Partida Rol por web

Círculo de amigos

Escena I. Una extraña colección

Cargando editor
22/12/2016, 20:35
Edna Moore

Dar paso a Williams hizo que pudiera coger aire, apoyándose en el mostrador. Aunque no quería que se notara posiblemente estaría temblando, puede que por temor a una temprana muerte o a la adrenalina.

Por suerte sus compañeros le siguieron el argumento, cada uno aportando su grano de arena, incluso se sorprendió de la frialdad que mostró el investigador. Se notaba que debía estar acostumbrado, por su trabajo, a situaciones de máximo estrés. Sin embargo los sicarios no se inmutaron, no como se esperaba.

Apretó los puños, tensa, al escucharles hablar sobre la Policía. Tanta calma sobre el asunto no inauguraba nada bueno, posiblemente debían de tener contactos con algún cargo. De alguna manera se sintió responsable, por sacar el tema y no poder hacer más que quedarse quieta y ver cómo esos hombres se iban con las botellas mientras que George, abatido, entregaba la que poseía.

Al fijarse en la última botella, cayó en su pequeño octópodo.

- Esta botella está adulterada, ¿no ve el bichito? No creo que sea recomendable ni abrirla, por higiene.- Señaló como último recurso al pulpo flotante con un ligero movimiento de mano.- Por eso habíamos venido, para ver si el resto de las botellas estaban en las mismas condiciones.

Cargando editor
23/12/2016, 00:36
Edgar Williams

Viendo el resultado que tenía nuestra manera de echarlos atras, y viendo la reacción que tanto me hizo sospechar entonces de aquellos individuos, no pude evitar actuar, de la misma manera que la señorita Moore.

Como acto de buena fe, el contrario sacó su mano de la gabardina, y de la misma manera yo bajé mi arma enfundandola de nuevo. George sin embargo, cedió ante la amenzada de estos mismos y Edna volvió a la carga, esta vez con el producto que nos había reunido a todos de nuevo. Fue entonces cuando recordé la cena, y un intento de salir por la tangente.

- Para empezar, me gustaría aclarar algo. ¿Quienes son ustedes? ¿Mafia? ¿Triada? ¿Acaso de la misma Policía local? ¿O mejor, incluso del FBI? Cierto es que como habreis deducido, no soy de la policía, y eso solo me lleva a pensar que usais mucho dicho recurso - Empecé a decir como si lo trataran cual objeto - Pero siento decir si sois de una organización federal, que soy Investigador Privado, y estos son mis ayudantes, salvo el señor Flannery que es mi cliente, y esta botella de vino es una prueba de mi último caso, el cual podría contener veneno con el fin de llevar a la muerte del señor Flannery por una inquina de un afectado en el mismo caso. Siento decir que esta botella me es necesaria para el caso, y toda la información que podamos reunir, sea de buena o mala mano - dije haciendo referencia a las mismas organizaciones antes dichas, pues a mi no me importaba el bien o el mal, si no conseguir que mis casos fueran justos y con razones verdaderas para conseguir mi objetivo, aunque eso me llevara por los bajos fondos de las mafias en algunas ocasiones - será bien recibida, ya sea a mi o a cualquiera de mis ayudantes al cargo.

Podeis quedaros con las demás botellas, pero esta la necesito. Aunque no sé para que quereis botellas de vino si están envenenadas. - insistí para tratar de conseguir una abertura que nos conviniera a ambas partes pues como ya había tratado de hacer comprender a los contrarios de aquel lugar, a mi me daba igual quienes fueran, solo quería continuar la investigación, y realmente, que hubiera botellas iguales a esta o no, no era una prueba de valor fundamental, sino solo una repetición de una misma prueba. Con solo una botella, avanzamos en el caso, el resto solo necesitariamos verla - Si estais de acuerdo, incluso os ayudaremos a buscar las botellas, y esta última os la daré yo en mano cuando termine la investigación. De hecho el señor Flannery sabe donde están. ¿Qué me dice? Creo que si acepta, igualmente saldrá ganando de todas formas, incluso, ayudandonos, puede que gane más. - No dije más, pues depende de a que tipo de organización perteneciera, ese añadido que ganarían, sería diferente, pero obviamente les convendría igual.

Como decía mi padre: "Si todo está en tu contra, haz que el enemigo se beneficie aún más para tu ganar en lo que necesitas"

- Tiradas (1)

Notas de juego

De nuevo, no se si es necesario tirar Charlatanería, pues no trato de convencer si no decir la realidad de las cosas XD pero la tiro por si acaso.

Cargando editor
23/12/2016, 10:10
Samuel Hubbard

Que estuviera rodeado de muerte a diario, que viera los estragos que la ambición y el odio humano hacían a sus semejantes, no me preparaba para encontrarme la amenaza de frente. No me consideraba un cobarde, pero morir por una tontería como unas botellas de vino me parecía más estupidez que cobardía. Aquellos hombres que, nos apuntasen o no con armas, eran peligroso y, después de escuchar las palabras del cabecilla, debían contar con contactos en las fuerzas del orden, así que consideraba que éramos nosotros los que más podíamos salir perdiendo, ya que no se iban a ir de allí sin llevarse lo que habían venido a buscar.

Por ese motivo, que se entregaran las botellas a los sicarios  me pareció la postura más correcta por parte de Flannery, aunque con ello se fueran también las esperanzas de encontrar una solución a aquel enigma dentro de la botella.

¡Claro! El bicho en la botella… ¿Cómo no me di cuenta?

Iba a abrir la boca para decir que esas botellas de vino seguramente estaban envenenadas cuando, tanto la muchacha como el detective se me adelantaron. Estaba claro que la juventud iría siempre unos pasos por delante de los mayores en cuestión de agilidad, tanto mental como física.

Esperé a ver si aquellos matones, una vez que vieran el pulpo dentro de la última botella que les hacía entrega Flannery, daban media vuelta asqueados y dispuestos a abandonar el motivo que les había llevado hasta allí que, si me paraba a pensarlo, se me hacía bastante extraño ya que, ¿por qué se arriesgaban tanto por sólo seis botellas de vino?

Notas de juego

Disculpad el post corto pero esta semana ando fatal de tiempo :/

Cargando editor
23/12/2016, 11:25
Sicarios

Si estais de acuerdo, incluso os ayudaremos a buscar las botellas, y esta última os la daré yo en mano cuando termine la investigación. De hecho el señor Flannery sabe donde están. ¿Qué me dice?

El tipo, ante este comentario, sonrió. Parecía saber dónde estaba aquello que buscaba, y no hacía falta ser un lumbreras para saber que eran tales botellas. ¿Ayudar a buscar las botellas? El tipo había ordenado a sus secuaces recoger el cargamento, por lo que parecía que sabían de sobra dónde se hallaban. Era como si ya hubieran estado allí antes.

No hace falta, "agente", -dijo el tipo de la gabardina-: ya sabemos dónde está todo -y con un empujón sin dejar de miraros desapareció marcha atrás en la trastienda-. Luego se oyeron algunos ruidos (como el abrir de una ventana y unos pasos) y acto seguido unas ruedas restallaron lejanas, ruedas de un vehículo alejándose del lugar a toda velocidad...

Cargando editor
23/12/2016, 11:25
George Flannery

Flannery se apoyó en el mostrador, junto a Edna.

¡Santo Dios! -decía frotándose la frente y mirando a la madera donde se despachaban los medicamentos-. ¡Qué susto! Entonces marchó directo a la trastienda, dando unos pasos hacia el fondo de la farmacia. Allí, en un cuarto pequeño y de planta cuadrada lleno de cajas y reposiciones de todo tipo de medicinas y ungüentos en estanterías, se quedó mirando una de las esquinas. Una caja de madera envuelta en embalaje estaba abierta y vacía, y la tapa tirada en el suelo.

Notas de juego

Haced una tirada de Descubrir.

Ray: tu último post entra en este último turno. Y con tu tirada de Psicología no es posible saber lo que te preguntabas nítidamente.

Por cierto: si queréis podéis hacer tiradas con vuestro post (sí, acompañado de éste) aunque yo no las pida. Así no se pierde tiempo (y en caso de que no procedan, no las contaré y ya está).

Cargando editor
24/12/2016, 17:43
Edgar Williams

Vi a George adentrarse en la trastienda, y si bien antes lo había percibido, lo que no quería era llegar a lo que estaba a punto de hacer... Si bien el juego de los sicarios nos ha trastocado todo, por que nuestro amigo común no nos decía quienes eran.

Seguí a George dentro de la trastienda y sin ni siquiera ser discreto le pregunté directamente mientras veía el estropicio que habían realizado los demás, intentando buscar alguna pista, o algún rastro que hayan dejado, ya que ahora cualquier tontería nos serviría como pista para encontrar las botellas de nuevo. - Flannery  - Le llamé de una forma que pocas veces le llamaba. Pues si bien al principio de nuestra relación solía llamarle Señor Flannery, y cuando más adelante se asentó nuestra amistad ya solo le llamaba George, que le llamara de esta forma era que realmente estaba muy serio, y la razón era simple, si me ocultan lo que necesito mis propios clientes, es normal que me enfadara - una cosa es que quieras colaborar con esos tipos para que no ocurra nada malo, otra muy distinta es que nos ocultes la verdad a todos por que le temas a esos tipos. No son la primera vez que están aquí ¿Me equivoco? Y por tu actuación antes, no es la primera vez que te amenazan o entran en tu tienda antes que tu. Así que dime Flannery ¿Quienes son?

No estaban allí, los únicos presentes somos los amigos acudidos a la cena, y aunque realmente alguno ya tuvieramos idea de quienes eran, yo mismo quería oirlo de sus labios - No te va a pasar nada malo por decirnoslo, pero si nos das algo interesante en que ocupar la memoria, y los mismos que te lo dan, ahora nos lo quitan, no esperes que nos quedemos de brazos cruzados. Por lo menos yo no lo voy a estar. Si esa botella, y su contenido, fuera lo que fuera, no es legal a expensas de la ley seca, quienes sean los que te la están vendiendo, ahora están en un buen lio, y no solo eso, también puede que lo estén sus clientes, y eso te incluye George. - Dije ahora tratando de parecer más amable para despreocuparlo un poco y ver que sigo siendo su amigo a pesar de lo que ha ocurrido - Así que colabora diciendonoslo todo George. No te dejes detalle.

George sabía mi actuar para los casos, al fin y al cabo ya fue cliente mio una vez, así que sabía que iba en serio en todo momento, y que no me rendiría por mucho que nos hubieran robado las pistas en la cara.

- Tiradas (1)

Notas de juego

menudas tiraditas....

Cargando editor
26/12/2016, 12:33
Edna Moore

Esperaba alguna reacción por parte de los sicarios ante el animal, puede que sorpresa o, incluso, una breve repulsión, pero la indiferencia que mostraron le sorprendió. ¿Sabían del contenido?  ¿Era eso lo que buscaban? – Aquello era cada vez más extraño, aumentando la curiosidad que sentía la joven periodista por conocer la verdad.

Por desgracia no tendría tiempo de seguir preguntando.

Tras su última intervención tenía la boca seca, demasiada tensión que intentaba camuflar a base de simple palabrería, pero si no fuera porque estaba apoyada en el mostrador posiblemente caería al suelo, sintiendo las piernas como temblorosos flanes. Sin embargo, aunque el investigador probó esa segunda vía de diálogo, tampoco tuvo resultado positivo.

Se quedó mirando cómo se alejaban marcha atrás, concentrándose en el sonido que producían a su paso. Soltó un suspiro de alivio, sintiendo que, por un lado, el peligro había pasado.

- Lo siento, Flannery.- Se sentía mal por no haber logrado convencer a los sicarios, incluso pensó que había empeorado la situación con sus discursos.- Al menos no hubo heridos.

Respiró hondo unos breves segundos para calmar su respiración y dejar de temblar, apartándose del mostrador cuando sentía que estaba recompuesta, andando unos pasos por la sala.

Siguió visualmente a George hasta la trastienda, suponiendo que quería comprobar el valor de lo perdido. Detrás suya, dejándole su espacio, se apoyó en el marco de la puerta, fijándose en la caja de madera abierta.

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Perdón la primera tirada, omitidla, me confundí al poner la cantidad. :)

Cargando editor
26/12/2016, 17:47
Samuel Hubbard

Por fortuna, aquellos matones se habían ido sin mayores repercusiones para nosotros, excepto para Flannery ya que de él eran las botellas que se habían llevado. De todas formas todo aquel asunto me resultaba extraño, con demaisados cabos sueltos sin ningún tipo de unión aparente.

Mucho riesgo para unas pocas botellas de vino, a no ser que su contenido fuera mucho más importante de lo que creíamos. Aquellos hombres conocían como la palma de su mano el lugar y Flannery se había mostrado muy dispuesto a colaborar, no es que me sorprendiera, al fin y al cabo conservar la propia vida era más importante que unas pocas botellas, pero... ¿Por qué tanto jaleo por tan poco? Ni siquiera les había importado que estuvieran adulteradas. ¿Qué estaba pasando allí?

Cuando se fueron, aún me quedé unos segundos paralizado, intentando tranquilizar mi corazón que se había disparado ante las amenazas que habíamos sufrido y, cuando Flannery se fue a la trastienda, me fui detrás junto al resto de mis improvisados, y recién conocidos, compañeros.

Disculpe señorita. —Me dirigí a la joven periodista que se había quedado apoyada en el marco de la puerta para que me dejara pasar.

Una vez en el interior, eché un vistazo a todo lo que nos rodeaba, sobre todo a cualquier detalle que hubieran dejado aquellos sicarios y que pudiera arrojar algo de luz en aquel turbio asunto. También me fijé, de manera inconsciente daba mi afición a conocer todo tipo de medicamento y veneno, en los productos que guardaba en aquel lugar fuera de la vista de los clientes el farmacéutico, pero en este caso no vi nada raro o que no tuviera ya en la tienda a la vista de todos.

- Tiradas (2)
Cargando editor
26/12/2016, 20:12
Ray Paulson

Para variar, el diálogo no había servido de nada.

Los sicarios se fueron dejando a todos los presentes con un palmo de narices. Aunque no le hubieran hablado directamente, Ray se sentía despreciado por aquellos matones. Su actitud demostraba que tenían la situación bajo control y que incluso les divertía que Flannery y compañía intentaran detener el hurto. Podrían haber peleado, pero arriesgar la vida por seis botellas de vino, por mucho pulpo que llevaran dentro, hubiera sido una idiotez.

Se cruzó de brazos y suspiró, aliviando la tensión que había acumulado en el cuerpo. Por mucho que le costara admitirlo, se había puesto nervioso. Por suerte, habían salido ilesos de aquel encuentro. Lo malo era que se habían quedado sin la interesante botella adulterada que pretendían investigar. ¿Qué quedaba hacer entonces, volver a casa y dar por finalizada la "velada"?

El farmacéutico no pensaba eso, por lo visto. Se metió de cabeza en la trastienda seguido de todos los demás. Ray los siguió por pura curiosidad, a ver hasta qué punto los ladrones habían sido metódicos y realmente habían sabido qué y dónde buscar. Se asomó y se quedó en el marco junto a Edna, a quien miró de reojo. La mujer había tenido agallas al intentar engañar a esos matones.

Ha sido un buen intento.- le dijo mientras los demás rebuscaban por ahí.- No ha dado resultado pero ha sido valiente. La próxima vez tendremos preparada una historia más creíble.- dijo con una sonrisa socarrona.

No pudo contener una risa sarcástica pensando que, esperando tener la noche más aburrida en la casa de un tipo rico y formal, se había encontrado con esta escena propia de los individuos más bajos. Se quedó mirando las medicinas almacenadas allí y siguió al investigador con la mirada, que parecía estar haciendo su trabajo. Estaba de acuerdo con él en que Flannery tenía que empezar a cantar pronto si quería seguir teniendo la confianza de sus invitados.

- Tiradas (1)
Cargando editor
27/12/2016, 13:53
George Flannery

El tipo levantó la mano hacia Edna, como para evitar que se disculpase.

No lo sientas, señorita Moore -añadió-. El que siente haberos hecho pasar este mal rato soy yo...

Ya en la trastienda, respondió al investigador privado.

Edgar, nada os estoy ocultando, te lo juro -reprochó Flannery sin dejar de mirar las ventanas por si lograba atisbar sin éxito alguno el último rastro de los agresores recién huidos-. Mucho me temo que aquellos dos representantes que vinieron a venderme el cargamento son de esta misma... ¿mafia? ¡Oh Señor! -deducía el farmacéutico sospechando que los vendedores y los asaltantes tenía relación estrechamente, o tal vez eran los mismos-. Ya os lo comenté durante la cena: dos tipos con gabardinas me propusieron la caja de vino de seis botellas a buen precio. Y acepté. No hay más amigo mío. Tengo un negocio y el precio era razonable...

Acto seguido, el doctor Hubbard atravesó la puerta de la trastienda, haciendo que Edna se hiciese a un lado con delicadeza. El médico se agachó durante unos instantes, mientras Ray, aquel misterioso tipo (que el resto no sabía el porqué de su presencia aún allí) miraba a Flannery con cierta desconfianza (y con razón, después de todo aquel embrollo).

Momentos después, tras echar una leve ojeada a la trastienda y los alrededores, el doctor Hubbard se levantó. Había estado agachado junto al embalaje de la caja, ahora vacía, donde el farmacéutico tenía guardadas las botellas de vina. En su mano, mientras sus rodillas se estiraban constaba la etiqueta del embalaje, en la cual estaba escrito con tinta negra un nombre (a modo del destinatario de aquel paquete que le habían vendido).

Fue entonces que os arremolinásteis todos alrededor del doctor y de la nota, aún en suspensión entre los dedos del mismo.

Flannelly... ¿Flannelly? -repitió con extrañeza George lo escrito en el pedazo mientras apretaba el entrecejo-. El farmacéutico elevó un instante sus hombros y cejas como quien duda, girando a su vez levemente su cabeza dubitativamente. No era, por supuesto, un gran detective (esos menesteres se los dejaba a otras personas). ¿Qué pasa, doctor Hubbard? -le preguntó-.

Notas de juego

Esa es exactamente la nota que venía en el embalaje de las botellas de vino. Seguís en la trastienda.
Viernes 30 última actualización del año en esta parida ;)

Cargando editor
28/12/2016, 15:28
Samuel Hubbard

No quería dudar de George, pero tenía que reconocer que todo aquel asunto era la mar de extraño. Los hombres que habían invadido su negocio parecían conocer muy bien el lugar, y sabían exactamente qué buscar y dónde, lo que convertía a nuestro anfitrión en el sospechoso perfecto de estar ayudando, o a saber qué otra cosa, a aquellos maleantes.

De todas formas no quería prejuzgar a nuestro amigo sin tener pruebas de ello así que, por ese motivo, me dediqué a observar la trastienda con la misma meticulosidad que lo haría en una autopsia, centrándome especialmente en los restos de la caja que había contenido las botellas de vino de la discordia.

Cuando me levanté con el papel en la mano y me sentí rodeado por el resto, no pude más que congratularme por mi descubrimiento, que aunque no fuera gran cosa por lo menos arrojaba un poco de luz sobre aquel asunto, y lo mejor de todo, conseguía que Flannery dejara de ser culpable de lo que fuera ante mis ojos.

¿No se dan cuenta? Todo esto es producto de un error. Estas botellas estaban dirigidas a un tal Flannelly... Mmm... interesante... Pero no es fácil hoy en día hacer encargos de este estilo sin tener dinero para ello. Este señor Flannelly tiene que ser alguien importante ¿no creen ustedes? —Me giré hacia George colocándome mejor las gafas que se me habían resbalado por la nariz—. ¿Le suena este nombre? ¿Conoce a alguien con dinero suficiente para comprar vino y que tenga este apellido?

Me dirigía a nuestro anfitrión porque, y eso era algo que saltaba a la vista, de los presentes era el que tenía la posición, la reputación y el dinero suficientes para codearse con gente de su misma calidad de vida.

Cargando editor
29/12/2016, 11:29
Edgar Williams

Miré molesto a George cuando dijo que no nos ocultaba nada. Mi mente seguía pensando que algo nos escondía el farmaceutico. Pero tragué con ello y me puse a mirar la trastienda por ello solo haciendo una pregunta más - Entonces de parte de quien venian los dos iniciales. Supongo que algo dirían de para quien trabajan ¿No? - Incredulo confiaba en ello, pero algo me decía que ya sabía la respuesta.

Miré entonces cuando el doctor había encontrado una pista. Un trozo de papel con el nombre Flannelly escrito en el. - ¿Flannelly? Demasiada similitud... pero como dice Doc, puede ser de cualquier otra persona, aunque sería mucha casualidad dos personas con casi el mismo apellido - Doc preguntó sobre ello así que callé y esperé la respuesta de manos de George.

Depende de lo que dijera el George tendriamos que actuar de una manera u otra, pero deberiamos guardar todas las pistas que encontremos, sobre todo ahora que nos hemos quedado a cero.

Cargando editor
29/12/2016, 18:48
Edna Moore

Se apartó para dar paso a Hubbard, volviendo a su posición inicial cuando éste hubiera entrado en el almacén, pero en esta ocasión centrando su visión en los movimientos del médico.

Ha sido un buen intento.- le dijo mientras los demás rebuscaban por ahí.- No ha dado resultado pero ha sido valiente. La próxima vez tendremos preparada una historia más creíble.

- Espero que no haya una “próxima vez”.- Se giró para mirar a Ray, quién ahora estaba a su lado, sonriéndole con su contestación.- Igualmente gracias, señor Paulson.- Terminó con un simple guiño agradeciendo en el fondo que, el resto, no hubiera visto su palabrería como un estorbo.

Volviendo a observar a Hubbard, lo meticuloso que era con su inspección del lugar, se extrañó cuando se agachó para recoger lo que parecía ser un fragmento de papel. Curiosa por su hallazgo, se acercó, colocándose a un lateral para leer el contenido.

- ¿Flannelly? – Releyó el apellido mentalmente varias veces, asegurándose que no era así como se escribía el del farmacéutico. Al fin y al cabo, se había carteado con él en ocasiones por el tema del estafador y había leído su nombre completo. Había un error de imprenta o, por el contrario, de persona, un detalle al que ya habían llegado el resto.

La situación cada vez pintaba más interesante. El misterio del pulpo en la botella, los sicarios, ahora un nombre equivocado… Como si estuviera investigando para un artículo, de forma inconsciente sacó de su bolso un bloc de notas y un lápiz, anotando los detalles importantes de la velada que pudieran servirle. Cuando terminó, cerró el bloc con su sonoro golpe seco y guardó todo.

- ¿Tiene a mano las Páginas Amarillas, señor Flannery?

Cargando editor
30/12/2016, 14:56
George Flannery

George negó con la cabeza al doctor Hubbard. Comenzó a hacer memoria rápida, pero nada le sobrevino a la mente.

No..., que yo sepa -dijo el farmacéutico-. Flannelly... -repitió mientras se daba cuenta del error garrafal que había tenido quien le trajo aquella caja-. Doctor Hubbard, una cosa le digo: comprar vino no está al alcance de cualquiera -aseguraba por el precio medio de una botella de vino normal-, pero sí que hay mucha gente que se dedica a este "negocio" -se refería a los grupos organizados que noticiarios, radioinformativos y periódicos de toda índole auguraban como nuevos reyes del crímen en esa época-. Luego miró a William.

Pues eran representantes de un negocio llamado Weilmar o Weillmer, no recuerdo... -entonces siguió cavilando-. Ahora que lo mencionas, querido Edgar, no me he puesto a pensar si esos eran realmente representantes... -acto seguido fue interrumpido por Edna-. ¿Las qué? ¡Ah sí! ¡La guía telefónica! ¡Ya entiendo! Ahora vuelvo.

Y salió de la trastienda hasta agacharse junto al mostrador de despachar. De un cajón sacó un libro de cierto grosor y se dirigió de nuevo a la trastienda. Allí, delante de todos vosotros lo abrió enseguida, por la letra "F".

Flannelly, Flannelly... -decía pasando algunas hojas y luego recorriendo su dedo por la abertura clave de la guía.

¡Flannelly! -exclamó al fin, justo parándose su dedo en en donde aparecía tal apellido-: sólo hay un nombre registrado en el listín; "M. Flannelly", pone aquí -y no había error en ello-. Elbereth St., 21. Uhm... Elbereth street... ¡eso no está muy lejos de aquí, en el cruce al final de esta avenida! -ahora mirandoos a todos mientras retiraba la mirada del libro-. Luego hizo una pausa... He pagado un dineral por esas botellas: pero no quería "pulpo" en su interior ni tampoco que me las extrayeran a punta de pistola... Me pregunto si... si os importaría, amigos mios, id e investigar... No escatimaré precio por ello, por supuesto.

Para poner una recompensa a tal juego de botellas (al menos el juego de vino "normal" por el que habría pagadao Flannery) era señal del valor que hubo de pagar a esos representantes por un vino para su farmacia.

Notas de juego

En vuestra próxima intervención, comentad/narrad si os dirigís allí a investigar.

Próxima actualización: Martes 3 de enero.

Cargando editor
30/12/2016, 17:00
Ray Paulson

Ray observaba la escena con el ceño fruncido. No sólo se habían metido en un lío gordo, sino que esas botellas ni siquiera eran de Flannery. Un error al leer el apellido había causado todo este embrollo. No podía expresar el fastidio que le producía saber eso, pero tenía que admitir que tenía mucha curiosidad por saber de qué diablos iba todo eso.

De repente se rió de nuevo. Se encogió de hombros y suspiró.

Tendremos que ir a hacerle una visita, ¿no? Después de que nos hayan apuntado con una pistola para recuperar esas botellas de vino, sería un crimen dejar pasar la oportunidad de averiguar de qué va todo esto.- comentó con una sonrisa burlona.- Esperemos que el tal Flannelly no atraiga a elementos tan problemáticos como Flannery...- añadió mirando al susodicho.- Yo me apunto. Si nos vuelven a apuntar ya estaremos curados de espanto.

En realidad quería aprovecharse de la "generosidad" de Flannery: estaba muy interesado en recuperar su vino y eso podía traducirse en una buena recompensa para ellos, ya fuera en metálico o en agradecimiento. El asunto del pulpo misterioso y de los "representantes" con más pinta de matones que otra cosa era preocupante, pero no lo suficiente como para que Ray se echara atrás. Este tipo de enigmas le alegraban los días. Con suerte, podría alejarse de la rutina mundana a la que se había acostumbrado durante las últimas semanas.

- Usted ha hecho algo para tener tan mala suerte, señor mío.- le comentó a Flannery con un tono entre la sorna y la seriedad.- Debería visitar a alguien para que le arreglara un poco la balanza de la Fortuna.- añadió guiñándole un ojo.

Se acercó a la entrada de la farmacia y se quedó apoyado al lado de la puerta, esperando a que los demás se decidieran. Si ninguno quería ir, él tendría que ir andando pero iría.

Cargando editor
30/12/2016, 20:35
Edgar Williams

Ya parecía que encarrilábamos el tren que se nos fué de las manos. - Primero esos tipos podrían pertenecer a una organización llamada Weilmar o Weillmer, debería preguntar a mi antiguo compañero de la policía a ver si me podría hacer llegar algo de información. En cuanto a la segunda información se encuentra a escasos metros de aquí según George - Empecé a pensar mientras apuntaba en mis notas todo lo que ibamos descubriendo. En uno de esos momentos se me fue la mirada a Edna viendo como hacía lo mismo, no pude evitar sonreir al ver que la periodista y yo teniamos una manía muy parecida - ¿En serio no te has planteado ser detective? - Dije en plan broma a Edna.

Bueno ya tenemos algo por donde empezar y sea o no alguien rico supongo que tendremos que conseguir información o pista como sea, por suerte la señorita Moore y el Doctor podrán hacerse cargo de distraerle si hace falta investigar a sus espaldas. - Dije pues ya de por sí Edna sabría encarrilar una buena conversación gracias a su profesión y el Doctor sabrá temas más interesantes. Al menos mas interesantes de los que podamos hilar el señor Paulson o yo

luego respondí a la "petición de George - Está bien, iremos a investigar, pero antes George ¿Tienes un telefono por aquí? Me gustaría llamar a un contacto para que intente averiguar algo de ese negocio mientras vamos a investigar - Una vez me indicara donde tenía el telefono haría la llamada rápidamente para poder ir con los demás.

Pero Ray dijo algo lo cual me sorprendió bastante, tanto que me abstrajo de lo que iba a hacer por un momento para dirigirme a el - ¿Suerte? ¿Fortuna? ¿Habla en serio, Paulson? Ni que fuera un esotérico del misticismo. - Tal y como había hablado era lo que parecía, y tantos años de experiencia en mi trabajo me hacían un tanto esceptico, si bien he leido del tema del misticismo, solo era para saber referencias en algunos casos, ya que apenas creia en esas cosas. Una vez soltado lo que tenía en mente si que iría a donde tenía George el telefono

Cargando editor
30/12/2016, 23:00
Edna Moore

¿En serio no te has planteado ser detective?

- La policía cuenta una realidad censurada, llena de detalles superfluos. Los periodistas tenemos la función de contar las cosas tal y como son al público.- Con semblante más serio del que estuvo habituada a mostrar en toda la velada, respondió a Williams, mirándole a los ojos fijamente.- Adoro mi trabajo, y pienso escribir sobre esto. Será un artículo interesante, estoy segura de ello.- Volvió a su sonrisa habitual, rompiendo esa frialdad que mostró durante apenas unos escasos segundos.

Por suerte George guardaba una guía telefónica en la farmacia (aunque, pensándolo bien, ¿quién no poseía uno en estos tiempos?), sacándole una amplia sonrisa victoriosa al verle aparecer junto al  extenso libro en la trastienda. Se sorprendió, junto al resto, al conocer la dirección. No esperaba que estuviera tan cerca.

- En marcha, pues, caballeros.- Siguiendo los pasos de Paulson y Williams, anduvo hasta la puerta, esperando a saber la decisión del último integrante.

Cargando editor
02/01/2017, 19:53
Ray Paulson

¿Suerte? ¿Fortuna? ¿Habla en serio, Paulson? Ni que fuera un esotérico del misticismo.

Ray respondió con una moderada risa sarcástica.

Hablo tan en serio como usted quiera, señor investigador...- dijo mirándolo fijamente.- Al fin y al cabo, depende de usted creer en la suerte o no hacerlo. Lo que está claro es que nos vendría bien un poco de buena suerte, para variar.- hizo una pausa, mesándose la barba desaliñada.- ¿No le parece?

Dicho esto sacó un cigarro del bolsillo y lo encendió, preparándose para salir en cuanto el doctor se decidiese por ir o quedarse. Una sonrisa cruzó su rostro como si la situación le pareciera divertida.

Cargando editor
02/01/2017, 22:21
Samuel Hubbard

Me parecía una temeridad ir a molestar a un hombre decente a su casa sólo porque había habido un error en una entrega, aunque el haber sido apuntados por una pistola y amenazados hacían la cuestión mucho más personal para mí. En otras condiciones dejaría el asunto en manos de las autoridades, pero seguramente sería meter en un compromiso al señor Flannelly liando la madeja aún más de lo que ya estaba. Y, por otra parte, no podía negar que seguía sintiendo curiosidad por todo aquel asunto.

Escuchaba en silencio a mis compañeros en aquella extraña aventura en la que nuestro anfitrión nos había embarcado, pensando si sería buena invadir el hogar del tal señor Flannelly. Suspiré resignado al comprobar que todos parecían dispuestos a ir a preguntarle al hombre. No quería quedar como un cobarde, ya que no me consideraba tal cosa, simplemente era alguien prudente y reservado, al cual la curiosidad por conocer el final de aquella historia le empujaba a cometer tonterías como la que iba a hacer.

De acuerdo, vayamos pues.

Me dirigí junto al resto a la salida de la farmacia pensando en qué le diríamos a aquel hombre cuando le abordáramos sobre el tema.

Cargando editor
03/01/2017, 14:56
George Flannery

Desde luego, los comentarios de Ray no eran lo suficientemente acertados como para contentar al señor Flannery. Acababan de ser apuntados con una pistola y aquel tipo hablaba con cierto humor que realmente no procedía para el farmacéutico.

Sí, desde luego la fortuna no me sonrie, amigo mío -le dijo a Ray-. Claro, venga por aquí, Edgar -dijo algo más serio el señor Flannery-.

Salísteis todos entonces de la trastienda de la farmacia. Justo entonces el farmacéutico se dirigió detrás del mostrador y se agachó, donde un teléfono  de madera fue extraído de una vitrina redonda de tarta, y fue elevado hasta el mismo mostrador para que lo utilizara el investigador. La guía telefónica quedó a su lado.

Notas de juego

Escena cerrada. Continuamos en la siguiente escena.

Edgar: Para no perder tiempo con la llamada (al fin y al cabo la acción sólo la hace Edgar), haz si quieres la llamada aquí, aunque sigamos jugando en la escena nueva (llamada retroactiva, por así decir).