Partida Rol por web

Bien, concluye el mago.

Todo ha sido dicho, sólo queda partir. Encontraréis las provisiones necesarias a la salida del poblado esta noche. Tened confianza y valor, y prevaleceréis.

Bueno, lo importante parecía estar decidido y yo no tenía inconveniente en partir al anochecer.

- Gracias maese Radagast, espero que nos volvamos a ver todos aquí a la vuelta.

Si mis compañeros no disponían de nada nuevo me marcharía a descansar, si partíamos al anochecer mejor estar cargado de fuerzas.

Borgil también se despide del Istari con cortesía Que Aiwendil no dude en que cumpliremos su encargo, aunque sea con nuestro último aliento... o hasta nuestro último pedazo de pan añade sonriéndole al mediano

Y aunque los Primeros Nacidos no necesitaban tanto del descanso y el sueño como el resto de criaturas, decidió imitar a sus compañeros Estaré donde me conocisteis, en el rincón de la casa larga junto a la puerta más cercana a esta morada

Por mi parte, me limito a inclinar la cabeza en silencio ante el Mago. Tras alzarla, digo a los presentes que se han convertido en mis compañeros.
No os preocupeis que estaré listo para la partida.
Aunque no puedo evitar que una sombra de sonrisa me aparezca en el rostro restando solemnidad a mis palabras. Por tanto, tras un leve encogimiento de hombros añado.
No negare que tengo la sensacion de que ante nosotros aparecen unas jornadas interesantes. Digamos, que estoy impaciente por ver hacia donde nos lleva el camino en realidad.
Tras estas palabras, me retiro. Aunque no puedo evitar pensar que no estaría mal un jarro de cerveza bien escanciada para culminar la jornada. Pues a saber cuando tendremos ocasión de disfrutar de nuevo de cierto grado de tranquilidad

El mediano sonrió ante las palabras de Menelcar. Oh, amigo alto... lo que importa no es a dónde nos conduzca... sino el camino en sí!!

Tras ello saludó a Radagast con una florida reverencia que era la delicia de las chicas en casa, y en más de una taberna despertaba las sonrisas de las damas. Maese Mago, sus palabras no pueden borrarse de mi mente, ni su propósito de mi corazón! Hasta la vuelta, pues el regresar siempre es posible cuando uno lo desea con suficiente fuerza.

Y habiendo dicho lo cual, se unió al grupo de regreso al poblado.

Mientras os acomodáis para descansar hasta el anochecer, aprovecháis el rato para poner en común lo que podáis saber acerca del terreno a atravesar, acompañados de una excelente cerveza que os traen los hombres del bosque de Rhosgobel.

Cuando hablan de escoger la ruta, parece que la mente de Borgil está en otro sitio... Recuerdos, buenos y males que vuelven a su mente y que hacen que no esté mucho por la labor...

¿Ruta? Ah, sí... ¿qué opináis vosotros?

Decididamente, la hospitalidad del lugar es algo que me sorprende. Pues no tardo demasiado en estar agradablemente acomodado ante el fuego con una pinta de cerveza negra en mi diestra.
Lo primero que hago, naturalmente, es deleitarme con su sabor. Y tras limpiarme con la zurda la barba, le meto un segundo trago que deja temblando a la pobre jarra.
Noto como ha disminuido el peso de la jarra tras mi segundo trago y con un leve suspiro, la dejo para no acabarla en un instante.
Es ese momento el que aprovecho para mirar a mis compañeros antes de decir.
Pues bien amigos mios, creo que es hora de que nos preocupemos, con cierto grado de precisión, de la ruta a seguir. Tenemos varias opciones. Incluyendo una que puede que nos retrase un poco, pero que seria la ruta mas segura.
Pero muestro los dientes en una sonrisa antes de añadir.
Aunque sospecho que todos vamos a acabar eligiendo la ruta mas interesante

El mediano desconocía el terreno, pero no iba a admitirlo. Sin embargo, aportó datos, supuestos fidedignos según sus referencias, sobre lo que cabría esperar por allí. Claro, había que confiar en lo que el primo de Celg había contado a Bran días antes de que este saliera viaje al sur a buscar una olla de oro...

El viaje era largo y merecía la pena sentarle unos minutos a planificarlo bien, extendimos el mapa y participé todo lo que pude aportando mi opinión.

La sabrosa cerveza hacía el momento mucho más agradable, pero traté de no beber en exceso para no enturbiar mi mente.

Anar parecía mascullar algo entre dientes a la par que movía uno de los dedos como haciendo distintos trazados en un mapa ficticio.

—Lo cierto es que navegar el río no es buena opción, ni siquiera por prisa —explicó acabando la frase en una sonora carcajada—. Creo que podríamos acortar el camino si...

Dejó la frase en el aire y volvió a hacer esos gestos con el dedo.

—Sí, creo que es una buena idea.

Me percato de que nuestro compañero enano, parece haber tenido una idea. Por tanto, le hago un gesto para que continúe, si así le place y yo por mi parte, aprovecho para acabar con mi pinta.
Al soltar la jarra, no puedo evitar que venga a la mente la idea de rellenarla para proseguir con tan amena charla.
Pero teniendo en cuenta el posible efecto que tendría el exceso de alcohol en la planificacion, opto por no pedir una segunda ronda.
Pues por todos es conocido el dicho de que detrás de la segunda, viene ya la tercera.