Partida Rol por web

Pues ibamos a dar una vuelta por los alrededores de la aldea, a adentrarnos en el bosque. No le recomiendo que nos acompañe, hay algun grupo que está haciendo desaparecer a la gente en esta ruta. Si no quiere correr el riesgo será mejor que se quede aqui. Hizo una pequña pausa A todo esto, ¿que le  ha traido por Fard?

¿Qué me ha traido a Fard? Esa es una buena pregunta. Verá, hace varios años que estoy buscando a mi padre. Fard es sólo un alto en el camino, al igual que lo es para ustedes... al igual que lo es para cada viajero que para en su ruta para descansar en esta pequeña aldea.

Esas desapariciones suenan bastante graves. Y ustedes sólo son tres... Si me invita a la comida y el alojamiento, no me importaría acompañarles. Son dos pares de ojos más con el que ver en la espesura... Son dos pares de oídos que escuchan el susurro del viento...

Si nos tendiesen una emboscada, que los dragones no lo quieran, tendrían más posibilidades de verlos venir. ¿Que le parece mi propuesta? Es bastante rentable por pagar unas cuantas piezas de cobre.

La magica habia continuado bebiendo y comiendo tranquilamente, mientras Varick hablaba con el desconocido... Los duros ojos de la pelirroja estudiaban al hombre del sur, que demasiado oportunamente y con tanto gusto se relacionaba con gente como ellos... La desconfianza innata de la mujer se hizo presente, asi como su sentido de practicidad... de modo que se inclino hacia su jefe, susurrandole algo.

Luego continuo en lo suyo, aunque atenta a lo que pasaba en la mesa.

-El camino al infierno esta lleno de buenas intenciones..., y de gente amable que las prodiga. Que venga con nosotros, una espada mas puede ser util...si dice la verdad... Y si es un agente enemigo, no tardaremos en hacernos cargo de el, entre los tres... +susura al oido del hombre, antes de retomar su desayuno+

Brugck acababa de irse  y ya encontraban un reemplazo.

Pues encantado de que quiera acompañarnos. Varick se levantó y ofreció la mano al recien llegado. Mi nombre es Varick

Es un placer, mi nombre es Tao. Er...

Miró a las dos mujeres, preguntándose si se presentarían. En cualquier caso, Tao no preguntaría sus nombres, y el mero gesto de decirles el suyo fue por corresponder a Varick. Después de todo... ¿Tienen nombre los pájaros que pían... el pez que remonta el curso del río... o la ardilla que esconde su alimento para el invierno? Los nombres eran una invención de las razas humanoides, y no tenía ninguna importancia en el curso de la vida.

Dejen que apure mi desayuno y ya podremos irnos.

Tao así lo hizo, comío para llenar su estómago y aguantar un poco más. Puede que aún tuviera un poco de sueño, pero la brisa del bosque le mantendría despejado.

Me remito a levantarme sin preocuparme mucho por la impresión que pudiera causar. Salgo indiferente a que Bruck se fue y ahora lo reemplaza un sujeto que encima de hablador, dice tantas...

Comienzo la tarea de ensillar mi montura y ver de que mi montura esté bien, luego ver de que Nightwolf reciba su justo desayuno antes de partir y que esté bien hidratado, nunca se sabe cuanto tiempo pasemos sin beber agua, siempre estar precavida puede salvar mi vida.

La mujer no ve necesidad de saludar a la nueva espada. Por ahora... Primero habra que probar su utilidad. Simplemente hace un gesto a Varick hacia afuera, por donde ha ido Elara, mientras deja los restos de su desayuno..

-Es hora de cazar, no conviene ir demasiado llenos. Vamos?

Sin esperar respuesta, debido a que los planes ya estan trazados, se incorpora. Luego da un rodeo a la mesa, haciendo un gesto educado al tabernero y saliendo de la posada, en busca de su montura

Sí, ya he terminado.

Se limpió la boca con la servilleta y dejó los cubiertos sobre el plato.

Entonces, me parece que estoy invitado, ¿verdad, Varick? Salgamos a patrullar. No necesito saber si sólo pasearemos por el campo hoy o lo haremos durante varios días. El tiempo no es importante para mí.

Varick coge la mochila con las provisiones que habia mandado preparar al tabernero.

No volveremos en varios días. Llevo raciones secas de sobra, aunque también confío en nuestra cazadora dice señalando a Elara para que nos consiga algo decente jeje.

Sale de la taberna y espera que los demás hagais lo mismo.

Salís de Fard y empezais el camino campo a través, por lo que os veis obligados a dejar los caballos en la aldea.

Varick lleva un mapa y parece orientarse bien, pero tampoco podriais asegurarlo.

Andais toda la mañana, parais al mediodia para comer algo y descansar y volveis a reanudar la caminata tras la breve parada.

El bosque se ve normal a simple vista, pero teneis la sensación de ser observados...como si incluso los arboles tuvieran ojos y estuvieran fijos en vosotros.

Tao miró a uno y otro lado. La sensación de cientos de ojos sobre él no cesaba. Se sentía bastante incómodo por ser el observado y no el observador. No había pasado años de entrenamiento en el santuario de las montañas para acabar así: era cuestión de orgullo asegurarse que sus temores no eran ciertos, que no había ojos en la espesura vigilando.

La magica se mueve en el centro de la formacion, con la expresion seria y atenta. No porta ningun arma en la mano, pero esta atenta a usar sus poderes si surge una amenaza. Sin embargo no presta tanta atencion al entorno como a sus compañeros. Sabe que en este ambiente, hay alguien mucho mejor que ella para el trabajo entre ellos...

-Elara, algun rastro? +interroga a la exploradora en voz baja+

Mientras vais caminando te resulta frecuente ver animales que pasan cerca de vosotros. Incluso ves como algún pajaro parado en un arbol os observa fijamente.

Si no fuera una locura, dirias que estos animales os están espiando.

Mientras vais caminando te resulta frecuente ver animales que pasan cerca de vosotros. Incluso ves como algún pajaro parado en un arbol os observa fijamente.

Si no fuera una locura, dirias que estos animales os están espiando.

Menara me saca de mis pensamientos y le respondo secamente. - El rastro lo estamos haciendo nosotros. - Y ahora me detengo un momento para determinar que tipo de fauna es la que nos rodea, si son animales que suelen estar así juntos (presa y cazador).

Hay ocasiones en los que los pájaros callan y las ardillas reptan. Y siempre hay algo antinatural en esas situaciones. Se escapan de la comprensión humana y adoptan formas inexplicables... Pero hasta un ciego y sordo vagabundo nota que las cosas no deberían ser así, aunque no sepa darles un origen.

Tao recobró el silencio y siguió caminando con los demás.