Partida Rol por web

Caballeros de la Antigua República - Vol. 1

Taris

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08/05/2009, 21:21
Director

   A Quell no se le había dado nada mal, afortunadamente llegó a tiempo para ver el espectaculo, John irrumpía por la fuerza en una casa y tras un par de disparos a la cerradura, la puerta se abría irremediablemente, tan irremediable como los gritos que le iban a seguir, fueran de sorpresa, de odio, de temor o de indignación.

  En la Cantina no le había ido tan mal, su entrenamiento en su planeta natal había servido de algo, en contra de los designios de su padre. Su propio entrenamiento. Carth estaba junto a Larrim, un Twi'lek, una clase de comerciante "legal" que tenía como sede aquel edificio, vendía pertrechos electrónicos, piezas de droide de segunda mano, y escudos de energía de dudosa calidad (y procedencia). El héroe de la República permanecía con un blaster en cada mano, apuntando al suelo, completamente boquiabierto mirando a Doe y a la mujer, acabó por llevar la diestra a la frente y negar, puede que no se esperase eso por parte del soldado.

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08/05/2009, 21:30
Quell Breyard

Los ojos de Quell estaban que se salian de las cuencas de las orbitas. No podia ser. Aquel mercenario estasba hallanando una morada con al dueña dentro. Es que no pudo comprovar si habia alguien dentro. Desde luego es que no los podia dejar solos.

Y para que luego digan que el joven impulsivo soy yo. Hola Carth. Que se supone que esta pasando. No, no me lo expliques, acabo de decidir que no quiero saberlo.

Miro al tipo que estaba en el suelo. Como venderdor daba bastante pena. Pero nunca se sabia. Quizas solo fuera una fachada. No seria la primera vez que se equivocara en juzgar a nadie por las apariencias, como la gente solia hacer con el. Claro que en su caso, eso era una ventaja.

Se quedo parado, de pie mirando para la extraña y anecdotica situacion. Desde luego habia ciertas personas que no sabian como empezar unas relaciones de pareja. Y Jhon era sin lugar a dudas, una de esas personas.

Mira que entrale asi a una mujer, bueno, mira que entrarle en su casa.

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08/05/2009, 21:26
Director

   La Cantina de la Ciudad Alta era un lugar agradable, si eras humano claro, la información que has podido sacarle a los Sith y nobles con una copa más de la cuenta encima no ha sido mucha, pero si podrá ser útil para saber en que condición os encontrais. Parece que Doe a despertado de su siesta, llevaba horas dormida, tantas que no sólo has estado en el apartamento abandonado que Carth encontró sino que a Quell le había dado tiempo de visitar parte de la ciudad. Carth, por el contrario, no se había separado en ningún momento del soldado de la República, era...como si lo vigilase, aunque tampoco hacía nada para evitar que actuase, y la demostración era como había irrumpido en el apartamento de aquella joven humana.

  Con Larrim Quell ya se había cruzado, pero sin créditos es dificil que un comerciante insista demasiado, y mucho menos que de información relevante. El portero, un hombre viejo, fregaba el suelo con su esfuerzo y reprendía al grupo con la mirada, sin decir nada, evitando problemas. Por lo que había logrado averiguar Taris estaba bajo un bloqueo Sith, y éstos habían tomado la ciudad. De hecho, ahora eran la mayor fuerza, política y militar en el planeta, habiendo tomado el absoluto control del sistema y manteniendo las flotas en la órbita para impedir que nadie entrase o saliese del planeta. Era una situación cómoda para los adinerados de las altas casas de Taris, todos ellos de la especie humana. Si, a decir verdad era sencillo de notar el racismo que existía, tan solo se toleraba a los Twi'lek, o quizás deberiamos decir "a las" que servian como esclavos y esclavas en las cantinas y las mansiones de los habitantes de la ciudad alta. Algunas almas, algo más cándidas, estaban preocupadas por la ocupación. Los Sith estaban por todas partes, y atemorizaban a los comerciantes, que veían el flujo de mercancias completamente cerrado y eso, no era nada bueno para el negocio. Cada vez se recurría más a cazarrecompensas dispuestos a oponerse al bloqueo con sus naves, pero la situación había llegado a un punto inestable, era realmente imposible salir de allí. Esto oprimía a los de clase menos acomodada y a la vez, hacía que los nobles estuviesen a disgusto, pues tenían que compartir, en algunas ocasiones, la calle con apestosos alienigenas. Existía incluso una ley que prohibía que un alienigena pusiese los pies sobre el suelo de la ciudad alta, a menos, claro, que tuviese la autorización directa de los Sith, soldados que estaban a cada dos pasos allá donde fueran.

 La gran ciudad planetaria se dividía en zonas, una especie de capaz mal conseguidas, rozando los cielos,la ciudad Alta, poema al lujo y el poder económico, absolutamente bajo el control de los Sith. La ciudad baja, una "ciudad" muy peligrosa, la gente habla de revueltas constantes con las bandas de Swoop, pero ni borrachos hablan de ello, casi temen a esas bandas más que a los Sith, después de todo, los Sith mantienen alejada la escoria alienigena (no-humana). Y por último lugar, la superficie del planeta, una superficie que a nadie le importa.

 Muchos hablan de la colisión de unas cápsulas de emergencia, pero salvo las propias, Quell no había conseguido información sobre otras, como por ejemplo, la de Bastila, lo que reducía las esperanzas de que se encontrase cerca.

Notas de juego

1. Despertar de Doe

2. Salida a los apartamentos

3. Refugio

4. Gritos

5. Apartamento de Dia

6. Larrim

7. Salida

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08/05/2009, 21:22
John Doe

Lanzo una hosca mirada a mi acompañante. Ya te lo dije, Onasi, ya te lo dije. Observo a la mujer, sorprendido por su demostración de mal genio, no parece el tipo de mosquita muerta que se quedaría llorando en su habitación esperando a morir. Pero a saber...

-Dia, ¿verdad?. Verás, ese tipo verdoso de ahí fuera, Larrim, dice que has tenido problemas con un señor del crimen local, también dice que estás apunto de morir.

Me llevo la mano al mentón, pensativo. Esto no se me da muy bien, baaah, hagámoslo a mi manera.

-Verás, entiendeme, yo pasaría de largo, pero ese tipo de ahí-digo señalando a Carth Onasi sin volver la mirada.-dice que como representantes de la República, tenemos que tener un trato amable con los lugareños.

Me cruzo de brazos, y me dejo descansar mi espalda sobre una de las paredes, mantengo los ojos clavados en los de Dia. Debería hablar Carth Onasi, a él le pega más lo del héroe repúblicano, y toda esa mierda.

-Así que escucha, vamos a buscar una nave y abandonar el planeta, y donde caben...-Vuelvo la mirada a Quell Breyard, que acababa de hacer acto de presencia. Eramos pocos, y parió el Bantha.-bueno, donde caben tres, caben cuatro. Así que puedes recoger tus cosas y venir alegremente con nosotros, o puedo cargarte al hombro y llevarte pataleando y gritando como una loca, pero no pienses que voy a dejarte aquí para que te maten. ¿Que me dices?

Miro a Quell Breyard de arriba abajo. Joder... ¿has ido por las cantinas y no me traes un trago? Yo te mato...

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08/05/2009, 21:42
Carth Onasi

Las cejas de Onasi, ocultas tras su brazo, que en esos momentos ocultaba su rostro de la verguenza, dibujaron un círculo. Lo que nos faltaba...

 Cuando bajó las armas no puso sino sonreir al joven miembro de la República, aunque sus ojos no se despegaban de Doe y de sus intenciones, como si esperasen una dosis interesante de violencia en cualquier momenta, atento para tratar de evitar un enfrentamiento. Creo que necesita recordar algo de disciplina, aquel golpe en la cabeza debió de ser más fuerte de lo que pensaba.

 La voz surgió como un siseo tranquilo.

 - Eso, no te preocupes, John tiene la situación bajo control. - A pesar de lo violento de la situación,  de la fructifera entrada del soldado en el apartamento de la joven Dia, tenía...gracia. ¿Cómo saldría Doe de una mujer enfadada? Espero que no lo solucione como con una cerradura...

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08/05/2009, 22:20
Dia

Dia tuvo que parpadear para no caer redonda por las palabras de John, ¿realmente cree que me ire con un sucio piojoso como él con esa mentira tan mal estructurada?

 - He oido excusas mucho mejores de borrachos que no podian mantenerse en pie. ¿Realmente piensas que voy a creerme esas mentiras?

 Dia se cruza de brazos retandole con una mirada húmeda, las lágrimas aún se agolpan en sus ojos. A pesar de su tristeza se mantiene seria, con actitud orgullosa pero sin mostrarse expresamente violenta.

 - ¡Taris es mi planeta natal, y no tengo intención de abandonarlo! ¡No se cuanto te habrá pagado Holdan, pero no pienso irme de aquí! ¡Si tiene agallas para enviarte, que tenga agallas para venir a acabar conmigo!

 Estaba realmente resentida con ese tal Holdan.

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08/05/2009, 23:14
John Doe

Niego con la cabeza. Esta chica es realmente tonta, ¿Holdan eh?. Ahora podía cargarmela, y seguro que ese mafiosillo me invitaba a barra libre en su cantina por haberle quitado un problema de enmedio.

-Vale, vale... lo pillo. A ver, dime, ¿que le has hecho a tu enamorado para que quiera matarte?.

Niego con la cabeza. Héroes de la República, solución rápida a tus conflictos de pareja. Lo que me faltaba. Sea lo que sea, seguro que puede resolverse con una buena negociación diplomática, estilo John Doe.

 

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09/05/2009, 04:59
Dia

- ¿¿Mi enamorado?? ¡JA! ¡Ese puerco no tendría ni una oportunidad conmigo! ¡Ni con ninguna otra mujer decente! - Las palabras de Doe la ofendian hasta el punto de enrojecerla de rabia.

- ¡No puedes ayudarme! ....y...

 Se relajó...- Tampoco...tampoco creo que pueda confiar en ninguno de vosotros.

 Su mirada se endureció mirando a Doe, a Carth y a Quell, este último había acabado de llegar, pero parecía compartir amistad con los intrusos. ¿Holdan...por qué me haces esto? ¿Tan poca dignidad tienes?

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09/05/2009, 15:32
Quell Breyard

Quell se acerco un poco mas hacia la puerta. Miro la habitacion, luego el pasillo. Estaban montando un verdadero espectaculo. No creia que los Sith entraran a un edificio asi porque si, pero si les daba por pasar se encontrarian con un cuadro bastante interesante, y eso no era bueno para su cara.

Asi que desde la puerta levanto la mano, para pedir el turno de palabra.

Esto..

No sabia muy bien lo que queria decir ni como empezar.

Hola soy Quell, aun no se muy bien que es lo que esta pasando, jeje.

Saludo y le tendio la mano, mano que evidentemente la chica no recivio de buen agrado. Y luego se rio de manera nerviosa. Realmente patetico, pero entraba en cierta manera en sus planes.

Vamos a ver si yo lo he entendido, un tipo llamado Holdan, que es un tipo duro, un señor del crimen quiere matarte. Me cuesta creerlo la verdad, eres... bueno mejor dejo los cumplidos sobre tu belleza para otro momento, veo que no estas de humor.....

A ver, entonces te quiere liquidar un mafioso local, y eso a santo de que. No pareces muy peligrosa. Y disculpa de antemano si con ese comentario te molesto.

Mira a la chica con la boca abierta, como los niños pequeños cuando esperan recivir una explicacion de su maestra. Tiene realmente cara de tonto. Y esa cara es capaz de abrir muchas puertas, siempre que la puerta no este custodiada por un gamorreano borracho claro. Pero para una joven como esa, seguramente valdria.

Su actitud, sus palabras no habian parecido amenazadoras, por la sencilla razon de que no eran amenazadoras. Tenia las manos desnudas y aun seguia en la puerta de la habiación, lo que representaba que aun no habia violado el espacio fisico que era la casa de aquella mujer. Evidentemente la joven no se sentiria comoda. La estaban interrogando unos desconocidos que se colaban a la fuerza en su casa.

Pero tenia la impresion de que la historia de la chica estaba a flor de piel, y que si le tirabas un poco de la lengua la mujer diria todo lo que ellos necesitaban saber.

Claro eso sera si lo que me cuente me importara para algo, que sigo sin saber que hacemos aqui.

Esperaba que su plan funcionara y que la chica cantara. Siempre conseguia que la gente de su alrededor lo subestimara, si no lo veian como una amenaza se sentian seguros, y esta vez era como tantas otras en su planeta natal. Si el fuera el mismo, seguramente la mujer le echaria a patadas. Ahora solo tenia que esperar.

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10/05/2009, 03:07
Dia

- No, no es así, no entendeis nada. - Dijo negando con frustración y dejando caer sus brazos por su propio peso en una interpretación real de abatimiento. Cerró los ojos unos instantes, tratando de calmarse, era un tema doloros.

- Ese maldito Holdan trabaja para el intercambio, va pavoneandose por la ciudad como si fuera suya. Fuf...- Suspiró enarcando las cejas, era peor que un gamorreano. Las palabras de Quell comenzaban a hacer mella en su debil defensa, la adulación no había sido la cable, sino su aparente inocencia. Dia no entendía porque un joven encantador como aquel viajaba con un bruto como John. A Carth apenas lo había mirado, después de todo nisiquiera se había acercado a la puerta.

  Se notaba que estaba asustada, hablaba de que viniese a tomar justicia, sin embargo ella era la que se estaba escondiendo. Por aquel motivo había estado llorando.

- Trató de ...bueno...yo...¡es un maldito sinverguenza! ¡No puede ir por ahí abusando de la gente! ¡No iba a permitir que me toqueteara!...Asique...asi....asique...¡le corté con mi vibrocuchillo!

 Hacia gestos tranquilos con las manos, pero la rabia y el miedo en su interior eran más que notables en su mirada húmeda. Respiraba con cierta dificultad, como una mujer indefensa en una situación así.

 - Lo...lo hice delante de sus compañeros de trifulcas, y se sintió indignado, asique ha puesto precio a mi cabeza. Me estoy escondiendo aquí. Ya han venido otros en busca de ella. Y...no...no puedo hacer nada. Yo...no quiero dejar Taris...es ...mi hogar...trabajo aquí. Tengo mis amigos aquí...los últimos recuerdos de mi familia están en este planeta.

  Holdan no se detendrá hasta que me mate. Ha recurrido a sus influencias para eso...

 La diestra apretó el brazo izquierdo por su codo, con suavidad, acariciandolo suvitamente mientras bajaba el mentón y miraba fijamente al suelo, entre las botas de John y el calzado de Quell. Contenía las lágrimas con valentía.

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10/05/2009, 16:11
Quell Breyard

Quell escuchamente las palabras de la joven. Asiente ante sus palabras, poco a poco la consciencia de lo que la mujer habia vivido llega a su mente. E incluso antes de que ella expresara la situacion en la que se habia vuelvo envuelta el ya sabia lo ue habia pasado. Y su cara y su determinacion tomaron las riendas de sus palabras.

Con una voz seca, seria y solemne hablo mirando a la chica.

Te prometo que ese tal Holdan no te pondra un dedo encima nunca mas.

Sus palabras eran una clara declaracion de inteciones. Por unos momentos olvido que no estaba solo, que no era mas que un joven venido de otra punta de la galaxia. Pero no podia dejar de ver aquella situacion como una injusticia. Puede que no supiera que hacian alli, pero lo que si tenia claro es que no soportaba ver a una mujer vejada, por nadie. Y eso siempre le causo problemas. De echo de una extraña manera, fue ese el motivo de que lo mandaran fuera de su planeta natal. Ahroa estaba en mitad del espacio, y aquellas sensaciones de proteger a las personas se hacia fuerte.

Su mirada se clavo en los ojos llorosos de la joven. Ella parecia no estar convencida de sus palabras pero no podia dejar de ser sincero con su propio corazon y con la situacion.

Fue en ese momento cuando tomo consciencia de con quien estaba. Miro a Jhon, que seguia apollado dentro de la casa en una de las paredes, no sabia decir si estaba perplejo o simplemente no entendia ni una palabra de lo que habian dicho la mujer y el mismo.

Detras suya estaba Carth, no le veia la cara pero podia imaginar la mueca que tendria en la cara. Espero que alguien rompiera el silencia que habia llegado. No sabia si habia metido la pata, o que era lo que realmente estaba pasando. Lo que si tenia claro era que ellos no iban a matar a nadie, que la chica necesitaba ayuda.

El Intercambio, que demonios sera eso para que haga al mafioso ese tan poderoso.

Estaba claro que desconocia muchas cosas de aquella galaxia, pero tarde o temprano tendria que empezar a entenderlas. Y el momento se acercaba.

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10/05/2009, 16:41
John Doe

Vaya, vaya, así que la mujercita tenía agallas. El intercambio, todo mercenario conocía ese nombre, pagaban bien si, pero eran unos retorcidos hijos de la gran puta, la extorsión y el asesinato entraban dentro de sus prácticas habituales, por no mencionar la trata de esclavos.

Cuando Quell Brayard responde con su épica frase, no puedo evitar que una risotada escape de mi garganta. Jajaja, que chaval, no se ni como ha sobrevivido hasta ahora.

-¡Quell Brayard! ¡El héroe interplanetario! ¿Y como piensas hacer eso? Cuando un hombre hace una afirmación así, tiene que estar dispuesto a secundarla con sus actos. Así que dime, ¿vas a matarle?.

Hago girar la pistola bláster con gran habilidad sobre mi mano, y se la ofrezco al muchacho.

-Entonces te dejo mi blaster.-Sonrío ampliamente-A no ser que hayas pensado en otra cosa, no se, pagarle a ese tío para que deje a la chica en paz, pero eso no funciona con esa gente, y tampoco creo que baste con romperle las piernas antes de marcharnos del planeta. Así que vamos, valiente, coje la pistola y vuelale la cabeza. Así serás todo un héroe.

Dejo el arma sobre la mesita, cerca de Quell, y me giro para mirar de nuevo a Dia.

-¿Donde está el local de ese Holdan? El tío será un capullo, pero seguro que hay buenas bailarinas y podré hechar un trago.-Que falta me hace-Me llevaré al chaval a que se haga un hombre, y de paso tendré una charla con Holdan. ¿Que te parece?.

Tuerzo la cabeza contemplando a la mujer, ella debe saberlo, soy un mercenario, soy escoria, si alguien puede tratar con otra escoria y librarla de esto, ese soy yo. Me voy a divertir mucho viendo como se desenvuelve Quell en ese mundillo.

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11/05/2009, 08:05
Dia

   

- Me traes palabras de esperanza...

 Dia se encogió en si misma mirando a Quell, parecía un chico valiente a pesar de su edad pero no se enrojeció ante su muestra de temeridad sino que negó tomandose el brazo con más fuerza.

- Pero tu compañero tiene razón. No quiero que te conviertas en un asesino por mi. No podría cargar con eso. No creo que nada de lo que hagais funcione, la recompensa ya está puesta, aunque Holdan muera...alguien tratará de aprovecharla. Son tiempos dificiles.

 Negó reafirmandose de nuevo.

- No teneis porque responder ante mi, pero os lo agradezco. Gracias...sobretodo a ti, Quell, me has dado esperanza. Pero...por favor, ten cuidado. No quisiera obligarte a nada.

Dia extendió la mano algo temerosa como si buscase alcanzarlo en la distancia y agradecerselo acariciando su mejilla, con el brazo derecho flexionado mantenía el puño cerrado cerca de sus labios.

- Además, no tengo nada con lo que pagarte. Lo dejé todo atrás, por eso me escondo en este lugar. Pero...si aún así quereis hablar con él, podreis encontrarle en alguna de las Cantinas. Suele frecuentar la de la ciudad Alta, pero no sería raro encontrarlo en la de la Ciudad Baja con otra escoria como él. Con el bloqueo de los Sith, no tiene entregas que hacer ni recompensas que cobrar, asique suele estar emborrachandose...

Si decidiesen irse sin más, ella se despediría con un gesto sutil de su mano y un leve "gracias de igual forma" No tenía fe en que se solucionase, pero estaba agradecida de la actitud de Quell Breyard, y éste había conseguido algo muy importante. Que Dia sonriese. Su atención no recayó más en Doe, que le parecía un tipo parecido a Holdan, grosero y hecho a la guerra. Eso no lo convertía en un mal hombre, pero si en alguien poco recomendable para una mujer como ella.

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11/05/2009, 08:20
Carth Onasi

Carth se acercó a Doe, aunque siguió la práctica de Quell y no se atrevió a entrar en la casa, no seguiría la aptitud de John a pesar de seguir con sus métodos. Sonrió de medio lado escuchando a Breyard, y miró de reojo con cierta espectación a medida que el soldado raso hablaba. Son como niños.

 - Bueno...ehm...lamento interrumpir. Pero sería un buen momento para ponernos en marcha. ¿No creeis?

 Con las manos y los brazos separados del tronco las elevó levemente encogiendose de hombros.

 - Ah si...por supuesto. - Bajandolos súbitamente se inclinó ligeramente en una circunflexión sencilla, la diestra por delante dibujando un círculo. - Un placer Dia. Ahora, si nos disculpa...

 Carth recuperó toda su estatura y se balanceó unos instantes observando el exterior, el Duro había acabado de limpiar el desastre y había desaparecido, el portero seguía con su limpieza de los pasillos y estaba peligrosamente cerca.

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11/05/2009, 14:08
Quell Breyard

El joven se habia quedado mirando el Blaster del Jhon. Estaba lleno de rabia y contradiccion. Cierto era que no sabia que hacer para librar a la mujer, y que matar a Holdan no habia sido su idea al hablar pero estaba seguro de que tenia que haber otra manera. Siempre tenia que haber otra manera, lo sentia de corazon.

Ni siquiera la joven Dia parecia convencida por sus palabras. Tampoco la culpaba. Era un joven y era mas facil tener la vision de Jhon de la vida, que creer que se podria cambiar algo.

Sin embargo entre las palabras de la mujer obtuvo la respuesta que tanto necesitaba.

Solo si Holdan la daba por muerta la dejaria en paz.

Sonrio para si mismo. Habia recuperado la alegria, y tenia una idea en la cabeza. No dijo nada mas, no queria confrontarse delante de Dia con sus compañeros ni alargar el sufrimiento de esta.

Se movio, salio de la habitacion en la que realmente no habia entrado y se quedo esperando a Carth, que era sin lugar a dudas un tipo muy raro. Habia dejado pasar toda aquella situacion sin decir una sola palabra.

Lo primero seria interrogarle sobre que hacien en la puerta de la joven. Pero tambien seria interesante que le contara lo que habia haberiguado.

Carth, tengo la informacion que me pedistes, no es mucho, pero puede resultarte interesante. Y recuerdame que si vemos a Holdan te explique un plan que tengo en la cabeza.

El chico sonrio ante aquella idea. Parece otra vez feliz y despreocupado. Habian pasado los momentos de tension entre Doe y el, y parecia haberlos superado rapidamente. Volvia a ser un chico vivaz.

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11/05/2009, 14:25
Carth Onasi

Carth asentía sin pararse, ya habían permanecido bastante tiempo allí y otro grupo de Sith podría llegar en cualquier momento, y si lo hacian, las cosas se complicarian aún más. Su prioridad era encontrar a Bastila, pero tampoco podían ignorar a Dia. En cualquier caso, lo importante y principal era aquello, quizás irse por otros caminos nos llevase a obtener algo de información. Hablando de información...

 - Dispara. - Dijo de forma carismática avanzando el primero, vigilaba de reojo los pasos de Doe pero no trataba de ignorar a Quell, su oido estaba puesto en sus palabras de forma atenta y considerada. Por algún motivo esperaba que Doe saliese corriendo en algún momento o hiciese algo extraño, algo más extraño que aquel numerito. No acababa de confiar en él...

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11/05/2009, 14:41
Quell Breyard

Quell cambio la expresión y se concentro en lo que tenía que decir. Hizo una especie de cuenta rápida con los dedos de la mano. Como si quisiera llevar la cuanta de lo que tenía que decir. Y finalmente se dejo 5 dedos levantados. Y se quedo mirando los dedos.

Ummm, para empezar, creo que deberías de saber que tenemos suerte de ser humanos, bueno si es que Doe es humano, que aun esta por verse. El caso es que la gente de esta parte de la ciudad odia a los no-humanos, y serlo hubiera dificultado mucho o más el movernos por aquí. Es posible que en la parte baja de la ciudad nos encontremos más variedad de razas, pero aquí los humanos son la constante.

Baja un dedo, y le quedan 4 dedos más. Y toma algo más de aire.

Bueno, por si no lo sabias, estamos en la parte superior de la ciudad. Aquí se mueve la gente con clase. Por eso salimos tan rápido de la zona donde se estrellaron las capsulas. Por debajo de nosotros se encuentra la ciudad baja. Que no solo esta mas abajo, sino que es la parte de la ciudad donde se supone que esta la escoria. Eso son los alienígenas, las bandas de moteros swoop, y toda la morralla. Supongo que estará la gente que no tenga dinero para estar aquí arriba. Pero en líneas generales esta todo el mundo que no esta aquí.  Y parece ser que es un sitio peligroso incluso para dar un paseo.

Toma un poco de aire. Mira la cara de Carth y acelera la conversación si cabe aun más.

Debajo de todo se encuentra el suelo, supongo que el planeta. Lo que hay allí y la gente que hay allí, no le importan a nadie, te lo digo en serio, no le importan a nadie. Es como si fuera otro planeta. No tengo más información sobre ese sitio. Pero tengo una idea de lo que podemos encontrarnos allí.

Quito otro dedo de su mano, quedando solo 3 dedos levantados.

Nadie ha visto mas capsulas de emergencia por aquí. Lo que supone que si vamos a buscar a los supervivientes, no están en esta parte de la ciudad. Y parece ser que tampoco hay rumores de que hayan caído en la ciudad baja. Puede ser que si, pero aquí nadie lo sabe, aunque aun es demasiado pronto. Lo que si tengo claro es que si hubieran caído en el planeta, en el submundo ese, aquí nadie lo sabría y a nadie le importaría. Así que tengo un pálpito que me dice que seguramente las capsulas fueron a parar ahí, a ver si me equivoco. Jeje.

Sonríe y baja otro dedo más. Ahora ya solo quedan dos. Y parecía que aun tenía mucho que decir. El chico mira a todos lados antes de hablar.

Bien, lo que se además de todo esto es que los Sith dominan solo la parte alta de la ciudad. Y eso no es tan bueno como pueda sonar. El planeta entero tiene un bloqueo, y no hay manera de salir, ni de entrar. Según dicen, no entra mercancía, la gente no puede vender ni comprar nada que no este en el planeta. Lo que hace difícil que podamos salir de aquí. Sin embargo puedes encontrarte la tropa Sith por todo el planeta, aunque son más fuertes aquí arriba.

No estoy seguro de que la gente nos ayude con ellos, puesto que mantienen a los no-humanos en el sector bajo de la ciudad y para algunos son héroes, supongo que porque los que viven aquí arriba no tienen problemas de escasez de recursos por el momento.

En la zona baja..., bueno las bandas de moteros Swoop tienen que ser una fuerza casi militar, porque la gente les tiene mucho miedo. Y solo los Sith y en grupo parecen querer aventurarse ahí debajo. Lo que los convierte en una pieza de puzzle importante a tener en cuenta.

Finalmente solo quedo un dedo levantado, lo que avisaba de que la historia venia tocando a su fin. Un gran respiro para Carth que hacia malabares mentales para no perderse en toda la información que Quell le transmitía de golpe. Parecía que el chico quisiera quitársela de la cabeza y le quemara dentro.

Pero callo en ese momento dejando el último dedo levantado y mirando a Carth.

Bueno, y tu que has conseguido. ¿Aparte de entrar en la casa de esa chica?

Cargando editor
11/05/2009, 15:16
Carth Onasi

- Bueno, tenemos donde hospedarnos y he despertado a la bella durmiente.

  Sonrió señalando a Doe con el pulgar. En verdad la información de Quell fue rápida, pero muy general. Nos sería útil sólo para comenzar. En el rostro de Carth no había aquella sonrisa de medio lado que solía surcarla cuando hacia una de sus recurrentes bromas, bromas, que eran sólo para romper el hielo de una situación tensa. Podía notarse en el ambiente que no se encontraba del todo agusto con la compañía, aunque no pretendía que nadie se diese por aludido al respecto.

 - Habiamos pensado ir a la Cantina a buscarte, pero veo que has hecho un buen trabajo. Aunque haya un bloqueo en la órbita del planeta es algo que aún no nos importa, primero tenemos que encontrar a Bastila.

 Puede que sólo sea cuestión de tiempo que la gente comience a hacer preguntas y la información fluya por este sustrato de la sociedad de Taris. En todo caso, debemos estar atentos por si escuchamos hablar sobre algún método para abandonar el planeta, dudo mucho que se levante el bloqueo, más si Malak sabe que Bastila se encuentra aquí.

 Ni Doe ni Quell disponian de aquella información, aunque no la evitaba conscientemente, hablaba de Malak y no de Revan o Revan y Malak. Agradecí con un asentimiento la labor de Quell y le di una palmadita en el hombro. Era un buen chico.

Cargando editor
11/05/2009, 15:32
Director

                                                                

  La ciudad Alta de Taris era una oda a la tecnología y los servicios más modernos, con todas las ventajas de Coruscant y muchas menos desventajas, como por ejemplo su limitado tráfico. Ni spiders, ni swoops, ni vehículos personales por todas partes, no tantos como debería de ser en la normalidad. El Bloqueo mantenía parados la mayoría de transportes, pero las cantinas se llenaban con jugadores de Pazaak y bebedores compulsivos que no tenían otra cosa que hacer. La ciudad de Taris ofrecía numerosas posibilidades si eras un visitante con tiempo y con recursos, pero siendo un refugiado de la República, las cosas pueden cambiar.

 Los grandes puentes y las grandes estructuras son algo común entre el paisaje, de un azulado hermoso y colores vivos reflejando la luz de los soles. Los nobles caminan por la calle con total tranquilidad, muchos de los comerciantes hacen lo mismo, dialogando entre si, haciendo de paseos interminables su única forma de derrochar el preciado tiempo que nuestros héroes dedican a su búsqueda infructuosa. No muy lejos de la posición de aquel apartamento están las cápsulas de emergencia que trajeron a este bonito lugar tanto a Doe y Quell como a Carth. Puede que al joven Breyard se le hubiese pasado por alto un pequeño detalle, no sólo había siths por toda la superficie de la ciudad Alta, también había multitud de droides de protocolo, uno de los amplios servicios que daba el gobierno de Taris a sus visitantes, aunque ahora el gobierno..eran los propios Sith.

  Carth se detuvo en medio de una de aquellas macroestructuras que cruzaba entre varios edificios, y se apoyó sobre su superficie para mirar hacia la ciudad baja, cubierta por un extraño techo metálico, ver la verdadera superficie del planeta era una tarea ardua, casi imposible para el ojo humano. Estaba relajado, pensativo y no muy dispuesto a tomar la iniciativa, seguía observando a Doe de reojo mientras la brisa suave del aire urbano mecía su flequillo. Que el decidiera, era una forma fácil de conocer sus intenciones...o...no tan fácil como cabía esperar.

 Los soldados Sith pasaban de largo, pero armados con fusiles aterrorizaban a los nobles con su sola presencia, hacian su función sin necesidad de decir una sola palabra. No parecía un lugar que se prestase a las revueltas fáciles.

1. Salida de los Apartamentos

2. Emporio de Equipamiento

3. Hacia la Cantina de la Ciudad Alta

4. Paneles informáticos de información general

5. -Por determinar-

6. Zelka Forn, Clínica Médica

7. -Por determinar-

 

 

Cargando editor
12/05/2009, 19:48
John Doe

Había permanecido un rato en silencio, escuchando la verborrea interminable de Brayard y Onasi. Pfff... al final me va a volver la jaqueca. Miro al héroe republicano, que desde hace un tiempo no paraba de mirarme de forma rara, como con desconfianza. ¿Y a este que le pasará ahora?. Yo no le pedí que me hiciera de niñera, se cuidarme solo, si no le gusta mi compañía puede irse a recoger excrementos de Bantha.

-Ehh Onasi. ¿Tienes algún problema conmigo?

No quiero estar en un sitio en el que no se fian de mí, creo que no le he hecho nada para que me observe por encima del hombro. Si hasta me jugué el culo para salvar a ese Duro. Antes de que Carth tenga tiempo de responder, uno de esos droides de protocolo pasa a nuestro lado. ¡Genial! Un Quell Brayard metálico. Lo detengo poniéndo la mano en esa lata que tiene por pecho de forma bastante ruda.

-Oye, montón de chatarra, ¿por donde queda la cantina?.

Es lo mejor de los droides, que están programados para servir y agradar, y les digas lo que les digas nunca se ofenden. Sonrío bastante divertido.