-Porque mi antigua compañera y yo vimos como este destrozaba a un demonio menor.
No dijo nada mas: Sobrarían palabras. Se mantuvo en su búsqueda, manteniendo por un momento la mano en el hombro de ella, en señal de consuelo: Comprendía que para él aquello no era duro, pero entendia que para otras personas podía llegar a serlo.. Así que simplemente se mantuvo sin hablar mas, manteniendo su rumbo de búsqueda..
Vais caminando por los alrededores en dirección al norte. Veis, entonces, una entrada, pero no era de un castillo...sino un camino que llevaba al corazón de las montañas de la zona...
-Nos estamos desviando de la zona...mierda.
Tras aquello, el muchacho dió una patada al suelo, mirando luego hacia otro lado, examinando bien el lugar: No había otra entrada...
-Y encima parece que es lo único que nos queda... ¿Qué piensas? ¿Entramos, o no?
Comenta a la muchacha a su lado, mirándola expectante.
-Prometí que te quitaría la timidez..y la toma de decisiones te hará bien. Espero tu respuesta.
Voy pensandomelo un poco, pero...se me iba la cabeza de vez en cuando...
Pues...entramos...sí, eso, sigamos hacia delante...
Le respondo algo dudosa, pero me decidí al final y sin pensarlo dos veces...
Vamos...
Asiente con la cabeza, entrando junto a ella por la entrada de la montaña, con una mano en la santa cruz y la otra en el látigo, caminando con mucha cautela y atento a todo su rededor...
Vais entrando por un túnel y hacéis un corto camino atravesando la cordillera hasta llegar a las montañas...todo seguía igual de oscuro que en el otroa lugar, pero ahí se respiraba un aire fresco, limpio, tranquilo y sin ninguna presencia maligna por donde estáis...
En cuanto observo aquel lugar, me quedo fascinada...jamás había estado en una montaña así, no en una que estuviese desinfectada de monstruos y otros tipos de esocria demoniaca...
Es maravillosa...
Empiezo a sentir el aire de la montaña en mis pulmones con cada bocanada de aire que respiraba de aquel aire limpio...llenando mi alma de pureza...
¿Vos que opináis?
Y aun así... él seguía intranquilo.
-Me trae recuerdos.
Cortó. Tras un momento calló, para luego volver a hablar
-Nos hemos alejado mas...tengo la esperanza de encontrar algo que nos lleve nuevamente al castillo, pero solo veo caminos que siguen hacia delante..
El oxígeno puro era bien recibido, sin embargo. Le recordaban a las noches en las que no sucedía nada, tras la priemra derrota de Drácula... cuando podía disfrutar de tal entorno, sin preocupación de nada..
Ahora era bien distinto. Se ponía un poco mas nervioso conforme su sed de sangre aumentaba. Era como si, aquella noche, hubiera dado rienda suelta a su verdadero instinto...
Aun así, logró calmarse.
-¿Qué haremos?
Ummm...no sé...
Tenía la cabeza algo en blanco, sin ideas...estaba algo agotada, entre la batalla que tuve al entrar al propio castillo, los dolores de antes y la caminata, que aunque fuera corta, estaba algo agotada como para pensar...
¿Qué sugerís vos...?
Le pregunto mientras miraba a mi alrededor en busca de alguien que habitara allí o cualquier otra forma de vida...
-Este lugar incita a descansar, mas no podemos hacerlo.. si lo hacemos, perderemos la oportunidad de destruir a esos crea demonios.
Volvió a mirarla, con determinación.
-Lo primordial es buscar luz. Necesitamos eso para orientarnos. Despues de eso, podremos trazar un plan..
Tras lo mismo, comenzó a buscar lo que había comentado que necesitaban encontrar.
Voy buscando alguna luz, alguna señal que nos pueda guiar, pero...nada, no encontraba nada ninguna luz...
En cuanto creíais que no ibáis a encontrar alguna luz, veis una luz a lo lejos y algo de humo...
¡Veo una luz...!
Cojo de la mano a Trevor y tiro de él con fuerza.
¡Vamos!, ¡seguro que debe de haber gente...!
El chico se queda un momento extrañado por la aptitud de ella, aunque se deja llevar sin ningun tipo de problema. Aun así, todo aquello le daba mala espina, no podía evitar pensar que tras aquel humo habría alguna amenaza...aun así, dejo que lo llevara hasta allí.
Nathalia va guiando a Trevor entre la oscuridad, hasta que llegan a una cabaña...
Voy llamando a la puerta a ver si había alguien.
¿Hola?, ¿hay alguien aqui?, ¡somos viajeros y...!
Giro el picaporte y se abre la puerta...
Estaba abierta...
Decidís entrar a la cabaña, al parecer, estaba deshabitada, no había nadie, sin embargo, la chimenea estaba encendida y la casa estaba muy limpia por dentro...sus paredes, suelos y mobiliario eran de madera de roble, había ventanas tapadas con cortinas rojas y una habitación para dos personas...casadas...(^^U)
Tras observar la calma de la habitación, por un momento queda desconcertado, aun con una mano agarrada por la de la chica. Aun así, algo en su interior deseaba salir...
Poco a poco su instinto se volvía mas fuerte. Su propia sangre le traicionaba, haciendo que comenzara a anhelar la fuerza de un oponente igual. Llevaba muchos años sin combatir, pero...aquel combate contra hector y la bruja...
Fué suficientemente largo para activar sus sentidos...y suficientemente corto para saciarlos..
Y ahora comenzaba a sufrir las consecuencias... aun así, ya había pasado por aquello otras veces, y sabía que debía de calmarse y de pensar en otra cosa, aunque en aquel momento no podía hacerlo...
Su cuerpo tembló momentaneamente ante el control impuesto por si mismo para no perder el control. Tras ello, solo mantuvo unos segundos los ojos cerrados, para luego tratar de mantenerse normal con la muchacha..
-Y...ahora qué?
Nos quedamos aqui a descansar...estoy algo agotada...
Le respondo al cazador con una cara de cansancio.
Lo primero...voy a darme un baño con burbujas...
Le añado sin ninguna preocupación.
Debéis tranquilizaros, señor. Según este aspecto...me parece que la abandonaron hace...dos semanas...
Le comento a la vez que paso uno de mis dedos por uno de los muebles, el cual, tenía un poco de polvo, pero casi impecable...
Bueno...yo voy a darme ese baño...¿y vos?
-Estaré...cerca.
Comenta, temblando aun, aunque tratando de mantener el tipo.
Tras aquello, giró y volvió a salir de aquella cabaña.
En cuanto estuvo a suficiente distancia, dejo escapar un pequeño grito de dolor, cayendo al suelo hincando una rodilla en este...Los temblores se hicieron algo mas violentos, y sus iris por un segundo cambiaron de color...un destello blanco se percibió en su mirada..
A pesar de todo, la bendición de su sangre también era su maldición. Su avidez de sangre contaminada comenzaba a apoderarse de el...debía de hacer algo, aunque no podía...
Además....aquella luna...le hacía recordar aun más el odio hacia aquellos a los que enfrentaba su linaje desde hacia siglos...
Volvió a gritar, aunque esta vez parecía mas una llamada a la batalla que un grito normal...
Tras aquello, trató de calmarse, de pensar en otra cosa... su ego le impediría entonces hacer aquello que su mente decía que podía salvar aquel obstáculo mejor que cualquier otra cosa... Pero, despues de aquel suceso...nunca mas lo había hecho.
Decidió entonces quedarse ahi unos minutos mas...no por decisión propia, en realidad, sino porque su propio cuerpo no le respondía...