Partida Rol por web

Gonso se escabulle buscando un sitio para ocultarse pero sin dejar de ver como se desenvuelve todo en aquel sitio.

Consigues colarte. Prosigue con tu idea

Hardem vio como los intentos del grupo de convencer o intimidar a los guardias no funcionaron, quería evitar a toda costa un combate por lo que se retiró hacia atrás poniéndose detrás de su compañero Raunix a sabiendas que no había nadie mejor que el para protegerlo. Y tras él sacó de su bolsita unos componentes y comenzó a recitar un conjuro. Esperaba tener suerte y que surtiera efecto o lo tendrían dificil para llegar a la cima.

Utu gruñó dolorido. Desde luego no esperaba esa reacción por parte de los guardias. Un poco más y esa lanzada le habría alcanzado el corazón y... Adiós Utu. Había tenido suerte.

¿Pero cuántos guardias había? No podía precisarlo. Pensó en utilizar su magia para salvaa situación, pero igual también sería inútil. Fue entonces cuando uno de sus compañeros intentó algo en ese sentido.

Hardem estaba recitando un conjuro. Si salía bien igual les dejarían avanzar. De lo contrario... podrían recibir más lanzadas o incluso ser capturados para ser usados como sacrificio. Por lo que pudiera pasar, Utu se preparó para lanzar también un encantamiento de inmovilización.

Había ocasiones en que tropas, estando todo perdido, eran sacrificadas, para dar a otros muchos, la posibilidad de escapar para que la lucha puediera continuar en otro lugar y momento. - ¿Bofff, cómo hacemos para rescatarlos? Se acababa de dar cuenta que era un sentimiento común. Todos querían salir de allí. Seguro que cada uno tendría sus razones, pero en general un sentimiento común tenía una razón de ser similar.

Tras ver a sus compañeros peleando en la pirámide y meditar las palabras de Inovaz, Boff tuvo claro como debian proceder. Acercaría su montura lo máximo posible para que Cecil y ella descendieran para ayudar a reducir a los sacerdotes. Si lograban que al menos uno de ellos abriese el portal, sería posible salir de aquellos dimensión. Siempre quedaría pendiente el Acechador, pero tenía que cumplir lo escrito en el pergamino, ynoara entonces, quizá Boff y sus amigos ya fuesen viejos.

- Inovaz, ayudad a Freith a capturar vivo a uno de los sacerdotes para que nos diga las palabras o nos abra el portal si quiere conservar la vida. Hay opciones de lograrlo... Yo mientras sobrevolar él la zona buscando al resto, lanzaré proyectiles para causar más caos y confusión, y en cuanto logréis abrir el portal, será momento de largarnos. ¿Te parece?

Y dicho eso, Zoe se acercó lo suficiente para que de un pequeño salto sus amigos descendieran sin peligro. 

Gonso se zafó de los guardias que estaban demasiado pendiente de sus compañeros, - algo bueno tenía que tener ser pequeño... Buscó un sitio donde esconderse y poder vigilar desde aquella posición lo que le sucedía a sus compañeros. 

Vuestros hechizos parecen no surtir efecto en aquellos guardias prehistóricos. Mientras, Gonso buscaba zafarse de los guardias pero le vieron y también lo echaron. Cuando toda esperanza de resolver ese conflicto de forma pacífica apareció en el aire una enorme libélula que surcó el cielo haciendo círculos.

Los guardias dejaron de apuntar a las masas y miraron al cielo. Era el momento de pasar el cordón. El cinodonte, la mascota nueva de Hardem fue la primera en colarse por entre las piernas de uno de los sapos armados.

-¡Eh, tu, vuelve! ¡Maldita sea! -exclamó el mago.

Estás en el aire, dando círculos alrededor de la pirámide. Todos te miran y te maldicen pero los batrachi aún no usan arcos ni ballestas, parece.

En la parte superior de la pirámide, donde estaba la cámara de los sacrificios, donde se bañaba (contra su voluntad) y purificaba al pobre diablo que debía salir después para que le arrancaran el corazón y la cámara de los sacerdotes, donde se cambiaban y se preparaban para los rituales.

Allí arriba no había nada de los tesoros que necesitábais por lo que deduces que estará en la parte profunda de la pirámide.

-¡Maldita sea, otra vez para abaj...! ¡Eh, quién anda ahí! -gritas aún sabiendo que no te entenderán. 

-¿El que habla, como sabes común? -te dice una voz conocida seguida de un ronroneo. ¡Eran Inovaz y Cecil! Ella, con una completa armadura blanca, había aparecido de la nada.

-¡Has vuelto! ¿Pero cómo? No... no hay tiempo. Necesitamos a un sacerdote y necesitamos cosas... hay que coger escamas de dragón y, y... invocar un elemental del tiempo y... y...

-Tranquilízate, gnomo. Ahora tienes refuerzos -intentó serenarte la paladina.

Perfecto, ya había encontrado a alguien que sabía defenderse bien, eso de ir pinchando a la gente no era algo que le gustara mucho a Freith, muchos riegos de que te atravesaran o te rompieran la cabeza, nada agradable.

- Bien, ya estaba pensando que me había quedado sólo, no tendrás por ahí una ballesta, no me gustan las dagas, prefiero disparar cosas, se me da mejor y es más seguro.

Utu lo vio claro. Aquellos seres anfibios dejaron un amplio pasillo por el que el chamán podría colarse a la velocidad de un relámpago. No lo dudó, pues era posible que no volviera a tener una oportunidad similar.

- Ahora... - Dijo sin alzar demasiado la voz, más para si mismo que para el resto de sus compañeros.

De esa forma Utu bruló la vigilancia y de un instante para otro había pasado de estar contra las cuerdas y amenazado por las lanzas de obsidiana, a estar del otro lado y con espacio para avanzar hacia su objetivo.

Asintió a los comentarios del mediano y cuando quedaba lo bastante cerca del suelo, bajó de un saltito, viendo que Cecil la superaba en agilidad por mucho, y haciéndola sentir orgullosa por ello.

Acarició la cocorota de Cecil mientras escuchaba al gnomo todo agetreado. - Respira, respira. Vamos a buscar al Sacerdote y luego veremos. - Poco a poco.  Estaba claro que estaba saturado por el momento. - Y si necesitas lanzar algo, pilla lo que sea del suelo, como piedras, … Tras cambiar el tono de voz le ordenó: y dime dónde están esos sacerdotes de que hablas. Ya tenía la paladina intenciones de ello. El resto … no lo tenía nada claro, así que poco a poco. - Primero el sacerdote.

Una vez Inovaz y Cecilia descendieron densidad montura, Boff se elevó unos pocos metros y trató de buscar a sus amigos o al menos encontrar algo relevante que pudiese ayudarles ennsu propósito de salir de aquel lugar. Por si acaso, preparó su honda y colocó un proyectil para ser lanzado en caso de necesidad. Iba a estar preparado ante cualquier eventualidad, sus amigos le necesitaban en aquellos instantes.

Ves a Hardem, Raunix y los demás a ras de suelo. Los guardias que defienden la pirámide no dejan acercarse a nadie en un radio determinado ya que en la pirámide hay una rebelión en ciernes.

Decidís ir a por el sacerdote. Buscáis dentro de las cámaras hasta que dais con un pobre Siv, que comienza a croar asustado. Va a coger su hacha ceremonial así que parece que no se dejará atrapar tan fácilmente. 

-Lo necesitamos vivo, paladina. -dice Freith.

Freith espera que la paladina maneje el asunto, es más fuerte y más loca que el gnomo, así es mejor para esos menesteres, mientras tiene que haber algo útil para poder disparar.

- No le pegues demasiado, tiene que hacer los rezos o lo que hagan los batracios estos...

En posición predispuesta al combate, mira al sapo y le comenta. - Si no te pones tonto, podemos hablarlo. Esperaba que se rindiera, y se va acercando poco a poco. Su intención es desarmar al bicho antes de empezar a "ablandarlo" y si se resiste, pues … habrá que ablandarlo. - Necesitamos que haga una cosilla y nos acompañe. No quiero hacerte daño sacerdote. También sus armas, en las manos, están dispuestas para rechazar un ataque, así que a cualquier cosa, responderá con un sopapo, pero si puede desarmarlo o inmovilizarlo, empezará por ello, aunque antes se le puede escapar alguna torta. Por lo menos esas eran sus intenciones.