Partida Rol por web

Eldarendil y Wolfgang están asegurando el piso y disponiendo las camas, vosotros mientras tanto revisáis los numerosos papeles. determináis que esto era una pequeña guarnición militar, hay seis nombres de soldados y uno de un oficial, por lo que debía haber siete hombres en la torre. Averiguáis que el último documento es del 12 de octubre de 2517, hace ya casi un año (hoy 26 septiembre 2518) y es un informe sobre un grupo de proscritos.

Hoy ha sido un día horrible, Josef nos avisó de que un campesino de Eirfrentz había visto a los tres proscritos en las inmediaciones del prado que llaman del Sol, robando algunas vacas. Organizamos una patrulla y fuimos hacia allí, viendo que ya no estaban, sin embargo habían dejado muchas huellas que pudimos rastrear hasta el bosque, al ser de día e ir armados decidimos entrar en ese bosque donde habitan algunos grupos goblinoides que si bien no son amistosos no suelen atacarnos, al menos físicamente. Siguiendo el rastro les hayamos intentando mover una de las vacas que se había quedado atrapada en el camino; al percibir nuestra presencia huyeron y fuimos en su busca. Josef y Karl resultaron heridos de dos virotes en brazo y pierna respectivamente, no hay que lamentar execesiva gravedad. Uno de los proscritos de nombre Alfred fue abatido por dos disparos y otro de ellos cuyo nombre desconocemos se haya en estos instantes encerrado en el calabozo de la torre, en espera de juicio en Eirfrentz. El tercer proscrito, lamentablemente huyó. Atendimos a nuestros heridos sobre el terreno y enterramos a ese tal Alfred. En cuanto deje de llover iremos a Eirfrentz con el prisionero.

Albert Scheneider, capitán de la guarnición de la Torre de Eirfrentz

Tras ese documento no hay ningún otro de época más reciente. Otros se refieren a aspectos burocráticos. Sin emabrgo revisando los tomos de las estanterías os dáis cuenta de algo que a cualquier otro no le hubiera importado pero sí a Johannes -debido a su vieja profesión-, esta sala es más pequeña de lo que debería, pues vista desde el pasillo tiene unas dimensiones más grandes que el interior, sin duda, hay algún tabique falso.

Rainer lee todos los documentos fascinado. Hacia tiempo que no se detenia a leer ni siquiera una orden de captura y lo necesitaba. Pronto seria puesto en juicio por su Orden y debera dar lo mejor de si...

Algo debio pasarles ese dia... ¿una explosion? ¿un terremoto? Es extraño, parece que el prisionero no llego a salir de la celda... y los cadaveres... ¿podrian ser esos hombres? Es posible.

Se acerca extrañado a su compañero y le sonrie mientras prepara la maza. Solo por si acaso.

¿Has visto un fantasma compañero?

-Amigo, bajaré a revisar a Rocinante. Sus relinchos indican que tiene miedo de algo. Quizás sólo sea la tormenta.-le digo a Wolfgang, al escuchar los sonidos provenientes del piso de abajo, que se escuchan entre los truenos.

O podrían ser los pieles verdes...

Desciendo, con cuidado, por al escalera, hacia donde se encuentra el caballo, espada en mano.

Pero... ¿Te vas y me dejas solo? -pregunto preocupado a Eldarindel- Aunque claro, también es cierto que tú vas a bajar solo. Porque claro, alguien tiene que quedarse vigilando aquí. Interesante. Este es el problema de hacer las guardias de dos en dos. Aunque, ahora que lo pienso, no estamos haciendo guardias, solo estamos explorando. Menos mal, porque entonces te acompaño. ¿Te imaginas lo que habría sucedido, si hubiesemos bajado a hacer guardia, y hubiesemos oido el ruido?. Seguramente tú hubieses bajado, y tú te habrías ido a ver que pasaba. Mientras tanto, algo podría habernos asesinado al resto, y, cuando volvieses, estaríamos todos dentro de la habitación de antes... Casi es mejor no pensarlo.

Venga, te acompaño a ver que le pasa a Rocinante- Y, mientras digo esto, acompaño al elfo al piso inferior.

- Veamos qué tenemos por aquí... - comento de forma casual mientras reviso el informe que hemos encontrado. Tras leerlo junto a Rainer respondo a las pregutnas del mismo - Ciertamente, amigo. El pobre diablo que hay en la celda, bueno lo que queda de él, debe ser el prisionero que aquí mencionan. Pensaban trasladarlo cuanto antes así que lo que fuera, ocurrió poco tiempo después de que se escribiera este informe. Quizás fuera un desastre natural o un accidente, como dices, pero no debemos descartar un ataque... recuerda a los goblins de fuera -  continúo lúgubremente. - No sé si los restos despedazados son de los soldados, pero me temo que sean más...recientes.

Me quedo un rato ensimismado, con el papel en la mano, releyendolo una y otra vez.

- Hay algo del texto que se me escapa. Como si me resultara familiar...¡Ah! ¡Lo tengo!

- ¡Ja! Amigo, ¿recuerdas la tumba que encontramos de camino a la torre? Antes de que nos persiguieran los pielesverdes. Tenía un nombre inscrito: Alfred. Apuesto mis manos a que es el mismo criminal al que abatieron los soldados.

A pesar de haber recordado el nombre, sigo sintiéndome incómodo. Con la certeza de que hay algo más por descubrir observo la habitación detenidamente. Es cuando descubro la anomalía que Rainer me inquiere. Sonriendo le respondo:

- Llevo un rato sintiendo que algo no encaja, justo desde que entramos. Fíjate en el tamaño de la habitación con respecto a lo que vemos desde el pasillo. - señalo a las paredes - ¡Es más pequeña! Debe haber un compartimento oculto. ¡Busquémoslo! - antes de ponerme al trabajo digo unas últimas palabras - Emocionante, ¿no crees?

Comenzando por una esquina voy tanteando las paredes, esperando oir un cambio en el sonido que me indice la presencia del tabique falso y atento a cualquier anomalía.

- Presta atención a cualquier cosa extraña o fuera de lugar. No nos bastará con encontrar el compartimento si no descubrimos como abrirlo. Puede que haya un interruptor oculto...

Si... ya me fije en lo de ese tal Alfred. Pobre desgraciado. Siempre hay gente como él y siempre la habra. La pobreza es una caracteristica definitoria de nuestro amado Imperio.

Rainer agita la maza en su mano dandole varias vueltas mientras saca su rodela. Poco hara ante un proyectil pero al menos podre parar los embates del enemigo... de haberlo

¿No crees que deberiamos avisar a los demas? En caso de confrontacion somos solo dos... podrian ir a por los otros despues. Deberiamos cerrar esta puerta y volver con ellos... por si acaso.

Intercambiáis opiniones y algunas dudas quedan despejadas, sin embargo nuevas dudas asaltan, esencialmente, ¿dónde están los guardias? Mientras tanto Johannes revisa la estancia, en busca de esa posible estancia oculta, y da con ella. La estan tería está asegurada al suelo pero sólo por un lado, el otro está suelto, y con vuestros esfuerzos unidos conseguís desplazarla sobre su eje fijo, este movimiento permite ver una habitación de dimensiones muy reducidas donde se encuentran con una serie de libros de anotaciones sobre actividades poco legales en la zona (aunque ya desde hace un año)

• En la aldea de Wissenburg, a 35 km hacia el sur, cruzando el Reik, se dtectó hace cuatro años un grupo de adoradores de Slaanesh, la mayoría fueron ejecutados por los cazadores de brujas pero algunos escaparon, seguido sin éxito su rastro se consideró que habían emigrado a otro lugar. Nota a pie de página: Se supone que fueron al Oeste.
• En Eirfrent los hermanos Schnider ganan dinero de forma muy rápida con su producción de té, se han llevado dos investigaciones y en todo momento se ha podido demostrar su inocencia en tratos ilegales, ahora gozan de buena reputación. Nota a pie de página: Son unos imbéciles y antipáticos, pero honrados.
• En otra torre de Guardia a 28 km al noreste se ha descubierto un grupo de hombres bestia e invocadores, cuando la expedición llegó al lugar los siervos del Caos ya no estaban. Nota: Se largaron tres días antes dejando escasos rastros -seguramente avisados por algún vecino corrupto-, y no volverán.

Las demás actividades delictivas ya han sido solucionadas o están poco documentadas e inconexas. Hay además entre los objetos un grimorio, caótico en apariencia, con una nota sobre él: Entregar a los sacerdotes de Morr para su destrucción.

Interesante actividad en un lugar como este... algo me dice que no todo fue purgado de ese maligno lugar... demasiada actividad con los poderes ruinosos... ¿no creeis?

Rainer roza el Grimorio con la maza mientras sujeta fuerte el amuleto de su Dios. En momentos como este es lo unico que le mantiene tranquilo asi como el frio roce del metal de su maza.

¿Y este Grimorio? ¡Por el Gran Lobo que deberiamos destruirlo compañero! ... no me fio de tenerlo cerca...

Descendéis por las escaleras, las armas preparadas y preparados, el caballo sigue relinchando, es imposible descender en silencio, las escaleras crujen y Wolfgang sigue hablando, al descender un poco más observáis que el caballo está solo, no hay nadie ni nada a la vista. Rocinante se mueve inquieto por la estancia. Otro trueno suena y el caballo se asusta, correteando como puede por la planta y levantándose sobre sus patas traseras.

Está muy inquieto por la tormenta y cada nuevo destello de luz o sonido de trueno se pone nervioso, en cuanto os acercáis a él se tranquiliza un poco, pero sigue bufando nervioso, no le gusta estar solo con este clima, además no ha comida desde hace varias horas, igual que vosotros, todos necesitáis un descanso.

- Mmm, interesante en verdad. E inquietante, el actual residente puede ser un seguidor de los poderes ruinosos. - contesto - Esto no me gusta nada.

Cuando veo el grimorio me sobresalto. Se ve claramente que es un objeto maligno y la sóla idea de llevarlo con nosotros me pone enfermo.

- No sé como quieres destruirlo, pero me niego a tocarlo. - digo mientras hago un gesto contra los malos espíritus - ¡Solo nos traerá problemas! - continúo la conversación, con un tono de decepción en mi voz - Bueno, aquí no hay nada que hacer. Al final no hemos sacado mucho de la habitación secreta. No veo como esta información puede sernos útil. Al menos sabemos que Wissemberg está al sur.

- Menuda pérdida de tiempo. Esperaba encontrar algo de oro... - pienso algo decaido mientras echo un último vistazo - Quizá tenga más suerte con los baúles de la otra habitación...

- ¿Vamos con los demás?

¿Crees que debemos de subirle con nosotros? -pregunto al elfo- Lo digo por eso de que al ser elfo, quizás tú sepas o entiendas más a los animales, y quizás sepas si sería bueno o no dejarlo aquí. Una cosa es segura, y es que seguirá haciendo ruido mientras siga la tormenta. Aunque, quizás, con nosotros, no se ponga a relinchar como un loco. ¿Tú que opinas?. No obstante, si nos lo llevamos, corremos el riesgo de que alguien entre en la torre y no tengamos la señal de aviso que nos daría el caballo. La verdad es que esto es bastante difícil de ver. Además, supongo que el caballo no podría subir las escaleras, o tal vez sí. Nunca lo hemos puesto a prueba, aunque es posible que hunda las escaleras, y luego los que no podamos subir seamos nosotros. No se, estoy hecho un lío. ¿Tú no?

Rainer guarda el grimorio en una bolsa y después sigue a Johannes hacia la habitación de los baúles. Son grandes, decide empezar por el más pequeño, dejando el premio gordo para el final mientras una sonrisa se dibuja en su cara. Abre su bolsa y saca sus ganzúas, no usadas desde ya hace algún tiempo y se pone a trabajar, el candado es nuevo pero no muy elaborado; por lo que abre con facilidad. En su interior: una ballesta, tres paquetes de veinte virotes cada uno, una espada corta como las que usan los cazadores, una daga de una calidad excelente, con engarzados de pequeñas piedras de un azul claro con trazas amarillas realmente bonita, y realmente cara; y varias trampas para animales pequeños, conejos tal vez. Su propietario dede luego es un montaraz.

El otro baúl presenta dificultades, tiene un muy complejo sistema de cerradura, elaborado por algún artesano competente. Realmente se hace difícil de abrir y cuando suena clic también suena tach. Johannes, arrodillado ante el bául, hace un gesto violento, en el brazo izquierdo se le ha clavado un pequeño dardo que apenas le hace daño, sin embargo de su punta gotea un líquido negro, muy negro, tan negro que hasta da miedo, de su herida también brota sangre. El pulso se le acelera, no sabe si de la ponzoña o del miedo que le está recorriendo el cuerpo, o tal vez lo que recorre el cuerpo es ese líquido negro. Mira a Rainer sin decir nada.

Por otro lado, dentro del bául hay varias joyas de pequeño tamaño y una enorme cantidad de monedas de oro, Johannes tendrá un muy caro entierro.

Rainer mira el cofre sorprendido y coge la preciosa Daga para revisarla. Mas no tiene tiempo para grandes hazañas.

Se la guarda para mas tarde cuando ve el dardo clavado en la curtida piel de Johanes. ¡Ahora no!

¡Maldita sea! ¡una trampa! ¿como no la has visto?

Tranquilo, tranquilo... si era un veneno lleva muuucho tiempo ahi puesto... seguramente este ya adulterado y sin efecto.

Toma su colgante con la mano de la rodela y lo eleva por la cabeza del hermano de desventuras. ¡Ohhh Ulriiiic! ¡protege a este defensor de tu palabraaaaa! ¡ayudaaaanoooos!

Escucho el torrente de palabras de Wolfgang, y las mismas dudas que sostiene, me pasan a mi. ¿Debemos quedarnos aqui con el caballo? Noble corcel, no me gusta abandonaro. Pero los otros podrían necesitarnos. Asi que llego a un compromiso:

-Wolgang, ¿querrías ir a avisarle a los demás que estoy cuidando al caballo? No me gustaría dejarlo aquí, temeroso, ya que su mismo miedo podría atraer a predadores, o a los pieles verdes a animarse a ingresar. Pero por otro lado, no deseo estar aqui sin que los demás lo sepan. Si fueras tan amable, infórmales a los demás de que estaré aquí...¿o prefieres que vaya yo y tu quedarte con Rocinante?-pregunto finalmente, luego de explicarme ante mi compañero.

- Abrir estas cerraduras será tan facil como un paseo por el campo - pienso.

Comienzo a tantear el mecanismo del primer candado hasta que escucho el click característico de la cerradura al abrirse.

- ¡Bingo! - sonrío a mi compañero - Y parece que hemos ganado el premio gordo - digo señalando el botín. - ¡Creo que con esto podrás comprarte tu ansiada armadura, amigo! - bromeo con Rainer mientras empiezo a trabajar en el segundo baul.

Tan ansioso estoy por ver lo que oculta que se me olvida examinar en busca de trampas, pero que el dardo clavado en mi brazo bien me hace recordar.

- ¡Joder, joder! - grito a sabiendas de que más de un compañero de profesión se ha "retirado" permanentemente en situaciones parecidas.

- ¡Maldición Johannes, has cometido un error de novato!

Las oraciones del clérigo no me reconfortan mucho. No creo que los dioses se preocupen por un ladronzuelo.

- No sé Rainer, no parece que la torre esté deshabitada. Quien sea que vive aquí puede haber puesto el veneno. - digo nervioso para continuar con un deje de esperanza - Aunque no siento nada diferente, todavía... - tras unos segundos pensando sigo hablando - Quizás haya un antídoto en algún lugar de la torre. En la habitación con los cadáveres había muchos botes con líquidos... Je, de repente ya no me preocupa tanto entrar ahi.

Me parece bien compañero, volvamos con ellos. Pero primero cojamos todos estos tesoros dice Rainer mientras mete en la saca las gemas, el oro y los demas objetos que han encontrado. Cuenta las monedas para no liarlas con las otras y sonrie.

¡Valga Myrmidia que si! Nos vendran estupendamente para mejorar nuestro maltrecho equipo amigo mio... mi coraza necesita unos remiendos urgentes.

Cuando Eldarendil se dispone a subir las escaleras aparecen ante él Rainer y Johannes, que habían pensado lo mismo, reunir todo el grupo.

Cuando me dispongo a subir, veo que descienden Johannes y Rainer.

-El caballo estaba nervioso, pero solamente eran los ruidos de la tormenta lo que lo había asustado, y no los pieles verdes. ¿Han encontrado algo que nos pueda servir?-pregunto, luego de explicarles el porqué del descenso mio y de Wolfgang.

Rainer mueve la bolsa con el oro castañeante y las gemas con el rostro iluminado de felicidad mientras habla con el elfo.

Sacaremos buena tajada de esto... el unico problema es que aqui nuestro habil compañero se topo con una trampa... no sabemos si el veneno es letal... por ahora respira y eso al menos es buena noticia.

Tambien hemos hallado registros de actividad sospechosa por la zona y... hemos podido identificar al muerto bajo las piedras. Los otros restos no queda muy claro de quien podra ser.