Partida Rol por web

La operación a la mierda. Estaba claro que ese gabacho iba a caer bajos los tiros de Larkin y Carrick, pero por si acaso yo también abro fuego contra esa cabrón. Sin más dilación, y supongo que tras abatir al tipo, me apresuro a colocar los explosivos en este segundo cañón.

Argh!

Reprime Márquez un grito cuando las astillas metálicas de la condenada  cafetera se hunden en su cuerpo y le crean varias heridas sanguinolentas.

Todo se había ido al garete, no habían conseguido dejar frito al gabacho a la primera y ahora había sonado un tiro en medio de la oscura noche junto con varios gritos del guardia. No obstante no todo estaba perdido.

Márquez se levantó y disparó contra el guardia, ya muerto por los tiros de sus compañeros, más que nada para vengarse del tipo que lo había jodido. Luego en voz bastante alta e intentando que sonase lo mejor posible dijo:

- ¡Aucun probleme, tout va bien, j'ai eu un probleme avec ma pistole! ¡Continuez oú vous êtes, on va vous donner du café!-

Luego se dirige a sus compañeros.

- Hostia puta, puede que se haya jodido todo, pero tal vez tengamos una oportunidad. He gritado que he tenido un problema con la pistola y que la gente siga en su sitio, que ahora les llevamos el café. Igual cuela, pero estad preparados para lo peor.-

 La tensión era palpable. Incluso más fina que una hoja de papel. Los músculos de Carrick se contraen y su ritmo cardíaco se acelera. Todo el plan podía irse al traste en cuestión de segundos. Había pocas posibilidades de salir de este marrón con el pellejo dentro del uniforme. Uniforme que no era de su talla, en estos momentos.

Carrick amartilla su arma y lanza una profunda mirada de desconcierto ante Larkin. Los nervios de acero del oficial saldrían a relucir en una situación como ésta.

- Tal vez debería ir a echar un vistazo fuera, por si tenemos compañía. Creo que aún de lejos podré llevarme por delante a unos cuantos...

Esperaba a que el oficial diera la orden. Total, ya llevaban esa noche unas cuantas cruces en su cuenta de cadáveres... para eso habían venido.

El soldado afina su oído y se prepara para lo peor. Si esos cabrones han oído ruido aquí dentro... no tardarán en venir.

Le miro con ojos frios y me llevo un dedo a los labios pidiendo silencio, en voz baja le digo:

Espera, no disparemos si no es necesario, y menos sin silenciadores, veamos como se lo han tomado en el otro lado... Yo avisaré cuando debamos usar armas sin silenciador, como dice Pepe, no tiene porque haberse jodido todo.

 Carrick asiente y se queda inmóvil. Aún así está preparado para actuar si la ocasión lo requiere. Sus pupilas se dilatan y comienza a sentir que la tensión de la situación se hace cargo de sus músculos. 

Pepe no es muy ducho en el idioma y las atropelladas palabras que suelta en francés apenas conforman una frase consistente. Larkin se asoma desde el borde del pozo y comprueba que en el más cercano empieza a haber movimiento. Como si se hubiera activado algún tipo de alarma. Seguramente han descubierto que las líneas telefónicas no funcionan. Eso, unido a las extrañas palabras de Pepe, han levantado las sospechas.

Cuando Caparso acaba de poner las cargas en el último cañón y se reúne con nosotros vuelvo a poner la munición al máximo y comento en voz baja:

¿Estás como para seguir Pepe? Cambiarás por Carric ¿Vale? Ahora tu eres quien rematará la faena si queda alguno y Carric será quien vaya en punta con Caparso y con migo. ¿Correcto?

Luego les digo a todos:

Ahora o nunca caballeros, vamos a ir a saco, por ahora con silenciadores, tenemos que caerles encima antes de que salgan del pozo, desde arriba, no nos pongamos en línea intentemos rodearles desde 4 puntos, y a saco con ellos, si llegan a disparar y los del ultimo cañón vienen, sacaremos las armas automáticas y acabaremos con ellos desde el pozo mientras avanzan, si lo usan como protección, ya improvisaremos. A por todas señores.

Apoyándome en el parapeto y rodando sobre él para no ser un gran blanco, subo y avanzo rápido hacia el tercer cañón.

Carrick asiente. Ahora podría ir en primera línea. No era su especialidad, pero no se le daba mal y era más emocionante que quedarse en retaguardia. Su expresión casi parecía agradecer al oficial la oportunidad de no tener que quedar de nuevo rezagado esperando a rematar el trabajo en vez de echarle un par de huevos. Tanto gabacho ya le estaba cansando, pero ya quedaba poco para terminar el trabajo y si todo salía bien, en cosa de un par de horas podrían estar lejos, muy lejos de aquí.

- Hecho, jefe.

Comprueba munición y carga la ametralladora. Para el plan de Larkin era el arma más adecuada si la cosa se ponía fea, aunque de momento tuvieran que seguir con el silenciador. Acto seguido, James mueve el culo y mira a Caparso para que también se ponga en marcha tras Larkin.

Las órdenes del teniente comenzaban a parecer desesperadas. Nos lo jugábamos todo a una carta: acabar con todo bicho viviente en aquel maldito pozo, de lo contrario la misión se habría ido al carajo y tocaría ponerse el mono de faena para hacer frente a una masacre. Afortunadamente confiaba en mis posibilidades y sabía que no iba a fallar con mi pistola, por lo que esperaba que mis compañeros no la cagaran:

Listo y dispuesto, teniente. Si la cosa se tuerce saldré echando leches para poner en marcha la voladura de los dos primeros cañones. Tal vez podamos atrincherarnos en el tercero y aguantar lo que nos echen.

- Entendido, mi teniente.-

dice Márquez pasando a retaguardia. El desafortunado disparo del gabacho le había dejado bien jodido. Pero aguantaría, vaya que sí.

Todo está a punto de irse a la mierda, pero venderemos caras nuestras vidas.

El grupo decidió jugárselo todo a un carta. Corriendo hacia el tercer pozo, Larkin y Caparso tomaron la delantera mientras Carrick les seguía el paso y Pepe se quedaba más rezagado. Los cuatro se asomaron al borde del pozo donde dos soldados intentaban comunicarse sin éxito por el teléfono de la posición. Los disparos de Caparso y Carrick destrozaron el teléfono mientras que los de Pepe y Larkin abatieron con precisión quirúrgica a los dos franceses.

Desde el último pozo se escuchaban voces y alguien dando órdenes. También habían averiguado que el teléfono no funcionaba y que tampoco podían dar la alarma. En el último tramo de la escollera había una escalera de hierro de mano que subía a un pequeño parapeto. Desde ahí, un soldado francés encendió un foco de vigilancia y lo dirigió hacia la posición del comando. Pero escondidos como estabais en el pozo no os descubren. De la última dotación del cañon salen dos soldados con fusiles que corren agachados hacia vosotros mientras se escuchaban gritos en francés que Pepe comunicó al resto que se trataba del oficial preguntando por el estado de los soldados de vuestro puesto.

Caparso, rapido, con cuidado de que no le vean, ponga los explosivos en el 3.

Joder, menos mal, no ha habido mayores problemas. Pienso para mis adentros. Ahora solo quedan 3, dos vienen de camino, fusiles en mano, con la protección del parapeto y ellos corriendo, sus posibilidades de darnos serian nulas, el truco seria eliminarlos a los dos rápidamente, y luego reventar ese maldito reflector de un certero disparo, mientras otros acabamos con el soldado que lo maneja. Les miro a los compañeros y les digo:

Tranquilos tranquilos, no perdamos la sangre fría, la cosa está mejor de lo que parece ¿Vale? Pepe, intenta decirles algo formal, como lo hacen los gabachos, "todo está bien, sin novedad señor", o algo similar.

Señalo con el pulgar hacia donde se oyen los pasos rápidos:

Vienen los dos últimos objetivos, los eliminamos con sigilo, son 4 pistolas dirigidas a 2 solados, dos por cada uno. Pepe y yo al oficial, Carric y Caparso al por el soldado. Será rápido, nos asomaremos lo mínimo, solo el coco con el casco y las pistolas dos segundos después de que Pepe de la novedad. Ellos no pueden disparar mientras corren y nosotros tenemos el parapeto. Cuando os asoméis para disparar cubriros ligeramente la vista con el casco para que el reflector no os ciegue u os deslumbre, ellos estarán recortados por la luz, vamos como en una diana...  entre los cuatro.

Levanto el segundo dedo:

Dos segundos después disparamos sobre el del reflector. Los cuatro a por él. Ese soldado no podrá hacer nada, está manejando el foco, así que ni disparar podrá. Ha subid hasta ahí y necesita las dos manos para usar el reflector. Tendrá el fusil aun al hombro, nosotros nos cargamos a los que vienen a pata, y luego dirigimos las pistolas hacia él, en ese lapso de tiempo desenfundar un fusil, y apuntar con cuidado es realmente complicado. Nos dará tiempo compañeros. ¿Ha quedado claro? Pepe habla en francés, 2 segundos, nos asomamos, 2 contra 1 y 2 contra 1, liquidados, apuntamos los 4 contra el del reflector, fuego, y si cae, luego disparamos el foco para apagarlo. No creo que sospechen demasiado, puede ser una revisión de rutina. Luego detallamos el resto. ¿Ok?

Pues adelante. Vamos Pepe, te toca. Después todos. Cuidado con la vista, cubriros para no quedar deslumbrados.

Dejo lista mi arma y la empuño con las dos manos pegándome al parapeto, listo para asomarme, apoyarla y afianzada con las dos manos, abrir fuego lo más certeramente posible contra los tipos que se recortan por la luz.

- Entendido, mi teniente.-

Dice Márquez. Ahora tocaba volver a hablar en gabacho, Pepe esperaba no volver a cagarla.

-¡Tout va bien, monsieur!.-

grita el ex-republicano español, luego apresta su pistola para cumplir las ordenes de su oficial.

Ahora nos jugamos el todo por el todo.

Se palpa la tensión mientras esperamos una respuesta positiva a las palabras gabachas de Pepe. Si falla, ya sabemos que solo nos queda el disparar contra todo. Mientras continuó agazapado en el pozo con la pistola lista, le doy vueltas a las órdenes:

No parece nada fácil disparar contra un tipo a 50 metros dándonos la luz de frente, lo más lógico sería disparar primero al maldito foco. Vaya mierda de noche que nos está saliendo.