Partida Rol por web

Competición de Bardos

Esta es la historia:

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23/11/2017, 17:09
Helenta de Garmondia

Salgo al escenario después del orco, con un caminar lento. Subo las escaleras apoyándome en un bastón que acabo de "agenciarme", después de verlo en la puerta de los baños de caballeros y pensar que sería un complemento perfecto para mi aspecto decrépito.

El público, ruidoso, no está centrado en el escenario. Así que aprovecho mi recien adquirido juguete para hacerme notar.

TOC TOC TOC

Tres golpes secos contra el suelo.

-Buscais una historia, pero las historias cuestan, pues aquí es donde váis a empezar a pagar: con silencio-

Hace años no hubiera dicho algo así, pero a las viejas nos pega mucho ser bordes, es casi lo que se espera de nosotras.

-Y ahora que ya parecéis atentos...- comento porque por fin se han callado -... podemos continuar nuestro relato. Zoia y Duncan observaban asombrados la figura que había aparecido. La magnífica Señora Oscura pareció molesta. Grande era su poder pero todavía no estaba en condiciones de enfrentarse a un dios del Olimpo, al que respaldaba el poder otorgado por la fe de miles de seguidores... incluso aunque el número de estos fuera menguando y fueran cada vez menos. Quizás si los inútiles de los esbirros de la Señora Oscura cumpliesen bien sus próximas misiones podría llegar a tener un poder que fuera rival para el ser que acababa de materializarse antes ella. Pero eso no sería hoy. Así pues, con un gesto elegante, la Señora Oscura lanzó un hechizo de evasión y desapareció tras una cortina de humo morado con olor a lluvia de otoño.

Nuestro protagonista y su chica quedaron en compañía de aquel hombre de regia presencia. Aunque, lo cierto es que el hombre de regia presencia, en ese momento, parecía más bien un chiquillo intentando explicarle a su padre porque no había entregado los deberes a tiempo.

-¿Quién eres?- preguntó Duncan

Con voz honda y cavernosa, él contestó

-Yo soy tu padre-

Luego tosió un poco, señalándose su túnica blanca y ligera.

-Perdona, es que tengo algo de catarro y fiebres.

Últimamente me muevo por zonas de nieves

y no tengo la precaución

de llevar un buen jubón-

Duncan protestó

-No puede ser mi progenitor.

Yo he conocido a mis padres

y sé quiénes son.

Sólo eres un enturbia-hogares.-

Entonces le rebatió el soberbio dios

-¡No! ¡Nada sabes!

En realidad ellos solo te estaban cuidando,

pero no eran tus verdaderos padres.

Te encontraron, en una canastilla, por un río navegando.-

Nuestro héroe estaba sorprendido. No podía creer semejante historia.

-Pero vamos a ver,

entonces, según eso 

¿mi madre quién ha de ser? 

y ¿por qué hasta ahora no supe nada de ésto?-

Un suspiro salió de entre los labios del dios

-Tienes que entender

que, a la ira de mi esposa,

todos mis hijos se han de exponer.

Es una mujer horrorosa

con una mentalidad anticuada

que no está a favor de las relaciones liberales,

a la antigua chapada.

Tu madre era una preciosa joven de cabellos dorados.

Lo cierto es que no recuerdo todo pues falla la memoria mía.

La conocí en una de las fiestas que daba mi compañero Baco.

Había mucho vino y ambrosía,

las chicas llevaban ropa ligera 

se movían al compás flautas de los faunos

Yo solo fui a acompañar a mi sobrina Primavera

para espantarle a algunos...

Abreviando, que una vez allí mi mirada se vio atraída

por el contoneo de unas caderas de una joven de estatura baja

que bailaba descalza y enloquecida

y tenía una frondosa cabellera rubia y rizada.

Ella se acercó empezó a decirme cosas que fui incapaz de resistir.

Que si que boca más redondita

Que si me gusta esa barbita

Que si que ojitos más bonitos 

Sus palabras me parecieron ¡tan inteligentes!, ¡tan acertada estaba!

que mi mente se nubló.

Pensé que ante una de las mismísimas musas me hallaba.

Así pues le propuse ser su sabio mentor,

que fuésemos a revisar papiros poco estudiados

que compartiésemos conocimientos en un lugar apartado.

Ella aceptó pues era una mujer ansiosa...

quería para ella toda mi sabiduría, 

la cultura por encima de todas las cosas.

Encontramos en aquel bosque un lugar apartado donde el ruido no se oía,

y nos entregamos al aprendizaje y la cultura

con el ansia que solamente dan los años jóvenes.

Ella demostró mucho interés, lanzándose con premura

mientras a lo lejos los demás nos observaban burlones. 

Invertimos un montón de tiempo aquella noche en profundizar

en todos los temas que nos parecieron más interesantes.

Ella realmente tenía muchas ganas de dejarse culturizar 

y para mí fue todo un placer poder enseñarle.

Nos separamos con los primeros albores,

quedamos en que nos volveríamos a ver por la tarde

para seguir aprendiendo sobre las dimensiones de los vectores

y el empuje de las fuerzas en función de los factores del entorno.

Pero, por desgracia, mi mujer me había cazado,

por lo que a la cita no me atreví a acudir.

Supongo que tu madre pensó que la había abandonado

y por eso no quiso nunca más saber nada de mí.

Yo, por mi parte, tenía otras discípulas que también requerían regocijo,

así que tuve que dejar ese tema hasta que mi esposa olvidase.

Algún tiempo después me vinieron cuchicheando que había tenido un hijo

y se lo había entregado a un matrimonio para que lo cuidase.

Quizás debería haber hecho algo más, siento mi ausencia

pero temía que si acudía a ti, por ser tan sensible,

Hera se enterase de tu existencia

y te hiciese la vida imposible.

Ahora debo marcharme, antes de que la histérica de mi conyuge se altere, 

pero os recomiendo que acudáis al templo de Hefesto, dios del fuego,

donde tu discípula* podrá volver a obtener sus poderes,

siempre y cuando a su dios haga el correcto ruego.-

Sin más la figura desapareció.

Duncan no podía hablar en ese momento debido a la sorpresa. Zoia no comentó nada, no quería presionarle, entendiendo lo que ésto podía haber supuesto para él. Así que sencillamente le cogió del brazo y le dirigió con dulzura para comenzar a andar hacia el lugar al que tenían que ir a continuación.

Durante los tres días que duró el viaje, Duncan no hacía más que repetir

-Pero no puede ser...

si tengo el mismo lunar que mi padre...-

Y Zoia no hacia más que responder

-¿Quieres dejar de tanto pensar?

A ver si te crees tú que los dioses del Olimpo son canguros

no tienen más cosas que hacer que bajar

a hacer confesiones de mentira a cualquier chaval en apuros-

Al final, después de esos 3 días de conversación monotemática, se encontraron ante las puertas del templo de Hefesto. El magnífico edificio contaba con una doble puerta de metal tan alta como 4 hombres, flanqueada por columnas de fuego a ambos lados.

-Tú espérame aquí que yo voy a ver

para conseguir que me devuelvan mis poderes

qué ofrenda tengo que hacer- 

Y, como siempre, en un punto de tensión y duda, dejo mi relato, mientras abandono el escenario entre lamentos por mi mala salud y amenazas con mi bastón a todo el que se cruza en mi camino. 

Notas de juego

*Obviamente, Zeus cree que Duncan está educando a Zoia en vectores y fuerzas

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01/12/2017, 11:59
Itzala el Bardo

Itzala salió del corredor oscuro en el que se lo había estado pasando bien mientras se abrochaba el pantalón. Los mugidos de la mujer anciana (ancianos a los setenta años, estos humanos...) le recordaban que tenía que seguir con la historia para que le dieran cerveza gratis, le admiraran y las groupies se tiraran a sus pies. Era un sacrificio que tenía que hacer. 

Saludó al público mientras afinaba su instrumento de camino a la tarima. Había escuchado el final de la historia sólo y decía como que ya estaban en el templo y Duncan se quedaba fuera esperando que le devolvieran los poderes a Zoia... o algo de una tarea. 

Subió al escenario, sonrió y comenzó a tocar un ritmo repetitivo. Esos siempre gustaban en las tabernas llenas de borrachuzos. 

Y así Duncan se quedó sentado fuera esperando...
Y imaginario bardo cuentahistorias odiando...
Por no escoger de entre todas otra opción...
Que en el ámbito íntimo le diera acción...

Porque de la mujer se estaba enamorando,
Y por mala que fuera le estaba gustando,
Y quería llegar a más, tanto en la cama,
O que fuera de eso más toda la trama
Porque a Zoia comérsela quería toda
Como si el asunto acababa en boda

Sí, así les irá gustando el asunto, hay que ir centrando el romance entre nuestros protagonistas. Por más que yo odiase a Zoia, el público manda y dispone. Itzala sabía que el público era soberano y sabía leer sus intereses. 

Muchas horas esperó Ducan el enamorado
Y eso de de frío ahí fuera estaba atorado
Pero al fin del templo salió Zoia llorosa
Cargada de pertrechos y una mochila rosa

Uf, esa rima ha ido justa. 

No me devuelven mi fuego hasta que haga una tarea
Y me ofrecieron una fácil y sencilla, solo tenía ea, 
que a un ser cercano con poderes arrojar al fuego sagrado
Y el pobre quedaría churruscado, quemado, estofado.
Y sabían que tú estabas aquí fuera esperando
Y el ojo maligno me guiñaron todos rezando..
Pero yo dije que de librarme de tí nada
Como se les ocurría semejante bobada
Otra misión prefiero
Porque yo te q.. me debes dinero. 

Los últimos versos habían ido temblando y con voz semifemenina (cosa que a un elfo bardo se le daba bien poner, era un maestro de todo el arte), a la vez que las notas de su bandurria habían sonado tristes y a la vez evocadoras. Zoia era orgullosa y aún después de tantas aventuras no podía reconocer que Duncan le gustaba. Sobre todo a si misma. 

Itzala decició seguir por ahí. 

Otra tarea me toca
Y no es cosa poca
Así que el fuego de los dioses recuperaré 
Para esa magna tarea me pertreché
Podemos salir ahora mismo y buscar
¿Pero qué te dedicas ahora a mirar?

Iztala dejó las rimas y siguió en prosa. —Muchas sacerdotisas del fuego (y algún sacerdote) habían salido fuera a despedir a Zoia en su misión de recuperar el fuego sagrado y así ver a Duncan, y muchos de ellos y ellas tentaban con cálidos abrazos al muchacho, sin duda Zoia les había contado acerca de que tenía poderes... y sacrificarlo al fuego sería la manera óptima de aumentar los propios. Eso sí, había que lanzar al fuego al ser amado, y para eso los clérigos y clérigas estaban ligeramente... desnudos o provocando o tratando de seducir al bueno de Duncan. 

Dotadas estaban aquellas mujeres
Más que Zoia ¡Menudos seres!
Carne y pecado a Duncan ofrecían
Mas el mal en el corazón tenían

Volvió a la prosa... Duncan era un muchacho de pueblo, vió que tenía placeres sin límite delante de él. Y seguro que no acababa en la hoguera porque algún rayo salvador freiría a los malvados que le tiraran. Pero cuando ya estaba a punto de arrojarse en brazos de las fogosas sacerdotisas (esquivando al ocasional sacerdote que también quería) se dio cuenta de algo que le raspaba lo más profundo de su corazón....

Y Duncan se dio la vuelta y con Zoia acudió
Se rascó la cabeza, tropezó y luego sonrió
—Casi que contigo a la misión ir prefiero
Porque resulta que yo también te... te debo dinero... 

Vale, ya he centrado el asunto y dejo otra misión en el aire... encontrar el fuego Sagrado, entonces Zoia recuperará los poderes. Perfecto. A volverme a mi público debo.

Itzala, el major bardo del reino (y de varios más) hizo un reverencia y bajó las escaleras graciosamente, dispuesto a dejarse agasajar (y más cosas) por el entregado público. Y si era menester, podría explicar a alguna joven (en secreto) lo que pasaba en realidad entre los dos enamorados. Siempre a cambio de algunos "besos", por supuesto. 

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14/12/2017, 00:28
Sir Archibald Bradley

La sala volvia a sentirse incómoda. Nadie subía al estrado. Así que se anunció el nombre del siguiente bardo por segunda vez.

-Sir Archibald Bradley, al escenario!!!

Entonces alguien decidió verter una jarra de agua encima del personaje que dormía con la cabeza reclinada en la barra del bar.

Sir Archibald se levantó y subió, chorreando, a la zona de competición, mientras intentaba, en balde, afinar su laúd. (En balde porque lo que llevaba entre manos no era su laúd, sinó un jamón que había cogido de la barra)

-Estimado público… Dejadme que continúe con la história para que todos podamos satisfacer nuestra curiosidad con lo que a Zoia, Dunkan y Verdín aconteció.

Alguien entre el público gritó “El duende Verdín con zu eztupida zonriza ha ezplotado hace 2 bardos, atontado!!!” y el público se descompuso en una carcajada general.

Entonces Sir Archibald Bradley miró con desdén al orco y solo dijo… “eh… Sí, ya lo sabia. Solo era para ver si estabais atentos

Y empezó su narración:

Zoia y Dunkan emprendieron hasta Tebas, su camino

donde habita el oráculo quien lee bien el destino

su misión es simple y clara preguntarle a este ser

quiere el público ayudarme que es lo que quieren saber?

Y Sir Archibald miró atentamente al público esperando una respuesta.

-Quieren saber dónde hallar el fuego sagrado de los dioses, desastre!!!

A lo que nuestro bardo contestó:

-Ya lo sabía, ya lo sabía!!!

Y entonces entonó una cancioncilla que decía

Y Dunkan, y Zoia, caminaban, caminaban a su olla,

Y Zoia, y Dunkan, caminaban, caminaban no se turban

Y cuando Sir Archibald vió volar los primeros tomates cesó con su canción.

-Oye tu, chavalín, sí tu, el de los polvos, puedes hacer que haya un poco de niebla para dar más misterio? Què dices? que esto es una competición y que me traiga los polvos hechos de casa… Bfff, como está el patio.

Apurose entonces Sir Archibald una jarra de cerveza sin dueño que estaba en el escenario y continuó (Por fin) su narración

-En esto que Zoia y Duncan llegaron a la ciudad de Tebas y subieron al monte donde vivía el oraculo. Allí, una niebla misteriosa les daba la bienvenida, niebla que tendréis que imaginar porque Brook Hagard no piensa colaborar. Y de pronto apareció… El culo del orador… Digo, el Oráculo! (jajaja… seguro que Verdín hubiera estallado en risas con este chiste)

-Quién osa molestar al Oráculo de Tebas? Te-vas a enterar de lo que puede acontecer por molestarme!!!

-Hola Oráculo, somos Dunkan y Zoia y hemos venido a preguntarte como podemos encontrar el fuego sagrado de los dioses y recuperarlo.

-Te-vas a buscar el fuego, insulso humano? Mis consejos te diré si al oráculo le respondes unas preguntas.

Entonces Zoia dijo

-Esta me la sé: és el hombre! Que primero gatea a 4 patas, después camina a 2 y en su vejez se apoya en el bastón!!!

El oráculo miró de reojo a la recién llegada y le dijo

-Mira chica, te-vas callando y escuchando lo que tengo que deciros. Que tu enigma es más viejo que Helenta de Garmondia. Prestad atención, decidme: quien se atreve a molestar los dioses con sus cánticos de buena mañana? Quien desprende un horror de voz y su canto nauseabundo le acompaña?

Y Zoia y Dunkan respondieron al unísono

-Guturuk Cantosko!!!

-Muy bien, contestó. Podía ser un pedo o Guturuk, ambas respuestas son correctas.-Afirmó el Oráculo

-Los pedos huelen mejor que él- Dijo Zoia

-No te motives chavala, porque sino respondes a la siguiente pregunta serás más corta que?

-María conchita de las Riveras Verdes- Dijo Dunkan riéndose de su propuesta.

A lo que el Oráculo añadió -Dunkan… no me seas tan estirado, porque sino serás???

-Itzala el Bardo!!!-Gritaron nuestros protagonistas con una carcajada impresionante.

Carcajada que, el público estaba compartiendo con ellos en ese momento.

Bueno, casi todo el público…

-Bueno, ya nos hemos reído un rato- Dijo el oráculo- Teneis que comprender que vivir en esta montaña es más pesado que…?

-Navar y sus canciones. -Volvieron a gritar nuestros héroes.

-Por favor, no continuéis por ese camino, es angosto y estrecho como ???

-Azalea von Swintek- (aquí ya no solo contestó Sir Archibald Bradley, sinó que algunos de los asistentes entraron en el juego y tambíen gritaron su nombre)

Cuando la cosa se calmó un poco, entonces la voz del Oráculo resonó por todo el monte.

-Bueno, habeis respondido correctamente a mis enigmas. Eso sí, tenéis que saber que el Fuego sagrado de los Dioses está más desaparecido que el Señor Uno-Dos. Para llegar a él necesitareis un escarabajo alado tan grande que sea capaz de transportaros en su lomo a los dos hasta la puerta del mismo monte Olimpo.

-Pero… dónde podemos conseguir tal ejemplar?- Preguntó Dunkan

-Muy fácil. Solo teneis que aprovechar esta noche para capturar uno de los que habita en la cueva y empezar a alimentarlo durante dos semanas con su manjar favorito…

-Mie_da!!!- Exclamaron nuestros jovenes protagonista.

-Pues ya sabeis lo que os toca.

Y así, dejando la escena llena de estiércol, Sir Archibald Bradley dió una reverencia y bajó del escenario dando paso al siguiente concursante...

 

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17/01/2018, 22:09
Azalea von Swintek

-Ya tenían nuestros héroes localizado al escarabajo en una de las cuevas del monte donde habita el oráculo.
Advirtieron que no haría falta capturarlo con violencia si se ganaban su confianza alimentándolo desde el primer momento.
Y si tenían la suficiente paciencia para ir domándolo poco a poco subiéndose cada día a su lomo un rato,
finalmente, al cabo de más o menos el par de semanas de tiempo que les había dicho el oráculo,
podrían lograr que les transportara volando a donde ellos quisieran.

-Para poder alimentarlo nuestros héroes tuvieron que ir robando cubos de estiércol de los pueblos de los alrededores.
Cada noche en uno diferente para que no los pillaran, ya que robar los recursos de las poblaciones era un delito muy grave.
Fue una tarea delicada, tediosa, y evidentemente muy sucia. En una ocasión estuvieron a punto de sorprenderlos y para librarse
tuvieron que esconderse bastante rato dentro de un gran montón de la materia orgánica que estaban tomando prestada.

-Pero tantos esfuerzos no fueron en vano. Y cuando había transcurrido el tiempo previsto, el escarabajo los llevó sobre su lomo
hasta el mismísimo Olimpo. Allí, la siguiente tarea de nuestros héroes será mucho más difícil y peligrosa.
Tendrán que robar el Fuego Sagrado de los Dioses.

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02/02/2018, 10:26
Brook Hagard

Brook no tardó en subir al escenario mientras que estaba seguro que ya no tendría un truco que pudiera sorprender mucho al público y sin embargo, no dudo en entrar nuevamente a la vista de todos con su baraja de cartas, meclándolas casualmente mientra observaba a quienes esperaban ver como continuaba aquella historia.

Un trabajo sucio les tocó a nuestros héroes y sin embargo, por la magia de Zoia Duncan no estaba dispuesto a hacerle asco a ninguna tarea, pero lo mas difícil no había terminado porque ante ellos, les esperaba la tarea de robarle a los dioses mismos que habitaban en el olimpo.

Fueron sus palabras mientras lanzaba una de las cartas contra uno de los bordes laterales del escenarios, dejando que de la misma se alzara una columna de humo que lentamente iba tomando la forma de una montaña ridículamente grande, tanto que llegaba al techo.

Ellos no sabían a donde ir, pero por eso tenían al escarabajo, que siguiendo sus instintos y como si ellos no pensaran nada, los llevaba a su destino, uno que tardaron días enteros para llegar. Por suerte, cuando la comida se había terminado y las dudas afloraban tanto que cada minuto era motivo para discutir, lo vieron... Vieron esa montaña, como el escarabajo emezaba a subir mas y mas mientras que todos los motivos para discutir desaparecían.

Agregaba Brook que se arrodillaba en el suelo sosteniendo otra cara, de donde un pequeño escarabajo salía volando hacia la montaña, casi para representar a escala lo que debia ser aquel viaje. Sin embargo, cuando el insecto parecía estar por llegar a la cima, una melodía repentina salía e aquella montaña...

Duncan y Zoia se agarraban con fuerza, el frío de las alturas empezaba a colarse por sus prendas y ese insecto parecía tambien que se empezaba a cansar, sin embargo estaban cerca, podían ver a lo lejos el color verde mezcándose con el de las rocas, una saliente que indicaba un posible final a esa parte del viaje... Pero fue cuando las nubes a su alrededor se empezaron a oscurecer.

"Duncan! No es hora para tus rayos!"

"No soy yo lo juro!"

"Como puedes estar seguro si aun no los controlas bien??!!!!"

"Pero si hace mucho que no hago que caigan por accidente!!!"

Narraba Brook agachándose y alzando sus manos para que luego las voces ilusorias de los protagonistas se escucharan a medida que de sus mangas, surgían nubes ilusorias, grises que parecían amenazar con desatar una tormenta en ese escenario, aunque no fue lo que pasó.

Nuestros héroes ignoraban la verdad, que no estaban solos y que a los Dioses no les gusta que los mortales invadan su santuario, no con vida... Pero antes de que ellos pudieran discutir mas, antes incluso de que Zoia demandara a Ducan que se detuviera, rafagas violentas de viento empezaron a surgir de las nubes, sacudiéndolos, buscando derribarlos y por momentos parecía que lo soportarían... Pero el escarabajo llevaba dias volando sin descanso.

Ante la vista de todos, ese escarabajo se sacudía en el aire, incluso los que estaban sentados mas cerca del escenario, podían sentir el viento que sacudía a la criatura para al final, ver como la misma se estrellaba contra la ladera de la montaña para luego, caer hacia el piso en un silencio repentino...

Pero a pesar de que todo parecía haber llegado a su final... Duncan y Zoia lograron sobrevivir milagrosamente, en un impulso guiado por la desesperación, saltaron logrando agarrarse de algunas piedras, quedando colgados y con un problema enorme entre manos... Pero mientras parecía que iban a tener que usar sus fuerzas para escalar ese último trecho, al menos las nubes se disiparon sospechosamente.

Con una reverencia y dejando que los efectos de su magia y cartas desaparecieran, una sonrisa ladina se dibujó en los labios del bardo antes de hacer una reverencia, justo antes de bajarse del escenario para ver que pueden idear sus compañeros para continuar con aquello

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13/02/2018, 11:05
Guturuk Cantosko

Guturuk relevó a Brook en el escenario. Se acercó al borde del mismo y se agachó, quedando muy cerca de la primera fila del público, lo cuál incomodó a alguno de los parroquianos, no acostumbrados a tener la cara de un orco tan cerca de las suyas.

Traz la dura caída contra laz rocaz, nueztroz héroez eztaban magulladoz, pero habían logrado zobrevivir. Lamentablemente para elloz, ze encontraban aún a doz tercioz de altura del Monte Olimpo, y el último tercio era el máz ezcarpado... -medio susurró Guturuk a la concurrencia. Al fin y al cabo también tenían que oírlo más atrás.

Comenzaron a trepar, 
con máz fuerza al principio, 
con máz determinación al final. 
Poco a poco avanzaban, 
aunque de vez en cuando un eztruendo rezonaba
y ladera abajo piedraz y cazcotez rodaban.
De loz dezprendimientoz aumentaba la frecuencia,
era como zi ze trataran de una advertencia
pero al que laz hacía ze le agotaba la paciencia.

Guturuk fue rimando, pero en tono sosegado y sin llegar a cantar. Parecía que este número no iba a ser musical, como acostumbraba. Estaba claro que estaba intentando crear una situación sombría para dirigirla hacia algún clímax.

¡DETENEOZ! -Tronó una voz dezde lo alto. Cuando alzaron la vizta, pudieron ver una zilueta entre laz nubez, en lo máz alto del Monte Olimpo.

Deteneoz de una vez. Zé lo que veníz a buzcar, y por mucho que zeaz mi hijo no ez algo que pueda permitir. El Fuego Zagrado de loz Diozez ya ha zido robado alguna vez, pero ziempre hemoz hallado a loz rezponzablez y el caztigo ez... ¡la tortura eterna! -intentó convencerlez Zeuz.

Azí puez, dad la vuelta. Bajad del Monte Olimpo y ningún caztigo ze oz impondrá, puez ningún mal habéiz cometido... aún.

Duncan y Zoia cruzaron miradaz. En loz ojoz del otro pudieron ver miedo, pero también determinación. Amboz eztaban dizpueztoz a continuar, a enfrentarze a Zeuz, a afrontar laz conzecuenciaz. Zin mediar palabra, echaron mano al ziguiente azimiento y continuaron trepando.

Zeuz, furibundo, rezopló.

¡Como queráiz! -y lanzó un rayo que provocó un dezprendimiento enorme, pero laz piedraz no llegaron a impactar a la pareja, que ziguió adelante.

¡Bazta! -otro rayo, máz piedraz, maz nueztroz amigoz no ze detenían.

¡BAZTA! -Zeuz lanzó un rayo máz. Duncan observó cómo ezta vez el rayo no iba dirigido a laz rocaz sobre zuz cabezaz, zino que iba directo hacia Zoia. Quizáz Zeuz penzaba que zi eliminaba finalmente a aquella humana de la ecuación, zu hijo entraría en razón.

¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO! -aulló Duncan, exztendiendo zu brazo derecho, y un choque de energíaz generó una corriente de aire que le azotó el roztro.

¡El rayo ze había detenido! ¿Cómo era pozible? ¿Podía al fin controlar zuz poderez?... En todo ezto penzaba Duncan mientraz zu mano izquierda perdía agarre zobre la roca de la montaña. Y de repente ya no eztaba agarrando nada...

Guturuk calló, dejando a todos los asistentes en vilo. Miró las caras de interés del público, ¡que ansiaban saber qué ocurría después! Entonces rió, a carcajada limpia.

¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡Turno del ziguiente!
 

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20/02/2018, 20:38
Helenta de Garmondia

Me levanto despacio mientras farfullo entre mis encías desdentadas -Maldito orco asqueroso, cagalindes, capruloso, mamerto, mangurrian, zurumbático...- Estaba empezando a notar un cierto patrón y es que el orco acababa cada uno de sus relatos en el momento álgido, lo que le granjeaba el interés de los espectadores y me obligaba a empezar desde un punto de atención muy elevado, con lo cual la atención de sus oyentes solo podía ir decayendo.

Me subo al escenario y durante unos segundos observo al público en silencio. Luego hago como que mastico algo... algo que, por supuesto, no tenía en la boca. Pero ese gesto era muy de persona mayor.

-Tú, zagal- le digo a uno de los pequeños granujas que otean en la puerta -Trae acá esa silla, que no estoy yo en edad de estar de pie-

Cuando por fin el niño trajo la silla al escenario, se lo agradezco con un bastonazo en las posaderas -¡Anda! ¡Arrea! Que no tenías que estar aquí viendo esto. Corre para casa antes de que me chive a tu madre-

Luego intento continuar la narración desde donde la había dejado el orco.

-Ahí tenemos a Duncan, cayendo hacia un abismo que ni él sabía dónde acababa. Lo cierto es que Zoia había intentado sujetarle cuando él resbaló. Pero claro, aunque los pectorales de Zoia podían llamar la atención, lo cierto es que fuerza, lo que se dice fuerza, no tenían demasiada. Como consecuencia, un par de metros por detrás de Duncan, caía Zoya. Seguramente, la chica pensó que iba a tener la suerte de caer en blandito porque él llegaría antes al suelo. Pero le debió dar remordimientos pensar así y cambió de idea.

-Abrázame Duncan- le pidió estirándose hasta que sus manos se tocaron

-¿Pero te has vuelto loca? ¡Que vamos a morir!- le contestó el héroe mientras un pico de la ladera se le clavaba en la cadera

-Quiero abrazarte "toito"

Que la muerte nos encuentre entrelazados

Nuestros cuerpos enganchados

Aunque sea sin... coito ¡Arg!- gritó ella mientras un trozo de roca desgarraba su pierna

Tampoco pudieron hablar mucho más, pues al poco llegaron al final de su carrera. Y, allí mismo, casi en el punto donde se subieron en el escarabajo, sus cuerpos se estamparon esparciendo sus entrañas por la ladera de la montaña.

Miro al suelo y dejo que el silencio lo invada todo. Sin que mi gesto lo refleje, por dentro estoy satisfecha. "¡Ja! Toma punto álgido" pienso con rencor.

-Nuestros héroes habían hallado la muerte al pie del Olimpo. Pero antes de que Zeus tuviera tiempo de darse cuenta, sus almas habían abandonado su cuerpo. 

-Es un placer aquí recibiros.

Bienvenidos a los dominios de Hades... también llamado Infierno 

¿Alguien tiene ganas de robar de los dioses el fuego...

asolando el Olimpo, chicos?-

Allí, delante de ellos, una figura a medio vestir apareció. Duncan y Zoia estaban confusos. ¿Acaso no habían muerto? Recordaban perfectamente el dolor y el sufrimiento...

La figura antes ellos seguía hablando. Era un hombre atractivo, de fuertes brazos, musculoso pecho, bien torneado abdomen... Y ya más abajo, pues no sabemos porque llevaba una especie de faldita.

-¿Chicos? ¿Hola? ¿Habeis escuchado mi oferta?

Lo que más llamaba la atención de Hades eran sus ojos. De un color castaño oscuro, casi rojo, tenían un brillo malvado reflejado en ellos.

-Sobrino, estoy al corriente de vuestras intenciones

así que vamos ahorrarnos presentaciones 

y vayamos directos al grano.

Si queréis robar el Fuego, puedo y quiero ayudaros.-

-¿Y qué sacas tú con eso?- preguntó Zoia -¿Por qué ibas a querer ayudarnos?-

Hades puso gesto de hastío y respondió

-¿Pero tú sabes lo que es estar, todo el día, aquí metido?

Hasta que esa panda de engreídos que se creen lo "más" abandonen el Olimpo,

yo no podré salir de aquí.

Y este sitio, creedme, no es un jardín.

La fama que tiene se la ha ganado por cojones.

Todo el tiempo se escuchan gritos y lamentaciones,

da igual cuanto insonorices tu habitación.

Además, hace demasiado calor

y tenemos que ir siempre con poca muda

¿¿tú sabes lo que es tener por aquí la gente casi desnuda 

y que en cambio tu esposa solo venga media temporada??

¿te haces una idea del sufrimiento que es? ¿de la putada?

-¡NO!-  dijo Duncan -Una cosa es robarle a Zeus la combustión 

porque no nos queda más opción

para devolverle a Zoia su poder.

Y otra cosa muy distinta es traicionarle para ayudarte.

Todo el mundo sabe lo mal que os lleváis.-

-Chico- le dijo Hades -Creo que te estás equivocando.

Una cosa es que me ofrezca a ayudaros 

y otra cosa es que esté dispuesto a que la rechacéis.

Mira a los lados para recordar dónde os véis.

Y ahora piensa que de aquí no se sale-

Zoia entonces respondió

-Pues yo sé alguna historia de gente que ha podido escapar-

-¡¡Mentira!!- grito iracundo Hades -¡Eso son falacias!-

Y con un chasqueo de dedos, sendas cadenas aparecieron que ataron a nuestros héroes a la roca.

Entonces toso. Toso más. Cada vez con más fuerza, hasta que consigo casi que me duela la garganta, momento en el que empezó a toser ya de verdad, no fingido. Así me excuso y abandono el escenario dejando allí la silla. ¡A ver si encima voy a tener que recogerla!

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01/03/2018, 02:00
Itzala el Bardo

La noche era joven e Itzala había estado ya con varias camareras y parroquianas humanas. También había bebido gratis más de veinte vasos pero, como verdadero elfo, el alcohol sólo tenía efectos positivos en él. 

El único problema era tener que acabar rápido sus escapadas cuando la anciana humana gruñía sus últimos acordes, afortunadamente para el elfo, era rápido en todas sus actuaciones. Todas. 

Como tose, los humanos viven tan rápido que se nos va a morir en el escenario. En fin. ¡Mas drama! Le echaré la culpa a alguien sólo por fastidiar. Vayamos, me toca... ahora sabrán lo que es buena oratoria, música y composición...

Itzala no comprobó sus ropajes o atuendo, siempre estaba magnífico y subió al escenario con su instrumento presto (el musical), apartando la silla de una patada. 

Rasgueó el cordaje sacando dulces sonidos musicales. —Duncan y Zoia habían muerto... vidas humanas perdidas, como libélulas preciosas que sólo duran un día. Más su amor no moriría jamás, incluso en los dominios del Hades...

La música pasó a ser tenebrosa. 

—Atados estaban. Atados permanecían, ¿Cuanto tiempo pasó? En los dominios del Hades todo era eterno. Pero si había algo que angustiaba a nuestros tórtolos... era que no podían consumar su amor. Con lo que un segundo era un mes, un minuto un año y una hora... a saber, porque atados así, aguantaron menos de una. Pronto sus opiniones habían cambiado. 

—"Mi señor Hades..." dijo nuestro héroe Duncan "Dejad salir de aquí a Zoia y haré lo que me pedís." —Itzala ponía bien la voz de humano. Incluso sacaba de ella su estupidez general —En el fondo era un caballero— por alguna razón le había tomado cariño al estúpido personaje ficticio. Quién se lo iba a decir. 

—"Nada de eso" Zoia ya no tenía nada que perder, ni ropa, ni vida, ni poderes, pero no iba a dejar que Duncan se sacrificara por ella. "Dejad salir a Duncan y yo haré lo que me pedís". 

—"¿Que tal si os suelto a ambos? Os libero de aquí con los huesos intactos y algo de ropa, después de tomar una buena sopa..." —Itzala se empezó a acordar que tenía que hablar en verso... lo había hecho antes, pero ahora quizá el alcohol sí le había hecho efecto. —"A cambio solo os pediría que por un pasaje fuerais al Olympo, robarais el fuego... y rescataseis a mi mujer Perséfone para que se viniera un fin de semana conmigo, que estoy muy solo ahora en Verano".

—¿Qué me decís? ¿No puede un enamorado pedir ayuda a otros?

—Duncan y Zoia se miraron, después de todo... nadie había hecho nada por ellos hasta ahora, Hades era el primero, por muy desagradable que fuera. 

—"¿Y si tu mujer no quiere venir?" comentó Zoia "Entonces que no venga, no le toquéis un pelo de su cabeza. Dijo el "malvado" dios".

La música, inquietante, había pasado a una más animada. 

—Así Duncan y Zoia se lavaron en los estanques de las llanuras de los Campos Elíseos, se vistieron con ropas elegantes que les proporcionó el dios de los Muertos... y se dirigieron por un pasadizo que les enseñó hacia el Olympo... donde tenían una doble misión... robar el Fuego de los Dioses y rescatar a la Mujer de Hades...

Después de las intervenciones desastrosas del resto, Itzala había encarrilado la historia por fin. Ahora quizá los chicos harían algo... si tenía que ser él, el elfo, el que arreglara todo, como cuando les hizo declararse su amor...

En el fondo era un romántico. Un romántico múltiple. Vio a una aventurera pechugona entre el público, hizo una reverencia al haber acabado su turno y bajó a ver si podía invitarla a una buena bebida. 

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08/03/2018, 02:16
Sir Archibald Bradley

Era el momento empezar a enderezar la situación de Sir Archibald Bradley si quería conseguir salir del final de la cola del ranking.

Subió al escenario y miró al público. Y luego se dió cuenta de que ante él sólo había una docena de cerdos hambrientos. Literalmente…

En algún momento entre las últimas jarras de cerveza y la siesta recuperadora a la que se ha sometido, alguien había aprovechado para llevarlo fuera de la competición y lanzarlo en medio de las porquerizas.

Entró de nuevo a la taberna, oliendo a rayos y dándose cuenta que toda la audiencia se estaba percatando de tal situación.

Afinó su trombón, sacó de su interior unas peladuras de patata y empezó su narración:

-Quizá crean que huelo mal

que voy guarro tu ya sabes

pero un servidor ha estado

en los dominios de Hades

Así que mi olor

es la reproducción

de lo que Zoia y Dunkan

olian en la ocasión

Después de su introducción, Archibald empezó su narración:

Dunkan y Zoya empezaron a caminar por un túnel largo y angosto, prácticamente a oscuras y sin saber muy bien dónde les iba a llevar tal camino.

Y de repente, una luz al final del túnel. Durante unos segundos, Zoia advirtió a Dunkan de que tal luz podía ser la puerta de entrada a la muerte… Y entonces se dieron cuenta que eso ya no era posible para ellos!!!

Caminaron hacia el final del misterioso pasadizo y aparecieron, como no, en el centro del Olimpo. Dunkan y Zoia se abrazaron ante tanta suerte y decidieron aprovechar que el tiempo iba en su contra.

-Zoia, porque no vas tu a buscar el fuego sagrado y yo a por Perséfone y así vamos al grano?

Se separaron

Y Dunkan recorrió salas y pasadizos del Olimpo

Y Zoya recorrió pasadizos y salas del Olimpo... Hasta que la encontró...

Era una tarde cualquiera, era una tarde de buen grado

y por fortuna encontró a Perséfone y no el fuego sagrado

Como saber que era ella, no llevaba su nombre escrito

Zoia no podía saber con quien había coincidido...

-Buenas tardes bella dama. Podría indicarme dónde puedo hallar el fuego sagrado?

-Lo siento estimada amiga, seguirá tu sufrimiento. El fuego sagrado? se extinguió por un problema de mantenimiento.

-Perdón?

-Sí, los dioses que se encargaban de añadir la leña, se quedaron dormidos después de una fiesta, y el fuego se extinguió, como se extinguió mi amor por Hades, hace ya mucho tiempo...

-Perdón?

-Soy Perséfone, la mujer de Hades. Pero me he escapado de su nauseabundo mundo (Ah, sí, que te voy a contar) porque no puedo soportar ni un minuto más a su lado… Y a dónde vas?

-Que a dónde iva??? a buscar a Dunkan para anunciarle que ni Perséfone volveria con Hades ni el fuego sagrado podria ser robado..

 

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21/03/2018, 17:43
Azalea von Swintek

-Cuando nuestros héroes le habían preguntado a Hades qué podría pasar si su esposa se negaba a volver con él,
éste les había dicho que entonces la dejaran en paz. Para tener pruebas de su negativa, Zoia le pidió a Perséfone si podía
escribirle a su esposo unas letras con su respuesta y ésta accedió. De esta manera nuestros protagonistas ya habían realizado
una de sus tareas, aunque les quedaba robar un Fuego Sagrado que ya no existía para que Zoia recuperase sus poderes.

-Pero la falta de un Fuego Sagrado que robar se podía subsanar si Duncan le rogaba a su Padre que con un rayo crease otro.
Decidieron hacerse pasar por dos nuevos criados para poder moverse mejor por la morada de los dioses y llegar hasta Zeus.
Si por el camino alguien les preguntaba dirían que acudían a la presencia del Padre debido al ruego de uno de sus hijos.
Cuando llegaron a los aposentos del Dios Supremo, éste tuvo mucho gozo en recibirlos y se admiró del gran valor que ambos
habían demostrado para conseguir sus objetivos, de tal manera que allí mismo los devolvió de la muerte y accedió a sus ruegos
encendiendo con un rayo una antorcha de un nuevo Fuego Sagrado del que nuestros héroes serían Inviolables Portadores.

-Y así Duncan y Zoia consiguieron el Fuego Sagrado sin necesidad de robarlo para que ella fuese restaurada en sus poderes.

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05/04/2018, 19:56
Brook Hagard

Dioses caprichosos, cambian sus decisiones como les apetezca en el momento y la verdad es que no importa, porque son dioses y pueden hacerlo, incluso nosotros los mortales podemos decidir no dar algo y luego entregarlo... Pero también funciona de la otra forma.

Eran las primeras palabras que salían de los labios de Brook en el momento en que volvía al escenario, él público seguía pendiente de la historia, de como un joven con mala suerte empezó su viaje solo y con el paso de los minutos y de las estrofas, se encontraban escuchando como Duncan y Zoia luchaban por llevar ese fuego sagrado de regreso a las manos mortales. PEro antes quedaba algo importante, después de todo, los héroes no llegaron hasta donde estaban sin haber cargado con deudas que debían pagar.

Tanto Duncan como Zoia se mostraron agradecidos ante Zeus, aunque con cierto reparo ya que ese Dios ya los mató una vez, incluso a su propio hijo por lo que en realidad, decidieron partir lo antes posible. Pero mientras Duncan intentaba pasar al siguiente problema, que era como salir del olimpo para poder regresar con el fuego sagrado, fue Zoia quien recordó que algo mas tenían que hacer antes de siquiera pensar en como "bajar" de allí.

Narraba Brook que con calma se sentó en una silla que una vez mas había llevado con él para sentarse en la misma, aunque al hacerlo dejaba que el resto de las cartas que tenía en su baraja cayeran sobre el suelo, creando un fuego azulado que pronto parecía ser la única fuente de aquel lugar, dándole a Brooke un aspecto sombrío.

Pero cuando ellos llegaron ante Hades, la entrega de esa carta no fue lo que esperaba de ellos, la seguridad de recuperar a su esposa era tal, que cuando leyó aquellas palabras una profunda ira invadió su corazón... Se suponía que ella volvería, se suponía que  esos mortales enviaran su mensaje y la recuperaran y sin embargo, el resultado era uno completamente inaceptable e incluso, traicionado se sintió.

La voz de Brook se volvía mas siniestra al tiempo que se incorporaba terminando por chasquear los dedos, fue cuando una melodía muy diferente empezaba a escucharse, con sombras que surgían de las llamas danzando y rodeando a Brook que pronto se dispuso a continuar con aquella narración.

"No no no, ustedes creen que soy fácil de engañar? Acaso no se dan cuenta que de todos los Dioses soy al que menos deben hacer enojar? Tengo esbirros, un perro de tres cabezas y el tiempo para elegir un castigo personal a cada alma que pasa por mis manos... En serio creyeron que podrían engañarme con un trozo de papel?"

La melodía parecía alegre, incluso las sombras empezaban a chasquear los dedos mientras Brook buscaba personificar un Hades enfadado y con el funesto humor como para un musical. Pero mientras cantaba dos figuras humanoides aparecían sosteniendo una luz intensa en sus manos. Podían ver como las sombras danzantes le cortaban la huida y empezaban a rodearlos.

"Yo soy quien siempre recorre los caminos que otros dioses no se atreven, soy la razón por la que temen a la noche y seré la razón por la que ustedes no podrán llevar mas la luz y no podran hacer nada para evitarlo... Porque solo debo hacer sonar mis dedos y muertos de nuevo estan"

Continuó Brook hablándole a los portadores de la luz, caminando hacia ellos mientras las figuras que presentaban a los protagonistas empezaban a hacerse pequeñas al mismo tiempo que ese fuego azulado crecía hasta alcanzar la altura del bardo. Pero cuando el chasqueaba sus dedos las sombras danzantes le arrebataron la luz a Duncan y a Zoia, justo antes de que ambos cayeran al suelo y se esfumaran en el aire como si nunca hubieran existido.

"Muertos se quedaran, destinados a servir de alimento a mi perro guardián una y otra vez, ese es el castigo por intentar engañarme con una carta... PEro el peor castigo será para mis iguales, el fuego Sagrado ahora es propiedad de mi reino y nadie mas lo verá."

Sentenciaba Hades dispuesto a no creer que su esposa, su adorada mujer pudiera sentir lo que esa carta expresaba y con la sentencia hecha y el fuego sagrado en su poder, toda la sala se volvió oscuridad... Para cuando las luces de las velas y los faroles volvían a surgir, el escenario se encontraba vacío nuevamente, listo para quien quisiera continuar.

 

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15/04/2018, 11:40
Guturuk Cantosko

Guturuk regresó al escenario después de otra interesante participación de Brook. Je, ese humano era duro, sabía aprovechar muy bien sus dones mágicos para dar un buen espectáculo. Actuar después de él siempre era difícil, pero tanto más placentero sería para el orco ganar este concurso de esta forma.

Sin perder ni un segundo, Guturuk retomó la historia.

Dezpuéz de haberlez arrebatado la vida de nuevo, Hadez llamó a uno de zuz demoníacoz lacayoz. Acudió uno que no parecía zer muy avizpado, y Hadez le ordenó encadenar laz almaz de Duncan y Zoia a una de laz rocaz de eza zala.

-Recuerda, -inztruyó al lacayo- bajo ningún concepto eztaz doz almaz han de zer liberadaz. No deben reunirze con ningún otro alma. Permanecerán aquí aizladas. ¿Queda claro?

-Clarízimo zeñor. No he de liberarloz.

-Muy bien.

-Pero zi vienen otraz almaz pueden reunirze con ellaz.

-¡No, no, no, no! Que no ze reúnan con ningún alma. Que no venga nadie aquí.

-De acuerdo zeñor, no ze reunirán con nadie. Pero zi me lo piden lez liberaré.

-Muy bien... ¿Qué? ¡NO!

Mientraz Hadez y zu lacayo dizcutían, Duncan y Zoia ze miraban melancólicoz, viéndoze allí atrapadoz para ziempre... ¿Era aquella ridícula dizcuzión parte de zu tortura eterna?

Guturuk empezó a rasgar algunas notas en su hachatarra, mientras continuaba narrando.

Zuavemente, unaz tenuez notaz muzicalez empezaron a zonar. Duncan inzpiró profundamente, dizpuezto a comenzar un número muzical, pero Hadez le interrumpió.

-¡Eh! ¡Eh! ¡NADA DE CANTAR!

-¿Cómo? Pero zi eztamoz aquí condenadoz para ziempre, ¿no podemoz ziquiera cantar?

-No, ez algo que no zoporto. No quiero oír aquí ni una zola nota. -Hadez ze volvió a zu lacayo- ¿Ya lo tienez clarinete o no?

-Zi, zeñor. No loz liberaré, ni ze reunirán con nadie.

-Joder, al fin. Venga, me voy. Vigílaloz.

Y azí Hadez abandonó la eztancia, dejando a los derrotadoz Duncan y Zoia con zuz propioz penzamientoz. Pazaron un par de horaz en zilencio, zimplemente sujetándoze la mano, mirándoze a loz ojoz con ternura pero también con miedo.

Guturuk empezó a tamborilear los dedos sobre el metal de su hachatarra.

Zoia, aburrida, empezó a percutir con laz yemaz de loz dedoz contra la roca. Duncan zonrió. Obzervó cómo el diablillo guardián eztaba en la inopia, y empezó a zuzurrar una cancioncilla...

Guturuk comenzó, esta vez sí, una melodía.

I could ztay awake juzt to hear you breathing
Watch you zmile while you are zleeping
While you're far away dreaming
I could zpend my life in thiz zweet zurrender
I could ztay lozt in thiz moment forever
Every moment zpent with you iz a moment I treazure
Don't want to cloze my eyez
I don't want to fall azleep
'Cauze I'd mizz you baby
And I don't want to mizz a thing...

De repente Hadez entro de nuevo a la mazmorra, haciendo azpavientoz.

-¡BAZTA! ¡BAZTA! Que pare la múzica. -Guturuk hizo un sonido de disco rayado.

-¿Haz vuelto para regodearte? ¿Qué te hemoz hecho para que interrumpaz nueztro número muzical? 

-He venido para dizculparme. Mi terapeuta me ha recordado lo mal que llevo el rechazo y que... no ez la primera vez que Perzéfone me hace una de eztaz para irritarme...

-¿Pero entoncez? -preguntó confuza Zoia.

Hadez chazqueó loz dedoz y laz cadenaz ezpectralez que loz ataban a la roca ze rompieron en mil fragmentoz difuminándoze en el aire.

-¿Y nueztra vida? -preguntó Duncan, atónito.

-Zi zi, oz he matado bla bla bla, joder no zeáiz rencorozoz. Pazad por el moztrador que hay por la zalida de la izquierda y oz devolverán vueztra forma corpórea, ya he rellenado el papeleo. También hay un diablillo que oz ezpera con la antorcha del fuego zagrado...

...

-¡VENGA! Largáoz joder, antez de que mande a tomar por culo mi rehabilitación...

Duncan y Zoia zalieron de allí cagando lechez y zin mirar atráz.

Guturuk se retiró del escenario, dando pasó al siguiente gañán bardo.

 

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21/04/2018, 09:48
Helenta de Garmondia

Resoplando y gimiendo de un horrible dolor de huesos que promulgo alto y claro para que nadie se quede sin oírlo, me dirijo de nuevo al escenario. Hago que me traigan mi silla y paso a la narración, sin florituras, sin adornos.

- Y así, con ese criterio errante y esa falta de coherencia que disfrutan los trastornados que viven en un sótano sin luz y sin salir de casa, Hades les daba la libertad. - explico mientras pienso que sólo se le podía haber ocurrido a un orco con el cerebro derretido por el uso de la hachatarra.

-Duncan y Zoia no se quedaron esperando a ver si cambiaba de opinión de nuevo, si no que se dirigieron corriendo al mostrador de la salida de la izquierda y realizaron todos los trámites a la velocidad de los ladronzuelos del mercado de Iliandar.

Sólo habían pasado diez minutos cuando estaban en tierra firme de nuevo, disfrutando del sol en su rostro.

-Bueno, tenemos el fuego de mentirijillas ¿qué quieres hacer? - preguntó Duncan a Zoia - ¿Intentamos colocárselo a los sacerdotes del templo de Hefesto para que te devuelvan tus poderes? -

-¡Por supuesto que sí! - Respondió la chica - No hemos llegado tan lejos, para abandonar ahora. Y tú me acompañarás si es que me quieres -

Así que, coaccionado de esa manera tan sutil, Duncan asintió y echaron a andar hacia el templo. Pero el Destino había decidido que nuestros héroes eran justamente eso, héroes. Y no estaba dispuesto a que pasaran ni cinco minutos sin realizar la correspondiente acción heroica.

- Cuando llevaban un par de horas de caminata, delante de ellos se presentó una escena justo a la altura de un Teseo, un San Jorge, un Cid Campeador, un Geralt de Rivia, un Conan... un grupo de maleantes estaba atacando a un anciano que por sus movimientos, además parecía ciego. -

Hago una pausa para ver si el público "lo ha pillado" porque, a estas alturas veo demasiadas jarras vacías encima de las mesas y ya hay demasiadas damas sentadas en las pantorrillas de tipos con aspecto rudo.

"¡Ay Helenta! ¡Con lo que hemos sido! ¿Cómo hemos acabado así?" Me pregunto en este momento dándome cuenta que mi interés por los premios que nunca tuve quizás me han llevado a un lugar que no era para mí. "Bueno, el chou mas gouon." me digo para animarme, que fue una frase que una vez le escuché decir a un trovador y, aunque no sé si estaba dicho en Sindarin, en Pársel, en Siaru o en qué

- El hombre, que físicamente parecía enclenque, calvo y con una larga barba blanca, se intentaba apoyar sobre un largo cayado, mientras esquivaba los ataques que con cuchillos, los encapuchados les lanzaban. -

- ¡Debemos ayudarle! - dijo Zoia.

- Y, aunque Duncan hubiera preferido hacer como que no le había visto y largarse por otro camino, el muchacho asintió porque no era plan de quedar mal delante de su hermosa compañera. Así que se incorporaron a la lucha lo que igualó algo las fuerzas. Finalmente y ayudados por los rayos de Duncan, consiguieron deshacerse de los encapuchados. -

-¡Os arrepentiréis...! - Les gritaban mientras huían

- ¡Menos amenazas! ¡Volved si os atrevéis! - les contestaba Zoia a gritos, deseosa de más, porque se veía a lo lejos que nuestra pelirroja era una dama que pedía guerra

- ¡Mejor huid! - gritaba Duncan, que era un chico tranquilo y casi prefería más el curso actual de las cosas en el que los malos se iban

Lo que nuestros chicos no habían escuchado era la frase completa "¡Os arrepentiréis... de haber ayudado al viejo verde!"

Ya, a solas los tres, el anciano se volvió hacia ellos para darles las gracias.

-¡Oh! vuestra ayuda no pudo llegar en mejor momento.

Si no llega a ser por vosotros... no lo cuento - les agradeció el anciano mientras estiraba las manos para alcanzar las suyas y saludar

-Yo soy Duncan- se presentó nuestro protagonista -Y esta que me acompaña es Zoia-

El anciano pasó sus manos, del muchacho a la chica.

-¡Uy que piel más suave tenéis! - sonrió el viejecillo al decirlo 

- Apenas cayos poseeis,

el uso de las armas no es delicado -

- Pues no, pero yo siempre tengo cuidado - respondió Zoia algo incómoda por el excesivo sobeteo que ya alcanzaba hasta los codos

- Igual deberíamos continuar el camino - propuso Duncan, pensando así librarse del anciano, que ya empezaba a parecerle demasiado incómodo

- ¡Pues os acompaño! ¡Ya lo creo que me animo! - confirmó el viejales, sin darles opción a librarse de él.

Así, siguieron el camino durante  todo el día... Y menos mal que sólo era un día porque Hades les había dejado usar la salida más cercana al Templo. Lo cierto es que a los diez minutos, Zoia ya se había cambiado varias veces de lado intentando esquivar al anciano.

- Y decidnos anciano... - preguntaba Duncan, intentando cambiar de tema 

- ¿Cómo alguien como vos viaja solo por estos caminos? -

- No me dan miedo los villanos,

nada me impide ser peregrino,

que no os engañe mi edad. Sé defenderme.  -

- El ataque no dejó de sorprenderme

¿qué podían desear de un hombre tan mayor? -

Y, cuando Zoia iba a interrrumpirles para decirles que ya estaban a las afueras de su ciudad de destino, que habían llegado (¡¡por fin!!), las palabras del vejestorio le dejaron sin habla

- Porto conmigo cuatro de los siete Orbes Estrellados.

Ahora mismo, hay pocos hombres en el mundo más dotados,

con más bolas que yo - contestó riendo mientras le guiñaba el ojo a Zoia

Y después de las toses de rigor, del quejido acerca del dolor de la rodilla y de un "¡Ay, señor, llévame pronto!", me bajo del escenario para dejar paso al siguiente.

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23/05/2018, 22:02
Itzala el Bardo

La sucia viejales siempre hablaba antes que él. Pero Itzala sonreía. 

Este concurso lo tengo ganado, hay un contraste infinito entre su cascada voz y mi refinado tono. Es como matar bebés foca, no se mueven. 

Pero tampoco el público se mueve demasiado, sólo quedan buitres y largartas, y buitres-lagarto, que es una especie del manual de monstruos 6...

Y yo tengo que seguir cantando y llevarme a alguna otra dama gracias al melodioso sonido de mi voz y a mi prodigiosa imaginación para contar historias. 

Y hete aquí que mientras el viejo sonreía y les hablaba de los orbes estrellados, siete eran y por todos buscados...

En ese momento se abrió la puerta de la posada y entraron una docena de hombres rudos con trajes negros y maletines pesados. 

—Representamos los derechos de Akira Toriyama y la revista Shonen Jump! ¿No estarán cometiendo plagio y robo de la propiedad intelectual, verdad? 

Un enano cercano se les acercó. —Callad, malditos, yo quiero...

El abogado se colocó una especie de monóculo en su cara y miró al enano... ¡Sólo tiene poder 40! —dijo, y de una hostia lo mandó fuera atravesando una ventana. 

Itzala se vió en ocasión de intervenir. Después de todo... ¡Él estaba en el escenario! Y no quería perder más espectadores. 

—Nada de eso... ¡Estaba contando una historia de amor y aventuras, nada que ver con bolas de dragón, songokus o otras tonterías!

Y borrando al instante al viejo verde de la narración (pobre Zoia, era constantemente acosada, estaría mejor sin él) continuó las aventuras de los dos tórtolos. 

Y así Duncan y Zoia, los enamorados...
Que nada reconocían su enamoramiento
Siguieron caminando, muy centrados
Sin pensar en su futuro casamiento...

El Templo del Fuego era su destino
Para a Zoia sus poderes retornar
Y así con mayor o menor tino
Juntos de aventuras volver a marchar

Itzala pasó a narrar —Pues ambos se sentían muy cómodos con la compañía del otro, como el rayo y el fuego, como son amigos un Pikachu y un Charmader cualquiera...

Otra docena de tipos de negro entró por la puerta, esta vez con Pins de la famosa secta y casa de apuestas de Nintendo...

¡Como un ratón de rayo y un pájaro de fuego cualquiera! —cambió de tercio Itzala antes de que le cayeran encima varias bolas pokemon llenas de plomo...

—Oh, Zoia —dijo nuestro chaval
La voz baja y hablando mal
La verdad es que desde que te conocí
creo que mi vida es más feliz...

Por qué dices eso, Ducan amigo
Yo nunca fui buena contigo
Mis intenciones hacia tu ser
Mas malas no las podía tener...

¿Sólo amigo? Yo pensaba...
Que un poco si que te gustaba...

Claro que no... no me gustas mucho,
Sólo como le gusta la trucha al trucho - Sí, los parroquianos están dormidos y no notarán estas rimas malas.

Zoia sonreía y en Duncan la esperanza creció,

Para apagarse cuando Zoia la vista apartó...

La ciudad rodeada por ejercito grande
Sin duda allí habían llegado tarde
Y el templo dentro estaba de la ciudad
Al fuego no llegarían por culpa de la maldad

Un soldado serio se les acercó
—Larguensé, la enfermedad llegó
Vigilamos que nadie nos atraviese
Y a nuestras tierras la peste regrese

De lagrimas los ojos de Zoia se llenaron
Y las ganas de declararse de Duncan bajaron.

Itzala continuó —Y así, con su fuego falso (o verdadero, quién sabe) Itzala y Zoia se encontraron con un obstáculo más para realizar su amor... ah, y que ella recuperase sus poderes. Un ejército que rodeaba la ciudad del Templo del Fuego, asolada por la peste. O eso decían los soldados... ¿Que harían nuestros héroes?

Itzala se bajó de la tarima —Chupaos esa, picapleitos —dijo a los abogados, y se dirigió a la barra a por un vino fino con el que alegrar su gaznate y una mujer fina para variar, que ya había estado con muchas rellenitas.  

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31/05/2018, 19:06
Sir Archibald Bradley

Después de la pausa en el concurso, un grupo de humanos llegó al recinto. Sir Archibald se dirigió con presteza a los recién llegados con una sonrisa forzada
-por fin habéis llegado!
-Un coro no llega tarde ni temprano, sino justo cuando se necesita-Dijo un hombre delgado y de voz aflautada
-voy perdiendo la competición estrepitosamente!
-Ah, entonces llegamos tarde…
-Tomad las partituras y estad atentos a mi aviso
Mientras el coro se situa cerca del escenario, Sir Archibal sube al estrado y hace una reverencia al público.
-Estimados amigos, porque creo que a estas alturas ya puedo llamaros amigos, estoy seguro que estáis ansiosos por saber como continua la historia de Dunkan y Zoia. No me demoraré ni un instante pues, y continuaré ya la narración.
-Estamos ansiosos por volver a oir tu voz, oh gran bardo! - Gritó exageradamente una doncella que, claramente, formaba parte del grupo de recien llegados.
Sir Archibal recogió el piropo con behemencia mientras afinaba su instrumento.
-Cayó sobre Zoia, la desesperación
al recibir tan mala información,
otro infortunio enmedio del camino
Les impedia llegar a su destino
Tant duro viaje, venir desde el este
Y encuentra el lugar… sumido en la peste

Y para sorpresa de los presentes, el coro de recien llegados repitió la última de las frases al unísono:

-Tant duro viaje, venir desde el este
Y encuentra el lugar… sumido en la peste

-Dunkan, tengo una idea, podríamos entrar a la ciudad por el alcantarillado. Solo tendriamos que burlar a la guardia con alguna distracción. Quizà un pequeño fuego en las caballerias y…

Mientras Zoia hablaba, duncan le señaló en dirección a un montón de escombros humeantes que poco tiempo antes habían sido las caballerizas.

Y en ese momento, y sin saber de dónde aparecia, un duende verde se personificó (o sería mas correcto decir se duendelizó?) ante nuestros protagonistas.

-Oh mis queridos amigos,
quereis a la ciudad entrar?
Puede este duendecillo,
Ayudaros a pasar
Solo un favor pido a cambio
De eso no tengais duda
Un favor debereis
A mi Señora Oscura…

Un breve silencio inundó la estancia para a continuación permitir a Sir Archibald y su coro entonar una canción de tonadilla alegre y letra pegadiza:

Y le dieron con un pomo
Y le dieron la del pulpo
Lo dejarón hecho cromo
Como si fuera un adulto

Le pegaron con las manos
Le pegaron con los pies
Hasta dejarlo enano…
Mas enano que ya es!

-Dunkan, quizà podriamos haber tenido en cuenta los pormenores de la propuesta de Verdín…
-Jamàs-Respondio Dunkan iracundo, y con su grito algunos rayos descendieron del cielo

Y entones Zoia tuvo una idea.

-Dunkan, no crees que ya son demasiados infortunios. Quizà sea el momento de abandonar nuestra aventura.

Dunkan se sorprendió y se apenó por las palabras de Zoia. Pero ni un rayo apareció en el firmamento. Ella cambió la esteategia.

-Dunkan, quiero confesarte que, mientras estabamos en el olimpo y nos separamos, me encontré con Zeus, y alli mismo nos amamos.

Y en ese momento Dunkan perdió los papeles, se irritó hasta tal punto, que el cielo se cerró de golpe con unas gruesas nubes y empezó una tormenta eléctrica épica.

(el coro sorprendió al público con unas grandes chapas metálicas que simulaban la tormenta)

Rayos y centellas llenaron la ciudad de una atmósfera purificadora, hordas de ratas salían corriendo asustadas de calles y plazas y dejaban a su paso una alfombra de pulgas moribundas que con la electricidad del aire, estiran la pata.

Y en cuestión de minutos, un aire limpio y puro se respiró en el lugar, y los allí presentes supieron que la peste había desaparecido.

-Dunkan, disculpa mi estratagema. Lo que te dije era un bulo, para avivar la tormenta.

-Oh, Zoia, tus palabras me alivian. No porque de ti este enamorado sino porque… (y Dunkan no pudo decir el porque, pues de Zoia si estaba prendado.

Y el coro de Sir Archibald entonó una canción (que unos años más tarde plagiaron los Beatles) donde decian:

“all you need is love, love is all you need”

Que nuestro bardo aprovechó para abandonar el escenario

Notas de juego

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12/06/2018, 01:15
Azalea von Swintek

Duncan y Zoia fueron recibidos con gran júbilo por una entusiasmada multitud que los vitoreaba como auténticos héroes
al haber conseguido traer de vuelta el Fuego Sagrado y haber librado al lugar de la epidemia de peste.
Mientras nuestros protagonistas disfrutaban de un merecido descanso se realizaban los preparativos de un gran banquete
para celebrar sus extraordinarias hazañas y se instalaba un escenario para que pudieran narrarlas con todo lujo de detalles.
Nuestros héroes estaban muy felices y satisfechos de haber salido airosos de todas las dificultades por las que habían pasado.

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21/06/2018, 03:23
Brook Hagard

De a poco, cuando el escenario quedaba nuevamente vacío para que Brook tomara su lugar y continuara con una historia que parecía estar a punto de llegar al final, el ruido de los presentes era sumado por otro de platos, cubiertos, risas, incluso música alegre mientras que él hacía su aparición una vez mas. Como siempre, él prefería preparar un poco la escena, darle algo al público para que visualice mejor lo que sus palabras describían mientras que la magia, como él, se volvía parte de todo.

Todos deseaban escuchar las historias, reírse de los detalles vergonzosos, emocionarse cuando todo lo que parecía tener un final funesto, sentados en la gran mesa del banquete, pronto la bebida empezó a correr como un río esperando que los protagonistas los deleitaran con la aventura de como recuperaron el fuego sagrado.

Empezaba diciendo mientras se sacaba la capa para luego terminar por sacudirla y como si fuera un mantel, tenderla sobre el aire mismo como si cubriera una mesa invisible. Claro que la magia del bardo permitía que la capa quedara suspendida mientras que él, se "sentaba" tras la mesa dispuesto a tomarse una bebida tan invisible como la mesa que se encontraba ante él.

Era un día de celebración, todos nosotros pudimos escuchar la aventura que nuestros queridos protagonistas empezaron a narrarle a quienes los recibieron como héroes. Pero poco a poco los presentes se fueron durmiendo, incluso los músicos dejaron de tocar a medida que un "aburrimiento" se apoderaba de todos...

Ruidos de instrumentos cayendo al suelo, algunos golpes sordos, ronquidos pasajeros que incluso sonaban entre el público que se encontraba ante Brook mientras que este mismo apoyaba su cabeza en una de sus manos, como si apenas lograra combatir el sueño.

Duncan y Zoia no tardaron en darse cuenta de lo que pasaba, Zoia casi empezaba a pensar que no eran tan buenos narradores o que estaban contando demasiados detalles que no lograban ser tan interesantes como al principio. Pero eso fue solo unos instantes hasta que una risa les heló la sangre, una risa familiar que escucharon al final de la gran mesa del banquete...

Un chasquido y de pronto a la derecha de Brook se alzaba una sombra siniestra, una que lentamente empezaba a moldearse con unas generosas caderas y que lentamente, tomaba asiento en aquella mesa mientras que en una de sus manos, parecía haber una fruta con la que jugaba.

-Para actores dejan mucho que desear, sin embargo me temo que además de ahorrarle a esta buena gente el tener que soportar mas de este triste intento de entretenimiento, debo preguntar... Duncan... Tu novia ya recuperó su poder?-

Preguntaba la mujer con un tono seguro y prepotente antes de dejar caer esa fruta e incluso, empezaba a incorporarse al tiempo que cientos de risas irritantes empezaban a escucharse... De las sombras que proyectaban todos los que se encontraban ante Brook, empezaban a salir pequeños duendes fantasmales que danzaban y saltaban inquietos.

-Supongo que entonces la pregunta es... Cuanto tiempo aguantarás antes de rendirte a mi sin la ayuda de Zoia? Aqui tu mala suerte no te ayudará.-

Con esas últimas palabras de la Señora Oscura, Brook chasqueó sus dedos para terminar por incorporarse y con eso, todas las sombras desaparecieron y su capa casi tocaba el suelo. Era el final de su parte y al parecer, Duncan y Zoia tendrían una lucha final contra una villana que se negaba perder.

 

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07/08/2018, 08:20
Itzala el Bardo

La lucha entre los bardos estaba entrando en sus fases finales. Guturk el canta-mal y la vieja petarda no habían aparecido para esta ronda. Como Itzala había previsto, se estaba convirtiendo en un concurso de resistencia, y ahí los elfos eran la raza más favorecida. 

Como en todas las demás cosas. 

Volvió a subir al escenario. Cada vez que bajaba le acosaban las fans, pero él se debía a su arte, con lo que sólo le hacía un favor a cada una. Dos si no hablaban demasiado. Ahora pudo escabullirse de sus sensuales regazos para acudir al escenario.

—Había regresado la malvada villana
y al suelo había tirado su verde manzana
con su sonrisa maligna y un gran poder
a nuestros héroes hizo estremecer.

Itzala rasgeó su bandurria y sonrió al escenario. Había bebido, había follado, y ahí estaba, en el escenario dando lecciones y expandiendo su arte. Se había bebido veinte botellas de vino y disfrutado de más de diez mujeres. Todo el mundo recordaría su legendaria actuación de esta noche. Ah, y lo bien que había cantado y tocado. 

—La Señora oscura sus conjuros lanzó
levantando la mesa rápido Duncan paró
antes que mataran a los pueblerinos
que dormidos estaban, los muy celestinos

Itzala comenzó a lanzar algunos conjuros ilusorios, cosa prohibida en los certámenes elfos, porque la magia elfica es poderosa y temible, e imágenes de una sensual pelirroja, vestida de cuero negro y con sensual mirada aparecieron en los rincones. Itzala cantó con su voz:

—Duendes a mi lado venir... 
impedid a mis enemigos vivir
con vuestra mucha maña...
¡Arrancadles las entrañas!

Las imágenes que aparecían por las esquinas, entre sombras cambiaron a verdes criaturas con ojos saltones y malvado propósito. Todo el mundo les odió porque dejaron de ver a la sensual y reveladora pelirroja (la señora oscura, ¿sería pariente de Zoia?) y pasaron a ver a aquellos bichos, que cantaban (en voz de Itzala):

—Por la señora oscura matamos sin tesón
sus oscuros deseos órdenes para nosotros son...
La obedecemos sin dudar todo el año,
porque con suerte la espiamos en el baño

Iztala cambió las imágenes a un atractivo humano... uno esbelto y con el pelo largo como el de un elfo. Ahí estaba Duncan.

—¡No! ¡Malvada hechicera! Con mis rayos...
mataré tus duendes hasta que me salgan callos...
Cientos de ellos exterminaré...
una pila verde crearé...

La posada se llenó de una carga eléctrica, Itzala cantó y cantó, pero pasó a hacer de narrador:

—Tribus de duendes enteras estaban siendo exterminadas, Duncan había conseguido más control de sus poderes y sus rayos y caían donde hacían falta, pero la señora oscura siempre tenía más esbirros para sacrificar. De hecho, lo veía como un plus, porque no tenía que pagar así tanta nómina. ¡Era una reducción de personal!

Aún así... Duncan no podía, los duendes se cubrían con los cadáveres electrocutados de sus primos más petardos y avanzaban, sus dagas buscando las pelotas de nuestro héroe hasta que...

La imagen de otra sensual pelirroja apareció en las esquinas, era muy parecida a la señora oscura ¿hermanas? ¿primas? ¿Conjuros ilusorios comprados al mismo mago pervertido?

—Duncan, mi apreciado compañero
antes de morir reconoceré que te quiero
y con mi cuerpo te cubriré
que te maten impediré...

Y justo en ese momento, el cabello de Zoia se volvió fuego, lanzando oleadas ígneas contra los duendes, exterminándolos a cientos y quemando toda la ropa de la mujer, dejando ver su sensual figura... Itzala cantó con voz de Zoia

—¡Los hados no me han abandonado
Mis poderes sin razón he recuperado
Quizá es por protegerte, mi amado
hoy en la cama te toca un poco de s...

De pronto subieron al escenario una docena de viejas esbozando carteles de la "Liga contra la indecencia y por la virtud", atizaron al bardo élfico en la cabeza justo cuando la cosa se ponía interesante y se lo llevaron mirando desaprobadoramente a los asistentes al certamen, que con un Ohhhh colectivo dejaron de ver imágenes de atractivos macizos humanos, seductoras pelirrojas dentro de todo el espectro del alineamiento y malvados y verdes duendes. 

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16/08/2018, 21:37
Sir Archibald Bradley

A Sir Archibald la situación se le hacía familiar. Una sala que unas horas antes había estado llena a rebosar, ahora empezaba a denotar como el público iba desapareciendo. Y los bardos también!!!

Así que se levantó de su silla y dio unas órdenes a algunos de sus recién llegados acompañantes. Acto seguido, subió hasta el estrado y empezó una dulce melodía que acompañó con su lírica voz.

-Perdonará mi agradable audiencia

que no sea descriptivo en este momento

lo que aconteció a la señora oscura

fué que perdió con gran sufrimiento

 

Podría contar cómo se libró la batalla

podría incluso contar más detalles

pero sería pasarse de la raya

meterme en tales berenjenales

 

Pues el enfrentamiento fue largo sin razón

como un dia sin pan ni ración

como un capítulo de relleno de bola de dragón

o como esta competición.

 

Algunos de los bardos que continuaban en la sala abuchearon al Sir Archibald, aunque muchos ya tenían las maletas medio hechas.

-Y como sé que no os importan los detalles

pero si la morbosidad

os diré que la señora oscura

más quemada no pudo quedar

 

Pues el fuego sanador de Zoia

que encima le había echado

dejaron a la susodicha dama

Más seca que un bacalao

 

Y todo el mundo se regocijó

y los niños no fueron al cole

por fin retomaron la fiesta

comiendo nachos con guacamole

(bueno no sabían muy bien si eso era guacamole o un puré de duende verde, pero con el hambre que tenían, todo les supo bien.)

Y por fin llegó la noche

dejarían a un lado sus temores

tampoco diré los detalles

porque esta partida es para menores

 

Y en la torre dónde estaban

quedó muy claro el encuentro

pues entre rayos y fuego

no durmió nadie ni un momento.

Entonces Sir Archibald vió que su coro iba abandonando la taberna después de salir del reservado de la taberna  cargado con unas sospechosas bolsas que tintineaban a su paso

-Los pajaritos cantan, las nubes se levantan. El siguiente día se anunció con cantos de gallos y de amor. Todo el pueblo desprendía felicidad. Felicidad o sueño qué más da. Por fin podían vivir tranquilos y contentos hasta que un joven llegó a contar nuevos eventos:

-Ciudadanos de esta ciudad!!! Tomad las armas y preparaos para luchar. En el camino que lleva de Torrevieja de Matute a Villa del Rio de las Fuentes a ha aparecido una extraña bola de luz verde resplandeciente que ha creado un portal entre mundos y de él han empezado a salir unos monstruos verdes armados hasta los dientes.

Y Dunkan y Zoya se miraron a los ojos y compartieron una leve sonrisa al mismo tiempo que el plano se fundía a negro y nuestro bardo iba recogiendo todo lo que tenía por allí disperso.

 

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06/09/2018, 17:31
Azalea von Swintek

Toda la población que podía combatir se preparó para enfrentarse a la nueva amenaza con la ayuda de nuestros protagonistas.
Cantando animosamente se dirigieron con decisión al encuentro de estos misteriosos enemigos venidos de otro mundo.
La fama de Duncan y Zoia precedía a este variopinto ejército de tal manera, que durante todo el camino cada vez más y más
combatientes se unían a sus filas convencidos de estar marchando hacia una épica victoria que siempre sería recordada.
La moral estaba muy alta, ya que todos sabían que iban a participar en la batalla más decisiva de sus vidas.