Partida Rol por web

 -sin duda así será- replica Flora sin muchas ganas de extenderse mas en el asunto

-empieza a hacerse tarde y mañana tendrán un día agotador, cuesta acostumbrarse a este clima tropical y ustedes van a embarcarse en uno de esos barcos fluviales, que no son precisamente cómodos. Imagino que querrán retirarse-

La sugerencia de Flora es bastante razonable, ya va siendo hora de retirarse

- Sí, es hora de retirarnos ya. se levantó y dejó la copita que llevaba en la mano, pero se volvió a la Señora Luggard y le preguntó algo más: Flora, ¿puedo preguntarle algo personal? parecía seria y algo preocupada.

 Flora enarca un poco las cejas pero asiente al notar tu tono -por supuesto querida, adelante-

- Si te diesen a elegir, ¿desearías quedarte en África o volver a casa? dijo en voz muy suave como timiendo que alguien pudiera escucharla además de las dos mujeres que la acompañaban.

 Flora se toma su tiempo en responder, cuando lo hace lo hace seriamente -antes de venir aquí pasemos siete años en Uganda, antes de eso mi marido sirvió en la India y yo espere pacientemente durante cinco años su regreso a inglaterra. Nada indica que nuestra estancia aquí vaya a ser mas breve sino al contrario.- suspira y sigue -no volvería a Inglaterra si no fuera con Frederik, y se que el no quiere volver a inglaterra, al menos no aun, acaba de emprender un gran proyecto aquí y me necesita a su lado, no me marcharía-

Tras las serias palabras vuelve a sonreir -no se si eso habrá contestado a tu pregunta, pero espero que te ayude-

- Muchas gracias. Ha sido una velada muy agradable dijo sonriente aunque pensativa. Esperó que Molly se despidiese también antes de marcharse a buscar a su esposo.

- Caballeros, si no les importa me voy a retirar a mi habitación. El día ha sido largo y aun me queda escribir en mi diario las impresiones de mi llegada a Nigeria. Si no les molesta mañana me gustaría hacer una fotografía con todos lo integrantes del safarí y con usted y su señora Sir Luggard. Estoy seguro que en Inglaterra se alegrarán de ver a hombre tan afamado como usted aunque sea en papel. -  dijo esto levantándose y haciendo un gesto protocolario con la cabeza en forma de despedida. - Muchas gracias por la cena, era exquisita.

Molly procedió a despedirse de la Sra. Shaw, que tan amable había sido con ella:

Gracias por su amabilidad y sus consejos, señora. Deseo que sea feliz aquí mientras dure el trabajo de su esposo. 

Finalmente llega el nuevo día, tan agobiante por el calor y humedad como el anterior, al menos para los europeos poco acostumbrados a este clima.

Con las primeras luces los porteadores empiezan a cargar en el Niger todos los equipaje y el equipo de la expedición, que es mas de lo que podíais esperar ya que entre unos y otros todo el mundo parece haber traído mas cosas de las que esperaba, durante buena parte del día se realizará la carga y esta previsto empezar vuestro viaje por la tarde.

El barco que os llevara río arriba es el Niger, un barco fluvial a vapor bastante viejo pero bien conservado y junto a los guías está su capitán  vigilando las operaciones de carga. El único que aún no esta en el muelle es el capitán Costigan

Toda la carga y los porteadores negros se pondrán en la cubierta inferior mientras que vosotros y vuestro equipaje personal ocupará la cubierta superior. Aunque el barco es de lo mejor que se puede encontrar por aquí es bastante pequeño y vais a estar bastante juntos durante el viaje, aunque se ha acondicionado una zona para las mujeres

En el muelle está el Capitán Henry Kruger, un hombre que rondará los cincuenta pero parece mayor por su pelo completamente blanco, su notoria calva y su excesivo peso. Puede que para recibir a unos clientes tan ilustres o por una costumbre excéntrica, lleva puesto un sombrero de copa mientras vigila a los porteadores y os recibe

-caballeros, que honor que hayan elegido mi barco para una empresa así, les aseguro que no encontrarán un barco mejor en todo el río-

Habla con voz profunda aunque se detiene de vez en cuando a toser en un pañuelo arrugado, cuando ve a las mujeres las mira con suspicacia pero enseguida se centra en los hombres, se adelanta a recibiros y da la mano a Boring -Lord Cottonwell, que honor conocerle personalmente, me han hablado mucho de usted-

Lord Cottonwell se adelanta con expresión molesta

-yo soy Lord Edmund Cottonwell capitán- en capitán no parece especialmente azorado por su error y choca la mano con Lord Cottonwell sin darle mayor importancia -mucho gusto señor, si no tiene inconveniente querría hablar con usted de varios detalles del viaje, mi segundo indicara a sus acompañantes donde instalarse-

El capitán y Lord Cottonwell se van al puente del barco a hablar de esos detalles y un negro vestido con una chaqueta de marinero os indica con gestos que le acompañéis y os lleva al lugar donde habitareis durante el viaje por el rio.

Si los camarotes del barco desde europa os parecían estrechos esto es peor, los camarotes son algo menores, y ademas tendréis que dormir dos en cada uno

Mientras estáis decidiendo quien dormirá con quien se escucha un grito entre los porteadores que están cargando aún el barco, seguido por una fuerte discusión

Jim había comenzado a caminar, como si estuviera distraido, hacia donde el capitán había llevado al Lord. Si iban a hacer planes, más les valía avisarles a ellos. Si algo odiaba el guía, eran los hombres que se las daban de listos y, encima, te sorprendían con "genialidades".

Con el malestar comenzando a crecer por dentro, escuchó a los porteadores levantar las voces.

Por fin! Algo en lo que distraerme y, con suerte, descargarme!

Raudo acudió a la barandilla para apreciar el origen del altercado y tomar cartas en el asunto. A rienda firme no hay caballo desbocado, y más le valía a todos comprender que Jim pensaba mantener las riendas en sus manos, todo lo posible.

Molly no pudo evitar una risita ante el craso error del capitán. Eso no lo olvidaría Milord, seguro.

William se acercó a su compañero:

- ¿Qué pasa ahí abajo? ¿Ya tenemos problemas tan pronto?

Al igual que Jim intuía que este viaje no sería tranquilo. Demasiada gente y demasiado 'listo' en el grupo... más problemas, el mismo dinero. Aún no había comenzado el viaje y ya se temía estar haciendo un mal negocio.

Azorado por el error del capitán, Boring no pudo más que sonreir y dar la mano al anciano. - Encantado de conocerle, pero yo no soy... - Antes de que pudiera terminar la frase Lord Cottonwell comenzó a hablar.

La discusión entre los porteadores parece hacerse mas intensa y acaba atrayendo vuestro interés. En la cubierta interior el jefe de los porteadores, Tembaqui, discute acaloradamente con un hombre que sujeta delante suyo a un muchacho como si se lo entregase a Tembaqui.

Incluso a los que conocéis el idioma os cuesta seguir la discusión ya que hablan muy atropelladamente y a menudo el circulo de porteadores irrumpe en gritos

Cuando lleváis un rato así Tembaqui se gira y señala a Jim y William (que para el son sus jefes) y dice en voz alta y en ingles

-pero los jefes blancos no lo permitirán, es muy mala suerte, malo, muy malo para safari, el no puede venir-

Boring sacó su libreta y su lápiz escuchando la voz del porteador. Aquello se ponía interesante. A sus lectores les gustaría saber sobre mitos y miedos de esa gente...incluso con lo supersticiosos que eran los africanos podría escribir un libro de anécdotas.

Bill bajó de un salto a los muelles para acercarse al tumulto con paso rápido y firme.

- ¿Qué demonios está pasando aquí? ¿A qué viene tanto berreo?

Se acercó a Tembaqui para poner una mano en su hombro:

- ¿Qué sucede viejo? ¿Cuál es el problema?

Mientras hablaba miraba al chaval que parecía ser la causa de todos los males.

Herbert escuchaba divertido la conversación con el capitán. Sin duda percibió la risita de Molly y él también amago un gesto irónico en la cara, pero enseguida su interés cambió a la fuerte discusión que parecía haber ahí abajo, por lo que se asoma para ver de que va todo el problema.

Silencioso, lentamente y con paso firme, Jim se desliza más que camina por la pasarela hasta llegar a Tembaqui, para esperar la respuesta a la pregunta de Bill.