Partida Rol por web

Frontera con Lake Atwood, carretera I-30

13 de Septiembre, 2001 - 10:03 pm

Algo antes de la hora acordada, una de las chicas se acercó al grupo principal diciendo que un tal Paul estaba en la puerta y les esperaba. Los tres enterados se miraron y se levantaron, despidiéndose de los presentes con un aire algo serio que desentonaba sin llegar a revelar lo que realmente ocurría. Los Brothers of Mayhem se reunieron brevemente para desearse suerte y ánimo. Al regreso lo harían como campeones y bajo unos nuevos términos que marcarían un antes y un después en el Club.

Darryl, Mark y Christopher sacaron las motos y el resto de invitados les vitorearon como si se tratase de algo grande que, en realidad, lo era. Fuera, Paul vestido de calle y con aquella fiera expresión, les esperaba. No compartieron palabras, solo una mirada larga y un firme asentimiento antes de que montase en la burra del President. Este mismo abrió la marcha hacia el punto de encuentro con la brisa azotándoles de frente y la oscuridad cerniéndose más sobre ellos conforme abandonaban la luminosidad del pueblo para adentrarse en la soledad de las carreteras. El recorrido fue un breve tiempo de meditación, de pensar y concienciarse sobre lo que estaba a punto de pasar. Darryl iba a volver a ver a Raven, por fin fuera del Iridium y en un contexto que le ponía más que nervioso. Esperaba, deseaba y rogaba porque nada ocurriese durante aquel encuentro. Era la última oportunidad que tenían para solucionar aquello, y aquella sensación de advenimiento se le agarraba al pecho con fuerza.

Mark empezó a reducir la velocidad tras cruzar el cartel que despedía a los visitantes de Lake Atwood. Más allá se veían varios locales que Raven había sugerido como punto parte de la reunión, pero el encuentro principal se produciría en un descampado que quedaba a mano derecha. Se desviaron hacia allí: había un coche negro aparcado y una figura difuminada a su lado. El President aparcó a una distancia prudencial, y seguidamente lo hicieron Chris y Darryl. Desmontaron, se miraron unos a otros y echaron a caminar hacia allí: Mark y Paul al frente, seguidos por los intermediadores. De forma disimulada, Chris le dio un suave apretón. La figura se despegó del coche y caminó hacia el centro con paso tranquilo. La única luz que había en aquel lugar era la de la luna semioculta tras las nubes. Raven, Roxane Ogden, vestida de traje y tan regia como el primer día que la había visto, inclinó la cabeza a su favor.

Sus gélidos ojos pasaron brevemente deteniéndose en todos los presentes, especialmente en el garou. Avanzó un paso, y él también. Ella le tendió la mano.

-Roxane Ogden; heredera de Anthony Ogden -se presentó con un tono imparcial.

El garou también se adelantó un paso a los Mayhem, estudiando a su opositora de forma menos discretay más visceral. Observó su mano casi como si se tratase de una falta de respeto.

-Paul -dijo sin más, sin sacar las manos de los bolsillos. Roxane no dejó que aquello le turbase, retirando la mano sin hacer ningún comentario-. ¿Prefieres que nos movamos a otro sitio?

-Si no es mucha molestia... -replicó. Señaló el diner que había en el lado opuesto de la carretera-. Ese sitio mismamente.

Tenía una bola de nervios en el estómago y estaba claro para Darryl que no iba a desaparecer pronto. Saludó con la mano a Paul antes de montar en la burra y salir en dirección a aquella carretera. Una vez allí supo que para bien o para mal, aquello podía ser el fin de todo. El fin de su viaje, el fin de las hostilidades... o en el peor de los casos, el fin de aquella pequeña guerra fría y el inicio de una nueva tanda de hostilidades que podrían patas arriba toda Arizona. Porque si algo bien sabía el ghoul es que de proponérselo, Raven y la Hermandad harían arder todo aquello si con eso pudieran cortar el problema de raíz.

Agradeció con una sonrisa el gesto de Chris, atravesando con paso decidido la distancia que les separaba de Raven: una vez allí le hizo un simple asentimiento de cabeza como saludo, pero su propia mirada decía mucho más, cargada del deseo por que todo saliese bien aquella noche y pudieran recordarlo con una sonrisa entre las sábanas.

Paul estaba haciendo lo que se esperaba de él, aunque Raven había tenido el gesto de darle la mano y él la había rechazado. No pudo evitar pensar que ella tenía muchos más motivos para despreciarle teniendo en cuenta la cercanía de Anthony y ella respecto a la de la manada y los Parentelas muertos. Sin embargo, asintió cuando dijeron de ir hacia ese diner. - Vamos. - le comentó a Chris

Con extrema cautela y tras una breve mirada hacia Darryl, Roxane retrocedió varios pasos antes de darse la vuelta hacia su coche. Lo mismo hicieron los moteros para regresar a lomos de sus motos y cruzar hasta el otro lado. No era un local muy solicitado de modo que eran a penas los únicos comensales, salvo varias personas ocupando la barra. Roxane, que entró primero, pidió que les diesen una mesa al fondo tomando asiento a la cabeza de esta. El resto se sentó alrededor, aunque Paul evitó quedar a su lado.

El camarero, que ni entendía ni parecía querer entender, pasó rápidamente a pedirles nota. Después se retiró echándoles una última mirada con extrañeza. Incluso los meros humanos a veces podían percibir cosas que no lograban entender, y de todas maneras no es que en aquella mesa se respirase un ambiente muy cordial.

-Creo que podemos ahorrarnos las presentaciones y los motivos de esta reunión -comentó Roxane reclinándose ligeramente en su silla ante la falta de comentarios.

-Pues sí.

Roxane se irguió ligeramente entrelazando las manos sobre la mesa.

-Ya le transmití mi mensaje a Darryl, pero lo haré de nuevo: estoy dispuesta a enterrar el hacha de guerra, a dejar correr todo este asunto de lado, y a ceder hasta esta misma frontera. -Cogió un portafolios que había dejado apoyado en la pata de su silla y lo subió a la mesa-. Mis abogados han reunido toda la información sobre la transacción. Aún faltan algunos documentos legales y ciertas apreciaciones, pero todo lo básico se encuentra en...

-Ya. De acuerdo -cortó Paul, cogiendo el portafolios y apartándolo a un lado-. No es nada de esto lo que me preocupa, sino cómo vas a dar fe de tu palabra en todo esto.

Los ojos de Roxane empequeñecieron brevemente, y las miradas se centraron el Paul. No había mencionado nada de eso hasta la fecha, al menos a Darryl.

-Creo que el hecho de que esté aquí sentada ya dice mucho de mis intenciones.

-El señor Ogden también era un hombre muy dado a la charla, y eso no quiere decir que respetase su palabra después de todo.

Intentó no estar al lado de Paul en la mesa, no por evitar al garou si no por poder observar su rostro. Aun así el ghoul imaginaba que estaría acostumbrado a no dejar entrever nada en su rostro pero cualquier gesto que pudiera captar sería útil para la reunión.

Todo empezó entre comillas bien, pero pronto Paul comenzó a hacer exigencias que difícilmente Raven podría cumplir. - Con todos mis respetos, Paul, no estamos tratando con Anthony Ogden. Aunque entiendo la desconfianza. - una de cal y otra de arena para el garou, esperando que así no se pusiera muy a las bravas - ¿Qué podría valeros para que confiárais en la propuesta? -

Los ojos del garou se clavaron en Darryl, aunque el resto de miradas se centraban el Paul.

-Un acto de buena fe -respondió, como si no fuese ya obvio por sí mismo-. Queremos la entrega de un "prisionero de guerra" durante los próximos años para asegurarnos de que el acuerdo se cumple y se respeta. El periodo de acogida durará hasta que sea estimado, y por supuesto nosotros ofrecemos otro a cambio también.

Aquello dejó sin palabras a la mesa.

-Paul. Esto no es la guerra -intervino Christipher.

-Es la primera vez que se me menciona esto y es algo inaceptable -resplicó Roxane, ojiplática.

Aquello no tenía sentido. Paul estaba jugando a un juego totalmente distinto y aunque dió gracias porque Chris intentara ayudar, dió todavía más gracias a que Mark no hubiese abierto la boca. Cosa que en realidad era lógica, sabiendo que lo que allí se hablaba en ese momento ni le iba ni le venía... al menos mientras el trato se cerrara.

- Paul, no hay necesidad de joderle la vida a uno de los tuyos ni a uno de los suyos por 'buena fe'. Chris estuvo ahí metido y durante el encierro no le tocaron un pelo, que yo recuerde. ¿Acaso no es eso un acto de buena fe? Podría habérselo quedado y usarlo para chantajearos si no hubiese intención de arreglar las cosas... - estaba defendiendo ya demasiado abiertamente a Ogden, pero... ¿no era él algo así como el intermediario de ése lado? - ¿Vas a dejar a tu gente sin sus líderes, sin su guía, o quizás prefieres encerrar a uno de los jóvenes? Es tu gente y puedes hacer lo que se te antoje con ella, pero no me parece justo para ellos. -

Darryl sabía bien que estaba metiéndose donde no le llamaban... pero si no apelaba a aquello quizás no habría manera de sacarle de ahí.

-Se llama sacrificio, Darryl, algo que tú no pareces comprender. No se trata de "joderle" la vida a nadie ni de firmar un tratado de paz. Se trata de acercar dos especies mediante la cooperación. Si Chris puede dar testimonio de su hospitalidad en menos de veinticuatro horas, ¿qué podría decir un garou que ha pasado varios años entre los vástagos? ¿O qué podría decir un vástago de nosotros después de todo ese tiempo? -Se volvió hacia Roxane-. ¿Quieres redimir el camino de tu padre? Demuestra que estás dispuesta a ello. Esto no te beneficia a ti ni a mi, sino a un bien mayor.

- Los Waterlung, Anthony Ogden, el ghoul de Roxane... creo que ya ha habido un buen número de sacrificios en todo esto, Paul. - fue lo único que dijo Darryl, pero recuperando su posición en el asiento y bajando el tono de voz. El argumento del garou era una estupidez: jamás llegarían a entenderse dos mundos tan radicalmente opuestos por obligación, no sin un vínculo ajeno a todo aquello que les uniera como le pasaba a él con Christopher. Sin saber muy bien qué más decir contra aquello buscó la mirada de Chris, Mark y Raven, en ese orden

-No sé qué quieres decir con lo de su ghoul -se defendió.

-Pues que cuando traté de ponerme en contacto con vosotros me devolvísteis a mi ghoul en pedazos. Creo que no hace falta mucha más explicación.

-Lo mismo que ocurrió con los abogados que debían recuperar nuestras propiedades y que Ogden liquidó. Todavía nos preguntamos dónde están sus cuerpos.

-Anthony Ogden jamás haría eso. -siseó Roxane, manteniendo el tipo a duras penas.

-Ni nosotros lo de tu siervo, pero estamos siendo acusados de ello igualmente.

-¿Dices que no tuvísteis nada que ver? -inquirió Christopher.

-No digo nada. Afirmo que nosotros no haríamos tal cosa contra un humano aun estando este contaminado por un vástago. Tú deberías saberlo mejor que nadie, Christopher.

Roxane chascó la lengua.

-Y yo afirmo que Anthony Ogden jamás violaría un pacto de ese calibre haciendo desaparecer a humanos. Él no tenía ningún tipo de interés en vuestras tierras.

Mark carraspeó poniendo un codo sobre la mesa.

-¿Alguién más se está dando cuenta de que aquí hay cosas que no cuadran?

- Gracias, Mark. - dijo Darryl desde el corazón. El propio ghoul se había dado cuenta de que había muchas piezas sueltas y que el detonante de todo aquello no estaba claro si había sido culpa de unos u otros. De alguna manera Darryl confiaba en la integridad de Anthony Ogden al respecto (un vampiro tan antiguo no cometería una estupidez así tan fácilmente) y también confiaba en que la manada estaba demasiado anclada en sus infinitas y estúpidas normas como para hacer también algo así.

- No recuerdo si fue en mi primera o segunda reunión con Roxane, pero le dije que había cosas que no entendía. En principio creí que era porque una parte u otra me estaba ocultando información... pero creo como él. - hizo un gesto de cabeza en dirección al President - Hay alguien en todo esto que os está haciendo la cama y quiere que os arranquéis el gaznate a mordiscos los unos a los otros, supongo que para devorar las sobras como un ave carroñera. Por eso le pregunté a Roxane por quiénes eran los vástagos que estaban bajo su mando, porque no sé si realmente alguien de los suyos puede estar detrás de ésto, alguien en la manada... -

Ahora sus ojos miraron a Paul, con firmeza. No le estaba acusando de que así fuera pero era una posibilidad que no tenía sentido rechazar de antemano. - ...o una tercera parte. -

Se miraron los unos a los otros con cierta nota de desconfianza. La idea, aunque cuadrase, resultaba difícil de concebir. Eso significaba que o tenían un traidor bien metido dentro de una de las dos facciones o que una tercera parte les conocía lo suficientemente bien como para estar jugándosela.

-Yo no puedo poner la mano en el fuego por mi gente. Sólo la podría por Anthony y está muerto -declaró con rabia Roxane.

Paul permaneció impermeable a la acusación.

-Me fío de mi gente, pero si hiciese falta tenemos métodos para sonsacar la verdad. Estoy dispuesto a llegar hasta el fondo de este asunto con tal de ahorrar más muertes.

-Yo también.

-Entonces supongo que deberíamos cotejar la información que tenemos hasta ahora. ¿Alguien tiene papel? -preguntó Christoper sacando un bolígrafo del interior de la chaqueta.

-En el maletín hay.

Mientras empezaban a repasar y a comprobar información y versiones, el camarero regresó con los diferentes pedidos. Solo Mark tocó la comida que, a falta de algo que decir más allá de lo que todos sabían, parecía algo ajeno a la situación. Darryl y Christopher fueron los que más apoyaron en el debate, calmando la situación y tratando de ceñirse a las fechas y los datos, dejando de lado las motivaciones personales. Parecía inverosímil que nadie se hubiese percatado de todo aquello hasta entonces, pero con la gran falta de comunicación resultaba obvio. Probablemente quien hubiese orquestado todo aquello también había contado con eso.

El final, el ghoul de Raven no parecía haber sido asesinado por los garous y todos sus subalternes habían estado al tanto del asunto. Lo de la Parentela resultaba más difícil de contrastar dado que no había cuerpos ni datos, y sólo quedaba la palabra de Raven y su lazo con Anthony para dar fe de su inocencia. La muerte del Rey de Arizona quedó inmediatamente atribuída a los garous, que no tenían ningún reparo en decir que habían sido ellos. Escucharlo de la boca de Paul hizo que Roxane se levantase del asiento y se tomase un descanso de varios minutos.

-Necesito aire.

Era mucho que asimilar, la verdad. Y todo apuntaba a que o se debía a alguno de los suyos o a alguien que todavía no habían podido identificar.

-Joder, que follón -balbuceó Christopher mirando la hoja perplejo. Paul negaba con la cabeza y Mark seguía picando patatas fritas.

Siguió con la mirada a Raven mientras salía fuera, dejándole unos minutos para que pudiese calmarse un poco. Su primera reacción había sido levantarse e ir tras ella para consolarla, pero no sabía si Paul conocía ya algo de su historia con ella y no quería ser él quien le revelase ese secreto.

- Si hay algo que hay que reconocer que en el asunto de los Waterlung hay algo muy raro. Tras el incendio, cuando estábais a punto de mover a vuestros abogados para recuperar las tierras, éstos desaparecen. Ogden acepta reunirse con Sarah para devolverles las tierras y justo cuando otra Waterlung va a firmar los documentos... alguien acaba con ella. Esas dos cosas serían para Anthony Ogden como poner una espada de Damocles sobre su cabeza... y sabes que alguien tan antiguo como él no debía destacar precisamente por ser un estúpido sin cabeza. - Darryl se levantó por fin - Voy a llamar de nuevo a Roxane. -

Salió fuera con esa excusa pero con la intención de animar un poco los ánimos de la vampira. Salió fuera del diner para buscarla y acercarse un poco pero manteniendo una distancia prudencial por si los otros miraban desde fuera. Al ver a la mujer fumar se llevó las manos a los bolsillos de la chupa, observándola. - ¿Cómo estás? No olvides que sigo aquí contigo... y vamos a llegar al fondo de toda esta mierda juntos, ¿vale? -
 

Miraba a la nada, y solo le dedicó unos breves segundos antes de volver la cabeza hacia otro lado, dejando que una cortina de humo se interpusiese entre ellos.

-Ya lo sé -dijo. Sonó grave, pero con una nota de temor que traslucía después de tantos años. Raven agachó la cabeza y pisó la colilla-. Alguien planeó la muerte de Anthony y ha estado jugando conmigo y con todos nosotros. Y ese alguien está viviendo bajo mi techo y se está riendo en mi cara. Y no tengo ni idea de quién es.

Soltó una risa irónica. Aquello no podía estar pasándole después de todo aquello.

-Se lo tiene que estar pasando de miedo.

- Míralo de este modo: si el responsable o uno de ellos es un vástago... lo que vi en la cámara frigorífica van a ser unas vacaciones en comparación a lo que va a vivir el responsable en sus carnes. - dijo, mientras se encaminaba al interior - Ni Anthony ni los Waterlung tenían nada que ver conmigo... pero quien esté tras todo también me ha tocado los cojones a base de bien, ten claro que se lo haré pagar. -

O eso es lo pretendía...

Raven echó a caminar tras él.

-Eso será si damos con el responsable...

Ambos regresaron dentro, donde la conversación se detuvo por completo observándoles mientras tomaban asiento de nuevo. Hubo un breve intercambio de palabras, y al final fue Christopher quien tomó la palabra. Todavía sostenía el bolígrazo, agitándolo ligeramente en su mano.

-Vale, creo que estamos en un "punto muerto". No hay mucho más que podamos hacer contrastando datos. Lamentablemente, señorita Ogden, todo apunta a alguno de los suyos, aunque deberíamos cubrir todos los flancos posibles.

Roxane suspiró y le dio un trago por primera vez a su bebida.

-Lo sé. Pero honestamente, no tengo muy claro cómo hacerlo. Se supone que ya había eliminado a una rata.

-Entonces es que quedan más, chica -comentó Mark, Don Obviedades-. Deberías conocer a quienes te rodean.

-Ya -Roxane sonrió-. Pero es que no son quienes me rodean, sino quienes rodeaban a Anthony Ogden.

Salvo que se le escapara algún vástago sólo podrían ser Maeves, Al y Cassidy. ¿O quizás eran varios de ellos? Se le hacía raro que los dos primeros pudiesen ser responsables si estaban vinculados a Raven, pero era algo que nunca podría desechar del todo.

- ¿Qué hay de Cassidy? - miró ahora directamente a la vampiro, enarcando una ceja - Dijiste que no tenía nada que ver con vosotros y que sólo estaba de paso. Imagino que eso es un motivo de peso para que no tenga un motivo... ¿pero no es un poco casual que esté justamente ahora? Sea o no responsable quizás sepa algo... -