqué la lotería contigo... ¿esclava? ... - alza la vista, no sabía como decirle, pero tampoco le importaba mucho. Mientras mantiene el contacto visual va agazapándose y acercando su rostro al pecho derecho de la demonio. Abre su boca dejando que el vaho húmedo y tibio de su boca abierta sea preludio de el beso que le daría sobre su rozado pezón.

-Hmmm...-

Cerrando sus labios sobre la punta rosa, deja que la humedad de su saliva se adhiera con una pasada de su enorme lengua por sobre esta. Luego hace un vacío con sus mejillas para succionar y vuelve a pasar su lengua. -Hmmm...- al hacerlo hace una pausa para volver a alzar la vista -¿Esta bien entonces que follemos?...-

Se nota que este chico no quiere irse con rodeos por ningún lado, y yo tampoco, así que se lo agradezco. Yo nunca he sido de tener pechos grandes, soy mas de las personas que resaltan mas por la perfección de sus facciones, proporciones y figura que por tener un cuerpo voluptuoso y vulgar. Yo misma me considero a mi misma como una “belleza exótica” mas que cualquier otra cosa, Mis pechos y mi trasero no son grandes, simplemente tienen el tamaño indicado y perfecto, mi política de vida es que no hace falta tener pechos grandes para hacer que cualquier hombre caiga ante mi, y lo que acaba de pasar con August es un prueba de ello.

No gemí ni nada por el estilo cuando se inclino sobre mi pecho para chuparlo, yo soy una de esas que disfrutan en silencio, eso hace que mi compañero se esfuerce mas en satisfacerme, cosa que no es nada fácil si pedo agregar.

- ¿Que clase de pregunta es esa? -Le dije a August con una sonrisa, y después de una corta pausa seguí hablando- Amo, apretá bien el pecho un segundo…

Di un paso hacia atrás y miré a August de arriba a abajo con un dedo indice derecho apoyado en mi mejilla. Justo ahora estoy ardiendo por dentro, así que no me pude controlarme por mas tiempo y patee a August en el pecho con suficiente fuerza como para tirarlo al suelo sobre su espalda, solo para inmediatamente saltar sobre el y sacarle el cinturón con un solo tirón después de cortarlo con mis garras. Mis ojos están brillando con un rojo tan, o hasta mas intenso que el fuego que quemo mi ropa. Estoy hambrienta, y con tal banquete frente a mi, lo ultimo que haré será contenerme. Hice saltar el botón de su pantalón sin ninguna preocupación y le baje la ropa interior con relativa brusquedad, pero al ver el monstruoso paquete que tiene este chico, no pude evitar detenerme por un segundo de la sorpresa.

- ¡Maldición amo! -Exclame casi riéndome de la emoción- Mal equipado es lo ultimo que esta ¿he?

Si soy sincera, lo primero que se me paso por la cabeza fue morderlo, pero no voy a hacer eso… No ahora por lo menos.

La libido de August era mu alta, disfrutaba de curvas abundantes y figuras sinuosas en las mujeres pero la figura estilizada y fina de los cuerpos femeninos también tenían su encanto y justo de ese estaba bebiendo mientras atendía los senos de la demonio; solo lamentaba que ella no pareciera responder hasta que le pide una pausa. Confundido y angustiado mira a la demonio con atención, entonces ella decide empujarle. Normalmente no le movería nadie que no pesara siquiera la mitad que él pero era un demonio con más fuerza de la que se podría esperar por su esbelta contextura, y además August estaba predispuesto a dejarse tumbar para ser montado.

El caballo cae al piso de manera sonora por su compacto peso, la demonio no deja pasar ni un segundo y se lanza sobre él. -Woah!- Ya tendido en el suelo solo se maravilla con el entusiasmo de Lucina, sonriendo expectante. Ella comienza a desnudarle con brusquedad, algo que realmente disfrutaba. Cuando iba a descubrir su virilidad al fin, Lucina hace una pausa antes.

-Jajajaja... me alegra que te guste.- responde asumiendo que es así por su lenguaje hasta ahora; mientras se apoyaba en sus codos para alzar el esculpido torso y destacar más su six-pack. -Espero no te asuste.- comenta de manera juguetona mientras espera que la demonio termine de bajar su ropa interior, teniendo que sacarlo de la pernera de este por lo largo que era. De solo besar sus senos su miembro ya estaba casi erecto pero su peso aún le vencía de lado.

La “cosa” esta de August es sin duda impresionante, puedo llegar a decir que este es sin duda el mejor despertar que he tenido en mi existencia. Miro a August directamente con mis ojos rojos mientras el esta bajo de mi y le pongo una mano sobre la punta del ariete que tiene entre las piernas. Una sonrisa se planta en mi cara al escuchar sus palabras.

- ¿Asustada por esta cosa? -Digo sin parar de sonreír- Todo lo contrario.

Decidida a no esperar mas, me pongo de pie sobre August y posiciono mis caderas sobre el pene de August. A diferencia de lo que cualquier chica haría en este punto, no comienzo a bajar mis caderas lentamente, si no que en vez, meto todo lo que pueda del miembro de August de un solo golpe, dejando salir un alarido de placer.

- Ahhhhhhhh, ¡mierda! ¡si! Amo tienes uno bueno.

Sonriendo desde abajo ante la reacción de Lucina a su virilidad, se queda mirando principalmente la entrepierna de ella. Su cuerpo siente una necesidad imperante de temblar al sentir el dedo de ella sobre la punta de su glande -Ah...- suspira de gusta pero no se esperaría lo que la viciosa demonio haría a continuación.

En un violento movimiento la voraz demonio baja su cuerpo sobre su miembro apuntando a la entrada, directamente en su femineidad. Por supuesto que el sexo de August hacía ver como si el sexo de Lucina no fuera capaz de aceptarle dentro, pero el sexo de la demonio se las arregla para dejar entrar la enorme virilidad del equino mientras este caída de espaldas de inmediato, apretando sus dientes y músculos por lo increíble de la sensación tan repentina 

-HIII!!!-

Sus manos van a tomar de los muslos a la demonio y sus dedos aprietan su carne debajo de su suave pelaje -Diablos, señorita!- da un gran suspiro mientras vuelve a alzar su cabeza ya que ante esa increíble manera de haber tomado su miembro por parte de Lucina, August hasta había tirado su cabeza hacia atrás. Sonríe con la boca abierta pues está respirando por esta -Ah... ah... ah... nunca nadie había hecho algo así... jajajaa.... ah... ah... ¿Te puedes mover?-

Me estoy dando cuenta de un pequeño detalle, este chico no parece conocer mis capacidades como Sucubo. Preguntando cosas como que si me puedo mover, ptffff.

- Ay cariño, te estas preocupando por la persona equivocada.

De nuevo una sonrisa malevola se pinto en mi cara mientras ponía ambas manos sobre los abdominales de August y comencé a mover las caderas violentamente hacia arriba y abajo, llegando hasta casi sacar la punta del miembro de August para luego dejar caer mis caderas y engullirlo completo nuevamente. En este punto, la verdad August me importa poco, así que no me voy a detener hasta tener lo que quiero sin importar como se sienta el, al fin y al cabo fue un error suyo no haber firmado el contrato antes de pasar a la acción.

Sus palabras le confirman que las cosas no dejarían de mejorar ya que no tendría que contenerse o reprimirse "Rayos... esto ha sido un enorme golpe de suerte!" piensa con la mente nublada y abrumada por las sensaciones tan placenteras que provocaba estar completamente dentro de una mujer.

Al alzar de nuevo la vista, nota la peculiar sonrisa malévola de Lucina, sus afilados colmillos perlados brillaban y se veía terriblemente bien montándole. Ella se aferró del pecho del equino y comenzó a mover las caderas -Ahhh!- de inmediato exclama el caballo sintiendo los apretados, mojados y calientes interiores de la demonio presionando su miembro mientras se mueve dentro de ella.

Sus manos ahora iban a tomarla de esa cintura estrecha, intentando mantener algo de control o compostura mientras la demonio se alzaba tanto como para sacarse su enorme cipote hasta casi la punta y luego sentarse sobre este -Uhh Ohhh!!.... increíble sigue sigue!- exclama y aunque a ella no le importara y estuviera casi usándolo de dildo de carne, no pareciera que a August le molestara.

Sube una de sus manos  mientras la sigue agarrando pero sin detenerla en lo absoluto de moverse, hasta el seno de la demonio apretando mientras sigue montándole. -¿Cómo es posible que puedas hacerlo tan bien?- pregunta retóricamente mientras se sigue estremeciendo por las sensaciones que le causa.

—Con años de práctica, pequeño. —afirmó posando su mano sobre la del equino, siguiendo los movimientos de este sobre uno de sus senos, emitiendo suaves jadeos y manteniendo una viciosa sonrisa en su rostro.
Tras una última embestida, introduciéndose aquel enorme miembro hasta el final, comenzó a mover la cadera en círculos sin sacar el miembro de August de su interior, deteniéndose en seco instantes después de aquel gesto.
Le dedicó una lasciva mirada al muchacho y se incorporó, sacando el miembro del equino completamente húmedo del interior de la chica, avanzando hasta tener el rostro del joven a la altura de su sexo. Momento en el que bajó nuevamente, colocando una rodilla a cada lado de la cabeza del chico, asegurándose que su húmedo sexo quedaba sobre la boca del joven.
—Empieza a comer. —ordenó con tono autoritario llevando sendas manos a sus pechos, masajeándolos y pellizcándose los pezones al tiempo que emitía débiles jadeos.