Partida Rol por web

Vatrice abre la puerta y vacía el cargador sobre los dos Slaughters.

El comedor se llena de balazos, chispas, yeso y sangre llenan el aire mientras el retumbar del arma resuena tanto por el piso como el pasillo, casi ocultando los propios disparos que hace Mayuree a la puerta de al lado.

Cuando el silencio vuelve a la escena, los dos pandilleros yacen en el suelo agujereados por todos lados y llenos de sangre. No parece que vayan a devolver ni una bala.

Podéis escuchar gritos - de hombres furiosos - que provienen de la puerta que estaba detrás de los dos cadaveres.

Randy aguardaba cubriéndose con la esquina, preparada para disparar si algún Carnicero salia al pasillo, o de correr si así lo indicaba Vatrice. Ella era la experta en estos casos y seguiría a rajatabla sus indicaciones.

El estruendo del arma automática de su compañera lleno el espacio cerrado y el hecho de que no sonaran disparos de vuelta le hizo comprender que había ido bien. Ahora faltaba por ver si los demás picarían el anzuelo o huirían ante el ataque.

Siguió agachada pero dio un paso atrás hasta el quicio de la puerta y se hizo a un lado de forma que el lado izquierdo de su cuerpo quedó cubierto detrás del marco de la puerta y apuntando hacia la puerta tras de la que se escuchaban las voces. Estiró la mano y pulsó el extractor del cargador. Un -CLICK- y el cargador cayó al suelo y botó ligeramente en el suelo. Metió la mano en el bolsillo de la chaqueta y cogió otro y lo metió en el alimentador. Si se asomaba algo por aquella puerta dispararía y si las cosas se ponían feas con un ligero paso se cubría totalmente tras el tabique

El aire se inundó con el aroma de pólvora y sangre, aumentando la ya de por si tensión en ellos. Vatrice había realizado su maniobra, con óptimas consecuencias. Ahora había que lidiar con un montón de pandilleros encolerizados. Artemis tomó aire y se posicionó, seguramente pronto tendría que cubrir la retirada de sus compañeras.

-Dame firmeza y puntería…- curiosamente era una frase que decía bastante en su ámbito a modo de broma.

Como si nada de esto fuese conmigo, mi único disparo se pierde envuelto en los de mi compañera. Y yo, al igual que ella, sonrío al acabar con mi objetivo salvando las distancias, pues en mi caso era tan solo un viejo cerrojo mecánico.

Antes de abrir la puerta un leve pitido acompañado por la vibración de mi terminal, me informa de que el Hotwire ha podido romper los obsoletos controles de seguridad del robo de limpieza. Tengo acceso de administrador y esto ensancha ligeramente la sonrisa de mi cara. Esto esta saliendo demasiado bien. Me susurra el pesimismo desde el fondo de mi oído.

Abro la puerta con un ligero golpe de pie y me aparto a un lado para poder examinar el interior del piso.

El cerrojo de la puerta explota entre chispas y de un pequeño empujón se abre exponiendo el interior del piso de al lado.

Este está en el mismo estado de desperfecto, pero parece que sus actuales inquilinos han remodelado el piso y a golpe de martillo han derribado algunas de las paredes para hacer un espacio mas ancho. El suelo inmediatamente después de la puerta es a base de baldosas maltrechas y sucias y estas llevan hacia una habitación mas ancha al fondo.

La habitación del fondo parece hacer las funciones de área de descanso y siesta, con algunos sacos de dormir sueltos en un suelo enmoquetado que ha vivido mejores tiempos y un sofá pelado y destrozado por las puntas.

La pared del fondo esta formado por dos cristaleras que muestran el indiferente paisaje de la ciudad de Night City. 

El detalle mas importante de la habitación son los dos Slaughters que ya estaban en estado de alerta y que se llevan un susto de muerte cuando alguien dispara a la puerta y la abre, uno de ellos ya estaba ubicado cubriéndose con el sofá, pero el otro estaba a medio camino y se queda apoyado a lo que queda de una pared que funciona como columna improvisada.

Ambos llevan pistolas ligeras en sus manos.

Al final parece que los presentimientos de Mayuree se cumplen a raja tabla cuando la situación se complica mucho mas.

Solo le tomó medio segundo saber que su posición pasó de ventajosa a potencialmente mortal al ver a los dos pandilleros en la otra habitación. Al menos ahora si tenía su arma en la mano y no estaba actuando por instinto. Todo dependería de la velocidad y suerte, tenía que despejar ese lugar antes que los otros pandilleros salieran a por Vatrice y Randy.

젠장! ... si ya decía yo.

El tipo que está detras del sofa es el que parece menos armado y peligroso. Llevando un lustroso bigote y escasas ropas que poco pueden servir de protección. En su mano empuña una pequeña Dailung Cybermag15, arma de bolsillo que no tiene mucho potencial de destrucción.

El chico de la columna tiene un aspecto mucho mas aterrador, ciberpiernas, ciberbrazos, ciberojo, tatuajes por todas partes y suficiente blindaje encima para poder parar una furgoneta con el pecho. En su mano empuña una pequeña FA Tech Assault II, una pequeña metralleta muy portátil mientras termina de asegurarse su casco con visera.

Cabe decir que los blindajes del ultimo sujeto parecen ser un puzzle de distintos despojos enganchados entre ellos para ofrecer una protección algo desmesurada. Probablemente, además, debe ser muy incomoda de llevar.

Miró hacia Mayu y dedujo por su cara que algo pasaba. Algo había en aquella habitación. Vatrice levantó el arma y se giró y fue hacia ella. Cuando pasó al lado de Randy le hizo un gesto con la mano. El dedo indice y el corazón apuntando a los ojos y después a la puerta detrás de la que estaban los cuerpos de los dos carniceros 

- Estate atenta a esa puerta- susurró

Cuando llegó a la altura de la puerta se agachó hasta casi tumbarse y después giró el tronco y metió por el hueco de la puerta el arma y media cabeza de forma que prácticamente todo su cuerpo estaba detrás del tabique. Su idea: la misma de antes. Disparar a todo hijoputa que estuviera delante. 

Al ver que Vatrice abandona la posición y se dirige al lugar en el que están sus dos compañeros, toda su mente le grita que se de le vuelta y eche un vistazo a lo que sucede. pero consciente de haber quedado a cargo de una salida, respira profundamente y resiste los deseos de saciar su curiosidad.

Afianzando aun mas el agarre, consciente del retroceso de su arma, se mantiene firme en su cobertura a la espera de que alguien aparezca por allí para abrir fuego.

Como poco podía hacer de momento más que disparar contra esos tipos y rogar que alguna de las balas diera en ellos. Solo le bastó una mirada para saber quién podría ser más peligroso, pero optó por apuntar al otro, pues de esa manera podrían llegar a concentrar el fuego en uno. Aun tenia las balas triplex, cinco tiros antes de pasar a la de posta. Un disparo, luego vería si Vatrice necesitaba que mantenga la presión en uno de ellos o distracción. Por ahora solo quería abatir al mas “sencillo”.

El disparo de Artemis impacta en el sofá levantando gomaespuma en el aire y haciendo que el pandillero baje la cabeza con un susto.

El bigotudo levanta la mano y dispara su Dailung un poco a lo loco hacia la puerta, las dos balas impactan en la esquina en la que Artemis se protege, levantando yeso y pintura sin dañar a nadie.

El otro Slaughter tira del pestillo de su arma para asegurar que esta cargada y se mueve hacia la puerta del lavabo donde consigue mejor cobertura y vacía su cargador sobre Mayuree. Para suerte de la pequeña koreana, las balas decoran todo lo ancho del marco de la puerta causando agujeros por todas partes, pero ni una de las 25 balas impactan.

Podéis escuchar como sus gritos son acallados por el disparo. -Que muevas a alguien aquí joder!-

Con un grito agudo casi me caigo de culo en cuando las esquirlas de pared empiezan a volar por los aires en frente de mis narices. Procurando no perder mi pistola en una mano y el terminal en la otra, retrocedo hasta la seguridad de la escalera. Bajando los escalones de dos en dos, casi tropezando con ellos.

Tan solo apunto la torreta a la puerta, lista para enseñarle al capullo ese lo que es un poco de Spray&Pray, si es que se atreve a asomar el cráneo.