Partida Rol por web

Corsarios de Belfalas

La ira de Ossë - 2 - Nimaearguth

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21/02/2011, 03:50
Aërengoll

- ¿Eras marino? - dice Aërengoll sin entender muy bien lo que aquel hombre decía - ¿Pescador en alta mar? - hizo una pausa - ¿Qué cosas están sucediendo en N´Gruth? La gente es realmente rara, y peligrosa. ¿De dónde sacan ese pescado? ¿Está envenenado? ¿Por qué cambia la gente?

Eran muchas preguntas y la mayoría de ellas se las hacía a sí mismo. Pero aun así se sorprendió al formularlas en alto. Quizás el anciano pudiera responder a algunas, pero igual otras le asustaban un poco.

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21/02/2011, 11:56
Zadok

-Hiar, hiar, todo a su tiempo, zeñó. Todo a su tiempo. Toda mi familia siempre tubo una tradición marinera, pero de eso hace mucho ya. Antes que ellos se hizieran fuertes -te contesta Zadok en su particular jerga, y que ya metido en uvas se ha vuelto prodigiosamente locuaz -aunque a veces parezca balbucir cosas inconexas y fantasías de borracho-. Tras lo cuál parece volver a reenganchar su grotesca historia:

-Galdomar, su primer ofisial, tanvién ablaba mucho, sólo que estava en contra de que la gente hisiera cosa de paganos. Ablaba de una isla al suroeste del Cabo de Estelréna, donde abía una gran cantidad de ruinas de piedra, más antiguas de lo que naide a visto nunca. Ruinas completamente desgastás, como si antes uvieran estao bajo er mar.

>>Verá uced, zeñó, Galdomar desía que los Hombres de por ayí tenían tó er pescao que querían, y lusían pulseras y brasaletes, y coronas echas con un hestraño tipo de oro y cubiertas de pinturas de mostruos como esculpíos en las ruinas de piedra... una espesie de peces con aspecto de ranas o ranas con aspecto de peces. Los natibos de esas islas salvajes conseguían pescao en avundansia y lucían esos tesoros. Además, Obed oserbó que muchos bebés desaparecían y que apenas había viejos.Le costó a Obed sacar la verdá a esos paganos, pero de alguna manera que ni atrevo a imaginá lo consiguió.

>>Berá usté, zeñó, Obed se enteró de que ai cosas en este mundo de las que la malloría de la gente jamás olló avlá. Perdidas en edades anteriores. Parece que en aquellas islas sacrificavan montones de muchachos y donsellas a una espesie de divinidades que vivían vajo er mar. Y a cambio resivían avundante pesca y las joyas.

En este punto, Atandil se interesa por la historia del viejo; y le insta a hablar en más detalle sobre lo de las joyas y aquellos extraños ornamentos. No obstante, Erandil también interviene, para que el viejo Zadok pueda proseguir su relato, y entrar en detalles una vez que finalice. No fuera que se acabara el vino o que de repente dejara de soltársele la lengua.

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21/02/2011, 12:23
Zadok

-Tenían toa clase de siudades en er fondo del mar, y esa isla abía salío de ayí. Parece que, cuando el islote salió de repente a la superfisie, entavía vivían esos seres -mitad pez y mitad rana-, en las estructuras de piedra. Hasí fue como s´enterearon esos Ombres de que estaban ayí devajo. Y en cuanto s´atrebieron avlaron con ellos por señas, y muy pronto llegaron a un acuerdo.

>>A esas horrendas criaturas les gustaban los sacrifisios umanos. Los más paganos estubieron de acuerdo, porque avían pasado malos tiempos y tan alejados del poder central de Gondor perdieron el norte. Muchos de los enviados por Gondor hasta esas ijnotas zonas eran sacaos de las masmorras computá su pena. Lo mejor de cada casa. Pocos escrúpulos. Ya me entiende uzed, señó.

>>Entregavan cada sierto tiempo a esas criaturas marinas un sierto número de jóbenes. Las criaturas acordaron darle a camvio havundante pescao y algunos ojetos de oro de ves en cuando.

>>En fin, como digo, algunos de esos Ombres se reunían con esos seres en el hizlote bolcánico. Iban en barcas con la bíctimas y volvían con algunas jollas de oro. Cuando su lazo fue más sólido, las criaturas contaron algunos de sus oscuros secretos a aquellos Ombres. Llenaron a quellos ombres la cavesa de ideas paganas. Desían que nada de Primeros nasíos o Segundos nasíos. Al pareser, los Hombres tenían sierto parentesco con tales criaturas marinas... pues según contaban, toas las formas de vida abían salío del agua y sólo necesitaban un pequeño camvio para bolber a eya otra bes. Y ofresieron mezclar sus sangres-por un momento, un rictus de horror cruza la cara de viejo al pronunciar la última frase, como presa de un indecible terror del que sólo su locura lo protegía.

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23/02/2011, 02:58
Aërengoll

Aërengoll frunció el ceño.

Decía muchas cosas nuevas, pero nada que le resultara realmente nuevo.

- Pero, ¿cuántos son? ¿Todo el pueblo? ¿Tienen un lider? ¿Dónde podemos averiguar más cosas de ésta especie de secta?

Entendía que ellos habían vendido su alma a unos dioses paganos. Movidos por la codicia y la avaricia, hacían sacrificios para sacara beneficio en forma de riquezas y de abundancia de peces. No era pues una plaga, sino más bien un tema monetario. Eran como piratas, pero de una forma un tanto más siniestra. Quizás incluso sus intenciones fueron buenas una vez.

- Hay que detenerlos como sea.

Notas de juego

Perdona tio... esk estoy un poco perdido...

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23/02/2011, 04:52
Director

-Si mesclavan sus sangres, naserían niños de apariensia umana al prinsipio, pero que después s´irían paresiendo cada ves más a ellas, hasta que finalmente bolberían al agua para reunirse con los montones de seres que biben hayá avajo. Y ahora biene lo más importante: cuando se convierten en peces-sapos como ellos y regresan al agua, ya no morirán. Esas criaturas nunca mueren, salbo que las maten de forma biolenta. Así que son muchas. Y aquí todo el pueblo. O casi. Y el líder es Obed y su familia, aunque también tienen sumos sacerdotes de la orden. Al menos aquí, en N´gurth.

>>Los que nacían más parecidos a ellos canviavan antes, pero los que eran casi umanos a beses se quedaban en la izla asta pasaos los setenta años. Y los que s´avían ido al agua, generalmente bolbían a veces de bisita, así que solían ablar a menudo con er tataravuelo de su tataravuelo, que abía havandonado la tierra firme sien o dosientos años ante.

>>En todo esos biajes, Obed aprendió una gran cantidad de ritos y conjuros que tenían que ber con aqueyas criaturas marinas. Por último le dieron una especie de raro artilugio de plomo que le dijo, aría salir a las criaturas con forma de pes de cualquier lugar donde tuvieran su madriguera. Bastaba con dejarlo caer al agua y resitar las plegarias adecuadas, etsétera. Parece que esas criaturas estaban diseminadas por todo Arda.

Notas de juego

Perdona, he editado, es que también yo me había hecho un poco la picha un lío... xD.

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23/02/2011, 08:25
Erandil Thyrar

-Bueno, viejo, deja ya de desvariar y dinos qué pasa aquí. ¡Voto a Ulmo que el ejército de Gondor no permitiría que uno de sus hombres hiciera todas esas felonías y mezquindades!-el paladín se estaba empezando a poner nervioso. Como si sólo creyera o entendiera la mitad de lo que el viejo estaba contando, cuya mente -desvirtuada por el tiempo y el licor- mezclaba hechos e ideas de la realidad con su más enloquecida fantasía. Mientras, Atandil escuchaba muy atento, el ceño fruncido.

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23/02/2011, 08:28
Zadok

Mas Zadok parecía más que acostumbrado a que lo trataran por orate, o con desprecio, y continuaba con su risa desvencijada y sus delirios.

-¡Hiar-hiar! -rió- Obed no era un ombre cualquiera. Y además no era soldao del hejérsito de Gondor, era un mercenario que travajaba para el ejérsito de Gondor. Y con todos los secretos que descobrió se izo mu poderoso.

>>Finalmente, Galdomar se negó a tanto biaje y benefisio sacrílego y dio parte al ejérsito de Gondor. Ya abía aguantado vastante las insensateces y sacrilejios de Obed. Y Gondor no dejó nada en pie, ni en la izla principal ni en el islote bolcánico, excepto las ruinas, que eran demasiado grandes para derrivarlas. Pero Obed logró uir, naufragando finalmente en la isla de Kjwàjyarântan -en el archipiélago de Tol Uialgaer-. Ayí lo encontraron los ajentes de los Brujos Rojos, a los que solicitó alluda. Y ellos vieron a Obed como la prolongación de sus planes.  Y dicen que les bendió el alma. Pero los Brujos Rojos servían a Umbar y Obed tubo que benderse a Umbar. Pero eso fue un presio pequenyo para lo que consiguió, porque con las criaturas de las profundidades y los hechiseros de Umbar como aliaos... no sé cómo se las apañaron pero no pudo regresar bibo a Gondor ni uno solo de los soldaos gondorianos que acavaron con el mal en la izla aquella. Y nada se sabe tampoco de qué fue de Galdomar.

>>Obed bolbió a Engurz, esta vez para quedarse para siempre. Y prosperó la pesca y avundó el oro, como prometió. Y las autoridades gondorianas no se inmiscuían. Tenía oro suficiente para ello. Y también pactaba con otros agentes y espías de Umbar, por ejemplo el corsario Zarono, que asolava las costas desde Lond Cobas asta el cavo de Metrast. Yo e vizto el demoníaco navío de Zarono arrivar a las costas y permaneser así, a salbo, un par de días, mientras Obed y su familia urdían todas las felonías probenientes de Umbar y de esos hechiceros malditos.

A esta alturas, Zadok ya había apurado el azumbre de vino. Era curioso que aguantase tanto vino, pues en su voz aguda y jadeante no había ni siquiera una pizca de pastosidad. Después de relamer hasta la última gota se quedó con el odre y empezó a mover la cabeza y a susurrar en voz baja para sí mismo. Os inclináis para  ver si podíais entender alguna de las palabras que profería. Y sí, aunque de forma inconexa -por las caras de Erandil y Atandil tampoco se se estaban enterando de mucho-, sí que estaba diciendo algunas palabras. Y pudisteis entender algunas de ellas.

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23/02/2011, 13:16
Aërengoll

- Demasiadas cosas - Aërengoll miró a un lado y a otro. Se acercó para oir al anciano. Después habló con sus compañeros - Mas, ¿Qué podemos hacer nosotros frente a un ejército de hombres-sapo? ¿Qué pueden hacer dos o tres guerreros contra un hombre tan poderoso? Sólo la intervención divina podría acabar con semejante poder.

Aërengoll le daba vueltas a varias ideas. Él no era un clérigo poderoso, no podía pedir la ayuda directa de su Dios, Ulmo. Pero quizás pudieran hacer otra cosa, quizás pudiesen infiltrarse y quitarle a Obed el artilugio que le daba poder. Sin él, sería mucho más vulnerable.

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23/02/2011, 15:47
Zadok

-¿Qué podemos haser nosotros contra los orrores de las profundidades, que son más hantiguos que los eldar? ¿qué podemos haser nosotros contra la echicería del sur? ¿qué podemos haser nosotros contra la más ominosa Oscuridad y la locura? ¡Ná! ¡hiar-hiar-hiar! ¡Pos claro que no podemos haser ná!-contesta Zadok tu pregunta retórica con la vista perdida en el Arrecife de Ossë...

Mientras murmuráis sobre la situación, el viejo continúa balbuciendo mientras cabecea levemente, como hablando consigo mismo:

-Er probe Galdomar siempre estuvo en contra de esto... sin él, pronto huyeron o desaparecieron todos los que estaban en contra de Obed... yo e bibido toda la vida aquí y e bisto lo que e bisto y e oído lo que e oído... Ossë y Dagon... Blaugir y todas las abominaciones del poder corrupto de Númenor... -después de una retahíla de nombres inconexos -algunos los reconocéis como antiguos demonios de la Primera Edad, servidores de Sauron o Melkor- se detiene de nuevo, y por el aspecto de sus ojos llorosos os teméis que después de todo se halle muy cerca del sopor etílico. Finalmente, se vuelve hacia Aërengoll con asombrosa agilidad y aun espeta unas cuantas frases todavía más crípticas.

>>Díganme, ¿por qué el capitán Obed y sus secuaces van asta el Arrecife de Ossë en plena noche, y cantan tan alto que se les podía oír en toda la aldea cuando el biento era faborable?  Díganme, ¿por qué, eh? ¿Y díganme por qué dejaban caer cosas pesás en las aguas profundas al otro lao del arresife donde si uzté echa un escandallo nunca llega al fondo? ¿Y qué gritan todos en los olvidados días de las antiguas celebraciones sacrílegas de la antigua Númenor? ¿Y por qué los nuevos sacerdotes -c´antes avían sío marineros- yebavan túnicas estrañas y se cubrían con esas cosas de oro que Obed abía traído? ¿Y qué me dicen de hablar con gentes extrañas -venidos del sur en oscuros barcos- en la playa por las noches? ¿Eh? ¿Es eso normal en una aldea pequeña de pescadores como esta?

>>Y finalmente llegó la bruma... de repente...

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23/02/2011, 15:54
Erandil Thyrar

-Hacernos con ese objeto puede resultar tan interesante como arriesgado. En cualquier caso, nuestra misión aquí es recabar la máxima información posible y notificarla a las autoridades de Pelargir. O eso nos dijo la dama Aegwen si no creo recordar mal -te comenta Erandil-. Ellos se encargarán sin duda de esta situación. Si ellos no pueden, menos vamos a poder nosotros.

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23/02/2011, 15:57
Atandil Corume

-Pues yo estoy con Aërengoll, deberíamos hacernos con ese objeto. Sin él estarán perdidos. Veamos, como dice Erandil, qué más puede saber o decirnos el viejo y tracemos un plan. Está claro que el enemigo es grande y desconocido, en cuanto nos descubrieran estaríamos perdidos...-murmura el bardo con una mezcla de emoción y temor en la voz y en la mirada-. Quizás fuera uno de esos peces-rana lo que me encontré yo en la oscuridad aquella infausta noche en la playa... si es que podemos fiarnos de un viejo orate...

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24/02/2011, 00:34
Aërengoll

- Yo me creo lo que dice. Las cosas cuadran. - Aërengoll estaba serio y tranquilo - La cuestión es si podremos nosotros hacer algo o no.

Parecía pensativo. No le gustaba la idea de enfrentarse solo contra todos ellos. Ni siquiera de intentar pasar desapercibidos o de infiltrarse. ¿Qué les mandarían si no hacían algo?

Podría enviar un mensajero y esperar la respuesta para solicitar instrucciones...

- ¿Y si envío un mensajero animal que comunique con los que nos han encargado la tarea y les preguntamos qué hacer?

Notas de juego

Espero que uno de los animales idiotas puedan hacer eso... si lo hacían las palomas mensajeras, supongo que con el hechizo de hablar con ellos será aún más sencillo, no?

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26/02/2011, 11:27
Director

Notas de juego

mmm, pues no sé. pero las palomas mensajeras son mensajeras por algo: valen para eso. saben a dónde ir. las gaviotas estarán menos dotadas para ello. además de que no sabrían a dónde ir exactamente. Y Pelargir está de masiado lejos. Podrías probarlo, aunque la probabilidad de éxito (tirada secreta) no sería muy alta, creo yo... otra opción sería enviar a Erandil para que vaya avisando, ya que como Lord Fumungus no juega es tan sólo un penejota. La cosa es que quizás sea demasiado pronto pues la autoridades de Pelargir pueden pensar que quedarte sin el apoyo del paladín sólo por lo que ha dicho un viejo borracho pudiera ser precipitado o negligete... además de que tu seguridad menguaría (aunque esté Atandil)... en fin, tú mismo, si eso podemos hablar por chat...

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26/02/2011, 11:44
Zadok

Ajeno a vuestras elucubraciones, Zadok continuaba con su monólogo de desvaríos.

-¡Hiar, hiar, hiar! ¡Empiesan a entender! ¿verdad? Tal bes les oviera gustao estar en mi peyejo en aquellos días, cuando por las noches veía cosas en el mar ¿y la noche que los espié y bi el arresife lleno de figuras que se sambuyían en el agua tan pronto como salía la luna? Obed y los demás estaban en un bote, pero aquellas figuras se sanbuyeron por el otro lado en las aguas profundas y no bolbieron a salir.

Sus ojos llorosos azules os parecieron entonces casi enfurecidos y frenéticos, y los pelos blancos de su sucia barba se le erizaron como si estuviesen electrificados.

-Cada ves desaparesía más gente y los sermones eran cada vez más disparataos. Cada ves era más avundante la pesca y el oro. Y cada ves era todo más oscuro...

Notas de juego

bueno, je, je, y Zadok sigue... xD.

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26/02/2011, 12:01
Atandil Corume

-Pero ¿habéis visto alguna vez a esas criaturas de las que habláis? -preguntó Atandil entregando al viejo su última reserva de vino, que guardaba en el petate para ocasiones especiales.

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26/02/2011, 12:02
Zadok

El anciano se estaba volviendo histérico. Entonces pone una mano temblorosa en el hombro del bardo. Estaba empezando a atardecer, y unas sombras de color índigo surcaban el horizonte dándole un aspecto siniestro al Arrecife de Ossë.

-Sí... una noche hezpantosa... los bi... eran multitud... enjanvres... por toas partes del arresife y benían nadando asia el puerto... ¡Oh, Eru! lo que susedió aquella noche en las calles de N´gurth... Golpearon nuestra puerta, pero mi padre no quiso habrir... Montones de muertos y moribundos... lucha y gritos... cuando los de Lond Ernil vinieron al pueblo y comprovaron que faltaba la mitá de la gente, dijeron c´avía sío la peste... una rémora de la Gran Plaga del 1640... no quedavan más que los que se unieron a Obed y a las criaturas o los que se callaron... no bolbí a tener notisias de mi padre...

>>A la mañana siguiente avían limpiao tó... Obed toma el mando y dise que las cosas van a camviar... otros rendrirán culto con nosotros cuando nos reunamos, y siertas casas tendrán que alvergar uéspedes... ellos querían mesclar su sangre.

>>Nada iba a ser diferente en el esterior, sólo que tendríamos que ser cautelosos con los forasteros si savíamos lo que nos convenía. Todos tubimos que prestar el juramento de Ossë, y después uvo un segundo y un tercer juramento.

>>Avía que proporsionarles vastantes sacrificios y vujerías y refugio en el pueblo cuando quisieran, y ellos nos dejarían en pas vastante bien. No les importaba que algún estranjero pudiera ir po aí con abladurías... es desir, siempre que no se entrometieran. Al final todos regresaríamos a la Madre Hidra y al Padre Dagón... o eso desían... Iä! Iä! Ossë fhtag! Ph´ngui mglw´nafh Ossë R´lyeh wgah-nagl fhtagn...-el viejo Zadok se sumió en el más absoluto desvarío...

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03/03/2011, 20:09
Zadok

Entonces empezó a gemir, y las lágrimas surcaron sus mejillas estriadas hasta perderse en su barba. 

-¡Lo que e vizto desde que tenía quinse años!... la gente que a desaparecío, y los que se suisidaron... los que contaron cosas en Lond Ernil o Pelargir y los yamaron locos... o peor, los que vieron saqueados sus pueblos por esa mardita niebla al ablar sobre engurz... ¡Eru misericordios, la de cosas que e vizto!... M´avrían matao ase tiempo de no aver sío por los juramentos que hice ante Obed...

>>yo dejé de usmear, pero ellos no dejaron de entrar y salir del mar desde aquel mardito arresife... y cada ves se ivan tapiando más bentanas, y cada ves se oían más ruidos en las casas en las que se supone que no avía naide... 

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03/03/2011, 20:13
Erandil Thyrar

Erandil zarandeó al viejo.

-¿Cómo que desde los quince años, viejo? ¿Qué edad tiene ese capitán Obed entonces? ¡Como trates de engañarnos te... -amenaza el paladín al viejo, visiblemente harto ya de sus desvaríos. Mas no le golpea. En el fondo siente pena por él. Además, Aërengoll le cree. Simplemente quiere corroborar que el viejo da datos coherentes.

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03/03/2011, 22:02
Aërengoll

- Podría ser, pero eso no explicaría lo que ha pasado últimamente. ¿Por qué ahora entonces? - Aërengoll dudaba hasta cierto punto. Consideraba que el hombre mayor podría decir la verdad, pero entonces, si había pasado tanto tiempo, ¿por qué se enteraban ahora? ¿Qué relación había con los ataques? Eso era lo que tenían que averigüar.

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03/03/2011, 22:30
Zadok

-A zío poco a poco. No yaman la atensión más ayá de Engurz. Nadie fuera se cree ná. Creen que los ojetos de oro proseden de algún botín de corsarios y creen que las gentes de Engurtz tienen arguna enfermedá. Y Obed, como prometieron las criaturas es aora inmortal. Unos disen que regresó a las profundidades y que es aora su nieto Barnabas quien lleva el asunto, otros dizen aberlo vizto en las cercanías de la bahía, y ablan más de una criatura marina que un ombre. 

>>Pasados los años, el capitán Obed se bolbió a casar, pero a su segunda mujer, naide del pueblo abía bisto nunca. Hargunos decían que él no la quería pero que ellos le hobligaron... con ella tubo tres ijos: dos desaparesieron jóbenes, pero una chica paresía tan normal como cualquier otra y fue educada en Lond Ernil.

>>¡Hiar-hiar! ¿qué más quieren saber para creerme? -se ofusca Zadok, mas pronto vuelve su sonrisa desquiciada y su mirada de locura: dos ojos encendidos que brillan como carbones- pero el klérigo sí me cree... ¡hiar-hiar!... es savio y comprende -balbuce señalando a Aërengoll.

Notas de juego

bueno, Zadok sabe lo que sabe. No sabe todo... XD