Partida Rol por web

La luchadora medio desnuda aún continuaba haciendo palanca, hasta que al final, algo pasó. La lanza salió disparada, unas cuantas escamas también, y por qué no decirlo. Ella, cayó de culo. Todo salió disparado. Incluso su cuerpo.

No lo dudó un instante. Se arrastró por el suelo como un gato, sin llegar aponerse en pié, y salió disparada por unas cuantas lascas de esas, y por su lanza. La prioridad eran las lanzas. Además temía que el lagartijo se despertase y quisiera tomarla como desayuno.

El dragón de amatista intenta morder otra vez a la malherida cría de latón pero ésta le esquiva. Continúa el combate.

Te das cuenta de que las escamas del dragón de amatista tienen una forma redondeada. Tanto que podrían usarse como balas para la honda.

Aunque herido, el dragón de latón no iba a dejarse matar por las buenas. Boff observó cómo el animal, sintiéndose acorralado propinó una certera dentellada al dragón amatista que hizo saltar múltiples escamas cristalinas de forma redondeada. 

Estas escamas, además de ser las últimas que necesitabamos, podrán servirme como proyectiles para la honda si tomo unas cuantas de más...a ver si logro colarme con sigilo sin que me vean...dado mi reducido tamaño y que están peleando en las alturas no debería ser muy complicado...

El mediano se fue arrastrando con cuidado y recogió unas cuantas de aquellas hermosas escamas depositándolos en su zurrón. Con aquello ya habían logrado su cometido, tenían una escama de cada una de las bestias... Sin embargo, el revuelo que estaban causando pronto haría que la gente despertara y se acercara hasta allí, convenía escapar rápidamente.

- Chicos, hora de largarse de aquí pitando... Y nunca mejor dicho, en cuanto subamos esa colina haré sonar el silbato para que Zoe venga a recogernos, ¿Tenemos los necesario? ¿Algo que estemos pasando por alto?

Ambos dragones luchan entre ellos, sin fijarse en el diminuto mediano que se acerca. Arriesgando tu vida coges unas cuantas escamas del dragón amatista y te vuelves con Inovaz y Freith.

Sin llegar a ponerse en pie, ya en un lugar seguro, muestra el botín obtenido y pregunta inocentemente: - ¿Tenemos todo lo que necesitamos?

Los dragones se peleaban con fiereza, suerte que estaban más pendientes de ellos que de nosotros o ya estaríamos muertos, Boff entra en la celda y consigue coger algunas escamas, por lo que se ve ya tenemos todo lo que necesitamos.

- Salgamos de aquí como alma que lleva el diablo, echad la reja no vayan a seguirnos, es lo último que no faltaba.

Ahora dependía de que el resto del grupo lo hubiera conseguido en el otro plano, si no esto no valdría para nada, pero lo primero era escapar de una pieza, una de esas cosas importantes cuando uno quiere seguir respirando.

Salís del zoo sin problemas y del Distrito de los Jardines a los pocos minutos. Es noche cerrada y por la calle solo veis mendigos, borrachos y algún que otro guardia sin ganas de meterse en líos. Los tres avanzáis hasta un edificio en ruinas bastante alto, un antiguo edificio de pisos medio derruido. Parecía la opción más cercana para llamar a la libélula dado que atravesar la ciudad o volver a hacer que el animal aterrizara en medio de la calle podría causar problemas.

Decidís colaros en el edificio y subir las escaleras hasta el tejado pero de camino encontráis que en uno de los pisos abandonados hay luz. ¿Mendigos? Podéis continuar hasta arriba o investigar.

Les comentó a los compañeros entre susurros mientras les estaba pasando la carga: - Voy delante.

Lanza en ristre, y su triste y solitario escudo hacia delante, encabezaban el avance.

Que raro, una tirada alta. Que sospechoso.

Escapar del zoo con las escamas había sido una verdadera proeza y Boff se sentía satisfecho de haberlo logrado. Siguiendo a Inovaz, quién guiaba a la comitiva con su lanza y escudo prestos para el combate, salieron del zoo y se acercaron a un enorme edificio medio derruido donde podría hacer llamar a su querida libélula. Entonces, unas luces intrigaron al mediano y se preguntó si podrían ser mendigos que habían buscado un lugar donde cobijarse...¿Podrían lograr información útil de la zona si se reunían con ellos? ¿Tenían tiempo a ello o 8ban demasiado justos de tiempo?

- No se que opináis vosotros de aquellas luces pero siendo un edificio medio derruido y abandonado, tengo la impresión de que serán gente de paso, algún grupito de mendigos, viajantes o similar. ¿Queréis echar un vistazo antes o regresamos ya? No sé cómo vamos de tiempo...

No se lo podía creer. Un tipo que era sigiloso, discreto y muy capaz de moverse de manera subterfugista, y charraba cuando tenían que ser discreto.

Se giró, con cara de muy enfadada y le chistó, como si fuera un gato bufando.

Boff entendió por la reacción de su amiga la paladina que estaba dispuesta a investigar. Se puso en alerta y empezaron a emprender la marcha en silencio tratando de mantener el sigilo y la calma. Consideraba que no habría peligro en todo aquello pero mejor pasar desapercibidos y tratar de escuchar la conversación. Mientras más información o tuviesen de aquella zona, tanto mejor para saber cómo reaccionar eficientemente ante los que les surgiese.

¿Llegaré a convertirme en un buen señor, quién respeta a los Xvarts y les ofrece un trabajo justo y digno, manteniendo a la vez la hacienda? Nunca pensé que lidiaríamos con tantos problemas para adquirir una heredad, y aún queda como mínimo deshacerse de la criatura...¿Cómo estarán Raunix y Hardem? Demasiadas preocupaciones rondan mi mente...

Entráis en el piso destartalado. No hay puerta, no hay muebles, lo único que hay es un catre lamentable y una hoguera que da luz al lugar. La sorpresa es que veis ni más ni menos que a un mediano viejo y vestido completamente de blanco. ¡Es Spencer B. Berwick!

La mujer, preocupada, miró de soslayo a sus compañeros, buscando instrucciones, para saber que porras hacer:

- ¿Qué porras hace este aquí?

No os ve, el mediano parece preocupado, mirando a su alrededor todo el tiempo. ¿Estará escondiéndose del Acechador? ¿Y dónde está su guardaespaldas, el pegatauro llamado Dasshade?