Partida Rol por web

Vanth enarcó una ceja ante el tema del djinn.

Un Djinn, ya. Vale.

Miró a su rifle y luego se encogió de hombros.

No sé si lo que habrá allí fuera es eso. Pero a mí me parece algo más físico la verdad.

Miró a Damaris que al parecer había logrado activar la mesa de control aquella.

¿Estamos entonces listo de aquí? Bien hecho. Ahora a ver si en el puente de mando lo tenemos igual de fácil. Llegamos, modificamos rumbo, y nos vamos ¿no? Coser y cantar.

Por los comunicadores escuchas como los ánimos parecen decaer un poco. Por lo visto una figura de cuentos de hadas tan extremadamente poderosa como para que le tema todo bicho viviente se ha colado de alguna forma en la Orunn II. Puede ser un buen momento para subir el ánimo a los demás y liberar algo de tensión, sin que parezca que te tomas la misión a broma.

Con tanto jaleo de conversaciones no te has dado cuenta de que en uno de los paneles de datos sobre el estado de la Orunn II algo ha ido cambiando y lo que antes era un número en color verde, ha pasado fugazmente a amarillo y ahora s encuentra en rojo. Los número no suelen fallar, y por eso sueles confiar plenamente en ellos. Los baremos de oxígeno de la Orunn II han caído en picado y ahora rondan el 5%. Eso significa que cualquiera que no lleve puesto un equipo de soporte vital las va a pasar muy putas para sobrevivir lo que quede de trayecto. Y lo que es peor, si uno de tus compañeros sufriera una herida, o un rasguño o un roto en su traje de protección, estarían en una muy mala situación de evacuación. Pero seguro que eres capaz de ver el lado bueno de la vida ¿no?

La consola parece estable y funcional. En ella se pueden leer varios parámetros se energía redireccionandose a los sistemas de mando y de propulsión de la nave, por lo que eso puede bastar para poder cambiar el rumbo.
No obstante el parón ya anunciado por Atallah ha tenido un resultado algo más controvertido. Los motores de emergencia han tardado en saltar más de lo esperado y eso ha afectado seriamente a los emisores de oxígeno. Al llevar los trajes de soporte vital puestos no os habéis dado cuenta, pero Atallah apoyado contra la pared no hace movimientos. Se ha puesto de un peligroso color azul y salvo que hagáis por forzar la enorme puerta que le separa de vosotros,su destino parece bastante asegurado.

Ahora Shoun lanza, más que una pregunta, un pensamiento en alto.
— Si tenemos en cuenta lo que ha dicho Mike sobre el registro de Kikum...como se llame, ¿ podría haber más gente viva? ¿Deberíamos ayudar o nos centramos en nuestra misión y ya? A mi personalmente me da un poco igual, pero quiero escuchar la opinión de los demás y sobre todo, ¿Capitán, me escucha? ¿Qué ordenes seguimos?—

El equipo estaba en marcha,  y la posible presencia de aquella criatura en la nave le ponía los pelos de punta.

Shoun, nuestro objetivo es estabilizar la nave.  Si no conseguimos eso no habrá nada más que podamos hacer.  Desgraciadamente no creo que haya nadie más con vida, y no tengo intención de arriesgar vuestras vidas si no hay ni siquiera indicios de que alguien pueda estar con vida.

El tipo que le s había ayudado, aunque fuera a su manera, parecía no estar pasandolo muy bien. Vale que estaba un poco tocado, o muy tocado. Pero tampoco por ello tenía que morir, y menos de aquella manera.

Damaris se está axfisiando. ¿No puedes hacer nada?

Disparar a aquella puerta blindada era inutil. Al igual que tratar de golpearla con algo, cosa que estaba trantando de hacer Vanth con la culata de su arma. Pero era obvio que no iba a dar resultado. Miró las herramientas que había por la sala, y cogió algo que le pudiera servir de palanca, una vez colocado provó a hacer fuerza. Pero era complicado, aquellas puertas estaban hechas para durar.

Ayudadme, se está moviendo.

Esto...¿chicos? interrumpió de nuevo la voz del piloto la conversación Lamento ser yo otra vez quién os traiga malas noticias, pero... dudó unos instantes antes de continuar Bueno, será mejor que ninguno de vosotros se quite el traje ni la escafandra. Los niveles de oxígeno han descendido de golpe a niveles críticos. Estáis al 5% ahí dentro. 

No tengo que deciros que como alguien se haga el más mínimo rasguño en su traje, puede darse por jodido... advirtió sin rastro alguno de su humor habitual. Sea lo que sea lo que vayáis a hacer, hacedlo ya.

Algo me dice que eso no ha sido un accidente - comento mientras miro a mi alrededor -. Suena como una amenaza.

El tiempo para algunos pasaba considerablemente rápido debido a la emergencia de la situación. Vanth intentaba abrir la puerta blindada en la que Atallah estaba muriendo y no podía hacer nada para evitarlo. La puerta estaba especialmente diseñada para aguantar altas presiones y los efectos devastadores de la descompresión repentina por un fallo contra el vacío del espacio. El creía que la puerta estaba cediendo, pero no era así. Los demás miraban atónitos cómo los esfuerzos del soldado caían en saco roto.

Shoun pone una mano encima del hombro de  Vanth, mientras éste le miraba sorprendido. — Ese hombre ya tomó su decisión cuándo se encerró ahí después de bloquear el rumbo de la nave. No hay nada que podamos hacer por él. Lo que sí que podemos hacer es intentar salvar al resto de gente si es que queda alguien vivo. Déja eso y vamos al puente de mando. Ya brindaremos por los muertos cuándo salgamos de aquí, ¿te parece?—  Shoun no era el tipo de persona que habitualmente muestre su lado más empatico, pero el ver a Vanth luchar desesperadamente por abrir la puerta y salvar a aquel hombre le trajo una serie de recuerdos que pensó había bloqueado hace mucho tiempo.

Kembouri aparece con su traje de  supervivencia por el marco de la puerta de la sala de máquinas en la que estáis. Lleva una especie de mochila bien ajustada en su cintura y un libro en su mano derecha. —He venido para ayudar en lo que pueda. Si ya habéis conseguido restaurar la energía en el panel de mandos deberíamos ir a la sala de control para cambiar el rumbo cuanto antes. Hay un pasillo aquí que lleva directamente a uno de los ascensores que unen con la cubierta de proa, donde está la sala.—

La terminal funcionaba a duras penas y manipularla podría poner en peligro toda la misión, y quien sabe, quizás a la tripulación de la Serenity, pero la suplica de Vanth casi hizo que la coraza de lógica y razón de Damaris se resquebrajara y saliera a la luz su lado protector... Para bien o para mal Shoun intervino justo antes de que pudiera tocar el panel de control de la terminal y cuando sus manos, vencidas al destino del ingeniero de la nave abordada, caían lacias a recoger sus herramientas...

Su cliente entro en la sala siendo objeto de inmediato de una mirada feroz por parte de Damaris que recogió sus cosas con furia y rapidez y formó con el resto de la tripulación esperando el momento de corregir el rumbo y salir de esta funesta nave, sin mediar palabra alguna.

Los demás ya habían visto enfadado a Damaris, pero esto era diferente, una vida se había perdido, y fuese o no cierto, Damaris pesaba que había sido en parte a su inacción.

Vanth se giró a Shoun para gritarle que le ayudara en lugar de impedirle abrir la puerta, pero sus ojos se cruzaron y vio en ellos algo poco habitual. Aquello logró que se calmara y soltara la puerta. Al fin y al cabo tenía razón, no había nada que pudiera hacer por el tipo aquel. Pero tampoco tenía que gustarle.
La llegada de su cliente podía haber sido un buen modo de liberar su rabía, pero una vez más se relajó y sacudió la cabeza. No tenía sentido discutir, mejor acabar el trabajo cuanto antes.

Sí. Vi antes ese ascensor cuando investigaba el ruido. Lo que fuese que perseguía trataba de atraerme allí. No me parece el mejor sitio por el que ir. ¿Hay algún otro camino?

El antiguo soldado parecía haberse recompuesto y estaba otra vez en la puerta de salida listo para moverse en cuanto todos estuvieran listos.

Creía que se iba a quedar en la otra nave. Por cierto, supongo que al entrar ha vuelto a cerrar las puertas y conexiones con la Serenity ¿no?

Eso último era también un comentario en abierto para que Mike estuviera atento.

El reloj no se detenía y parecía correr cuando Thomas dejaba de mirarlo por un rato. Los sistemas parecían reactivados pero era vital llegar al centro de mando para corregir la órbita de la nave.

Vamos señoritas el tiempo corre y el centro de mando espera.  Permanecer atentos y recordar tener precaución, esa cosa parece que puede tomar el control del cuerpo de la gente así que si véis a alguien andar con cautela por muy cara de ángel que tenga.

Señor Kembouri, ¿esas cosas tienen alguna peculiaridad que podamos rastrear? ¿quizá con un rastreo térmico o de alguna otra clase?

Yo en esta etapa y con el capitán al lado decido que es mejor bajar el perfil, colocarme en mi posición de combate y esperar a que se me necesite.

A cuidar de estos.

Me preparo para el combate detrás de Nadwa y su escudo, atento a lo que pueda moverse, levantarse o caer.

Kembouri se prepara y se queda en una posición centrada entre vosotros. No tiene pinta de ser un cobarde como para no ir delante, pero está cotejando el mapa con los pasillos. —No quiero que nos perdamos y acabemos muertos todos porque se nos acaba el tiempo. Si seguimos este pasillo llegaremos al ascensor. Calculo que serán unos doscientos pasos en línea recta y luego una leve desviación a la derecha. Deberíamos tardar menos de 1 minuto.—

La oscuridad del pasillo sigue siendo rota por algunos de los leds rojos que apenas emiten una luz más potente que un pequeño punto en algunas secciones. La tensión se puede palpar en el ambiente mientras las motas de polvo revolotean con los haces de luz de vuestras linternas.

Tal y como dice Kembouri, apenas un minuto después os encontráis casi de frente con el ascensor que lleva técnicamente a la sección de mando de la nave.
Esta diseñado para utilizar varios elevadores externos. Estas máquinas tan viejas se encargan de que la gente pase de cubierta a cubierta por el exterior. Hay una pequeña compuerta de descompresión para evitar sustos innecesarios. El carro es rectangular y no parece en muy buen estado. La compuerta de seguridad está hecha de Cristal de Composite y está hecha una pena. El óxido de ferrocarrocería siempre ha sido un duro enemigo de las naves más viejas y cuándo hay un exceso del mismo se suele tirar de soplete para cortar y empalmar un trozo de metal "sano". Esta parte de la nave tiene varias de esas"cicatrices" del mantenimiento de muchas décadas de uso.

Desde se puede ver el inmenso bloque de hielo azul  blanquecino. Es tan grande como la nave, y la nave es tan grande cómo una ciudad pequeña. Una placa de metal oxidado indica que este elevador se utiliza para ir a la cubierta de proa? o es popa? bueno, a la otra cubierta, ya que está tan desgastada que apenas se puede leer. Por como esta diseñada la nave, seguramente haya otro elevador en la otra cubierta, y así pueden tener un recorrido de gente sin interrupciones y con rotación contínua.

¿Has oído eso? Sí, y es desconcertante que nadie más haya oído ese extraño ruido. ¿Será que tu mente te está volviendo a jugar alguna mala pasada? SI de verdad hay un Djinn en la nave, y si en realidad son tan....etéreos y traslucidos como dicen las leyendas, ¿acaso hacen ruido?. Observas desde la retaguardia detenidamente a todos los del grupo, y nadie parece haberse percatado de ese ruido tan....no sabrías definirlo. Es metálico y pausado, pero rítmico a la vez.  ¿Podría ser alguien pidiendo ayuda? Pero si el oxígeno ha caído tan en picado...si nadie se ha puesto su traje de protección....no debería haber nadie vivo. ¿Pero y si alguien lo ha llegado a hacer y se ha escondido?.
-Klllanck-
Otra vez....¿Valdría la pena salvar una vida en vez de la nave? Tu pasado dice que no. Tu mente dice que sí. Tu corazón....ya no es el que era y está acelerado.
Zttthhhummmm zasssk. Espera, ¿eso lo había hecho antes?.

Pasan unos segundos y de nuevo nadie se ha percatado de lo que sea que haga ese ruido, si es que alguien o algo lo hace. ¿Pero cómo es posible que solamente lo oigas tu?. Te tacharían de loco si te pusieras a murmurar sobre fantasías que no están. Ya lo hacen a veces y no te sienta bien. No cuándo tiene razón ellos, pero ¿y si esta vez es diferente?
-SSSShhhhhkkkknggg-

Pasas un rato en el interior de tu mente cuándo otro ruido, esta vez más cercano vuelve a llamar tu atención.

A Vanth no le gustaba nada el ir por ahí. Ya había estado él antes, y seguía siendo igual de lúgubre. Al menos no se escuchaban los ruiditos aquellos que lo habían atraido hasta allí. Pero eso no quería decir que no hubiera nada.

Tened cuidado. Aquí fue donde os comenté que me parecía que había algo. Y no sé yo si se habrá movido del lugar. Sigo diciendo que deberíamos ir por otro sitio.

El exsoldado apuntaba a cualquier ruido que escuchara.