Partida Rol por web

Tras escucharos atentamente, el humano se inclina hacia Zeenah y responde mientras le toma la mano en señal de saludo - Pollard. Soy el Lugarteniente de Ackbar, señorita -

Tras un breve, pero intenso apretón de manos, vuelve a decir, mirando el droide que se aproxima - creo que lo que sea, sería mejor que lo viera directamente Ackbar, ¿no les parece?

¡Vaya!. Al fin alguien que parece tener sentido común en esta roca.
Asiento al oir las palabras del recién aparecido. Y tras echar una miradita hacia Zennah, pensando que quizá le haya hecho algún truco propio de su capacidad sin que nos hayamos dado cuenta, digo.
Excelente. Eso mismo vengo diciendo yo desde ya no se ni cuando. Por tanto, vayamos a ver a Ackbar y acabemos con esto. Después me gustaría echar un vistazo a esos prototipos si puede ser. Al fin y al cabo, esa es la autentica razón que nos ha hecho aparecer por aquí.

Aún a la espera de que Zeenah se presente, Pollard lanza una mirada acusadora a Salin tras vuestras palabras - ¿Por qué no le has avisado aún? - preguntó al Quarren, aunque sin esperar respuesta, se encogió de hombros mientras éste aún mantenía un ritmo frenético en sus tentáculos denotando una irritación creciente.

Agarrando el intercomunicador que colgaba de su cinturón, Pollard lo hizo resonar - Atención, Ackbar, ¿me recibes? - unos momentos de incertidumbre acompañaron a un ligero crepitar del cacharro hasta que, finalmente, conseguís descifrar una voz al otro lado de manera asintiendo ante lo preguntado - tenemos visita enviada desde intendencia, parece que el Alto Mando envía órdenes directas para tí - repitió tal y como le habíais comunicado tras lo que se oyó otro ligero crepitar y unas leves palabras que sólo Pollard pudo descifrar - muy bien, así lo haré.

Tras la conversación remota, el humano se vuelve hacia vosotros y os indica - acompañadme, os llevaré ante Ackbar - haciendo señas para que le sigáis.

Al oír la esperada respuesta de Pollard, una encantadora sonrisa ilumina el rostro de Zeenah.

- Mi nombre es Zeenah- empieza la twi'lek, aún sorniendo al recién llegado humano y ladeando ligeramente la cabeza en un suave movimiento- Encantada, Pollard. Le seguimos.

Tras lanzar una rápida mirada a Jarno, a Jay y a Luther levantando las cejas- ¿vamos?- se dispone a empezar a andar para acompañar al lugarteniente de Akbar.

Asiento con la cabeza ante la mirada de Zennah. Pero claro. Yo soy como soy y aparte de que todavía me dura el cabreo que me ha provocado mi queridisimo amigo Bigotes, un cambio tan radical de actitud, me resulta extraño por decirlo suavemente.
Por tanto, mi diestra, como si tal cosa, vuelve a apoyarse en la culata de mi blaster. Y como soy yo el que porta el disco con los datos, hago un gesto con la zurda antes de decir.
Muy bien lugarteniente Pollard, abra usted la marcha que yo le sigo.

Comenzáis a recorrer tortuosos túneles guiados por Pollard, quien sólo os dice que vais al Centro de Mando y que allí, Ackbar os responderá a todo.

Tras un rato caminando, Pollard os conduce hasta una gran cámara circular. Glek os sigue, callado y hosco. Los muros de la habitación están cubiertos de monitores y paneles de control. Un tanque holoproyector ocupa una parte de la habitación.

En la habitación, inclinados sobre un terminal, se encuentra Suskafoo, los dos jóvenes Verpine y un Mon Calamari. Pollard os conduce hacia ellos, se para y dice - Comandante Ackbar, estos son los mensajeros.

El Mon Calamari se gira y dice - Bienvenidos a nuestra base. Sé que habéis hecho un largo viaje para verme. - os dice amablemente para cambiar el tono al momento - ¡Me parece increible que estén tan cerca! ¡Esos malditos imperiales son como una plaga de Mynocks - parece que Pollard informó sobre lo que le habíais comentado de los TIE, a lo que el Glek añade - ¡Seguro que han venido siguiendo vuestro carguero! - un tanto indignado.

Le dais el holodisco sin discusión esta vez y Ackbar os conduce hasta un holoproyector que actualmente representa el Cinturón de Asteroides Roche - Veamos qué es lo que me habéis traído, amigos míos - dice el Mon Calamari mientras introduce el disco en la máquina.

El cinturón desaparece, siendo reemplazado por una mujer con un largo vestido blanco. Se trata de Mon Mothma, Comandante Supremo de la Alianza. La holoimagen empieza a hablar.

"Saludos, viejo amigo" - dice Mon Mothma calurosamente - "Como predijiste, la fragata de escolta Nebulón-B ha acabado con nuestros abordajes en busca de provisiones. Tu comunicación de que el Proyecto Shantipole está a punto de ser acabado no podría haber venido en mejores momentos"

"El resto de este mensaje es sólo para ti, Comandante Ackbar, y para los agentes que te lo entregaron. Por favor, para el holodisco hasta que el resto del personal haya abandonado el área"

Ackbar se adelanta, toca unos controles del tanque holoproyector y la holoforma de Mon Mothma se congela.

Pollard y los Verpine salen inmediatamente. Sólo Glek se queda en la sala.

- Si no he escuchado mal las instrucciones es que nos quedemos solo el Almirante y los agentes - digo en voz alta para que me escuchen todos y miro hacia Glek - Ya se que esto no es el imperio y la disciplina no es tan rigido pero supongo que las ordenes de la Comandante Suprema deberiamos de cumplirlas -

Zeenah apenas se sorprende al ver que Glek se queda en la sala. Es idiota y no atiende a razones o sencillamente merece que Jarno le vuele la cabeza por traidor?

Ante la intervención de Luther puntualizando sutilemente que el quarren debería largarse, la twi'lek no dice nada y se limita a cruzarse de brazos y esperar que Glek se vaya mientras lo mira con las cejas levantadas. Su expresión insolente da a entender que comienza a cosiderarlo un insecto. Al fin y al cabo, sigue vivo solo gracias al autocontrol de Erelan... que quizá no dure mucho más.

He permanecido en silencio a lo largo de nuestro paseo por los corredores de la base. Hasta que finalmente, ante nosotros aparece al fin, el mismisimo Ackbar.
Sin mas dilacion, le entego el holo disco. Y cuando Ackbar finalmente lo conecta, poco falta para que me cuadre alli mismo ante la imagen que aparece.
Pues se trata nada menos, que de la honorable senadora de la gloriosa República y líder fundadora de la Alianza, Mon Mothma.
Presto toda mi atención a sus palabras. Y conforme va explicando la situación, a mi me van quedando claro, cierto parámetro de la misión.
La Alianza va a contar con el nuevo caza desarrollado en estas instalaciones aunque tenga que entregárselo personalmente pateando cadáveres de imperiales.
Y cuando mi oficial suprema da la orden de abandonar la sala a todo aquel que no este directamente implicado en el asunto, como no podía ser de otro modo, mi actual toca narices por describirlo suavemente, me las vuelve a tocar.
Y yo me giro en su dirección, con el blaster ya desenfundado, avanzo un par de pasos interponiendome entre los mios y el, por lo que pueda pasar, y sin perder de vista ni un solo apéndice del tipo este, encaro a Bigotes antes de decir.
Tu has oído las ordenes directas de la Comandante suprema. ¿Verdad?. ¿Como quieres que te lo haga, rápido o lento?

Glek os mira amenazador, pero Ackbar interviene - Lo siento mucho, Salin, pero órdenes son órdenes. Ya te informaré más tarde de lo que aquí veamos - con lo que provoca que el Quarren se vaya con claros aspavientos.

Una vez que abandona la sale y cierra la compuerta de entrada, Ackbar os comenta - Aunque algo cascarrabias, es un buen tipo - dice en relación a Glek.

Tras el comentario, Ackbar acciona de nuevo la máquina y el mensaje continúa.

"La flota de la Alianza se está reuniendo en el sistema Pothor. Dirígete inmediatamente hacia allí con tu equipo de diseño y tus dos prototipos de Ala-B"

Mon Mothma continúa: "A los agentes que entregaron el disco: Gracias por vuestros servicios; la Alianza tiene una gran deuda con vosotros. Ahora debo pediros que hagáis otro servicio para nosotros. Debéis salvaguardar al Comandante Ackbar escoltándole a él y a a su proyecto hasta el punto de reunión; los códigos se localización se hallan en la parte final del holodisco. No os toméis esta misión a la ligera: nuestros agentes sospechan que hay un informador Imperial entre el equipo del comandante"

"Al Comandante Ackbar: Deja que estos agentes os traigan a ti, a tu equipo y a los prototipos al punto de reunión. Confía en ellos como confío yo. Te pido perdón por todas estas precauciones, pero no podemos arriesgarnos a perder este mensaje. El nuevo caza es demasiado crucial para la supervivencia de la Alianza. Dirigíos al punto de reunión a toda velocidad, y que la Fuerza os acompañe."

Las coordenadas para el salto al hiperespacio reemplazan la imagen de Mon Mothma, y después el holodisco se apaga.

¡Al fin se larga el puñetero Bigotes de mi vista!. Enfundo mi Blaster mientras pienso:
Cada vez te falta menos. Tu sigue así y ya veras lo que pasa.
Pero como al fin se ha largado, es hora de centrarse en lo realmente importante. Me giro y vuelvo a prestar toda mi atención a las ordenes de la Comandante suprema pues, en cuanto nos hemos quedado solos, Ackbar ha continuado con la retransmisión del mensaje.
En el silencio mas absoluto, se nos van exponiendo los diferentes objetivos de la misión. Y una vez que el mensaje termina, el silencio se prolonga durante varios segundos.
Silencio que, finalmente, rompo yo con un carraspeo. Y como una vez escuchadas las ordenes, es hora de ponerse serios, doy un paso al frente, saludo a Ackbar y digo.
Señor, con permiso.
Punto uno. Su seguridad. ¿Un agente imperial infiltrado?. Zennah, te pido, como favor personal, que te conviertas en la sombra del Comandante Ackbar y uses cierto "truco" con todos aquellos que se le aproximen. Y en el momento en que tengas la mas mínima duda tras el "truco", me llamas, agujereo al tipo que te haya suscitado esas dudas y a otra cosa.

Punto dos. Los cazas. Solicito de inmediato una revision completa de ambos prototipos para evitar sabotajes así como conocer a sus pilotos. Y si me generan la mas mínima duda, ya sabemos lo que va a pasar

Punto tres. El transporte del comandante Ackbar. Si no hay en esta base una auténtica nave de asalto para encargarse de su transporte, solicito permiso para que Susky le meta mano a nuestro carguero. Luther, nada me agradaría mas que tu supervisaras la remodelacion. Dile de mi parte a Ron que no sufra. Pues tengo en mente tratar de emular, en la medida de los posible, las características de un Surronian por lo menos.

Y punto cuatro. Las coordenadas del punto de reunion. Nadie, absolutamente nadie aparte de los presentes, ha de conocerlas. Y si alguien, sea quien fuere, os pregunta por ellas, me llamais, le pego un tiro y problema resuelto.
Y una vez que me he quedado a gusto yo, paseo mi mirada por los rostros de los presentes antes de añadir.
Eso es todo. Si se os ocurre algo mas que añadir, no dudéis. Ahora precisamente, pues gozamos de cierto grado de intimidad, es el momento de exponer dudas o ideas.

Ackbar escucha atentamente la propuesta de Jarno, que es el único que habla. Tras esto, responde - veo que es algo violento y expeditivo, señor Erelan. Espero que no haga falta ninguno de los disparos que promete - una sonrisa, o lo que se supone que es una sonrisa en la cara de un moncalamari, aparece en su rostro mientras dice esto.

- Bien, pongámonos serios. No tengo problemas por que me escolte quien sea, y si es esta amable señorita, menos aún. Por otro lado, esta es la Base de Mandos, la Estación de Investigación está en otro asteroide, junto con los prototipos, que hay que ir de inmediato a por ellos.

No hay problemas por que usemos su vehículo para llegar a Shantipole, pero hay que tener mucho cuidado al navegar por el cinturón, hay asteroides que vagan muy rápido sin control. Quizás un saltador verpine sería más adecuado.

¿Tenéis alguna pregunta que queráis que os aclare antes de hacer entrar al personal de nuevo? - acaba preguntandoos.

- Solo una apreciación a las palabras de mi compañero Jarno. ¿Los prototipos son plenamente operativos?, ¿Y son capaces de saltar al hiperespacio?. Lo digo porque me parece que en el carguero no creo que quepan y si somos nosotros los encargados de ir a las cordenadas quizas tambien deberiamos pilotarlos -

Por lo que respecta a pilotaje, no te apures Luther. Al menos, uno de ellos llegara. Pero eso no me preocupa ahora.
Dicho esto, añado.
Buena medida de seguridad la de mantenerlos en otro asteroide. Por tanto nuestra prioridad, ha de ser el traslado del Comandante hasta ese asteroide para poder largarnos a toda velocidad cuanto antes. En ese caso, hemos de revisar nuestro carguero. Os recuedo que los compinches de Susky, le estaban metiendo mano.
Y niego con la cabeza al decir esto. Finalmente concluyo diciendo.
En cualquier caso, creo que toca moverse gente. Y moverse aprisa. No olvidemos que bien podrían aparecer los imperiales cuando menos lo esperemos.

Ante las salomónicas propuestas- o instrucciones- de Jarno, Zeenah intenta disimular una sonrisa benevolente observando atentamente una mota de polvo en el suelo. Levanta la cabeza solo para asegurarle a Akbar que el piloto parece más agresivo de lo que realmente es.

- No se preocupe, Comandante. Erelan sabe controlarse cuando es necesario- añade mirando de reojo a Jarno, aún intentando reprimir una sonrisa e inclinándose levemente hacia él- No me hagas quedar mal, ¿eh?- le pregunta como si fuera una confidencia pero en voz alta, bromeando.

- En todo caso, estaré atenta a las personas que se nos acerquen, dentro de lo posible. Contad con ello- concluye esperando la respuesta de Akbar a las preguntas de sus compañeros.

- Bien, pues si no tenéis ninguna duda más allá de que os diga que los prototipos están 100% operativos, creo que podría hacer entrar al personal para comenzar el traslado - comenta Ackbar tras vuestras explicaciones.

Dicho esto, toma el comunicador que cuelga de su cinturón y llama a Pollard, al que da órdenes de que entren de nuevo.

Mientras el personal está tomando su sitio, os percatáis de que el Quarren no a vuelto a la sala en la que os encontráis.

Naturalmente, como yo no tengo las capacidades diplomáticas de Zennah, cuando me menciona, no puedo evitar que se me escape una carcajada.
No obstante, me controlo en cuanto Ackbar retoma la palabra. Tras su llamada a través del intercomunicador, diferentes miembros del personal de la base de mando, van entrando en la sala. Y yo, al examinarlos, no puedo evitar soltar un resoplido.
Una de dos. O mi amigo Bigotes no es solo tonto si no también, sospechoso, o es el individuo mas torpe con el que me haya cruzado.
Cruzo una mirada con los mios tras evaluar al personal entrante y me limito a arquear levemente una ceja.
En cambio, girándome hacia Ackbar, vuelvo a cuadrarme y digo.
Señor, nuevamente, con su permiso.
Y sin añadir nada mas, me aproximo al holo proyector que ha utilizado Ackbar para ver el mensaje de la comandante suprema Mothma y extraigo el holo disco.
El cual, no tarda en desaparecer en las entrañas de mi chaqueta blindada.
Creedme. Aquí estará seguro. Digamos que no me gusta que este por ahí en medio teniendo en cuenta las "particularidades" que contiene.

Me acerco a Jarno y le doy una sonora plamada en la espalda - ¡Bien hecho muchacho!. Tienes iniciativa y eres rapido de pensamiento y de reflejos. - y me acerco a su oido para susurrarle - Y quizas tus sospechas respecto a ese individuo no esten desencaminadas, seria mejor que nos cercionaramos de donde se encuentra mientras esta gente hace sus preparativos -

Tras la palmada de Luther, toso, carraspeo y demás y aprovecho para taparme la boca con el puño mientras me doy la vuelta pues se perfectamente que lo mio, no es disimular no.
Vamos, que no lo es ni por casualidad.
Y rápidamente, bajando el tono de voz de espaldas a los que entran para que solo los mios puedan captar mis palabras en medio del murmullo de voces, yo digo.
Si se confirman mis sospechas, ya sabéis mi solución. Y resulta ser otro, pues mas de lo mismo. Por eso quiero que Zennah se pegue a Ackbar, metaforicamente hablando claro.
Y lanzo una mirada a Zennah mientras contengo una carcajada.
Pues una cosa es que ese tipo haya logrado cabrearme y otra muy distinta, es que sea realmente el agente infiltrado.
Y en cuanto a otras de mis dudas, creo yo que este es el momento conveniente para solucionarla.
Me giro entonces y mirando a todos los presentes añado ya en tono normal.
Es hora de ponernos serios gente. Quisiera saber con que naves se cuentan en este asteroide y su actual estado operativo. Pues pienso ir al hangar a comprobarlo, además de a echar un ojo a nuestra propia nave. Digamos que los compinches de Susky, estaban particularmente entusiasmados en mirarle las tripas.

- Eres un berraco, Jarno. Metafóricamente hablando, claro- replica Zeenah entre carcajadas, incapaz de aguantar la risa- Pero bueno, a lo que íbamos. Haré todo lo posible para descubrir al infiltrado. No creo que mi presencia sea necesaria con las naves, así que revolotearé por aquí a ver qué descubro. Tal y como has dicho, cabe la posibilidad de que nuestro amigo bigotes solo sea idiota y no creo que eso sea razón suficiente para hacer puntería con su cabeza. Yo me quedo aquí.