Partida Rol por web

Demasiado conmocionado como para escuchar de dónde venía el sonido, Luis escucha atentamente a sus compañeros. -Entonces demos un rodeo, obviamente no vamos a pasar por el claro. ¿Por donde vamos?- Pregunta en un susurro.

Mientras estais deliberando sobre cual es el mejor curso de acción, una segunda detonación se oye por encima del ruido de la tormenta de viento, y al lado de la cabeza de Jack, la corteza de un arbol estalla en pedazos. Esta vez todos habies podido oir el ruido del disparo muy cerca, y podeis ver una silueta humana en el claro, con un brillo verdoso donde deberian estar los ojos.

No aguanto más. El ruido me hace dar un grito. Ha pasado demasiado cerca, de nuevo. Esta vez no aguanto. Veo esos ojos inhumanos fijando su mirada en mí, esos ojos verdes que veían no más que muerte. Sin pensarlo, salgo corriendo. No pensaba en los demás, eso era cierto, pero durante estos momentos no soy yo. La confusión que todos sienten y su posterior estado de alerta es mi opción de correr despavorido, hacia la dirección de esos malditos ojos no, pero corriendo hacia un lado, no por donde habíamos vuelto, sino hacia el lado opuesto a la verja. Me introducía así mucho más en la selva, pero todo eso no importaba. ¡¡Aaaaaahhhh!!

En un instante, todo el cuerpo de Jack se pone tenso, una gota de sudor resbala por su sien mientras que sus dientes se mantenían firmes, apretándolos mnadíbula con mandíbula.Acto seguido observa a aquella silueta, fijándose en sus "ojos".

-Tsk...perfecto, viva la visión nocturna- comenta a modo de maldición la ver que las posibilidades de morir que tenían eran realmente altas.

-Bueno, de escapar tenemos casi nulas posiblidades.Ese cabrón tiene un franco y además visión nocturna, a ver quien es el guapo que sale corriendo para llamar la atención.Además, al ser un clima humedo, el terreno está apelmazado, no podriamos ni levantar polvo para dejar nula la visibilidad del bastardo..- se pone rápidamente detrás de un tronco, agachado por si las moscas, intentando pensar algo, aunque realmente estaban atrapados.De pronto, uno de sus compañeros grita y sale corriendo, era una buena oportunidad.

-Ahora, es nuestra oportunidad, salgamos corriendo todos, pero no nos separemos mucho o seremos carne de cañón- comenta un tanto eufórico para salir corriendo de forma paralela a la silueta, pero avanzando cada vez más hacia a esta para así una vez cerca intentar neutralizarlo.

Apenas escuchó la detonación Iara se arrojó al suelo con un agudo grito. No le parecía buena la idea de Jack, y mucho menos la de Daniel. Se arrastró a la selva lo más rápido que pudo y dijo.-Tenemos que separarnos, si estamos juntos es sólo cuestión de tiempo antes que nos maten.-dijo.

Absolutamente todos os dais cuenta de las maldiciones a regañadientes que suelta el interfecto de ojos brillantes, algo parece ir mal con su arma, y un sonoro chasquido parece llenarle de frustración.

Sin importar esa sarta de improperios, sigo corriendo allá donde se encuentra la luz, en dirección opuesta a por donde hemos venido. Corro como nunca, pensando solo en salir de allí. Mis pensamientos no dan para más: solo quiero escapar, no estar, desaparecer, salvarme, comer pizza....todas esas tareas, más mundanas o no, siguen allí. Quizá es mi instinto de supervivencia, aunque yo lo considero en mi interior miedo, el miedo más irracional, el miedo ante la muerte. Era como una pequeña cuerda que se había tensado demasiado, y ahora estaba a punto de romperse. Aunque mantenia la cordura, corría como nunca había corrido, pensando que más adelante encontraría la llegada a una salida fuera de esta estúpida selva. Quizá en ese momento podría tranquilizarme...o quizá no.

Ahora es el momento...Piensa al escuchar como posiblemente el arma que portaba se hubiera escasquillado.Cambia su dirección, corriendo directamente hacia este.Era una opción un tanto peligrosa pues podría portar otra arma o arreglar a tiempo la que tenía, pero la distancia ya era demasiado corta como para poder actuar.Sin darse cuenta a estaba a un par de metros de aquel tipo, y sin parar de correr se lanza a por con un buen derechazo directo al mentón.

La última vez que fui a por alguien la cosa no salió demasiado bien y casi me pierdo en la selva, pero esta vez... esta vez el claro está bien localizado, y además mi objetivo brilla en la oscuridad con esas gafas verdes...

Si, creo que intentaré rodearlo.

Mientras tanto, perdida en mis pensamientos, veo como Jack se me ha adelantado y ya va a hacer lo que hay que hacer... así que me pongo en marcha yo también!

Creo, que en vez de hacer el Kamikaze, lo mejor es rodear la zona aprovechando los arboles.

Eso es Jack, tira iniciativa, pero erais su objetivo, así que no es que lo pilles por sorpresa.

Tiro violentamente del mecanismo, y el maldito casquillo no cede... cuando quiero darme cuenta, tengo un mastodonte encima:

чёрт!

así que intento lo único que puedo, darle un culatazo!

Finalmente llego hasta ese bastardo, para así poder neutralizarlo cuanto antes.

Viendome al gigantón encima, le suelto un golpe con la culata de mi arma, no hará mucho daño, pues es un modelo plastico, ah... nada como el viejo Ak-47 para estos menesteres... pero no estamos en Afganistan y habrá que apañarse...

Oh mierda... calculé mal y el maldito se mueve más rapido de lo que creía. No me da ni tiempo a echar mano de mi cuchillo.

Daniel, corres a todo lo que dan tus pulmones y tus piernas, no sabes muy bien en que dirección, cuando de repente, el pequeño arbol que tenias a tu derecha estalla en una nube de astillas y resina, mientras llega a ti el eco del disparo.

Soltando un grito de terror, me pongo las manos en la cabeza para protegerme de las astillas que caen, aunque no lleguen a rozarme. Mis pensamientos eran difusos, y la adrenalina recorría mi cuerpo, que solo sabía correr y correr. No podía pararme, pues de hacerlo, el próximo disparo no erraría en su objetivo. Lo sabía, y por ello sigo corriendo, aunque los pulmones comienzan a pincharme y el cansancio es más que presente. Recordaba todas estas tardes en la cancha de la universidad, en las que aguantaba mucho más que una simple carrerita. Un año sin hacer ejercicio más que ocasional tenía sus desventajas, y ahora mismo, podía costarme la vida.

Y sin embargo, seguía corriendo.

Se lanza al ataque en posición de pelea, y cuando ve venir el culatazo, echa su columna hacia atrás como si estuviera esquivando un buen puñetazo del oponente, como en los viejos tiempos de boxeador.Una vez hecho esto, aprovechando la incorporación, le da más fuerza a su gancho, directo al mentón del tipo, para hacerle perder el equilibrio y que soltara el arma al caer.

Daniel, hazme una tirada de vigor, dificultad 4

El puñetazo del mastodonte me ha dado de lleno en el mentón, y un dolor electrico recorre mi cara mientras mis gafas de visión nocturna salen volando. Aturdido y medio cegado, suelto el arma y saco mi machete intentando interponerlo entre los dos a modo de defensa.