Partida Rol por web

-Los perros son tontos, pero no se si ese habrá causado el asma de la pequeña. Muy probablemente haya sido ese sucio boggin. Los he visto antes. Se meten en los armarios y se mezclan con la ropa... Espero que no haya puesto huevos y que Sol lo mate bien muerto.

Sigue observando la casa, atento, por si viera algo que le indicará que Sol había logrado su propósito.

El alboroto de la casa culmina con la salida del hombre y la mujer por la puerta principal. Se dirigen al coche. Desde donde estais, podeis ver que llevan a la niña con ellos.

Cogen el coche y salen disparados por la carretera, en dirección a la ciudad.

El joven se queda en la puerta de la casa, mirando cómo se alejan de allí...

Vaya. Pobrecita, le habrá venido un ataque de asma fuerte... seguramente la llevarán al hospital de los humanos. En cuanto el niñato entre de nuevo a la casa entraremos nosotros y ayudaremos a Sol, ¿te parece bien?

Seguía observando la casa y el chico... mientras con la mirada buscaba también al perro.

-A ese chico no le gustamos nada. ¿Crees que se va a meter a la cama? No creo... Por suerte lleva todo el rato ese aparato tan ruidoso en las orejas. No podrá oirnos.

Earl espera junto a Águila a que el chico se meta en casa para volver a cruzar la carretera.

El joven vuelve a cerrar la puerta. Todo queda en silencio...

-¿Vamos?- dice Earl comenzando a cruzar la calle en dirección a su ventana predilecta.

Venga.

Dirigiéndose por detrás de Earl a la misma ventana que él.

Cuidado con el chucho, debe andar por aquí

Silenciosos, os acercáis a la casa de enfrente. Podéis escuchar los sonidos de la calle, el lejano rugido de la autopista, el zumbido de los cables eléctricos...

¿Y qué es ese ruido de pasos casi imperceptibles?

Earl camina junto a Águila camino a la ventana cuando nota una vibración en sus bigotes. La noche puede parecer silenciosa a un espectador poco atento, pero en realidad está llena de vida, y nadie sabe apreciar todos sus matices como los gatos... bueno, quizá los buhos, pero no es el caso.

Earl se detiene en seco... ¿Quien anda ahí?

Águila se quedó al lado de Earl al notar que algo más se movía... agudizó los sentidos, todos ellos, esperando poder escuchar algo que delatara al sujeto...

Durante un segundo, apenas visible contra el negro aterciopelado del cielo, os ha parecido ver una cola sobre el tejado. Una cola peluda y negra.

-Lo has visto ¿verdad?- vuelve a mirar al tejado, pero allí no hay nada- ¿Otro gato? ¿Iron quizá?- escudriña la noche con sus enormes ojos... en vano- fuera lo que fuere tenemos que volver a la casa y ayudar a Sol

Dilató las pupilas mientras miraba hacia allí.

Iré a ver qué era, luego te alcanzo.

Y se dirigió hacia allí silenciosamente.

Earl asiente con un gesto de cabeza y se escabulle, con movimientos casi líquidos, hasta el interior de la casa.

Das la vuelta a la casa para situarte cerca del garaje, donde poder saltar sobre los cubos de basura.
Todo parece calmado y en silencio...

¿Demasiado silencio?

Los ojillos negros de Bruts, el perro, se clavan en los tuyos. Estás sobre la valla de la casa, preparada para saltar hacia el tejado, cuando Brutus inicia su carrera para lanzarse sobre ti.

Observa el perro como se abalanza sobre ella... pero no va a permitir que la coja, así que reacciona rápido y estando tan cerca de los cubos decide subirse allí de un salto y rápidamente subir en el tejado... las tiene todas consigo, no va a permitir que el chucho la coja. Almenos no de momento.

Con un gran estruendo, Brutus choca contra la valla, justo antes de que puedas darte el impulso necesario para llegar a los cubos de basura. El salto queda corto. Tus patas no llegan al cubo.

Y entonces sientes el golpe y las mandíbulas del perro cerrarse sobre ti.

Águila soltó un maullido horriblemente alto, y miró al chucho que la tenía cogida del cuerpo mientras le clavaba una mirada asesina.

¡Maldito perro!

Y levantó las patas para intentarle arañar el hocico, o incluso morderlo. Mientras no dejaba de maullar para alertar a todo el barrio.