Partida Rol por web

El muchacho no la deja en el suelo, sino que se eleva, escalando primeramente un arbol con sus piernas, tras lo cual genera presión en sus piernas para elevarse aún mas y generar una caminata vertical, saltando a una de las ramas mas altas, nuevamente, de aquel arbol.

Trató entonces de echar un vistazo desde allí lo que los rodeaba.

No trató conversacion con la muchacha, mas a veces la miraba, pendiente a su estado convaleciente. Aun no era momento para preguntas.

Me quedé con los ojos cerrados, como si estuviera durmiendo, sin apartar las manos de mi vientre, aún me seguía doliendo, pero lo que es más...no sabía donde estaba y con quien...

¿Quién sois...?, ¿dónde estamos...?

Pregunto sin levantar la vista.

Trevor se llevó a la joven afuera del castillo estaban en una especie de montaña rodeada de árboles pero tapado por el cielo nocturno, cubierto con estrellas...Aquel lugar estaba tranquilo pero seguía estando maldito...¿o no?

-No hables.

Ordenó el muchacho, dirigiéndole una mirada profunda. Aún estaba entre sus brazos. La naturaleza salvaje de aquella escena era, sin embargo, mágica.

-¿Donde te duele?

Comentó, preocupado. La tendió sobre una de aquellas frondosas ramas, cubierta a su vez de hojas que resultaban cómodas para la espalda. No habia riesgo alguno de que se cayera: Parecía, mas bien, una cama natural. Comenzó a tocar su cuerpo, buscando heridas o lugares con algún tipo de contusión

¡Me duele...en el pecho...en el corazón...!

Le digo mostrando una mueca de dolor mientras se asomaba en mis ojos unas pocas lágrima e intentaba soportar aquel tortuoso dolor que me llegaba hasta lo más profundo de mi alma...

El muchacho despojo las ropas de la muchacha par aobservar el lugar dodne presenta el dolor..  no pudo evitar ruborizarse un poco, en aquella escena.

-Trataré de transferirte algo de mi energía. Quizás la maldición pueda purificarse...

Comenta, colocando las dos manos en el pecho de ella, en donde el corazon...

Le quito las manos rápidamente en cuanto noto que el dolor era leve.

¿Qué...qué tratáis de hacerme...?, ¿acaso no os da vergüenza tratar así a una mujer...?

Le digo levantandome un poco y cubriendome mis enormes pechos con la parte de armadura que me quitó.

El muchacho no respondió, mirando hacia otro lado.

-Discúlpame... ¿El dolor ha cesado?

Comenta, sentándose a un lado, dejandole espacio, sin mirarla.

-Era crucial para salvarte la vida, discúlpame de nuevo.

Usted...usted me ha secuestrado...¡no...no me matéis...!

Le dije en un tono asustadizo.

Yo...sí, es cierto, estaba con ellos, pero, aún así..., no son tan malos...

Por mi estado y mis energías, parecía que estaba curada del todo, pero no podía descartar nada...

-No te asustes, muchacha. No pretendo matarte.

Tras lo mismo se irguió y miró hacia las estrellas.

-Es una gran noche. Es una lástima que tenga que ser estropeada por vampiros y demonios...

Tras aquello, volvió a mirarla a los ojos...

-Busco respuestas. Apareciste en una ilusión. Parecías desconcertada, y me dijiste que habían mas personas en el interior del castillo. Así fue como supe quiénes eran los que me encontré en el lado de la puerta. Algo me ha llevado a rescatarte: He pensado que tal vez la visión solo era una pista sobre lo que debía de hacer contigo, asi que te he traido conmigo. Lo peor que puedes hacer, es tenerme miedo.

Le tendió una mano, seguro de lo que hacía.

-En primer lugar, te enseñaré a ser menos tímida. la timidez no ayuda mas que a errar en tus objetivos. Tras esto, veremos si al estar contigo se me aparece algo mas... y en ese caso, iremos haciendo lo que me dictaminen las visiones. En cualquier caso, nos iremos acercando hacia el mismo destino que aquellos con los que ibas, por lo que los volverás a ver... aunque no puedo asegurar si seguirán siendo tus "amigos" Vamos, no hay tiempo que perder. Confia en mi: Despues de todo, no te quiero muerta.

Esbozó una sonrisa, mirándola fijamente a los ojos

-Y no creo que puedas bajar sola de aqui...

Miro la altura del árbol con respecto al suelo y empezaba a sentir algo de angustía, entonces me agarro al tronoco del árbol muerta de miedo.

Co...como vos digáis, pero...¡bajadme de aqui...!

Le digo muerta de miedo y cerrando los ojos para no ver más el suelo, pues tenía algo de vértigo...

Bajala antes de que le dé un ataque xDDDDDDDDDDDDDDDDD

El chico la agarra por la cintura suavemente, poníendosela luego a la espalda de manera delicada, colocando las manos de ella rodeando su cuello y sus piernas rodeando la cintura del chico... -Bien..nos vamos.-

Tras lo cual nuevamente salta, mas ahora no aprovecha para saltar de nuevo, sino que deja caer un momento, sacando el látigo por unos segundos y enrollándolo en una de aquellas fuertes ramas de la parte baja, generando así un balanceo que lo deja a ras del suelo, en la montaña.

Cuando llega al suelo, desenrolla el látigo y lo guarda, deja a la muchacha en el suelo, mirándola

-¿Estás bien?

Comenta mirándola a los ojos

-Ya puedes abrirlos. Estamos en tierra firme.

Tenía los ojos fuertemente cerrados, hasta que escucho la señal de aquel chico y los abro, viendo que estabamos en el suelo y que no nos habíamos chocado con algo.

Gracias...ahora, si no le importa...¿podéis bajarme al suelo?

Le comento aún estando agarrada a él, esperando alguna reacción suya...

El chico lo hizo, dejándola en el suelo y separándose de ella, mirándola de manera analizadora.

-Veo que ya vuelves a estar bien...es un avance.

Tras aquello, se giró buscando nuevas rutas por las que seguir su camino.

-En algun lugar te enseñaré a perder esa timidez... hay veces en las que ser atrevido es un punto a tu favor, en el mundo de la guerra. Pero este no es el sitio adecuado. Sigamos.

Comenzó a avanzar hacia delante sin saber muy bien hacia donde se dirigía, tratando de rodear el castillo y encontrar otra entrada.

Mientras Trevor, acompañado de Nathalia, buscaba una entrada, un gatito negro os seguía. A Trevor le resultaba familiar pues era el gatito de la otra vez. El animalito se os acercaba amistosamente buscando mimitos vuestros pues estaba solito...

En cuanto veo al gato, me agacho hacia el suelo y lo voy llamando con la mano sintiendo lástima por él.

Ven, mínino. Ven.

Una simple mirada bastó para observar a aquel animal y calificarlo de bestia.

-No lo toques.

Comentó, bastante serio, el muchacho, colocando una mano en el hombro de ella.

-Puede ser peligroso. No te fies

Tras aquello, simplemente se fijó en los movimientos de la muchacha, y en mantenerse buscando algun tipo de entrada...

En cuanto Trevor me pone una mano sobre mi hombro y diciendome que no le tocara, sentí verdadera lástima por el gatito, entonces me levanto y le ayudo a buscar una entrada...

¿Por qué sois...tan duro con el pobre animal..?, por lo que a mi respecta, sólo deseaba mimos...

Le comento algo desconcertada a Trevor mientras nos alejabamos del pobre animal, dandole la espalda, de manera algo fría.