Partida Rol por web

En cuanto Nathalia intenta abrir la puerta, el poder que provenía de ella la lanza por los aires haciendo que se chocase contra la pared más lejana por aquella fuerza misteriosa que envolvía a la sala que había detrás de aquella puerta...

Observando como Nathalia es lanzada con fuerza contra el muro opuesto a la puerta, le pregunto a la muchacha un educado ¿Estás bien? La chica tenía heridas graves hace poco tiempo y quizás esto vuelva a empeorar su estado...

Tras esto, y con la mirada fija en las puertas cerradas, me acerco a las mismas y con decisión empujo una de ellas para comprobar que se esconde dentro de esta habitación que me atrae con tanta fuerza.

En cuanto veo como Hector se preocupaba por mí y me preguntó por mi estado, me puse muy nerviosa.

Estoy bien, de verás...He recibido muchos golpes peores que este hasta hace 3 años...

Le digo con una sonrisa algo sincera, pero no del todo, mientras me intento levantar. En cuanto lo veo entrar por aquella puerta, me sorprendí demasiado en como no le echaba atrás aquel poder, pero a mí, sí...

En cuanto entras a la sala, ves una especie de dimensión distinta. En medio de la sala, ves una especie de fuente con una pequeña estatuilla que descansaba sobre ella, una estatuilla de un hada...

Observo como la chica sale volando. Manteniendome inexpresiva. “apresurada” Antes de tocar algo debía asegurarse de que no tuviese trampas. Me acerco a la puerta, pasandole la mano para inspeccionar que la energía me permitiera pasar. No podía dejar a mi amo solo.

Eria consigue entrar a la cámara sin ningún rasguño pues ella posee poderes mágicos y eso la protege del enorme poder que posee la sala...

Eria condigue alcanzar a Hector y ambos veis una especie de estatuilla colocada sobre una lápida con forma de fuente, aquella estatuilla tenía forma de hada...

Hector, haz tu poteo y revive al hada con el conjuro de toda la vida de Dios ^^U

Extrañado, aunque no del todo sorprendido, por el aspecto de la habitación, mi vista se fija casi de inmediato en la extraña 'fuente' que reposa en la mitad de la sala. Caminando lentamente hasta quedar delante de la misma paso mi visto por las faceta y detalle de la figura faérica que flota en el centro, con la mente vagando

Asi que esto era aquello que me atraía hasta aquí, ¿eh? ¿Como es posible que algo así este sin vigilancia? Si he de enfrentarme a Isaac, será mejor tener todas las cartas posibles, por lo que...

Retrocedo dos pasos y abro los brazos en cruz, ligéramente flexionados hacia arriba. Con voz autoritaria empiezo a recitar mientras concentro en la estatua flotante toda mi concentración y poder

¡Preste atención a mis palabras, un gran poder de oscuridad! ¡Libere para mí una de las almas torturadas! ¡Déjeme infundirla con mi fuerza de vida y despertarla al mundo de la vida! Ser inmaculado... ¡Aparece antes de mí, ahora!

Se aparece ante Hector y Eria un hada de lo más graciosa que surgió de aquella extraña fuente que revoloteaba a vuestro alrededor y se pone a examinaros con curiosidad.

Observando como la pequeña hada nos sobrevuela inspeccionándonos con curiosidad, la dejo tranquila durante un par de segundos, principalmente para que se acostumbre. Cuando este tiempo ha pasado me dirijo a ella con unono sereno y agradable Tú, mi pequeña amiga, serás conocida de ahora en adelante como Euphyne.

Tras esto, a Eria, que permanece en esta habitación junto a mí... Nathalie no ha podido acceder al recinto (como pensaba, nadie sin poderes puede penetrar en él) Es hora de continuar. Isaac nos está esperando y no me gusta hacer esperar a los anfitriones... sobre todo si son viejos 'amigos'. Las últimas palabras están impregnadas de claro desprecio y rencor.

Sin esperar más, me encamino a salir del cuarto y regresar al corredor anterior.

En cuanto salís de la habitación, veis como Nathalia estaba destrozando con su espada a un ogro gigante...

Destrozaba a aquel ogro cual insecto que era aplastado por el hombre...mis ansias por matar aumentaban a medida que despedazaba al monstruo, haciendo que su sangre chorreara mi rostro y se quedase impregnada en la armadura. En cuanto siento que alguien me observaba, me giro mostrando unos ojos crueles y fríos, rasgados como si fueran los de un gato...En cuanto veo que eran Hector y Eria, vuelvo a la normalidad, siendo la misma chica tímida e inocente de antes.

Esto...yo...no..yo no...no había más remedio que matarlo...

Me fuí a una esquinita de la sala y comencé a golpearme la cabeza con todas mis fuerzas, contra el muro.

¡Mierda!,¡mierda!,¡MIERDA!, ¡esa no soy yo!, ¡esa no soy yo...!

Revoleo los ojos al verla así. ¿Realmente quería que viniera con nosotros? Lo único que faltaba era tener a alguien con doble personalidad.

-Tu...la trastornada mental...deja de golpearte así o quedaras peor...-

Le digo de manera fría y cortante. No iba a sanar otra herida causada por su estupidez. Observo el hada que venia con nosotros. Era el cartón lleno que necesitábamos. Me cruzo de brazos aguardando a Hector.

En cuanto escucho las palabras que pronunció la muchacha, me puse en pie lentamente como si estuviera algo desganada y alzo mi cabeza con brusquedad como si fuera una muñeca y muestro una dulce sonrisa.

No os preocupéis...necesitaba una dosis de realidad antes de que fuese demasiado tarde...normalmente, en la batalla, si no me controlo, podría matar a todo lo que se me ponga por delante y necesitaba aquello...

Me acerco a ellos con la herida a medio curar y apoyo mis manos sobre los hombros de Eria.

¿Vos tenéis poderes mágicos?, si es así...estáis a salvo de mí...los poderes mágicos y de los forjadores de demonios consiguen controlar mi sed de muerte y evita que derrame más sangre inocente o culpable...mucho más de lo normal...

Ves qye aquella muchacha que habéis encontrado no era una mujer normal y corriente, tenía algo extraño que rondaba a su alrededor, pero no sabías que era...en cuanto ves que está sujeta a Eria, ves un líquido de color negro en el suelo, en cuanto te fijas de donde proviene, te sorprendes, pues viene de la cabeza de Nathalia, pero...¿acaso Eria no ve esa cosa negra?, todo esta te era muy extraño...incluso parecía que la joven no paraba de mirarte de reojo mostrandote una expresión de...¿clemencia?, ¿compasión?, ¿por qué te mostraría esa expresión en su rostro?

Con semblante serio y sombrío, algo más de lo que usualmente muestro al cualquiera, pregunto a Nathalia educadamente pero de forma 'implacable' Digame, doncella, ¿quien es realmente usted? ¿Por que mana de su herida ese extraño icor negruzco?

Tengo la mano derecha atenta y suelta, lista para desenfundar mi espada, por si acaso este diálogo acabara en buen puerto... siempre es mejor tener un as en la manga.

¿Eh?, ¿una mancha negruzca?, no sé de que me habláis...

Le respondo con desconcierto sin entender de que me hablaba.

Tan sólo soy Nathalia Norvenda, ex-heredera de la casa noble de los Norvenda...

Sin mutar de expresión en ápice alguno, sigo insistiendo No queráis jugar conmigo de esta forma, joven. Se bien lo que he visto... aunque realmente no termine de asombrarme. Aquello que manó de la herida que os hicísteis al golpearos con la pared no era sangre carmesí... era una sustancia de color oscuro. Inclinando un poco el rostro Os lo repito de nuevo... ¿quien diablos sois?

Miro a Hector mostrando una expresión de tristeza, le mostraba unos ojos vidriosos sin saber a que se refería, no sabía porque me insistía en preguntarme quien era y no sabía nada sobre la mancha negra...

¡No...no se de que me habláis, Hector...!, ¡yo no veo ninguna mancha negra en mi cabeza, sólo es sangre...!, ¡insisto, tan sñolo soy Nathalia, Nathalia...!

Estaba a punto de romper a llorar e irme o volverme loca, pero me abracé más a Eria mostrando una pequeñas lágrimas en mi rostro...ocultas por la sangre de aquel ogro que maté antes...

Nathalia no te mentía, ella no podía ver lo que tú estabas viendo ni sabía de que hablabas, pero...¿por qué eres el único que podías verlo y las chicas no?, ¿acaso...es cosa del demonio...?