Partida Rol por web

Conorma acabé mi ruta decidí acercarme al resto a inormarles de cuanto había sacado en claro; por supesto mantenía el tono de mi voz a buen recaudo, pues para nada hubiera querido perturbar la sacralidad del silencio en una bilioteca.

Me parece que vamos a tener que ser discretos, señores. No obstante se me ocurre que el sello y la pose adecuada puede hacer que a otros visitantes se les antoje menos apetecible entrar que hacer cualquier otra cosa.

un tanto desairada al no encontrar algo desde donde investigar suspiro y me siento junto al Doc MacDonald... y veo pasar a Payne, Jackon y Deux trabajar en lo suyo...

y pasa el tiempo... y me lo paso muy entretenida sentada junto al Doc Flanagan viendo como el Doc esta insimismado tecleando en su maquinita con tanto empeño y ainco buscando la manera de accesar al sistema de seguridad eterista... y como no se nada de computadoras solo pienso para mi -vaya es una de esas maquinitas para contar electricas, verdad?... facinante- :)

y pregunto -como va Doc...?- y agrego a Payne -es extraño que alguien se desihiciera de toda la acitividad espiritual de un lugar y desde hace tanto tiempo... la pregunta es: para que o porque habrian hecho eso...? al no haber testigos espirituales complica aun mas las cosas...- 

así que, me dirijo hacia el estante del Codex y trato de sentir la energia circundante al estante -mnnh...- y trato de concentrarme para percibir si hay alguna Resonancia Nefanda que yo pudiera hayar para encontrar algun rastro que pudieramos seguir... (uso Cardinal para sentir Quintaesencia, saco 2 exitos, veo algo...)

Diario del Dr Flanagan Mac Donald, Martes, 18 de Noviembre del 2012, Biblioteca Nacional de Praga.

Aunque, por su belleza, en otro momento no me resultara especialmente molesta, la señorita Wind-Holly se estaba arriesgando a una fea quemadura. Notaba cómo el Efecto Paradox comenzaba a endurecer las articulaciones de mis dedos, y cómo mi Ordenador hacía ruidos más propios de una carraca de feria que de una máquina fruto del Genio.

Haría bien en mantenerse alejada, señorita, le susurré, mientras trabajo, pueden pasar "cosas" no muy buenas para los que se dedican a distraerme.

Quizá mi tono fue desabrido, pero la situación requería espacio libre, y ya comenzaban a llegar más durmientes de lo que era seguro: debía terminar el escaneado pronto. Procuré relajarme y seguir con las formulaciones. Este era un típico edificio antiguo reformado. Dentro de los muros corría el cableado que iluminaba la sala pero no parecían haber sitios ocultos.

Bajo el piso sin embargo parecería que hubiera otra sala, un sótano seguramente, pero la puerta no se encontraba en la sala que estaba escaneado y tampoco veía fisuras ni nada que pueda indicar que alguien hubiera atravesado el piso para pasar de una a la otra.

Por fin, acabé con el trabajo: una chapuza, con tantos Durmientes y un Equipo tan mermado. Pero no podía arriesgarme más. Me levanté, y me reuní con los compañeros, tras guardar los Instrumentos. Llegué a tiempo de escuchar al señor Payne relatar sus experiencias en la exploración de la Otra Dimensión, y el comportamiento anómalo de sus Habitantes. Asentí a las palabras del señor Or-Deux. No estaría mal, si se pudiera apartar durante un momento a los mirones, señor, volví a susurrar. Sin embargo, yo ya he terminado con mi trabajo, de momento. Luego, me dirigí al señor Meyer: quizá sería interesante saber a qué está dedicada la sala que hay debajo de esta, e investigarla. Y relaté, a grandes rasgos, lo que había visto en el escáner. La información ha sido volcada en el disco duro, a modo de simulación virtual, así que, quizá podamos volver a repasar todo, y descubrir algo que se me haya pasado. Después, volví al señor Meyer: cuando terminemos, y tengamos toda la información posible, desearía ver el sistema de seguridad diseñado por mi colegas, si no es molestia, y cualquier anotación en lo tocante a las teorías que sustentan su funcionamiento. O, en su defecto, el nombre de su diseñador.

-valgame Dios... gulp, supongo que no le duele la panza Doc...- cuando veo como puja el Doc solo pienso en todo lo malo que podía pasar si no me largaba de ahi ahora...

-pues ni hablar, usted es el Doc, Doc... bueno vale... "buena suerte"... si en algo les puedo ayudar como ir a traerles el almuerzo ahi me avisan, bye...- me alejo varios metros de ahi

Me reúno con Flánagan y Payne, mientras Or-Deux sigue con su recorrido... ---Con los datos que tengo ahora mismo, no creo tener más para hacer; si ustedes ya han terminado con lo suyo, quizá deberíamos llamar a...--- Miro a Meyer--- ¿Nóvak?... Novak.

Después de sopesar los esfuerzos necesarios decidí que era menos arriesgados ser simplemente discretos.Por tanto era mejor esperar que terminaran los demás y comprobrar que habían detectados con sus cámaras los Hijos del Eter

- Novák. La pronunciación correcta es Novák - explica Meyer con una sonrisa - Si no hay más entonces llamaré por el doctor, él tiene cierta experiencia con los despertados así que podrán hablar con mayor libertad. Sin embargo eviten hacer comentarios que puedan molestarle, como la idea de entrar sin su permiso o la de... "hechizar"... las mentes de incautos.

Sin más le veis acercarse al mostrador que se encuentra en la sala contigua, allí intercambia algunas palabras con un joven bibliotecario quien sale de detrás del mostrador y se pierde entre las estanterías. Momentos después Meyer vuelve con ustedes.

- Vengan conmigo, le he pedido que indicara a Novák que nos viera en uno de los privados. - con ello vuelve a entrar a la sala seguido por ustedes.

De ida a la habitación de lectura privada pasan por varias salas de la biblioteca, cada una dedicada a una era de la humanidad. Cada una de estas salas tiene una cantidad ingente de libros, enormes estanterías y algunas incluso varios pisos.

El privado al cual Meyer os dirige es una habitación cuadrada de 5 metros de lado, tiene una mesa de roble y varias sillas así como un sillón. Todo el mobiliario parece bastante antiguo.

Poco después de que entraran la puerta vuelve a abrirse y un hombre de unos 70 años casi completamente calvo entra por ella. Al verles se dirige directamente a Meyer a quien saluda estrechando su mano y diciéndole algo en checo, a lo que Meyer responde también en checo.

A ustedes va uno por uno estrechándoles la mano, incluso a Daphne, y hablando con un marcado acento.

- Buenos días señores, señorita. Les doy la bienvenida a mi pequeño reino - dice con una sonrisa. - El señor Meyer me llamó y me explicó que están investigando la desaparición de mi Códex.

- Así es, venimos de parte de quienes se encargaron de la seguridad del libro - confirma Meyer - Por favor doctor, sentémonos, mis colegas desean hacerle algunas preguntas. También nos gustaría que nos mostrara los registros que los dispositivos de seguridad del libro han dejado en los últimos días y si es posible ver el exhibidor para examinarlo.

- Por supuesto, ya he pedido los registros y si desean ver el exhibidor lo tenemos abajo junto con algunos exhibidores que se habían puesto con el objetivo de ocultar estos... dispositivos de seguridad

El señor Mac Donald, al acabar su tarea, se ha acercado a Daphne: espero no haberla ofendido, señorita. El caso es que en el momento de su interrupción estaba realizando una operación delicada. Y el paradigma de este lugar ha sido inesperadamente hostil.

Tras ser conducidos a presencia del Doctor Novák, saluda muy formal: caballero... Y tras inclinarse en una semi reverencia. Me sería de gran utilidad ver los dispositivos, efectivamente, así como los registros. También necesitaría conocer datos sobre el diseñador de los mismos pues, como sabrá, resulta complicado operar un Aparato fruto del Genio si no se conoce la teoría particular en que se sustenta su diseño. 

Luego se gira al señor Meyer: me es, además, necesario conocer el dato por el que le he preguntado en la biblioteca: ¿es posible acceder al sótano que hay debajo del lugar donde estaba expuesto el códice? de hecho ¿conocen la existencia de dicho sótano?

No era el momento de llevar iniciativa alguna. Aunque me mantenía junto a los demás, en silencio y atento; escuchando y escrutando. Era preciso no pertubar la concentración ni desviar nuestras mentes del objetivo.

con un giño, una sonrisa y el pulgar arriba respondo a Flanagan -no se preocupe Doc, usted es buena onda y solo estaba haciendo su trabajo-

el Doctor Novák se notaba como todo un benerable anciano y maestro de respeto y me senti mas en confianza con el y sonriendo hago una reverencia -gracias apreciable Maestro, creo que viendo el exhibidor podremos saber algo sobre el bandido que hurtó el codex- procuro no hablar nada mas que lo necesario, eset lugar es impresionante

espero a que muestren el exhibidor

- El sótano? Claro muchacho - responde a la pregunta de Flanagan mientras se sienta - Es casi tan grande como la biblioteca de hecho, allí hacemos algunas restauraciones y lo utilizamos de bóveda. Para guardar ejemplares que no están en condiciones de ser usados u otras cosas como el propio exhibidor. Debajo de la sala de exhibición... - hace una pausa intentando calcular qué habría allí abajo - Creo que tenemos un taller de restauración pero no estoy seguro. Pueden visitarlo si quieren. 

En ese mismo momento alguien golpea a la puerta, Meyer atiende y deja pasar a un joven de unos 30 años con un gran bibliorato y un disco duro en sus manos.

- Ah... los registros. Muchas gracias - Novák toma el bibliorato y el disco duro y se lo pasa a Flanagan - Aquí tiene. En papel encontrará todo lo que se registró en la última semana, creo que son unas 300 páginas. Nos gusta tener una copia impresa, tengo que admitir que hemos intentado descifrar lo que dice allí pero no hemos tenido suerte. En el disco encontrarán todo lo que se registró en los últimos 6 meses, quizás algo menos. El señor Dutra, como se llamaba su colega, solía eliminar todo lo que fuera anterior a esa fecha.

Girándose hacia el joven mensajero le dedica algunas palabras en checos despidiéndolo. El hombre sale por la puerta cerrándola tras de si.

- Me gustaría poder ayudarle más en cuanto al señor Dutra pero no se demasiado sobre él. Solía venir a revisar su creación y se llevaba los registros, realmente creo que no le agradaba tener que venir hasta aquí pero decía que era por seguridad. Algo sobre redes internas y externas aunque nunca entendí mucho a qué se refería. Nos dió aviso el martes de que esta semana no podría venir, en estos años faltó a recoger sus registros unas 4 veces. Cuando se nos avisó el sábado de que vendrían ustedes esta vez no fue una gran sorpresa, ¿imagino que lo habrán sacado del asunto luego del robo no?

- En realidad no le hemos podido encontrar - explica Meyer - Tememos que algo le haya sucedido.

Volviéndose hacia Flanagan continúa

- Podríamos ir a su casa más tarde, quizás allí pueda encontrar algo que le sea de ayuda.

Buenos días, Doctor. Agradecemos su colaboración con todo esto...---Le digo, extendiéndole la mano--- espero que no le moleste si le hago unas cuantas preguntas.

Con anotador en mano, empiezo a inquirir ---Usted mencionó que nuestro colega se ausentó unas cuatro veces... ¿Sabría en qué fechas fue esto? ¿Notó algo particular en este último aviso de ausencia?

Estos eteritas obsesionados con las máquinas... No me sorprendería en lo absoluto que estuviera involucrado con los culpables...

Espero su primera tanda de respuestas, me aclaro la garganta y digo ---Disculpe, no pretendo sonar rudo, pero imagino que todos preferiríamos apurar la investigación lo más posible... ¿Qué tan visitado es el Codex? ¿Cuando notaron su desaparición inicial? ¿Hay guardias por la noche?

- Creo recordar que la primera fue a unos 6 meses de que llegara el Códex, tenía que asistir a un congreso en Alemania así que no estaría para la fecha prevista. La segunda... - hace una pausa intentando hacer memoria - una gripe, el señor Dutra tuvo que dejar la visita para unos días después. Esto fue en el 2010, febrero o marzo creo. Luego estuvo de viaje en otra oportunidad, un nuevo congreso esta vez creo que fue en Suiza. Y la última fue el pasado martes, dijo que debía salir de viaje nuevamente y que el próximo martes vendría a recuperar los registros. Cuando el robo intentamos llamarle pero no atendió a nuestras llamadas.

- Por supuesto, mientras antes se lo recupere mejor para todos. El robo no solo ha sido un golpe para nosotros, los académicos sino que también para la República Checa ya que debemos dar explicaciones a Suiza. Qué tan visitado? Bueno, imagine que el Códex estaba en la entrada y era el mayor exhibidor. Todo aquel que entraba le veía y un libro tan grande siempre llama la atención, no sabría decir cuánta gente venía especialmente a ver el Códex pero de seguro que era el libro más... - hace una pausa pensando en la palabra correcta - visto... mirado... observado - dirige una mirada de ayuda a Meyer quien le responde con un movimiento afirmativo de cabeza - Bien, ustedes comprenderán a lo que me refiero. En cuanto a su desaparición, lo notamos la noche del viernes. Un colega tuvo que volver durante la noche a buscar su saco y cuando entró notó que el exhibidor estaba abierto. Y no, no tenemos guardias, esto es una biblioteca a fin de cuentas no esperábamos que nos robaran.

Diario del Dr Flanagan Mac Donald, Martes, 18 de Noviembre del 2012, Biblioteca Nacional de Praga. Reunidos con el señor Novák.

[...] ¡Trescientas páginas en papel! No me imagino cómo pensaban navegar por semejante antigualla sin una triste función de búsqueda. Tengo entendido, además, que eso de manejar papel es peligroso: ¡puede uno cortarse los dedos!

Viendo cómo pesaba semejante mamotreto me sorprendí a mi mismo imaginando que el tal Nóvak se atravesaba la nariz con un hueso, sacaba una garrota y se iba a cazar mamuts, desnudo y pintarrajeado.

Pero el segundo apellido del que escribe es abnegación, así que me puse a la tarea con toda diligencia.

Flanagan se queda un momento, como congelado, al recibir de manos del señor Novák el libro con los registros. Seguidamente, busca cualquier superficie plana que pueda hacer de mesa (y descargar sus pobres y delgados brazos del "atávico peso de la historia") Despliega su frikiordenador, le pone el cd y se pone a currar, con el libro al lado, por si acaso.

Por cierto, dice mientras, por costumbre, pasa el antivirus al cd, necesitaría una conexión de banda ancha con la telaraña digital. Hace una pausa, como pensándoselo bien. Se puede adivinar que piensa del doctor en términos del tipo "neandertal" "cromagnon" o "pitecántropo"...o, en su defecto, una conexión con internet. Y ya me arreglaré. Muchas gracias.