La habitación de Mario en el hospital es la 207. Y hay otra persona en la habitación, también en muy mal estado.
Es una planta de cuidados intensivos...
Indicarme el momento que queráis dejar el hospital ... y si hacéis algo más.
Samuel sonrió macabramente para sí:
- Padre, en vista a como van las cosas de peligrosas... Cuando esto acabe deberá escucharme en confesión. Debemos marcharnos ya, no tenemos tiempo que perder y tengo que preparar algunas cosas. - Miró a la enfermera.- Si despierta o dice algo, agradeceria que nos lo contara, Mario participaba en una investigación y fue el ultimo en acercarse a lo que buscamos... La gratificaremos si nos ayuda. - Dijo con una sonrisa.
Esta bien señor Samuel. Creo que cuando esto termine todos nosotros deberíamos disculparnos con Dios y pensar en nuestros actos. Aunque creo que el ecvho de encontrar al clpable de esto será una redencion para todos nosotros-Dice el cura-sera mejor que nos vayamos ya.
Creo que cuando esto termine todos nosotros deberíamos disculparnos con Dios y pensar en nuestros actos.
Mi expresión seria y desinteresada se volvió una mueca de burla, aunque no me importó si el cura la veía o no. Le di el número a la enfermera con la indicación de que avisase cuando Cifuentes hubiera despertado de su letargo. Sin decir otra palabra, acompañé al grupo fuera del hospital, para seguir hablando afuera.
-Hay que definir nuestro próximo paso- comencé sin preámbulos. -Primero, analizamos todas las pistas que tengamos, aunque no sean muchas. Sabemos que alguien está haciendo la investigación imposible, y tenemos un usuario y una contraseña. Ese es el único rastro que podemos seguir. Aunque no tengo idea de como descubrir para que se usaban. ¿Alguno?-
Ya he regresado de mi aventura por el valle de los faraones, así que cuando queráis me reinserto en partida. Espero que lo hayáis pasado bien por aquí, y no hayáis echado en falta a esta modesta y tierna abogada jeje.
Espero órdenes, señor director de juego, para poder reengancharme sin meter la pata XD.
Un abrazo a todos!
No problem, simplemente como resumen han estado en el hospital y te han actualizado por móvil ... esta misma información (la de los post de atrás donde indican el estado de Mario la has ido compartiendo con Isabel en el buzón de voz de su móvil ya que estaba reunida y con el teléfono apagado, aun no habéis conseguido contactar con ella, estáis juntos ya en la hospedería y la hora de la comida se va acercando.
Samuel se apresuró:
- Lo mejor será darnos prisa e ir a otro lugar, aqui ya no pintamos nada...
Tenia ganas de zanjar esto como fuese... Demasiado le costaba ya, resistir sus ganas de arreglarlo a su manera. Fuera quien fuera el asesino tras la verdad, lo encontraría y tendría una charlita con él, y dependiendo de los problemas ocasionados, quizás dejaria algo para que la policia lo arrestase.
El camino hacia la hospedería fue silencioso, al menos por mi parte. A cada paso que daba, profundizaba vez más en mis cavilaciones, tratando de buscarle el sentido a todos los sucesos.
Un usuario y contraseña... alguien está borrando su rastro... a Cifuentes lo callaron... ¿este trabajo nos está quedando grande?
Antes de darnos cuenta llegamos al lugar, y me di cuenta que solo había desayunado café. Además, faltaba la abogada.
-Muchachos, propongo que nos reunamos con la abogada y pongamos las cartas sobre la mesa. Tenemos que salir adelante con esta investigación, y encontrar al profesor desaparecido- Acá no se muere nadie... nadie más.
Cita:
Narré teniendo en cuenta eso.
Bien hecho ...
Efectivamente estáis ya con la Abogada ...
Ángela ha recibido en la hospedería a sus compañeros. Su rostro se muestra algo más cansado de lo habitual. Es notable que aparte de todo este trabajo hay algo más que la aflije. Aún así, fuerza una sonrisa ante sus camaradas.
- Hola de nuevo. Intuyo que o no hay novedades, o si las hay no son demasiado agradables.
Saca del bolso un paquete de tabaco negro y ofrece a los demás.
Acepté el cigarrillo en agradecimiento silencioso, más por ahorrarme de los míos que por verdadero deseo. Después de la primera pitada, me dirigí a la abogada. -Hay malas noticias, sí. Cifuentes está en coma, gracias a un accidente automovilístico. Sospecho que se acercó demasiado a algún dato importante en la investigación e intentaron deshacerse de él- argumenté, en una de mis típicas teorías conspiratorias. -Sospecho que alguien nos quiere borrar de mapa, así que hay que pisar con cuidado. El suelo es frágil, y en cualquier momento nos venimos abajo. ¿Alguna pista de su parte?-
Aclaro que el Sr. Molina no está enterado de que la abogada sabe todo sobre Cifuentes.
Un SMS ...
En unas horas os veo, se están complicando un poco las cosas, si no llego a tiempo para comer , comer sin mi. Lo siento.
Un poco de ritmo a ver si cerramos esta escena de forma un poco más activa.
El tono de los celulares interrumpió la respuesta de la abogada, y me excusé silenciosamente como me habían enseñado hace años un par de padres jodidos, aunque fue un acto reflejo más que nada. Después de todo, recibimos el mismo mensaje.
Leí en pocos segundos, y al terminar alcé la vista hacia el resto del grupo con un semblante que no dejaba ver una sola emoción. Eso me lo habían enseñado un par de padres jodidos también, aunque ni se lo imaginaran.
-Parece que va a traer malas noticias- Si llega, pensé con pesimismo. -Mejor vamos comiendo. Preferiría no dilatar el almuerzo- comenté, acercándome a una mesa sin esperar.
Jose estaba pensativo, no sabia muy bien que hacer a continuacion. El accidente del señor cifuentes se habia convertido en un problema al contar con un compañero menos para recabar información.
Si, será lo mejor-le contestó a Horacio-y bien,¿que podemos hacer?
Perdon, estube fuera todo el finde.
Samuel estaba algo hiperactivo:
- Necesitamos reunir los datos que tenemos, ponernos las pilas y solucionar esto ya... Y si para ello tenemos que ser un poquitín más agresivillos, lo seremos... No pienso acabar en un hospital por un "accidente". No me pagan para ello... Ni a ustedes tampoco. Esto es algo serio, asi que tendremos que estar a la altura.
Ángela resume brevemente lo que todos ya sabían acerca del señor Cifuentes, respondiendo a la pregunta de Horacio Molina. Seguían en un callejón sin salida, y ahora, había algo más que la solución del caso en juego. La abogada resopla cuando lee el mensaje de la señorita Blanco.
Mientras sus compañeros siguen hablando, Ángela da al botón de usar detalle en el teléfono, y deja en pantalla el número de Isabel, con el dedo sobre el botón de llamada.
- Con todo lo que ha pasado, lo de Cifuentes y demás, tal vez deberíamos asegurarnos que la señorita Blanco esté bien... - se le nota la voz algo temblorosa.
Respiré profundamente, mientras me giraba para mirar con gravedad a los presentes. La duda y los nervios se hacían presentes, haciendo mella en nuestra integridad. La investigación estaba aparentemente estancada, y para colmo nos querían borrar del mapa. Al menos eso era lo que sospechábamos. ¿Si todo era una desafortunada serie de casualidades?
Sí claro. Concentráte Horacio, y capaz que salís de este embrollo.
La abogada hizo su proposición, y yo asentí lentamente en respuesta positiva. -Muy bien. Si fuera necesario podríamos recogerla donde sea que esté y mantenernos juntos. Por las dudas-
Tras eso Ángela pulsa el botón de llamada y 4 tonos despues Isabel coge el teléfono y dice:
- Ángela estoy terminando una reunión para solucionar unos temas que han surgido a raiz del incidente de Mario. Por el momento no hagáis nada, cuando termine os llamo y vemos cómo seguir con la investigación. Podéis permanecer en la hospedería e ir realizando un informe común entre todos con lo que tenemos hasta ahora ... Luego hablamos tengo que dejarte.
Tsk-chasca la lengua el cura, pues a veces era impaciente como un chiquillo-El informe de todos nosotros no llenaría ni un folio. Necesitamos una pista, algo que nos guie...-sentencio levantando un poco los ojos casi mas con gesto desesperado que con devocion.