Partida Rol por web

Con mucho cuidado, dirigo el bote a traves de las aguas del rio, en direccion a la esquina de la fortaleza... En voz baja, susurro "Remad despacio... firmes" "Y rezad para que no les de por mirar en esta direccion... si esos centinelas varian lo mas minimo su ruta, estamos perdidos."

Con la mano libre acaricio la cicatriz de mi garganta, todavia fresca en mi memoria. Despues coloco con cuidado el pañuelo de camuflaje con el que la cubro. Mantengo firme el timon, evitando en lo posible que las aguas golpeen el costado del bota.

"Atentos" De nuevo bajo la voz, solo para los oidos de mis compañeros de asalto. "Vamos a tocar tierra, agarraos. Remos... fuera, ahora" El ultimo golpe de remo nos lanza contra la orilla del rio, empujados por la corriente.

Bien, bien, bien...así, muy bien Birnbaum...¡perfecto!

El bote toca la costa, el joven Birnbaum cumple con éxito todo lo que se espera de él, incluso más. Libero el subfusil y llevándola en la derecha doy órdenes con la izquierda.

Vamos muévanse, en silencio, despacio hasta el muro. ¡Síganme!

Bien, lo más importante es no hacer ruido, aproximarse hasta el muro, no hay excesiva prisa, únicamente tendremos que escapar por el río, desembarcar en nuestro orilla y alcanzar la base evitando malos encuentros.

-Teniente, es mejor cargarse a estos centinelas ahora, que no a la que intentemos huir....- Le susurro haciendo señas con la cabeza. -Hagamos lo que dije antes, que cada uno se cargue a uno. Un solo ataque relampago. Te suena?- Le guiño un ojo.

Apenas tocamos tierra, mis compañeros saltan por la borda y echan a correr, buscando un lugar donde ponerse a cubierto. Cruzo el fusil a mi espalda y salto por la borda. Agarrando la quilla del bote, hago un esfuerzo por embarrancar todavia mas la embarcacion en la arcillosa orilla del rio. Termino de asegurar un cabo al bote y a una piqueta, para a continuacion recoger mi equipo. Zigzageo unos metros y me tiro al suelo, a cubierto, mientras me desembarazo del rifle y lo amartillo... a la espera de ordenes.

Conteniendo las ganas de encender un cigarro, Karl habia pasado todo el viaje en barca mordiendo una ramita de pino.

Toca el hombre de Birhmaun apoyandole en la dura labor que le ha tocado al soldado sin dejar de mirar a su alrededor, esperando cualquier emboscada.

Al tocar tierra salta junto al remero de la embarcacion con las armas preparadas y se tumba a su lado.

Veamos como sale esto... y cuidado con los explosivos...

El tiempo pasa lentamente, mientras aguardamos las ordenes de nuestro teniente. La humedad del rio empapa la ropa, calando hasta el hueso. Una repentina ráfaga de aire hace que tiemble de frío. La tensión se hace cada vez mas pesada e incomoda...

"Maldita sea nuestra suerte... estamos aqui clavados... en cuanto uno de esos focos nos señales, sera el tiro al pato"

Aprovecho para colocar el fusil, buscando centrar a uno de los centinelas, que esta situado a la derecha de mi posicion, junto a uno de los focos... "Al menos... dispararemos antes..."

La barca, guiada por el buen ojo de Birnbaum, toca tierra en un punto ciego donde los focos polacos no pueden verles. Al instante todos saltan a tierra mientras el cabo asegura el bote. El grupo corre hasta ponerse de espaldas contra el muro mientras comprueba sus armas y las prepara. La noche está tranquila aunque de vez en cuando una descarga de artillería se escucha cerca. Los alemanes no quieren que su enemigo duerma tranquilo. La Luftwaffe aprovecha la oscuridad para, de vez en cuando, sacar a los aparatos al aire y sembrar el terror en tierra.

Bien señores, comprueben sus silenciadores, el oficial Kruger está en lo cierto, hay que matarles antes de la huida, pero no quiero que nos arriesguemos a que nos descubran por un mal disparo. Que cada equipo dispare a un polaco, es más que probable que con tres impactos muera.

 Pero antes de eso sería mejor revisen los alrededores,

Hastings y Martin busquen el lugar más accesible a la fortaleza, dense prisa.

"Jawohl, Mein Herr" Entre dientes acato la orden y me arrastro lo mas silenciosamente posible con el fusil cruzado entre los brazos. El equipo se bambolea cada vez que avanzo un brazo o una pierna. Los haces de luz baten las aguas del rio y la orilla. Paso a paso, me acerco hasta el limite del area iluminada regularmente por el foco de vigilancia.

"Joder... Este castillo no ofrece ningun tipo de salida... o inutilizamos los focos o estamos atrapados... Quiza... si pudiese enganchar la cuerda cerca de aquel matacanes..."

Recibida la órden, saludo a nuestro oficial sin hacer ruido y me arrastro tras Rudolf, mi experiencia anterior me dice que no es bueno ir solo. Llevo el subfusil  con la correa en bandolera para un momento que haga falta no sea difícil empuñarlo, pero mi mano derecha aferra la pistola con silenciador. Si nos descubren, tendremos una oportunidad de acabar sin ruido con un semi sorprendido centinela.

El avance se hace relativamente lento, en parte por el movimiento y en parte por nuestras miradas buscando un sitio por el que acceder facilmente a la fortaleza.

Trato de buscar un lugar de fácil escalada, que esté relativamente oculto, que sea idóneo para lanzar los ganchos de escalada. A la vez, trato de localizar posibles centinelas o si hacen alguna ronda por la zona.

Rudolf y Martin se separan un poco para inspeccionar el muro mientras el resto continua a la espera, agachado en la oscuridad. Rudolf encuentra la salida de la alcantarilla de la fortaleza. Un semiarco de ladrillo en la base del muro cerrado por unos barrotes de acero. Un canal natural conducía el agua y otros "desechos" hasta el río. El olor era un tanto insoportable y Rudolf regresó junto a su compañero.

Martin, por otra parte, comprobó que los guardias que manejaban los focos no se movían de su puesto y no habían otros centinelas por la zona. Así que cualquier punto en esa zona del muro en donde se encontraban sería lo bastante óptima para lanzar las cuerdas de escalada. Siempre y cuando no hiciera demasiado ruido.