Partida Rol por web

Cojo el primer metro con destino a Central Park. Aunque voy con tiempo de sobra me da igual, mataré el tiempo paseando por allí y me alimentaré si tengo la suerte de encontrarme a una jovencita de buen ver paseando sola por el parque.

Cuando vaya llegando la hora acordada esperaré a María en el sitio habitual.

Espero que no tarde mucho

Enciendo un cigarrillo.

 Había escuchado que acababas de llegar a la ciudad y me acercaba a preguntar que tal había ido todo. Como te fuiste tan rápido y sin decir a dónde...

 No pienses que soy desconfiado, bueno, sí, pero cuando una recién llegada a la ciudad desde los anarquistas de LA se comienza a juntar con los setitas de Nueva York, prefiero mantenerme cerca.

 Samantha no llega siquiera a subir al apartamento, nada más llegar a a vuestro destino y tras despedirse cortesmente, pero de igual a igual para a un taxi y desaparece. Claudia está todavía en su mundo, te responde con monosílabos y está un poco ida. No tardas mucho en dejarla dormida, o medio incosciente, no te queda muy claro, en uno de los carísimos sofás de tu casa. 

 De vuelta en tu sancto santorum todo sigue igual que ayer, y que antes de ayer, y que el día de antes. Seis horas hasta el amanecer, seis horas de intenso estudio. 

Necesito gente en la que confiar, o me volveré loco.

Llamo al jefe de la policia para que me aconseje algún investigador que sea leal y que no le importe mancharse las manos.

Tengo intención de pagarle una cantidad obscena de dinero para que trabaja sólo para mí, y que investigue a Goldman, Saul V. Vernius, al chófer que me recogió para ir a la fiesta del alcalde y a quien se me ocurra.

Si el chofer es de fiar, lo quiero como mi chofer personal.

La petición al jefe podría hacersela en una fiesta privada en mi casa, una subasta benéfica de algún artista novel neoyorkino, a la que invitar a la esposa del jefe y a la famosa escritora.

Si los cuadros no se venden bien unos misteriosos compradores japonese y franceses los comprarán a través del telefono. Huelga decir que los compradores no existen en realidad.

Mando una invitación a Saul V. Vernius en la que indico que la recepción sera de etiqueta y que se necesita ACOMPAÑANTE.

Buahahaha (risa maligna).

 Jackeline Smith, de los Smith de toda la vida, esta ama de casa propia de una película de terror de principios de los ochenta se había convertido en una más que aceptable detective a raíz de la extraña muerte de su marido. Una mujer con sus cuarenta y muchos bien cumplidos, de físico enjuto y ojo certero. Pasa inadvertida allá por donde pasa, no resulta desagradable en demasía y si algo destaca sobre el resto de su persona es el cigarrillo malboro light que humea perenne en su boca. El inspector de policia te la recomienda, dice que ha tratado con ellos en un par de ocasiones, y que siempre y cuando el trabajo no requiera de mucha potencia de fuego, o unas capacidades atléticas sobrehumanas, Jackeline es tu hombre.

 Recibes una invitacióna un evento, una exposición de un nuevo artista, una especia de fiesta donde además se compran cuadros. La invitación remarca que hay que ir de etiqueta y con acompañante.

Agradezco lainformación al jefe de policía, le llamo "amigo" y le invito a mi fiesta. Le pido por favor que me concerte una cita con la detective, quiero tratar un asunto personal y quiero hacerlo en persona.

Llamo a Goldman, que busque a un pintor que merezca ser descubierto o a alguno que se acerque a la descripción y organizo la fiesta.

Necesito un asistente personal, ni siquiera sé cómo se escribe caterin.

No he tratado directamente con ningún setita. Ya no hago tratos con ellos. - Digo con voz seca. Luego me recupero. - Piezas es de fiar, y está claro que si no se lo digo yo se acabará enterando. De eso y tal vez de algo peor. - Pero se están intentando aprovechar de mi, y eso no me gusta. Deberías saber que cuando me pasé al Sabbat acabé viniendo aquí gracias a uno de ese clan. Ahora les debía una, espero que con esta todo esté saldado y me pueda alejar de ellos para siempre.

 Una vez empiezas a hacer tratos con setitas nunca más volverás a estar en paz con ellos, siempre se encargarán de que les debas algo así que acostúmbrate, lo mejor que puedes hacer es llevarlo bien.

 Está bien, no te volveré a preguntar por lo que habéis hecho en Atlantic city, pero ha llegado a mis oidos que habéis traido a una muchacha con vosotros. 

 Puzle duda por unos instantes.

 Será mejor que me vaya, por momentos se me están quitando las ganas de seguir esta conversación.

 En algún momento de la incipiente mañana, minutos antes de que caigas en el profundo sueño de cada día recibes una llamada fruto de tus indagaciones sobre un pintor que utilizar como excusa. Isabella Lew, una mecenas con ascendencia china e italiana con la que por lo visto Goldman ha tratado ya alguna vez te llama notablemente emocionada. 

 Señor Luca,

...me siento muy honrada de que quiera apostar por uno de mis pequeños, ha de ser obra del destino porque estábamos buscando ahora mismo alguna forma de que la exposición de Kevin viera la luz. Es uno de mis nuevos descubrimientos, un chaval destrozado, un infancia durísima seguida de una juventud más árida si cabe, cuánta ira, cuánta emoción en sus trazos.

...si, claro, lo podré tener todo organizado para cuando me pide, 

...está bien, tenemos nuestro propio grupo de restauración, y conozco una galería donde nos pueden hacer algún hueco.

...recibirá un fax con todos los datos, y para mañana al medio día le mandaré también algunas fotografías de las obras que pensamos exponer a este mismo número, quizá algunos sketches originales. 

...si quiere pasar antes por la galería, conocer al artista, no deje de hacérmelo saber.

 Bip, bip, bip... bip, bip, bip

 Tu móvil suena en el bolsillo de tu gabardina.

Pero puzzle, ¿estás sordo o que? Ya van 3 veces con esta:

Fuimos a por un libro de cuentas de una tal Muricia.

Respecto a la chica: Ese libro estaba en posesión de una Gangrel amiga mía y nos la hemos traído porque se encontraba "indispuesta" y te aseguro que no voy a dejar a una amiga tirada y robarle para dar gusto a un setita. Cuando ella se recupere ella misma se encargará de pasar cuentas con ese setita y cobrarse el precio que cueste el libro de cuentas.

Y yo, - Hace una pausa - bueno, yo podré cobrarme varios favores... ya sabes como va esto.

Leo el mensaje y a continuació le mando un mensaje a Maria

Ven de etiqueta, al parecer nos han inviado a un sitio de postin para hablar.