Partida Rol por web

Llamas a la organización derivada del Museo de Historia Natural encargada de tal evento infantil, te cuesta varios intentos pero al final consigues que te cojan el teléfono, sea quién sea el operador al otro lado ay está hastiado debido a la hora que es.
Te informa de que la entrada para adultos son 40 dólares, para niños menores de 12 años 20 y para menores de ocho 10, pero según parece eso no te servirá de nada porque ya están todas vendidas y no se prevee que vayan a ampliarse las plazas... una opción sería intentar comprarlas a alguien que ya las tenga aunque conseguir varias de adulto será todavía más difícil.

En la propia web ya pudiste ver que efectivamente habrá servicio de catering con bebidas y algo de comida, amenizado con un par de grupos de música infantiles que "jugarán" con los niños y con todos los supervisores y empleados disfrazados de Halloween para ambientar la noche cómo es debido. De hecho habrá bastantes payasos y juegos en general, de ahí el precio.

Abres el cajón de móviles desechables en el cuál todavía te quedan un par de ellos y te dispones a usar uno para...

Marco el número de Catherine; es una periodista del Herald. Encargada de la sección rosa del periódico. La conocí hace ya un tiempo; le vendí un par de fotos de un concejal con su amante y eso la encumbró. Creo que hasta le dieron una mesa más grande. Espero que pueda ayudarme a entrar en esa fiesta...seguramente tenga que ofrecerle algo interesante...a ver que se me ocurre.

Su teléfono empieza a sonar; tras tres tonos lo descuelga y contesta.

- Hola Catherine, soy Bastian. ¿Tienes un momento para poder quedar esta noche?

Parece ser que has tenido bastante suerte y Catherine no se encuentra ensimismada en la redacción de sus propios artículos ni en ninguna fiesta o entrevista. Es una mujer bastante dedicada a su trabajo, aunque sólo es así por el dinero que ello le pueda reportar pero eso a ti no te importa, lo que te interesa es que pueda conseguirte información útil y es bastante probable que así sea.

-Vaya, ¡menuda sorpresa!- ríe por lo bajo de forma algo tonta, por no decir sencillamente pija. Cada vez se parece más a las artistas engreídas de las que tantas noticias sensacionalistas escribe -Hmm... no sé, la verdad es que ahora estaba un poco liada...- responde haciéndose un poco la remolona, alegando que la dejes consultar su agenda a pesar de que dudas que necesite de eso. Probablemente se quiere hacer la interesante o algo así.

-De acuerdo, podemos quedar, eres un chico con suerte... Te hago un hueco en quince minutos junto al Museo contemporáneo. Qué lástima que ya esté cerrado...- suspira con cierto fastidio por eso, pero enseguida parece quitarle importancia -¡Te veo allí cielín!- dice antes de colgar apresuramente. Una mujer de lo más peculiar... por no decir excéntrica.

Pongo la voz más suave que poseo, intento mostrarme seductor al fin y al cabo si logro algo esta noche será gracias a mis encantos. He de conseguir ese pase de prensa o la certeza de poder entrar en el museo. Me hace gracia cuando se hace la interesante por teléfono, la primera vez me hizo lo mismo en persona y eso que se notaba perfectamente que quería que nos fueramos de aquel bullicioso local. Eso es lo que me gusta de ella, eso y que tiene muy buena información.

- Muy bien, te veo allí en quince minutos...un beso guapa... - digo antes de colgar.

Ha sido demasiado fácil, debe estr libre esta semana...la última vez me costó más llamar su atención...debe ser que es mi noche de suerte...

Me dirijo al armario y busco algo más acorde con una cita. Lo encuentro en unos segundos a pesar de tener infinidad de ropa.

Con esto fijo que llamo mejor su atención y me será más fácil que me haga el favor. Tras vestirme y pasar por el lavabo a peinarme adecuadamente ya estoy preparado. No me queda mucho tiempo para llegar hasta allí, creo que debería darme algo de prisa. Cojo la cartera y compruebo que lleva algo de dinero, un par de cientos de dólares serán suficientes. Ahora toca decidir si ir corriendo o en coche...

Quedas con Catherine y te vistes de forma razonablemente llamativa, nunca está de más causar buena impresión... y sabes que ella se deja llevar bastante por eso así que será una carta a tu favor.
Decides coger el coche o simplemente el metro, aunque a estas horas es más difícil encontrar líneas operativas y horarios tn continuos como durante el día, pero sigue siendo Chicago... siempre hay transporte y gente por la calle.

Llegas al lugar indicado de manera puntual, no es que te haya sobrado tiempo precisamente, pero como era de esperar ella aún no ha llegado.
La zona no está demasiado concurrida, ya que las torres cercanas generalmente llenas de empleados y turistas ahora aparecen apagadas y casi desiertas. Aunque supones que en el interior habrá alguien con turno de noche o vete-a-saber-qué...

Tras quince minutos más de espera de lo acordado, al fin distingues el seco taconeo producido por los zapatos de Catherine, metida casi a presión en el interior de un pequeño vestido de color azul celeste.
Según se acerca a ti empieza a sonreír hasta llegar a tu posición concreta.

-Puf, perdona el retraso, me entretuvieron unos conocidos...- se excusa con una facilidad que casi parece cierta... de no ser porque supones que estaría retocándose el maquillaje y ése tipo de cosas.
Te mira entonces de arriba a abajo un par de veces con sutilidad y parece quedar bastante conforme con el resultado, aunque tampoco entusiasmada... pero sí expectante.

Viendo que se acerca me preparo para recibirla, gasto un poco de mi preciada Vitae para elevar la temperatura de mi cuerpo. A pesar de que es una noche fresca no creo que cuele mucho dentro de un local que mi piel esté fría; además con ello logro un tono de piel atractivo y natural. No puedo cometer errores de novato en esto; al fin y al cabo es lo que mejor se me da. Mezclarme con los vivos.

La examino cuidadosamente de arriba a abajo no tan sútilmente como ella. Luego sonrío y me acerco a ella cuidadosamente para darle un par de besos; así es como lo hacemos en Florida y a las chicas del norte siempre les parece gracioso aunque muchas nos consideran demasiado lanzados. La verdad es que en lo último no se equivocan.

- Tranquila, yo también acabo de llegar... - le respondo tranquilamente tras darle un par de besos. -Por cierto estás muy guapa esta noche...

Bastian casi te olvidas del cumplido...céntrate un poco o esta noche no será beneficiosa para tí...

La miro fijamente para ver que me contesta, y antes de que responda le pregunto:

-  Te apetece ir a algún sitio en especial o me dejas elegir a mí...

Espero su respuesta sonriendo y mirándola a los ojos,

Te devuelve los besos con una sonrisa, menos aturdida de lo habitual debido a que ya está algo más acostumbrada a ese gesto proviniendo de ti, tampoco es la primera vez que quedáis o sencillamente coincidís.
Cuando la halagas su expresión de vuelve más coqueta y satisfecha, mirándose por un instante el vestido antes de disponerse a decir algo... que no llega a salir de su boca, puesto que la interrumpes, y ésta claro que eso la deja bastante contrariada pero no se queja.

-Prefiero que elijas tú y me sorprendas... eras tú el que quería quedar, ¿no?- arquea una ceja y ladea los labios con expresión algo burlona, a sabiendas de que lleva ventaja. O al menos eso cree ella.
En cuanto empiezas a caminar te sigue, aferrándose a uno de tus brazos con cierta confianza que puede resultar incómoda, pero tiene razón en algo... el que la ha invitado eres tú.

-Bueno... ¿y qué es lo que necesitas esta vez? Porque siempre hay un porqué detrás de tus peticiones...- comenta no demasiado contenta con ese "detalle".

Sonrío ante su pregunta pero no pienso decirle lo que quiero ahora; primero quiero pasar un buen rato y disfrutar de la noche. Que en vista de lo sucedido puede ser una de las últimas.

- Por querer muchas cosas...pero ya te las iré proponiendo a lo largo de la noche...primero vayamos tomar algo y ponme al día de tu vida...he leído varios artículos tuyos...has dejado la política para centrarte en la vida amorosa de los magnates de la ciudad...un buen cambio...espero que no te amenazara nadie por las fotos del concejal...

Camino hacia un pequeño local que hay a un par de manzanas del museo. Es un buen sitio para tomar una primera copa y charlar; luego tocará llevarla a bailar. Un local latino...debería de pensar en cúal es el más adecuado. Los hay bastante buenos en la ciudad pero no como los de Florida. Tendré que decidirme por uno y luego a ver que tal se da la noche.

Kate sonríe de forma ladeada ante tu evasiva, como si en realidad le resultara incluso interesante... o al menos enigmática. No es tan tonta como para creer que no pedirás algo a cambio, pero a la vez eso le da francamente igual si puede sacar tajada. Podría decirse que su moral y su ética no son las más elevadas de Chicago y viendo los reportajes que escribe últimamente está todavía más claro.

-La prensa rosa actualmente es el mejor negocio de cualquier periodista, lo único que necesitas es no tener excesivos escrúpulos... y sale a cuenta, creéme- después ríe animadamente al recordar los "problemas" con el concejal pero acaba encogiéndose de hombros -No pueden hacerme nada por mucho que digan, se sabría, ya empiezo a tener cierta repercusión... y gracias a él hasta salí en televisión así que quién sabe- se pasa una mano por el largo cabello para hacerlo hondear con expresión orgullosa y confiada. Está claro que hará lo que sea por llegar a donde quiere.

Llegáis al cabo de poco al local, donde tomáis una copa y continuais hablando de vuestras vidas profesionales ya que está claro que a Catherine le gusta fardar de ello. Con el ambiente un poco más "animado" y después de haber vomitado tu copa en el lavabo, salís del pub para dirigiros a una de las pocas discotecas latinas de la ciudad que conoces. Es bastante famosa precisamente por haber poca cantidad de ellas.

Caminamos hacia uno de los pocos locales latinos de la ciudad. Es uno de mis preferidos aunque suelo ir en ocasiones especiales, no me gusta cazar en los sitios donde puedo pasármelo bien de verdad. Así no llamo la atención y no me prohiben la entrada. Cuando era más novato cometí errores de dejar trazos de sangre visibles en el cuello y cosas de ese estilo...casi me rompen la cara más de una vez por eso. Ahora ya no cometo ese tipo de errores...

- Bueno...espero que te siga gustando bailar... - le digo animado y sonriente - ...es uno de los locales con mejor música de todo Illinois...

Ya queda menos para pedirle el favor, no se si hacerlo ahora...o esperar a estar en su casa...casi mejor en su casa. Será algo más tranquilo y podré centrarme en ella...y ella en mí.

Entramos en el local y buscamos un sitio para sentarno antes de bailar un poco. Prefiero que me diga ella de salir a bailar, le gusta tomar la iniciativa y eso le dará confianza. Si no mis dotes de seducción no serán tan eficaces como yo quiero que sean.

En cuanto llegáis al local, y después de tomaros otra copa (al menos ella, como si no hubiera sido suficiente), Catherine deja claro que todavía le gusta bailar, y probablemente cualquier cosa que implique que los demás se fijen en ella y eso evidentemente te incluye ya que eres bastante atractivo y tampoco te mueves nada mal.
Las horas pasan y se consumen, por suerte para ti bastante deprisa debido a que tanto el local como la música te gustan. De hecho llegáis a cambiar de pareja de baile durante cortos momentos pero al final siempre volvéis, no puedes permitirte el lujo de que se te "escape" esta vez, aunque haya chicas más guapas o apetitosas cerca.

Pasadas las tres de la madrugada Catherine te pide que la acompañes a casa, a eas horas es peligrosa, le da miedo... y es la manera más disimulada pero efectiva de conseguir que al llegar al portal te invite a subir para tomar la última copa, como si no la conocieras.

Cómo era de esperar al final ambos acabáis en su apartamento, aunque ahora está decorado de forma más moderna y llamativa, como si quisiera dejar claro que tiene dinero y "buen gusto".
Ella empieza a servir unas copas de su mueble bar y te acerca una de ellas, brindado antes de dar el primer trago.
-¿En qué trabajas ahora...?- pregunta entonces volviendo al tema del trabajo tras varias horas de temas triviales y silencios para bailes.

Ante su pregunta respondo:

- Intento emular a Perez Hilton...pero de momento me lleva ventaja...así que sigo vendiendo fotos de famosos y enterándome de cosillas y no me va nada mal...ya sabes que para eso tengo talento aunque no me importaría tener el tuyo...

Me acerco a ella durante el camino a su casa. Esperando que no tengamos ningún problema, no me apetece pelearme aunque sería una buena excusa para alimentarme de algún maleante pero no es plan hacerlo...ya rompí la mascarada hace poco...

- Y bueno ¿te dieron nuevo despacho? El último era bastante grande...

Catherine ríe animadamente tras tu comentario, quizá incluso algo más de lo que debería debido a la bebida que empieza a hacer mella en ella volviéndola un poco más "achispada".
Se deja caer en su mullido y amplísimo sofá con menor cuidado del habitual y se quita los zapatos con los pies, dando otro trago del coñac que ha servido a ambos.

-Me dieron otro aunque no era muy distinto... sólo cambia la situación y el paisaje aunque no es que pueda quejarme- se encoge de hombros y suspira -Evidentemente no pienso detenerme ahí, aún me quedan muchos puestos que escalar, ya sabes de lo que soy capaz- te sonríe cómplicemente. No dudas que pisaría y arruinaría a quién fuera necesario por algo más de poder y fama, lo cual te incluye evidentemente... pero no ganaría nada con ello, la verdad es que ya tiene mucho más renombre que tú y si no fuera por tu aspecto es poco probable que estuvieras ahora en su apartamento.

-¿No te gusta el coñac?- pregunta repentinamente al comprobar que tu copa sigue intacta, arqueando la ceja como si eso le resultara molesto u ofensivo.

- No me gusta el alcohol en general, deberías saberlo...pero bueno cambiando de tema...seguramente te estés preguntando el por qué de mi llamada ¿no?...

La miro fijamente sin que pueda distraerse en cualquier otra cosa:

- Necesito un favor...no es muy grande...y es poder entrar en la fiesta de Halloween del Museo...un pase de prensa por ejemplo...o una acreditación para poder entrar...te lo agradeceré con creces...

Uso mi nivel de Majestad para parecer más carismático. Así podré lograr lo que yo quiero; entre el alcohol, mi poder de fascinación y que se que le gusto sabré que me ayudará...sólo espero que pueda conseguir esa acreditación.

Tras hablar me acerco a ella un poco, le quito la copa de coñac y la poso en un mueble. Agarro su mano y la acaricio suavemente mientras sigo mirándole a los ojos.

Te mira con cierto fastidio cuando alegas que no te agrada el alcohol, pero esa expresión no dura demasiado y enseguida te presta atención emitiendo un hondo suspiro.
-Sabía que tenía que ser por algo...- admite algo decepcionada, ya que por escasos minutos había llegado a ilusionarse pensando que realmente fuera todo por iniciativa propia o puro placer, pero está claro que no ha sido así.

-¿Va a ir alguna mami famosa?- pregunta algo sorprendida por la petición, desde luego no es de lo más difícil que han llegado a pedirle.
Le quitas la copa y se te queda mirando con la misma fijeza que tú a ella, con la enorme diferencia de que la que resulta "hipnotizada" evidentemente es ella.

-De acuerdo, está bien... Un pase de premsa, pero me deberás un favor- te señala acusadoramente para que no se te olvide y después se deja caer en el sofá algo cansada.
-Te lo enviaré por correo... ¿sigues viviendo en ese cuchitril lleno de gente rara?- pregunta sin disimular una sonrisa ladeada algo burlona. Desde luego en eso también te supera por muchos encantos que tengas...

- Ya sabes que sigo viviendo en ese cuchitril...unos no podemos lograr tu nivel de vida... - digo sin reparo alguno

La miro y me siento a su lado. Puede que la noche no sea tan buena al final como esperaba pero bueno intentaré que la noche merezca la pena.

Me acerco a ella aunque esté algo dolida, no me importa. Ahora es buen momento para que se olvide de todo y pueda digamos que seducirla un poco más. Por lo menos para pasar una buena noche, puede que no pase muchas como esta si todo sale mal.

Acaricio su mano suavemente e intento que me mire de nuevo a los ojos. Noto como su corazón late un poco rápido así que aún estoy a tiempo de no cagarla del todo.

Catherine no opone resistencia alguna al hecho de que te acerques a ella y de hecho pronto toma la inicitiva de besarte en los labios con relativa suavidad, al menos al principio.
El preámbulo puede agradarte o no, pero sabes que será lo más cómodo y discreto para conseguir alimentarte así que le sigues el juego con mayor o menor entusiasmo aunque está claro que el suyo aumenta a cada minuto. Los humanos y sus hormonas... a veces hasta las hechas de menos.

Al final consigues saciarte por completo y a la vez complacer a Catherine, así probablemente vuelva a estar receptiva la próxima vez que tengas que pedirle algo.
La dejas en su cama con cierta escasez de ropa, agotada más por la pérdida de sangre de la que no es consciente que por los "juegos" previos, pero la cuestión es que puedes escabullirte de su piso sin más y volver a tu "cuchitril" común bien entrada la madrugada.

Llego a mi habitación y decido darme una ducha antes de descansar durante el día. Me meto en mi mullida cama y miro que hora es. Es demasiado tarde para trabajar en el ordenador así que sólo me encargo de cerrar las persianas, correr las cortinas y taparme con el edredón.