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Caribe Nocturno: Muerte y Redención

I - Cartagena de Indias

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18/09/2014, 07:40
Caribe Noctuno

4 de junio de 1629. Palacio de Suabia, Cartagena de Indias.

El mayordomo ghoul los invitó a pasar y a sentarse. La habitación era una pequeña sala de baile rehabilitada como despacho. El suelo de madera cepillada estaba ahora cubierto por una gruesa alfombra de lana castellana, granate y cálida. A su derecha se abrían tres enormes ventanales que daban al puerto. Fuera, los mendigos mendigaban, los marineros juraban a Dios en vano y las meretrices vendían su género. En tres palabras: Cartagena de Indias.

El mayordomo se fue, dejando a solas a los cuatro.

Las sillas estaban dispuestas en semicírculo delante de un escritorio de caoba taraceada con marfil y palisandro. Detrás de este, apoyado en la pared del fondo, había un bargueño a juego. A ambos lados del inmenso mueble se encontraban dos puertas. Se abrió la de la izquierda.

Apareció una mujer bien entrada en los veinte, quizá en los treinta. Pelo claro recogido, cofia de rubíes, pechos abundantes, mantilla y corsé negros, vestido a juego con los rubíes, mirada fría y sonrisa canina. Caminó hasta el magnífico escritorio. La sombra de la mujer se despegó del suelo, se materializó en el aire, adoptó forma humana y le quitó suavemente de los hombros la mantilla, que dejó sobre el sillón. Se sentó y la sombra recobró su propósito habitual. Ojeó una pila de documentos.

-Léonard Giffard, clan Tzimisce. Gabriel Mendoza, clan Gangrel. Jimena de Castro, clan Malkavian. Sapo, clan Nosferatu -la mujer arrugó el gesto-. No es lo que podíamos decir una Manada habitual entre nuestra gente. Mi nombre es Beatriz Isabel de Suabia, doña Beatriz si lo prefieren. Diría sin pudor alguno que estamos aquí para defender al Sabbat y honrarlo, pero no me gusta ser demasiado hipócrita, así que diré la verdad: estimados señores, estimada señorita: estamos aquí para hablar de negocios. Nuestros dominios de Ultramar se extienden desde la Patagonia hasta las inhóspitas tierras bañadas por el Atlántico norte. Los fulleros y felones de la Camarilla nos atacan como perros rabiosos escondidos tras los luteranos. Las rutas con España cada vez son más peligrosas. Es aquí donde vuestras mercedes desempeñan un papel fundamental: deben tomar la isla de Nuestra Señora de Montserrat en nombre del Sabbat. Una vez esté bajo vuestro poder, mandarán un mensaje a Cartagena y enviaremos a nuestra retaguardia para establecernos definitivamente -doña Beatriz cerró la carpeta y se levantó, dirigiéndose hacia uno de los ventanales que daban al puerto-. Es de vital importancia que no pisen tierra continental u otras islas civilizadas. Sabemos que la Camarilla está reuniendo hombres para idéntica misión, por lo que debemos mantener la operación fuera de los ojos del rebaño; no nos conviene ser el centro de atención ni de la Corona ni de los luteranos, bastante tenemos ya con Flandes. Vuestras mercedes cuentan con 5000 reales de a ocho en el vestíbulo de este palacio. Gástenlo con prudencia y sabiduría. Por cierto, hablando de prudencia y sabiduría: en Isla Redonda vive Zaâbin, un poderoso Seguidor de Set. Es un arma de doble filo, pero se dice, y bien merecida tiene su fama, que no hay nada que no pueda conseguir... por el precio adecuado. Conquistad esa isla dejada de la mano de Dios Nuestro Señor y seréis bendecidos ad infinitum. ¿Alguna duda, señorías?

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18/09/2014, 10:44
Sapo

Con su permiso, (sapo no es muy ducho en el arte de la palabra, ciertamente, su inteligencia no da para más) lo siento, pero no se que podria realmente hacer una escoria serpienete en nuestro veneficio... Si a su merced le complaciera, proporcianarnos un poco más de información sobre ese... esa... sobre la serpiente, estariamos tremendamente agradecidos. 

 

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18/09/2014, 10:57
Caribe Noctuno

Doña Beatriz sonrió de genuino divertimento. Jamás en la vida hubiera pensado que aquel ser fuera el primero en tomar la palabra.

-Zaâbin comercia con todo lo que se puede comerciar: bienes, dineros, personas, información, secretos... cualquier cosa que se os ocurra. No es considerado ni amigo, ni enemigo; simplemente es un recurso más dentro de un lugar peligroso como es el Caribe. Es poderoso, es antiguo y algo debe de estar haciendo bien, pues los Giovanni llevan un siglo intentado eliminarlo sin éxito. Se rodea de sus tres chiquillos y de los trece chiquillos de estos, así como de un pelotón bien entrenado de ghouls. Cómo se alimentan diecisiete Vástagos en una isla deshabitada es todo un enigma -rió al final.

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18/09/2014, 12:01
Sapo

Supongo que lo primero, seria visitar a ese... ser... Si My Lady, y mis compañeros asi lo ven bien, tal vez, yo podria adelantarme y "vigilar" la zona... Creo que no seran capazes de descubrir mi presencia, y así estariamos tranquilos y controlariamos la situación, si me dais vuestro permiso.

Sapo se inclina levemente ante Dñ Beatriz, mientras de reojo esperaba el consentimiento de sus compañeros... A fin de cuentas, el esta aqui para eso.

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18/09/2014, 18:32
Gabriel Mendoza

- Haciendo una reverencia - No se hasta qué punto es de fiar alguien así pues tan pronto nos vende información de la Camarilla como vende la nuestra a un mayor precio... Sea como fuere, cuanto menos sepa de nosotros mejor creo yo. Habrá que andarse con ojo e ir a él solo como última necesidad, a la par que no comentar nada de valor sobre nuestros planes fuera de los márgenes de nuestra base de operaciones, para limitar posibles filtraciones

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18/09/2014, 18:40
Sapo

Ya... bueno... pero tampoco disponemos de muchos puntos de partida más... Sera posible... Y que quieren estos locos?? Yo poco puedo ayudar en planes... Que me digan que espiar... SIII, amigo, espiar... y si nadie me ve... MMMmm ricoooooo.... Recuerda amigo, que es muy posible que no me vean... soy realmente bueno en lo mio... Pero señores, les doy plena confianza, y cumplire como buuen sapitooooo, mis amigos...

Sapo se frota las manos, el mero hecho de ponerse en marcha le excita. El quiere acción... necesita acción, y miedo, y dolor...

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19/09/2014, 13:26
Ojo de Cuervo

Jimena arrugó la nariz. Lanzó al aire la moneda con la que jugaba. Se aburría. Los espacios cerrados no eran para nada lo suyo. 

-Mi tripulación está lista para atragantarse con sangre de Camarilla. -atrapó en el aire la monda y lanzó una mirada fulminante.- Y para el resto. Es CAPITANA de Castro. Ojo de Cuervo, si lo prefieren. 

Hizo una pausa, esperando que la propia fama de su apodo dijese lo que a ella no le apetecía explicar. Estaba muy aburrida. Y cuando se aburría, necesitaba romper cosas.

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22/09/2014, 00:58
Léonard Giffard

Léonard se inclinó casi imperceptiblemente hacía delante en su silla. Hasta ahora había permanecido silencioso, analizando uno a uno a los presentes con una curiosidad que nunca se dejaría notar en sus fríos ojos grises. Principalmente centraba su atención en la anfitriona; esa oferta tan generosa debía conllevar algo más, de eso estaba seguro

- Caballeros, no creo que sea necesario inmiscuir nuestros caminos con los de esa "serpiente" todavía - su mirada paseó una vez más por los tres hasta detenerse en el llamado Sapo. Casi podía notar su impulsividad desde donde se encontraba, más no podía culparlo. Él había sido también así en otro tiempo, hasta que conoció las consecuencias que actuar sin pensar conllevaban - Como ha señalado Gabriel, si la Camarilla también ha fijado sus ojos en la zona debemos ocultar lo posible nuestros pasos. Tomar la isla de Monserrat bajo nuestro control antes siquiera de que puedan reaccionar. 

Se giró entonces hacía la autodenominada capitana, esperando que pudiera hacer honor a su rango:

- Capitana de Castro, ¿tiene usted un barco que pueda llevarnos rápido hasta allí? Con la generosa ayuda de doña Beatriz podríamos costearnos varios buques de guerra, e incluso un pequeño ejercito, pero puede que la velocidad sea primordial

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22/09/2014, 10:12
Ojo de Cuervo

La mención de su barco, el gran amor de su no-vida, hizo que el humor de Jimena cambiase considerablemente. Guardó la moneda en un bolsillo y se apoyó con la palma abierta sobre la mesa. Le dedicó al religioso una sonrisa fiera y unos ojos brillantes como los de un pájaro.

-El Rayo Negro es el navío más rápido del Caribe español, curilla. No encontraréis otro como él -se incorporó para dirigir aquella información a todos los presentes-. Podría llevaros hasta allá. Por un módico precio. Mis hombres ya están aprovisionando y adecentando a mi preciosidad. Después de nuestra última "reunión" con el Santa Catalina, hay algunos arreglos que hacer antes de volver a zarpar. Y, señores, mantener un barco es caro -se rió para sí misma-. Hay que joderse, las tripas no se quitan nada bien de la madera cuando están secas.

Jimena se desperezó y se dejó caer hacia atrás en la silla. Puso los pies sobre la mesa y soltó un resoplido.

-Mi barco está disponible. ¿Qué me ofrecen por el paseo a Monserrat?

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22/09/2014, 21:26
Gabriel Mendoza

-  Mirando a la capitana y en tono tranquilo - Señora mía, sin ánimo de ofender, pero todos tenemos bienes, equipo y tropas en algún grado quiero pensar, y si por bien de la Espada de Caín vamos a empezar a cobrarnos peaje entre nosotros, no os echéis las manos a la cabeza si alguno os pide estipendio por defender el navio de agresores, sea en alta mar o fondeado en tierra firme... Eso sin contar con que Doña Beatriz - Mirándola y haciendo una reverencia para volver a mirar a Ojo de Cuervo - ha dicho que contamos con una generosa cantidad a nuestra disposición

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23/09/2014, 00:31
Ojo de Cuervo

-Me importa una mierda de dónde venga el dinero -respondió Jimena, porque era totalmente cierto-. Solo espero una compensación económica por poner mi barco y mi tripulación en esta "empresa". El mar es caro, señores. Eso es algo que la doña entenderá perfectamente. 

Alzó los ojos e hizo una mueca fiera.

-Y yo no soy la señora de nadie. 

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23/09/2014, 00:36
Caribe Noctuno

Doña Beatriz sonrió diplomáticamente, meneó la nariz y se levantó de la silla. Su sombra volvió a colocarle la mantilla sobre los hombros.

-Consígame esa isla, doña Jimena, y yo le conseguiré a vuestra merced una mesa de oro donde poner los pies. O la convertiré en mi contralmirante de Indias, si lo desea: trece barcos con trece capitanes y vos dando órdenes a toda nuestra flota. Y esto se extiende hacia todos los presentes: si Monserrat es Sabbat, entrenen su imaginación, porque la recompensa será infinita.

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23/09/2014, 15:33
Sapo

Oooo que interesante!!!... por mi, puede quedarse mi oro... Yo... Mi señora, solo quiero que me permitan... "jugar" con esos camarillas... comenta Sapo, diciendo esta ultima parte cerca del oido de Doña Beatriz

Se acerco aun un poco más a esta, y aún en un tono más bajo, casi un susurro,

.... ... ......... .. ... ............. ...... .. .... .. .......

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23/09/2014, 15:39
Sapo
Sólo para el director

Sapo se acerca a Doña Beatriz, con respeto, casi como un perrito que pide una caricia, conocedor de su situación en este grupo, y como llego a esta situación, para susurrarle su petición.

Señora, yo no quiero riquezas. Quiero... que me des su permisos para hacer lo que quiera con esos... camarilla indeseables. Eso, y su palabra que cuando logremos su isla, pertenecere al sabbat, no sere solo un esclavo... no se si me entiende...

Notas de juego

Intento que sea lo más dificil de escuchar para el resto. Si quieren enterarse, que tiren dados ^^.

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23/09/2014, 18:40
Gabriel Mendoza

Notas de juego

¿Puedo tirar Per+Empatía para escuchar algo de esa conversación?

Nota del Director:

Sí, dif 8.

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23/09/2014, 18:41
Gabriel Mendoza

- Interesante sin duda... y mucho - Mesándose la barbilla al escuchar las palabras de Doña Beatriz, y volviéndose a Ojo de Cuervo - Lo de señora mía es una expresión hecha pero como he dicho también las tropas del resto de los presentes están en esta misión, no solo los vuestros... De ahí que habrá que saber en qué y cómo se gasta el estipendio que tan generosamente nos ha concedido Doña Beatriz, pues es para todos en una encomienda común

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23/09/2014, 18:57
Gabriel Mendoza

Señora, yo no quiero riquezas. Quiero... que me des su permisos para hacer lo que quiera con esos... camarilla indeseables. Eso, y su palabra que cuando logremos su isla, pertenecere al sabbat, no sere solo un esclavo... no se si me entiende...

- Tiradas (1)
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23/09/2014, 19:00
Caribe Noctuno

Doña Beatriz sonrió visiblemente.

-Cartagena de Indias es un ciudad bajo férreo dominio de la Espada... mi dominio. Aquí están seguros. Prepárense y partan lo antes posible. Recuerden, cuentan con cinco cofres de mil reales de a ocho en cada uno en el vestíbulo del palacio. Si vuestras mercedes no necesitan más de esta servidora, tengo una ciudad que gobernar. Buenas noches.

La mujer recogió sus papeles con gracia experta e infinita y abandonó el salón por la puerta por la que había entrado, dejando a solas a los cuatro compañeros.

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24/09/2014, 01:42
Léonard Giffard

Se había permitido esbozar una ligera sonrisa ante el apelativo de curilla que le había dedicado la pirata, pero la cara de Léonard poco dejaba entrever a los demás sus intenciones o lo que pensaba de aquella reunión. Aprender a observar es vital. Tal vez la cadena que sobresalía de su cuello era lo que confundía, más lo que colgaba en su extremo no era una cruz católica sino algo más "terrenal". Y explicarles la diferencia entre un cura y un monje no era para lo que él estaba allí.

Dejó discurrir la conversación entre la Malkavian y el Gangrel. Al menos las intenciones de ésta eran honestas. A Leo poco le importaban ese tipo de retribuciones económicas, más la contestación de su anfitriona si lo intrigó como a los demás. Sabía bien lo que quería, pero dudaba que el Sabbat, o mejor dicho ningún vástago, pudiera concedérselo. Y no volvió a hablar hasta que doña Beatriz se levantó para despedirlos:

- Señora, ha sido un placer. No dude que cumpliremos lo dicho

Hizo una respetuosa inclinación de cabeza acompañando sus palabras, y esperó hasta oír la puerta cerrarse antes de dirigirse a sus nuevos e inesperados compañeros, poniéndose en pie y caminando erraticamente por la sala, como si más comprobara la estructura del edificio que mantuviera una conversación:

- Dios me guarde por contradecir a nuestra aguerrida capitana, pero no soy ni he sido cura. Prefiero considerarme un "constructor". He viajado algo por Europa y he estado en varias cortes Camarilla, y puedo decir que es lo que mantiene sus cimientos unidos. El miedo - sonrió y miró a los presentes cuando dijo las dos últimas palabras, como si fuera algo que tuviera ensayado - A sus antiguos, a su bestia, al Sabbat... Por fortuna, nosotros estamos libres de esas ataduras - . Volvió unos pasos y apoyó una de sus manos en el elegante escritorio, apreciando su factura - Y eso me hace preguntarme que trae a un Nosferatu y a un Gangrel hasta el Nuevo Mundo, y más particularmente a nuestra empresa. 

Ya había tenido problemas con asociados en el pasado y se aseguraría de que no fuera así esta vez. Paseó su mirada deteniéndose finalmente en el tal Sapo. Había visto un par de cosas escalofríantes en las mazmorras Tzimisce, pero la boca de éste era particularmente curiosa. 

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24/09/2014, 07:48
Gabriel Mendoza

- A nuestra empresa el hecho de que siendo miembros de la Espada de Caín nos debemos a los principios que la rigen al igual que el resto de los presentes junto con la posibilidad de mantener un territorio de caza y bastión para vigilar a la Camarilla. Eso fue lo que me llamó a unirse a esta misión en primer lugar - Respondiendo a las palabras del monje - ¿Y a vuestra merced?