Partida Rol por web

-Bien... vale...

Me ciento en argún citio que haya libre y empiezo a comé argo de la parrilla...

-Yo ya he vihto too lo que tenía po ve. ¡Cohone! Y tiene lo webo de llamá inúti a otro... Ci eh que... Andevé... Ahora toca dihfrutá. Ehte pavo no ha entendío naa de lo que le hemo disho. Y no ehcusha tampoco nah...

Pero ceguía con la antena puehta. Y lo que dijo Juanca... a mi me llamo la atención. ¡Cerá mari... me zorprendo a mi mihma diciendo eza coza tan mala... ayyyyy, que malamente me ha venío el programa.

-¿Cómo que repartamo lo voto? ¿CÓMO QUE REPARTAMO LO VOTO? -Digo llevándome la mano a la cabeza... -¡O ehte eh un malaje o pienza peó que Tarradelladelavega!

No la ehtan jugando...

Má toavía...

Vaya monologogó

¡Cohone!

No hay mucho que decir Rosa. Con Casatarradellas declarado solo puede meter a uno, y en lugar de meterme a mi que puedo echar culpables mete a Ainhoa que tendrá 1 día de uso. Lo mejor que nos puede pasar es que se ventilen a miguel, mañana a ainhoa y de ese modo yo pueda entrar a echar al que quede vivus.

Aciento con la cabeza mirando a Bihbi. 

-Weno... Ainhoa, cuando vuerva, dile que lleve a Bihbi. Ci hay tiempo, claro, no hay tiempo de llevá a Juantenorio, gracia ar inúti ece. Hay que localizá a otro que puea metenno dentro. -Niego con la cabeza. -¡Cohone, que arguno má tiene que habé!

-No, ci er tipo no ce corta una. Ta poniendo a too dió de vuerta y media cin dehpeinarce er caradura. 

Me encojo de hombro. 

-Eh er típico que ve una viga de acero... y ce deja la paja... o argo ací. 

Yo sigo pensando que Venancio es culpable. Fijaros que lo primero que dijo de Alex es que él seguramente pudiera traer más gente de vuelta. O es culpable o es cortico. Mejor fuera que dentro. Ainhoa, guapísima, cuando entres mírale bien la cartera a ese pieza.

La palabra de Montblanc me sacan de quicio, ece niño tan perdío en la vía. Perdío der too. Amo a ve, que la coza ta ma faci de lo que ce pienza, ¡Cohone!

-A ve, que paece que hemo pillao a Buenafarzante con la mano en la maza. Benito me dijo que era er que podía cogé lo role de lo muehto. No ce qué cohone quería decí con ezo, peo no me diga tú, que zabiendo que yo era la que hablaba con lo tipo ehto de dentro y fuera... y que no me haya cogío er ró, me hace penzá que eh un malaje. Pero weno, Aroa, wapa, échale un ojillo ar Benito cuando entre. ¿Hacemo un cuadro de lo que zabe no que éh la gentecilla?

Pido que me traigan una pizarrita.

-Ya teníamoz a loz zozpechozoz de zaboteadorez y ya tenemoz ar que lez ayuda -sentenció Tenorio, totalmente convencido-. Juan Camuz tie' toa la pinta de zé er Brujo. Er Brujo malo, vaya. Que Aitana era la Bruja güena. Me la juego a que tie' un vínculo de hermanízimoz de la muerte y cabezaz de toa la vía con Buztamante, y que dezde ahí le ha xivao a loz malajez a quién eshar por laz nochez. Agarraoz bien, que viene curvaz con Camuz. Noz va a contá de to' en brevez.

Acto seguido, Tenorio se tumbó en su sillón, con las manos detrás de la cabeza, y se colocó unas gafas de sol en plan fucker.

En la pausa para publicidad, Bisbal había aprovechado a ir al baño, y al volver de ella, no volvió como se había ido, si no que volvió con un nuevo vestuario que, aun así, seguía resaltando sus rizos.

¿Qué miráis tíos? ¡a ver si los de dentro van a ser los únicos que puedan divertirse!

Viendo que Bizbal también se lo estaba pasando en grande con los pijamas de Pokémon, Manu Tenorio huyó rápidamente hacia el baño. Al regresar al cabo de unos minutos, llevaba puesto un disfraz de Pikachu.

-Quilloz, a mí dezde xiquitito, me dijo mi madre que me parecía clavao al Pikasho en loz mofletez -declaró el sevillano, con entusiasmo-. Mirad, mirad... ¡Pikashooo, Pikashooo!

Miro a Bihbi y depué a Juantenorio, luego vuervo a mirá a Bihbi y me rajco la cabeza. No llego a entendé nah de nah. ¿Qué habla ehte de difrace?

-¿De qué te ha dihfrazao, arma cándida? -Digo mirando a Bihbi. -Que te eshe harina po el pelo no eh que te difrace, ehh, eh que ere un torpe en la cocina.

Niego con la cabeza, ¡La que habrá liao! Me voy a un citio y ar rarito vuervo dihfrazá.

-Ale, Amo a ponenno cerio. Yo digo que lo malaje que quean dentro zon: “Bienfarzante, Benito, Ehter, Juanca y uno má que no hemo localizao.

Me agarro la cabecita.

-Ezo ci, lo que me pone mu nervocia perdía zon lo que no abren la boca cuando cé le pregunta argo... po ejemplo, Calo Rai, ehte no habla ni dice lo que eh po que era un farzante que no ce merece la niña que da namorao de él. ¡Malaje! ¡Habla! Y tú Anshoa, ¡Di argo, miarma!

Bisbo tío, deberías entrar tú en vez de yo. ¿No hay nadie aquí que pueda comunicarse con Alex? Deberías entrar tu primero y, si se puede, yo después. Te necesitan ahí dentro más que a mí.

-Ejque nadie contaba con que Cazamonte zortace too lo gordo nah mah entrá. 

-Ezta noshe tie' to la pinta de que se cargan ar Cazademunt o a Aitana. Miedo me da que Vigente o Encarna pudieran haber zio loz inocentez ser grupo, pero quiero pensar que zon loz curpablez. Zi no fuera azi, los votos de loz malajez y Camuz llegarían a ser la mitad. Cuatro de osho pue' zer demaziao.

De repente la puerta de aquel plató se abrió y llegaron los tres expulsados: Amaia, Encarna y Vicente, con dos de ellos en un estado catatónico. Al principio parecía que era para hacerle una entrevista... Pero pronto Encarna se dio cuenta de que era más que eso.

El plató era un lugar con varias sillas y sofás vacíos. También había una enorme pantalla a través de la que se veía la sala principal de la Academia... Y una mesa de escritorio, como de presentadora, donde estaba sentada Rosa López. Parecía que aquel fuese su sitio. 

Al orientarse un poco se dio cuenta de que el plató debía estar pegado a la academia. Probablemente Rosa antes podía entrar y salir sin que nadie lo notase y conversar con ellos, con todos los expulsados tanto como quisieran.

En la mesa de Rosa había un plato con restos de comida y apartados a un lado unos cámaras estaban preparando una barbacoa para todos. Además, muchos de los presentes —los que parecían más despiertos— también iban disfrazados de Pokémon.

El plató tenía un montón de público: gente con pancartas, gente sin ellas, gente que gritaba, gente que aplaudía... Y no tardaron en demostrarle con una lluvia de aplausos a Encarna que ella sí era querida. Hubo también gritos, peticiones de hijos por parte de hombres y mujeres... E incluso alguien que le pidió directamente matrimonio y todo ahí, en el aire, emitiendo para toda España en directo.

Zargo de detrá der púbrico y miro a los tré can llegao ahora a la tertulia. No ce po qué me da que aquí ha pazao argo raro, pero qué le amo a hacé, a mi ya poco me impohta, y ahora que tengo er difrá de der pato que le duele la cabeza, po meno me importa ehto. Y ezo que llevo aquí una horita agashá ehperando que dijeran arguito, pero noooo, no han disho ni mú... ni una miaja, nah de nah... mardito farzante. 

-¿Ací qué érai maleshore ehhh? Su vamo a tratá como su merecei hata que cantei too. Malaje, ezo eh lo que zoi too, ¡Uno malaje!

Pa mi zopreza ya habían terminao la zauna, pefeto. Ahora que unos empezacen con er bañito turco, ezo eh lo que le pido. Y a otro que evitacen que ce acercacen a una dihtancia prudencial de la comía, la zauna y too, que no le dejacen pazá.

-¡Hablá too! ¡Decí lo que zabei! -Le miro mu mal. -Voy a empezá po ti, Ehté, tu no ere zorda ni nah... ¡A que no! -La ceñalo con er dedo acuzadó. -¡Ere una malaje! ¡Como er Buenfarzante! ¡Admítelo!

-Y dale...Que no soy malo...Joder

-Zi tú no erez el malo, tie' que zé Natalia o Juan Antonio, por cojonez. ¿Cuál ez tu habilidad, Vigente?