Partida Rol por web

Mientras los días pasan, Britanny espera con impaciencia la carta de su amigo, el cual parece no responder. Su abuela sigue dándole a la idea de que ella tiene que intentar ganarse a los chicos con sus armas femeninas, y ella intenta agradar a su abuela dándole a entender que es lo que piensa hacer. Claro que lo que no le dice a su abuela, que también puede intentar ganarse a las chicas utilizando sus armas femeninas... no sabe que puede decir si se entera.

Hoy ha amanecido soleado, y el jardín de la mansión de Britanny es un buen lugar para descansar y pasear... ¿quién sabe? Esta vez puede ser que pueda ver a algún que otro animal mágico que pulule por allí...

Britanny se levanta y se viste perfecta, como siempre, le encanta estar guapa... además, nunca se sabe si va a venir visita inesperada.

Colocándose bien el sombrero... sale al jardín, buscando algo con que entretenerse. No le apetece tomar el sol... quizás más tarde.

El paseo por el jardín te relaja mientras miras como se mecen las copas de los arboles. Lentamente vas avanzando por el jardín hasta tu lugar preferido, una pequeña construcción de madera, desde donde te gusta mirar el lago mientras tocas algún instrumento o tomas algún refresco o escribes en tu diario.

¿Pero que es eso?

Cuando caminas, ves unas figuritas pequeñas, que corren de un lado a otro entre los arbustos del jardín... ¿Otra vez tienes el jardín infestado con Gnomos?

Parece que tendrás que hacer algo con ellos...

Britanny observa aquellos seres que se pasean por su jardín mientras estaba leyendo "Los Romances de Tristany e Isolda"* arquea una ceja... asombrada.

Nunca antes no los había visto, ¡y era su jardín!

¡Son Gnomos!

¿Qué hacen tantos por aquí?

Sabes por lo que has leído, que son una plaga y que la única forma de librarte de ellos, es atontarlos con un hechizo y después, cogerlos de una pata y lanzarlos lo más lejos que puedas.

¡Gnomos! - exclamó, echándose una mano a la boca... se giró y corrió a dentro de la casa... en busca de su abuela.

¡Abuela! ¡Abuela! ¡Tenemos una plaga de gnomos al jardín! ¿¡Qué hacen gnomos en MÍ jardín!? - va por la casa gritando, totalmente desconcertada.

Tu abuela te mira con una sonrisa mientras te ve correr por la casa toda desaforada, moviendo los brazos sobre tu cabeza como si el mundo se acabara. En ese momento, con sólo un chasquido de sus dedos, aparece el elfo doméstico de tu familia y tu abuela le encarga que te acompañe a desgnomizar el jardín.

- Va-va-vamos Ama Britanny... -, te dice el elfo tartamudeando. - Yo la ayudaré con esos gno-gnomos. Só-sólo decidme donde están. -, continúa mientras lo vas guiando por el jardín buscando el sitio donde estaban los animalitos mágicos.

¡Pues en el jardín están! ¿¡Dónde van a estar si no!? Y échalos a todos, ¿eh? ¡Y que no vuelvan!

Lo lleva hasta donde ha visto la plaga de gnomos.

El elfo domestico llega hasta la posición de los Gnomos y lanzándoles hechizos, los deja aturdidos en el suelo, para después, darles unas terribles patadas en sus Gnómicos culetes para lanzarlos lejos de donde estaban y así, Desgnomizar el jardín.

Britt busca por si a quedado algun gnomo cerca... pero parece que no va a tener suerte.

Ensimismada como estás mirando los Gnomos que salen volando del jardín, no te das cuenta que una lechuza se acerca volando a ti y te arroja una carta, la cual, golpea en todo tu rostro para después, caer al suelo.

La carta es de William...

Cita:

¡Oh! - al ver la carta y recogerla la abre rápidamente para sacar la carta y leerla, girándose y empezando a ir dentro de la casa... mientras deja el elfo doméstico terminando de echar los gnomos sin decirle nada más.

Sube hasta su habitación  y se sienta a la butaca de su escritorio... para volver a sacar de nuevo su pluma y un pergamino con aromas de flores.

Cita:

Tras terminar de escribir la carta, con la misma tinta de la pluma, escribe en el sobre la dirección de William... le pone el sello de la familia Johnson para cerrarlo y se va a la lechuza familiar.

Vas a tener que hacer otro viaje, no te pierdas, ¿eh? - le da una chuchería para lechuzas y observa cómo se aleja volando... suspira.

Se gira mientras se coloca bien el vestido y vuelve al jardín... al ver el elfo doméstico aun allí, Brittany coloca los brazos en jarras, cogiéndose la cintura con las manos - ¿Aun no has terminado? Quiero seguir leyendo mi libro.

- Ya, ya... ya he terminado, ama Britanny. Puede seguir con sus quehaceres. -, te responde el elfo domestico cuando le da una última patada al últimp Gnomo y se retira para dentro de la mansión.

Britt sigue al elfo doméstico adentrarse a la casa... finalmente resopla y se pasa la mano por la frente.

Agh... este elfo doméstico me agota... - dice para sí, exagerando.

Se coloca de nuevo dónde estaba antes y vuelve a abrir el libro para seguir leyendo tranquilamente...

Mientras lees tu libro, ves como una lechuza enorme surca el cielo y va a posarse directamente en la ventana de la habitación de tu abuela. Te parece extraño que una lechuza vaya directamente allí y no a la lechucería de la torre, pero bueno, cosas más raras has visto.

Los gnomos continúan con sus andadas lejos de tu jardín mientras el elfo doméstico te trae algo para que bebas.

En ese momento, ves a tu abuela salir por la puerta de la casa con una carta en la mano...

- ¡Brit! ¡Britany! ¡Ven pronto! -

Tu abuela agita una mano llamándote con ganas mientras que en la otra mano lleva una carta.

Con la limonada en una mano y el libro en la otra, levantó la mirada para mirar quién volvía a interrumpir su lectura... era su abuela, así que sonrió.

¡Ya voy! - se levantó y se colocó bien el gorro, y caminó hasta su abuela bebiendo de la pajita, mientras contoneaba su cuerpo con glamour y delicadeza - ¿Qué sucede, abuela? - pregunta, cuando ya está subiendo las escaleras de la entrada a la casa.

- Carta del director de Askaban, pequeña. -, te dice con una sonrisa. - Dice que podrás ir a ver a tus padres en dos días, claro, acompañada por mí. ¿Qué te parece? -

Su cara cambia rápidamente, a una de completa felicidad.

¿En serio? ¡Esto es genial! ¡Es fantástico! ¡Después de un año sin verlos! - cogió las manos de su abuela y empezó a saltar a su alrededor, dejando de lado todo indicio de sofisticación.