Partida Rol por web

Veo al tipo del paraguas negro. Miro a Maria. Aparco a su lado y bajando la ventanilla hablo.

-Samuel, supongo. Suba, nos queda un largo camino por delante.- Mi cara se muestra amable, aunque un poco lejana debido a que todavia no nos conocemos- Mi nombre es Saul Vernius, encantado de conocerle.- Le ofrezco la mano mientras tanto- Creo que conoce a mi acompañante- Miro hacia Maria.

Estrecho la mano que me ofrece Saul a través de la ventana.

-Encantado de conocerlo, Señor Vernius.

-¡María! Que sorpresa encontrarte aquí. No me podía imaginar que lo que te ocupaba esta semana fuera este asunto.

María sale de su ensimismamiento.

¿Cómo? Ah, sí. Veo que has recibido mi mensaje. Me hubiera gustado que tu también me advirtieras si ibas a faltar...

-Si tiene equipaje, metalo en el maletero. Hay sitio de sobra.

Enciendo el coche esperando que entre, preparado para salir en cuanto todos estemos listos.

-Incluso el mas largo viaje empieza con un solo paso, asi que apresuremonos e iniciemos nuestra andadura.- Sonrio

-Tiene razón señor Vernius. -Voy a dejar el paraguas en el maletero y y entró en el coche. Me quito el abrigo y el sombrero y me abrocho el cinturon-Cuando quieran yo estoy listo.

Para iniciar la conversación digo lo siguiente.

-Pues tienes que disculparme María, pero como no conocía las condiciones de este trabajo no pensé que me llevara mucho tiempo y podría asistir al entrenbamiento de esta semana, de otro modo te hubiera avisado. Hablando de eso... supongo que alguno de ustedes tiene las instrucciones precisas.

Que no tenías mucha idea de que iba esto lo he notado en cuanto he visto tu ropa... Joder Samuel, ¡que nos vamos a Atlanta! ¡Con esa ropa otoñal de ciudad vas a llamar más la atención que si fueras con un chaleco reflectante y un sombrero de copa!

Ahora que lo dice, caes en la cuenta de que María va vestida con ropa muy joven y veraniega:

Cita :

-Comencemos pues.

Mientras tanto pongo en marcha el coche y salgo con trnaquilidad de la ciudad. Una vez en la autopista piso el acelerador para ir a algo mas de la velocidad recomendada, haciendo rugir el motor. Segun voy conduciendo le explico someramente nuestra mision a Samuel.

-Basicamente, una amiga de la srta. Maria que hace tiempo que no ve tiene una pequeña antiguedad que mi jefe (el nuestro supongo) quiere, y me ha mandado a conseguirla. La srta Maria esta aqui como ayuda para que me trate mejor su amiga, y usted esta por si eso no ocurriese ser mi guardaespaldas, segun tengo entendido-Río- Aunque no se que tarea le habra mandado Abisai...

Por lo demas, usted puede quedarse en el coche hasta que le necesitemos mientras hablamos con nuestro contacto. No es por nada, sino para que no se sienta amenazada y se niegue a colaborar.

Los postes de energia pasan rapido junto a nosotros. La carretera esta casi desierta. Disfruto el momento, no vaya a ser que se joda.

-Pues mi trabajo es ser tu guardaespaldas Saul... pero estando María no hace ninguna falta que yo ande por aquí. En cualquier caso, creo que debería acompañaros al intercambio para asegurarme de cumplir mi trabajo. Al fin y al cabo, no asusto demasiado... ¿Verdad?. Pero bueno, no quiero suponer alguna molestia, y me fio de vuestro criterio, así que si preferis que no este presente... me quedo en el coche.

Eso lo discutiremos al llegar. Tal vez sea mejor que me acerque yo a mi amiga y allane el terreno antes de que lleguemos todos en tropel.

-Me parece bien,Maria, pero como tu dices mejor verlo allí.

Tomo la salida que me llevará hacia Atlanta, ansiando el momento de hacer mi trabajo. Como me divierte.

 Vais a medio camino de Atlanta.

El viaje resulta largo y tedioso y María no hace nada para remediar el tedio. Ver una cara conocida la ha animado un poco, pero lo cierto es que su mente no está con ella. Observa con mirada ausente a través del cristal de la ventanilla y ve pasar el paisaje nocturno de la ciudad.

Cada vez me gusta menos esto. Quería encontrarme con ellas, pero no debería ser así. Y luego está Samuel. ¿De dónde ha salido y por qué se ha mostrado tan interesado ultimamente en contactar conmigo? ¿Qué tipo de tratos tiene con Abisai? ¿Y Puzzle? ¿Por qué me pondría él en contacto con alguien que no fuera de fiar...? Son demasiadas preguntas.

Odio a los setitas y odio tener trato con ellos, pero admitámoslo, sabía que tarde o temprano llegarían a mi a cobrarse la deuda. Aunque por lo que he entendido este pago no anula la deuda. Si consideran mi deuda con el clan tal vez pueda utilizar la deuda adquirida por Abisai hacia mi para saldar la anterior cuenta pendiente cuando me encuentren... O tal vez no. Sin embargo, si consideran la deuda personal, no habré arreglado nada con esto más que entrar en contacto con dos setitas diferentes. ¿No querías caldo? Pues toma. Dos tazas. Joder.

 Las luces de Atlanta comienzan a brillar en la lejanía y rápidamente os meteis en el cinturón de la ciudad. A estas alturas de la noche, serán sobre las tres de la madrugada, los barrios por los que os moveis parecen desiertos a escepción de algunos transeuntes aislados y con no muy buenas pintas. Tras un rato dando vueltas por la ciudad y sin mucha dificultad, Saul encuentra el lugar a donde os dirigís. Es un bloque de pisos rodeado de bloques de pisos, no tan grandes como los que se pueden encontrar en el Bronx, de unas siete a diez plantes. La chica vive en un tercero interior del bloque C. Os encontrais justo en la puerta de la entrada.

Me había zapateado en el asiento trasero para realizar el viaje, me alivió ver que ninguno de mis compañeros tenía muchas ganas de charlar, ya que odio hablar del tiempo. Viendo que no les importaría en absoluto que no les diera conversación, simplemente heche mi cabeza hacia atras y me puse el sombrero sobre la cara. Tenía cosas en que pensar..." 

"Es obvio la presencía de María aquí tiene cierta relación con su mal humor del otro día... 

Joder... es bastante probable que este aquí a disgusto. Lo cual significa que acabaré bailando entre dos bandas... O no quien sabe, quizás solo sean paranollas mías, veamos como se desarrollan los acontecimientos, igual todo sale sin ninguna complicacón.

Además... si me van a borrar la memoria... es bueno que este aquí alguien conocido que se acuerde de lo que va a pasar..."

Al notar que empieza a haber mas luces por el lugar por el que pasamos me quito el sombrero. Veo que ya estamos en atlnta.

-¿Ya hemos llegado?¿Cuanto tiempo nos ha llevado Saul?

-Unas tres horas, Sr. Glow. las indicaciones de la direccion fueron precisas y no hubo problema para llegar.

Me remuevo en el asiento. Parece que ya empieza el trabajo.

-Entonces, Srta Gonzalez, ¿Ira Ud primero o vamios ambos? La verdad es que me es un poco indistinto.

Miro a Samuel, sonriendo

- A proposito, No piense que trato de ligar con Ud., pero ...¿tiene Ud el suficiente oido como para escucharnos si gritamos, o prefiere que le llame para avisarle si pasa algo? Me vendria bien su numero de telefono.

Rio quedamente mientras le paso mi tarjeta.

Me adelantaré - dice María hoscamente. - Será lo mejor si quieres que te reciba. ¿Dónde está su domicilio? Aquí hay demasiados bloques. ¿Sabe que venimos?

Anoto en mi teléfono móvil el número de Saul y le escribo en el reverso de su tarjeta el mío.

-Aquí lo tiene.

Hecho un vistazo a través de la ventanilla a las viviendas que tenemos delante.

-Yo esperaré aquí entonces ¿No?