Partida Rol por web

Brit se sorprendía al ver cómo Will empezaba a correr de aquella forma... Ella, ver a Tim muerto en el suelo, solo le dio un poco de dolor de estómago al recordar la prueba para ser mortífaga. Tim los habría matado a ellos si hubiera sido necesario, así que no le daba ninguna pena. 

¡Espera! 

Echó a correr detrás de Will. 

Llegastéis corriendo a la puerta de una sala en dónde se escuchaba el combate. Allí parecía que la cosa se estaba poniendo bastante complicada ya que los hechizos y las maldiciones volaban en todas direcciones buscando blancos. Brit coge del brazo a Will, justo antes de entrar a la sala para poder ver bien que era lo que allí pasaba.

Vuestros compañeros de Escuela, estaban luchando contra cuatro Mortífagos, los cuales, aunque estaban superados en número, estaban haciendoles bastante daño a los chicos.

Nina lanza una maldición, la cual impacta de lleno sobre uno de los mortifagos, impidiéndole que hable y por eso mismo, que lance algún hechizo. En ese momento, se escucha una voz femenina que grita "¡Crucio!". Os asomáis para ver mejor y os dais cuenta que es Andrea Bosch intentando lanzar una maldición Imperdonable hacia uno de los enemigos, sin mucho exito...

Ahora estáis allí, todavía no os han visto...

Y deberéis tomar una desición...

William se queda paralizado ante la escena, sin saber exactamente que hacer. Aunque pasó la prueba de iniciación, si lo hizo fue por la presión que sintió. Por verse acorralado. Lanzarse ahora a atacar a sus compañeros era algo que requería iniciativa, y ciertamente, William no la tenía. Por ese motivo, dirigió una mirada a Brit. Una mirada que, aunque estaba cubierta por una fría y férrea máscara, dejaba ver el conflicto de intereses que confundía a William en esos momentos.

Brit... -susurró, sin terminar la frase. Realmente no sabía como salir de ese embrollo en el que se había metido.

Un nuevo mortífago salía de detrás de una puerta, con la varita en lo alto y apuntando directamente a Nyna: 

¡Desmaius! -exclamaba notándose que más que "un mortífago" era "una mortífaga".

Podría haber lanzado una maldición imperdonable, sí, como ya hizo... Sin embargo, y a pesar del odio que sentía por la pelirroja, la mortífaga se giraba para mirar a alguien, y hacerle un movimiento con la cabeza. 

Cógela y lárgate -solo dijo aquellas tres palabras antes de mirar a Andrea Bosch y sonreír, aunque no se viera debido a la máscara, sí se notaría por el tono de voz- ¿Ojo por ojo y diente por diente? Tienes más de mortífaga que de Salvadora. 

Una voz resuena en todos los pasillos. Es la voz de Albus Dumbledore, el director de la escuela que clama en contra del ataque de los mortífagos. En los pasillos las armaduras parecen cobrar vida y se puede ver a los fantasmas de las distintas casas dirigirse hacia la zona de batalla. Por las voces se escuchan a los profesores que también van camino de socorrer a los alumnos que quedan con vida. 

Los mortífagos no tienen mucho tiempo, han de hacer el máximo de daño posible antes de desaparecer o sucumbir ante el ataque de los profesores y alumnos...ahora no hay marcha atrás. Si salen con vida sus huesos irán directos a la prisión de Azkabán...

Las maldiciones vuelan sobre vuestras cabezas y ya no sabéis si son vuestros compañeros o los enemigos quien las lanza. Uno de los mortífagos cae al suelo víctima de un rayo azul que sale de una de las varitas de los alumnos...su máscara empieza a convertirse en metal fundido que quema su cara y lo abrasa vivo. Un alumno de cuarto curso de Hufflepuff cae al suelo tras ver como una maldición le amputa una pierna limpiamente, su sangre mancha el suelo del pasillo y hace que algunos alumnos resbalen al pisarla. Gritos de dolor y angustia resuenan en las paredes e inundan vuestros oídos. Es algo terrorífico...una sensación de locura os invade y sólo queréis hacer daño a vuestros oponentes...sólo queréis acabar con ellos sea como sea...

Sé que es muy arriesgado malgastar una opción como aquella de deshacerse de un mortífago, pero, a pesar de saberlo, intento usar un hechizo muy utilizado entre los magos. Sobre todo entre los del Ministerio de Magia, quienes se ven obligados a usarlo todos los días. No es dañino, pero me estoy hartando de tanta violencia, a pesar de que me corroe las entrañas todo lo sucedido, parece que soy incapaz de volver a hacerle daño a nadie:

¡OBLIVIATE!-Pruebo con el hechizo desmemorizante, que, no solo le borraría la memoria, sino que dejaría al oponente mínimamente aturdido hasta darse cuenta de dónde está, o qué puede estar haciendo

El chorro de luz verde sale de la varita de la mortífaga directo hacia Nyna pero se disuelve en el aire, peligrosamente cerca de la peliroja al tiempo que un desmaius impacta de lleno en el pecho de la mortífaga que la atacaba.

Ahora un par de mortífagos parecían haber desertado al defender a Nyna, o quizás habían tenido muy mala puntería.

Uno de los mortífagos coge la varita de la mortífaga caída y dispara como loco a todo niño que se mueve. De sus varitas salen rayos de color verde. Mientras lanza rayos parece reírse como si estuviera disfrutando del caos y muerte que está causando.

- Avada Kedavra...Avada Kedavra... - grita a cada rayo verde que sale de su varita

Uno de ellos impacta de lleno en la cabeza de Jane Woods que cae al suelo muerta, otro se estrella contra una de las paredes creando un agujero de color negro. Jane Woods ha muerto, Ravenclaw pierde a otro de sus futuros magos.

Valeria intenta escabullirse de un par de rayos y lo logra con éxito pero un rayo rojo salido de la varita de otro de los mortífagos que todavía siguen en pie le impacta en el pecho y podéis ver como si una daga invisible le perfora el pecho...cae al suelo llevándose las manos al pecho gritando de dolor. Hace gestos para intentar sacar esa daga invisible pero parece que no puede y que esta le sigue haciendo daño...no le queda mucho de vida...si no lográis hacer algo rápido se unirá a la lista de los caídos.

Leslie observa con horror como una compañera cae al suelo, muerta. Sin embargo, esto le sirve para coger fuerzas y atacar con todas sus fuerzas al mortífago que estaba lanzando Avadas Kedavras a diestro y siniestro.

¡Desmaius! Grita apuntándole. Por mucha rabia que tuviese, no utilizaría una imperdonable.

El segundo mortífago, que estaba agazapado detrás de la que parece que es una chica mortífaga sale de su escondrite tras haber permanecido un buen rato indeciso. Se acerca corriendo, esquivando las maldiciones que su compañero lanza por doquier y se planta junto a su compañera. Empieza a agitar la varita para lanzar un hechizo pero la visión de Valeria, atravesada por una daga invisible, hace que se le atraganten las palabras mágicas y falla en la realización del hechizo.
Tras maldecirse a sí mismo, en voz baja, se prepara para defenderse de los hechizos de sus enemigos, sabiendo que si sigue fallando quizás sea él el siguiente en caer.

Garrick hace acopio de su ferrea voluntad para mantenerse sereno y evitar que el odio inundase su ser.

Tras ver que Valeria se retorcía de dolor y podría morir en breve, se decidió a actuar para ayudarla. Dirigió su ángulo de visión al origen del rayo rojo que había alcanzado a su amiga y se dispuso a lanzar un hechizo al mortífago más cercano esperando que neutralizándolo la situación de Valeria mejorase.

- Desmaius - grita Garrick esperando poder salvar a su amiga.

Ignorando la provocación de la Mortífaga, me giro hacia mi compañera caida que boquea, lanzando en un susurro hacia ella:

- Finite Incantatem

El muchacho de Slytherin, esta claramente abrumado por el combate pero la determinacion brilla en sus ojos mientras intenta mantener la sangre fria necesaria para un combate asi, la gente estaba muriendo de verdad y eso era algo espantoso.

Valdruk apunto directamente al pecho del mortifago que lanzaba maldiciones como un loco y quiso que probara un poco de su propia medicina.

-¡Petrificus Totallis!

Intentando de esta manera que el enloquecido mortigafo se detuviera de una vez por todas.

El hechizo de Andrea logra salvar la vida de su compañera de Gryffindor...si llega a actuar un poco más tarde Valeria estaría muerta. Valdruk ataca a uno de los mortífagos y logra acertarle petrificándolo e impidiendo que siga haciendo daño.

En ese momento podéis ver como las armaduras de la escuela hacen aparición en la batalla y se ponen delante de los alumnos dispuestas a recibir las maldiciones por ellos. Detrás de ellas llegan los fantasmas que empiezan a volar en círculo alrededor de los mortífagos para que no puedan atacar con claridad...y por fin hace aparición el director del colegio: Albus Dumbledore.

Su semblante en serio y claramente está muy enfadado. Levanta su varita y lanza un rayo que desvía una maldición de color verde lanzada por un mortífago.

Una voz se escuchó en toda la escuela, retumbando por las paredes.

- ¡Dónde estás, viejo! ¡Sal de dónde estés escondido! -

La voz del Señor Oscuro reververaba en las paredes de piedra del lugar, haciendo que tiemble hasta el suelo.

- No me hagas ir a por ti, maldita sea. ¡¡¡Sal y da la cara de una vez!!! ¡Ahora! - Gritó nuevamente al mismo tiempo que los cristales de las ventanas más altas de la sala se hacían añicos hacia fuera por la vibración de la voz de Voldemort.

La aparición de Valdruk no ayuda al mortífago a serenarse y concentrarse en el combate. Se pregunta los motivos de su aparición, y al verlo allí defendiendo a sus compañeros empieza a pensar que se trata de una burla del destino, aunque no tiene demasiado tiempo para pensar en eso. La voz de su mentor resuena en todo el castillo, y en ese momento aparece el director de Hogwarts.

Al ver a Albus aparecer y desviar, como si de un hechizo menor se tratara, una maldición imperdonable, el mortífago empieza a pensar que no saldrán de aquí de ninguna manera. Ya se imagina en Azkaban, consumiéndose allí junto a sus compañeros de armas, y la simple visión de eso hace que el hechizo que estaba dispuesto a lanzar no consiga realizarse.

Se muestra impasible ante los gritos alocados del supuesto Voldemort. Ni se inmuta y simplemente camina protegiendo a los niños.

- Hola Tom... - dice simplemente para referirse a Voldemort. 

Hace un gesto a los demás profesores para que caminen sin miedo y atiendan a los alumnos heridos.

- Hay dos formas de acabar con esto Tom...deponed las varitas y nadie más sufrirá...

La voz del director es tranquila y sosegada. Se le ve muy tranquilo y realmente confiado en sus posibilidades.