Partida Rol por web

Craig observaba la escena detrás de Sophie, envolviéndola con sus brazos, aunque ya no notaba que lo estaba haciendo, ya que sus ojos miraban desorbitados hacia todos lados.

Los cadáveres, un hombre que desaparece de repente, un lobo luchando contra un perro de tres cabezas, espectros… Las historias que siempre había recopilado y que devoraba con asiduidad volvían ahora a su mente. Sí, podía explicar la existencia de todas aquellas criaturas, si las leyendas fuesen reales. Pero no lo eran ¿no?

Lo único que sabía era que al parecer estaban todos juntos frente al Cerbero (aunque Craig no era de mucha ayuda, todo sea dicho), incluso los espíritus que parecía comandar aquella chica, que Craig no tenía dudas de que era una Daoine Sídhe o algo similar.

El único que no sabía si estaba con ellos o no era el tipo que tiró el cuchillo, pero de alguna forma parecía tan perdido como él mismo.

Entre sus cavilaciones Sophie se le fue de los brazos y corrió hacia el lobo, que estaba cerca de la bestia. Craig, que se consideraba a si mismo inteligente, se comportó como un imbécil.

Corrió junto a la chica pensando que si el Cerbero la atacaba podría distraerlo y le ayudó a apartar al ¿lobo? de la refriega.

-¿Es un amigo?-preguntó con dudas- Igual puedo hacer algo por él, aunque…-no terminó la frase, la verdad que el lobo no parecía que fuese a sobrevivir salvo con un milagro.

Craig se sentía un inútil y se hacía pasar por el “protector” de aquella chica simplemente por haber hablado con ella (aun cuando una piedra habría sido mejor defensa que el escritorzuelo). Intentó curar al lobo, al menos así haría algo útil.  

Regreso al lugar con un par de platos y el juego de cubiertos de una mesa.

-Lo mejor será salir de aquí.- Digo mientras me preparo para arrojar mis proyectiles hacia la cara de ese ser.

Apenas y alcanza a moverse la cabeza desocupada del cerbero al escuchar el grito airado de Mikel, quien de un tajo la hace caer estrepitosamente, desprendida de su cuello. Pero el aullido infernal del diabólico ser sólo se libera hasta que el segundo cuchillo le perfora el omoplato, dejando un costado del chico expuesto a ser atacado por la segunda cabeza, justo en el momento en que un espectro entra de nuevo en el cuerpo del cerbero, seguido por sus otras dos réplicas. Cerbero comienza a revolverse en el suelo, convulsionante, gruñendo y aullando de forma desgarradora, sus "músculos" comienzan a extenderse lenta y dolorosamente; un espectro sale a medias por una de las fauces, perece tirar de algo, la cabeza se sacude agitando al espectro, pero éste insiste en tirar (quien sabe de que), hasta que la cabeza comienza a levantarse, arqueando su cuello como si un gran peso le tirara hacia abajo, la tercera cabeza solo gruñe ahogada mientras se sacude. Poco a poco veis como la piel del cerbero cede y se desgarra, despidiendo un putrefacto olor y liberando visibles vapores oscuros como si de una caldera se tratase. Pecho en tierra por la estocada del cazador de sombras y ahora sometido a la merced de los espectros que evidentemente tratan de destazarlo, cerbero comienza a ceder y convulsionar fatigoso hasta que su cuerpo es finalmente separado por los entes oscuros.

Al ver como el Cerbero terminaba destrozado agarró el colgante.

- Volved, vuestra misión ha llegado a su final. Buen trabajo y gracias por protegerme. 

Regreso al baño y la situación me da lástima y asco. Dejo los platos a un lado y arrojo uno de los cuchillos a una de las cabezas. Hay que terminar su sufrimiento.

Sophie le dedicó una sincera sonrisa a Craig cuando este le ayudó a mover al lobo.- No, no le conozco. Creo que es el compañero de ese chico, al menos por cómo le ha llamado... -Apartó un segundo las manos de la camisa, Sophie estaba toda ensangrentada por la sangre del Brentt, tomó su colgante y susurró algo, tras eso volvió a presionar la herida.- Le ha seccionado toda la carne del cuello... Creo que nosotros no podremos hacer demasiado, pero por poco que seam seguro le podrás dar unos minutos más de vida, al menos hasta que su compañero vuelva. Quizás sepa dónde llevarlo...-La joven se mordía el labio cada dos por tres, realmente quería ayudar, realmente quería salvar a ese hombre lobo, pero no sabía si podría... Ni siquiera había podido salvar a su amigo.- G-gracias.... Gr-gracias por ve.nir....-Mientras hablaba las lágrimas caían sobre sus manos, juntándose las lágrimas con la sangre del lobo.- L-lo sie-ento... Si-ento que .... Jo-der, perdona....-Se llevó una de las manos hacia el rostro, limpiándose las lágrimas, pero era incapaz.

Un lobo de compañero… bueno, no es tan extraño visto lo visto- pensó Craig mientras intentaba detener el sangrado abundante. Sabía algo de medicina y tenía buen pulso, pero no era veterinario y a aquel lobo le faltaba un pedazo de cuello.

-Lo intentaré- no iba a decirle que no, más aun viendo como la voz le empezaba a fallar por todo lo que estaba ocurriendo.

Para Craig aquello era lo único que tenía sentido, no podía creer que aquella chica mantuviese la compostura ante aquellos acontecimientos y él no. Pero claro… no podía saber que ella entendía mucho más la situación.

-Si aquel chico viene rápido, puede que haya tiempo para una despedida- aunque dudo que el lobo pueda si quiera escuchar las ultimas palabras de su amo

De repente empezó a llorar y Craig no supo cómo consolarla, quizás en otro escenario le hubiese dado un abrazo y un hombro sobre el que llorar (decían que aquello solía ayudar, aunque él no lo creía), pero sus manos estaban llenas de sangre y solo pondría perdida a la chica.

-Has sido más valiente que cualquier persona que haya conocido Sophie, no podías hacer más. Tu amigo habría estado muy orgulloso… -Le dedicó una sonrisa algo triste ante las circunstancias, pero cargada de afecto. ¿Gracias por venir? Era cierto. ¿Que hacía allí?- La verdad que no lo pensé mucho, te vi correr y pensé que ibas directa hacia el peligro... no me equivoque- dijo algo aturdido.

Observé como el demonio era finalmente abatido por los espectros convocados por la chica, así que permanecí alerta durante unos segundos aún  con la adrenalina a tope por el breve combate hasta que finalmente me acuerdo de Brett.Así que dejo los cuchillos y corro hasta el lobo y me pongo frente al animal.

---Joder Brett, maldito lobo descerebrado ¿porque has tenido que hacer una cosa así?- digo con tono cabreado y preocupado mientras le cojo la cara para que me vea, miro por un instante la herida- Joder, no puedes acabar así, has sobrevivido a cosas peores, no puedes dejarme solo...

Digo con crispación y tratando de manteerme sereno, finalmente levanto la mirada al grupo presente y los miro con seriedad.

---Seguramente hayan más de esas cosas por ahí, largaros de una vez antes de que acabeis como vuestros amigos- digo con tono brusco y muy borde en la voz.

Al ver la situación de aquel pobre animal no puedo menos que pensar un momento. Bajo mi mochila y saco una de mis camisas y la tomo para cubrir el cuello de la criatura. Quizás no ayude mucho, pero aquel lobo me da lástima. Es también una víctima.

Envuelvo su cuello con cuidado y presiono de lado para detener la hemorragia sin cortarle la respiración.

-Si quieres alargar esto o que no muera, necesitaremos más ropa, más tela. Si quieren intentar moverlo, necesitaremos una tabla y actuar con mucho cuidado. Aunque no se si lo aguantemos entre todos.

Trago saliva y recuerdo aquella vez en Šumava y al tío Vasily.

-Si lo que quisieran es darle descanso, salgan de aquí. Yo puedo encargarme.

Al menos él podía despedirse de su amigo. Observó al chico de los cuchillos con el lobo, entonces las lágrimas se hicieron más presentes, ya adrenalina estaba bajando y eso hacía que fuera más consciente de lo que estaba pasando.- Pero... No lo s-alvé...De qu-qué me sirve ser va-valiente...-Se acercó a Craig y lo abrazó con cuidado de no llenarle de sangre las ropas.-  G-gracias...-Intentó hablar sin que la voz se le quebrase por las lágrimas. 

Cuando Mikel habló esta lo miró, tenía los ojos enrojecidos por las lágrimas, pero eso no le impidió mirarlo con odio cuando les habló de aquella manera.- Eres... Un maldito desagradecido...-Ella había hecho todo lo que había podido por salvar a su amigo y ayudarle a él ¿Cómo se atrevía? Dio un puñetazo al suelo y se levantó con rabia contenida.- Un gracias era lo mínimo... Lo único que necesitaba.-Miró a Craig y le hizo un suave gesto de cabeza, cómo disculpándose por apartarse de esa manera.

Tras eso se giró dando la espalda a ambos, caminó de manera lenta hasta estar junto al Cerbero y el cuerpo de Thomás. El plato volador la hizo alzar la mirada, sonrió al chico con tristeza.- Creo que tras eso... Ya no se levantará...-Saltó a través del cuerpo del demonio, cuando llegó hasta su amigo lo arrastró y se arrodilló junto a él, dejó la cabeza del joven sobre sus piernas y lo abrazó con fuerza mientras hundía el rostro en sus cabellos rizados.- Por qué tú.... Por qué...-Las manos de Sophie agarraban con fuerzas las ropas de su amigo muerto. El cuerpo de la joven temblaba por el llanto que intentaba esconder. Si en algún momento debía llorar... Era en ese.El chico del plato hablaba de fondo, pero ella se veía obligada a despedirse de su amigo. Lo necesitaba más que nadie.

Craig se dejó abrazar por ella susurrándole palabras tranquilizadoras al oído, no era mucho, pero era lo que podía ofrecerle a aquella chica por la que sentía tanta simpatía pese a que apenas la conocía de hace unas horas.

Vio como el chico desesperado gritaba a su lobo. Se podía ver lo unidos que estaban y el dolor que sentía, pese a que lo camuflase con odio o rabia. Pese a ello, se vio en la obligación de intervenir cuando los echó de allí bruscamente.

-Sin esta chica, tu amigo habría muerto y no tendrías esta oportunidad- dijo con voz calmada- si no puedes agradecérselo, al menos aprovecha este momento…

Claramente le indicaba de la forma más suave que podía que aquel lobo moriría, aquella herida era terrible, ni si quiera tenía explicación que aun estuviese vivo.

Cuando se acercó el otro chico Craig lo miró casi con ira. Se levantó y dejó solos a lo que él concebía como amo y mascota. Se acercó primero a Ibrahim y le dijo en voz baja, pero sería:

-No puede salvarse, pero no se te ocurra decirle eso de “darle descanso” chico. No creo que se lo tome bien, aunque tus intenciones sean buenas.

Después de eso se alejó caminando hacia Sophie, observando estupefacto al cerbero muerto. Lo golpeó con el pie para asegurarse que no era una ilusión. Cuando vio a Sophie llorando decidió no intervenir.

-A veces dar rienda suelta al llanto no siempre es malo- Murmuró para sí mismo con una sonrisa melancólica. Sacó su libretita de la gabardina y un lápiz pequeño y sin separarse mucho de la chica comenzó a dibujar a aquella bestia.

Había muchas preguntas que necesitaba hacer. Y se las haría al chico del lobo o a la propia Sophie, pero ahora ambos estaban sumidos en su dolor.

Estuve a punto de echarme a reir delante de su cara a aquella gente, pobres ignorantes que no sabian nada, la muchacha parecia estar relacianada con alguno del submundo pero a juzgar por su comportamiento parecia que estaba equivocado, todavia temblando saqué mi telefono movil y lo abrí marcando el número del Instituto.

---Aqui Dragonblood -digo con toda la seriedad posible que puedo reunir-Estoy en el centro comercial de Londres, en los baños de la barbacoa del segundo piso, ha aparecido un Cerbero aunque ya está eliminado pero pueden  haber más....- callo por un instantes- Brett está herido grave, necesito apoyo médico de inmediato, así que abren una Puerta aqui de inmediato...- vuelvo a levantar la mirada hacia el trio-....hay Mundis implicados y tambien muertos, así que venga un equipo de limpieza....- tras esto cierro el teléfono y lo guardo en el bolsillo centrandome en Brett- La ayuda está en camino, aguanta un poco más...

Aprieto los dientes ante las cosas que dicen.

-Entonces, lo mejor va siento que en lugar de gritar vayan por una mesa para usarla de tabla y servilletas y manteles, porque esto ya no aguanta.

Al voltearlos a ver, la sangre gotea a un ritmo más rápido del por si ya empapado trapo. Farfullo en la lengua y aplico más presión, pese a la expresión dura en mi rostro, mis ojos que casi reflejan en gris reflejan la inutilidad de todo ello. Un trapo demasiado empapado es casi inútil.

-Y más vale que se den prisa porque ya no puedo contener la hemorragia. Dense prisa con todo eso si quieren que haya algo a lo que prestarle ayuda.

Los espectros quedan flotando al rededor del cadáver del desmembrado demonio hasta que este comienza a incendiarse hasta desaparecer, luego uno de los espectros pareciera fusionarse con otro para luego volar a toda velocidad hacia Sophie y estrellarse contra su pecho, pareciendo ser absorbido en el proceso, el último espectro se acerca lentamente y comienza a desvanecerse poco a poco hasta desaparecer.

Todos reunidos observan la penosa escena, y poco a poco veis empiezan a emerger sonidos del cuerpo del lobo desfallecido, articulaciones y huesos crujen y se re-acomodan poco a poco hasta dar al animal una forma humana.

Ahora los quejidos caninos se habían convertido en sonoros jadeos que salían del cuello del sujeto, que miraba perdidamente hacia arriba.

Haz una tirada para salvar a Brett 1d10, súmale tus puntos por medicina y magia. (en tu ficha está)

Cuando los espectros volvieron a su origen, esta alzó ligeramente la mirada hacia el que quedaba y se aproximaba a ella con lentitud, la joven sólo le hizo un gesto de cabeza, cómo agradeciéndole la ayuda ofrecida contra aquella bestia demoniaca, cuando finalmente desapareció, la joven se limpió con lágrimas como pudo con el brazo, evitando llenarse de sangre. Con un suave movimiento dejó a su amigo en el suelo de nuevo, cerrándole los ojos y acomodándole los cabellos con cuidados movimientos. Antes de alejarse le besó la frente y se mantuvo unos segundos así, para después separarse del todo.

La joven tardó unos segundos en serenarse, tomó aire y cerró los ojos, no se permitiría derrumbarse una vez más. No allí. Se acercó hasta Craig para observar el dibujo que hacía, aunque el Cerbero empezó a consumirse hasta dejar sólo un rastro de cenizas en el  suelo. La joven se agachó para atrapar entre sus dedos un puñado de cenizas, aún que se levantó después.- No dejas de sorprenderme... Otra persona hubiera huído, tú lo dibujas.-Sophie se esforzaba por sonreír. Tras eso miró al otro chico que daba órdenes, la joven suspiró quedamente y salió de los baños, la zona dónde había mantelería limpia estaba próxima, por lo que cogió lo que pudo y regresó.

Con suavidad se puso junto al cuerpo del animal, para observar en ese instante cómo este empezaba a recuperar su forma original. No se había equivocado,  era un Hijo de la Luna. Llevó con cuidado un par de servilletas y las colocó sobre la camisa que ella misma le había puesto hacía unos minutos, sin agresividad apartó las manos de Ibrahim para así colocar los trapos secos.- Es un Hijo de la Luna... Debería poder regenerarse, pero las heridas son demasiado graves incluso para él parece ser.-Apretó con suavidad, intentando no dificultarle aún más la respiración, tras eso miró al otro cazador.- No hay más... Seres demoniacos. Sólo estaba él.

Craig estaba concentrado en dibujar a aquel ser, pero este empezaba a desvanecerse, por ello había dejado de lado los detalles y el lápiz surcaba el papel velozmente.

-Este ser es algo que no podría existir… ¿cuantas veces se tiene la oportunidad de ver algo así?- seguía dibujando contrarreloj, y su voz al responder a Sophie sonaba casi esperanzada. Cuando acabó se giró hacia ella guardando la libreta- Tú no has huido- se encogió de hombros- no iba a dejar que una joven cargase directa hacia el peligro mientras yo huía.

Tenía muchas preguntas e iba a comenzar allí mismo. Pero entonces el lobo comenzó a cambiar y Craig lo observó maravillado.

-Es un Wulver… un licántropo- murmuró. También existen. Abrió ligeramente la boca ante aquel descubrimiento, pues había crecido con innumerables historias sobre ellos. Historias. Esto era real, una prueba de su existencia, ante él…

Volvió en sí cuando se dio cuenta de que tanto Sophie como el otro chico intentaban salvarlo. Él no ayudó. Ya había examinado la herida y no había forma humana de salvarlo. Se puso a analizar a los que estaban allí.

Sophie, con aquella belleza mística que desprendía y esos poderes extraños para él era miembro de los Daoine Sídhe de las leyendas de su tierra.

El chico que había roto el espejo y había tirado cubiertos parecía tan perdido como él, así que supuso que no sería ningún “ser mitico”.

Por otro lado estaban los otros dos. Un licántropo y… ¿Otro?. Por lo que había visto aquel otro chico podría ser cualquier cosa.

Escuchaba de refilón las palabras de Sophie sobre demonios, hijos de la luna y demás. Concluyó… que no entendía nada, pero escucharía recopilando toda la información que le diesen.

Al ver las acciones de aquella chica y escuchar sus palabras, comprendo que aquel ser ya no tiene salvación posible. Sobre sus ojos cerrados coloco un par de monedas.

-Tu cacería ya ha acabo, recorre los caminos de la luna hasta que nos volvamos a ver en los bosques eternos.

Con el brazo entregó uno de los cuchillos al que parece su compañero.

-Hay que dejarlo descansar.