Partida Rol por web

La cafetería del hospital extrañamente tuvo mas actividad por la noche de lo que Rin podría imaginarse, médicos y enfermeros que tomaban algo por la noche, incluso algún que otro vigilante de seguridad. No era el sitio mas distraído del mundo pero si que había cierta actividad. El chico paso toda la noche allí y fue por la mañana cuando la actividad fue mucho mayor, personal sanitario y de seguridad, pacientes y visitantes que acudían a desayunar le indicaron que ya era la hora del desayuno, incluso el sol que podía verse aparecer.

El día era soleado aunque hacia bastante frio

La noche había pasado, fue una noche fría y sin duda tensa y larga para las dos chicas, pero un nuevo día llegaba, soleado y muy frio. Ambas se habían quedado dormidas de puro agotamiento en ciertos puntos de la noche sin embargo, se habían despertado bastante temprano, aun tenían bastante tiempo antes de ir a clases si es que decidían ir.

Fue Yui la que mientras se incorporaba hablaba explicando lo que había sucedido:

Si… bueno, no se muy bien como funciona, pero Maki tiene algo en el cuerpo que nos lo ha contagiado creo que dijo la enfermera. Que por cierto, nosotras se lo contagiamos a ella… si, estuvo bastante bien, solo le obligamos a tragar parte de nuestra sangre.

Mientras comentaba esto Aki sonreía, parecía recordar como fue aquello y le hacia gracia:

Pero como es una adulta no le va a afectar igual que a nosotros… ¿lo notas no? Como tu sangre arde, como todo es mas… intenso.

Justo en ese momento aparece caminando Maki, junto a ella estaba una seria Yuki que tenia un aspecto similar al que tenían los demás, Maki sonríe levemente y empieza a hablar:

¿Ya habéis terminado verdad?

La chica mira a todos durante unos segundos y habla de nuevo:

Iros a casa… Sota y yo pasearemos un rato

Casi como si fuera una orden absoluta las chicas asienten y comienzan a marcharse de allí, Maki espera a que Sota se acerque y cuando este se acerque empieza a caminar en dirección al hospital:

Supongo que comprenderás que por el momento no puedes decirle nada a nadie, ¿verdad?

Saber que Aoi no fue la primera, sino al parecer la última en sumarse en sus filas fue algo que no esperaba. ¿Cuánto habían cambiado de bando de esa forma, como para ni siquiera darse cuenta? Incluso la enfermera formaba parte de ese grupo, sintiendo que le habían reclutado tras estar tanto tiempo observándole.

Lo noto.- Se miró la mano mientras apretaba y aflojaba el puño, comprobando que esa sensación cálida, pero no indolora, corría por sus venas.

Se incorporó del suelo, tendiéndole la mano a ambas chicas para ayudarle a levantarse, algo que seguía siendo extraño teniendo en cuenta que hace apenas unos minutos parecía querer matarlas. Justamente en ese momento llegaba Maki, ¿cuánto tiempo había pasado desde que se marchó a hacer cosas? Le sorprendió bastante ver cómo las dos rebeldes obedecían sin rechistar a la muchacha, sobre todo sin ninguna contestación por medio o mala cara, como si las tuviera completamente dominadas.

He estado con Maki, me he sentido renacido, me he partido la cara con las dos más fuertes del instituto aunque esté como una rosa y parece que me he metido en una especie de magia negra extraña.- Sonrió ante la pregunta, resumiendo bien lo que había sucedido en ese rato.- Sí, seguro que no me tachan como loco. Estoy deseando contarlo.- Puede que la chica no le conociera lo suficiente pero el chico en general era bastante reacio a hablar sobre su vida privada. Sólo Natsumi, su mejor amiga, conocía su secreto más oscuro, el motivo de su enfermedad, y era porque sufrió un ataque delante de ella. Si no fuera por ello seguiría siendo un secreto y, ahora, tampoco iba a contar lo sucedido.- ¿Qué tienes pensado ahora? Algo me dice que esto otro paseo.- Preguntó con curiosidad mirando de reojo a Maki con una sonrisa, realmente feliz por sus nuevas emociones.

No era el lugar más adecuado para pasar la noche claramente, el ajetreo del ambiente y la poco comodidad que podía ofrecer una silla podrían evitarle ganar estrellas como hotel, pero dejando todo eso de lado fue perfecto para lo que buscaba, no durmió mucho, pero al menos logro pegar un poco los ojos, que desde el incidente ya era toda una bendición cuando pasaba, miro su teléfono en busca de llamadas o mensajes (que no fueran de su casa claro, estos no eran muy de su interés) y luego se dispuso a ir a la cafetería, comería algo e iría a su casa a tomar un baño y vestirse para ir al instituto, no era su lugar favorito pero al menos le distraería algo.

Maki caminaba tranquilamente mientras hablaba sin mirar a Sota, cuando la chica hablaba este podía sentir como si hablara alguien con cierta importancia y autoridad:

No hay nada de magia… todo es ciencia.

La chica seguía caminando con tranquilidad, por lo que podía ver los pasos les estaban llevando hacia el hospital en donde Aoi había estado ingresada tras su caida:

No tengo pensado hacer nada especial, me padre me ha llamado, parece que Aoi ha intentado matarse… es bastante tonta y cobarde… menuda decepcion después de haberle hecho al profesor.

Una leve sonrisa, aquella sonrisa inquietante que siempre solía mostrar, sin embargo, Sota ya no la notaba inquietante, al revés, la notaba incluso reconfortante, la chica ahora si mira a Sota a los ojos y dice:

Dima, ¿que es lo que pasa cuando el hombre intenta ser Dios?

—¿Estás segura?—no puedo ignorar lo que ha pasado y acompañarla hasta su casa como si nada. O eso creía, porque al instante me arrepiento de la pregunta.—Bueno, no te preocupes.

Le sonrío. En cierta parte, es verdad que no hay nada que pueda hacer. Al menos ahora mismo.

De nuevo aquellas sensaciones inexplicables que adormecía a su lógica, pensando cuánto tardaría en descubrir todas y cada una de las reglas que ahora le rodeaba. Miraba a Maki de la misma forma que la miraba cuando llegó a la clase, con la curiosa diversión de saber que era alguien distinto, incluso cuando la tachaba simplemente como una loca en un mundo de locos, pero el hecho de verla así sentía que era una falta de respeto. Había fuerza en su presencia, había autoridad, como si se tratase del jefe de tu trabajo.

Prefirió desechar esos nuevos pensamientos para escucharla, como si fuera su obligación, sobre todo cuando escuchó del intento de Aoi.

¿Fue cosa tuya? – Debía sentir miedo, intranquilidad o que las alarmas de supervivencia se encendiera al saber que había acabado con la vida del profesor, pero en cambio se sentía tan reconfortado y tranquilo que negaba a marcharse.- Es cierto que no parece lo suficientemente lista, pero ¿qué motivos tendría para intentar suicidarse? Se la veía bastante contenta en su nuevo… ¿cambio? – No conocía a la chica, era lo mismo que le había dicho a la policía cuando le preguntaron por su intento de suicidio, pero desconocía el motivo de intentarlo una segunda vez.

Paró de caminar cuando escuchó la extraña pregunta de Maki, sin esperar el giro de la conversación. Sin embargo, aunque ahora tenía tantas dudas al respecto, su respuesta la tenía bastante clara.

Si me preguntas si creo en un ser omnipotente que creó la existencia conocida, la respuesta es “no”. Soy un hombre de ciencia, no me gusta pensar que hay un superhéroe ahí arriba vigilándonos y con la posibilidad de tirar un rayo fulminante.- Alzó la mirada al cielo antes de proseguir con el camino y su respuesta.- Sin embargo, si una persona intenta quisiera imitar siquiera una pincelada de ese “supuesto poder”, no dudo en que se estrellaría contra el suelo.- Con curiosidad miró la reacción de Maki, aunque la chica no parecía decir mucho acerca de sus pensamientos con su rostro.- No creo que seas un dios… ni tu padre tampoco.- Empezaba a enlazar cosas, aunque no sabía si eran certeras o no.- Entiendo que ha logrado algún tipo de mutación con la sangre que contagia a aquellos que la prueban, pero tal y como dijo Yui no saben cómo funciona a todo el mundo.- Estaba divagando, lo reconocía, y su sangre vibraba con cada palabra como si reaccionara a todo aquello.- Así que respondiendo a tu pregunta, si alguien intentase ser Dios acabaría dándose cuenta de que esa meta no existe y se volvería loco.- Miró de reojo a Maki, esta vez no con la irónica forma de siempre, sino con preocupación verdadera reflejada.- ¿Fuiste su primer conejillo de indias?

Algo que posiblemente sorprendería a Mieko al ver la casa de Nao fue lo amplia y moderna que era, además de dónde estaba situada. Claramente, la suya era una familia muy adinerada, cosa un tanto sorprendente, ya que Nao jamás había mencionado nada al respecto.

Cuando ambas llamaron a la puerta, fueron recibidas por la madre de Nao, de forma cortés. Hizo alguna pregunta breve sobre cómo se habían conocido, pero, por lo demás, no mostró demasiado interés en las amistades de Nao. Sí que preguntó por lo que había ocurrido con Aoi, ante lo que Nao comentó que había intentado suicidarse, y que había habído mucha sangre, sin dar muchos detalles. Ella se mostró sorprendida, pero no indagó sobre los motivos que la habían llevado a ello, y no se preocupó por la clara conmoción que sufría Nao.

Poco antes de la cena, llegó el padre de Nao, quien actuó de forma similar, aunque mostró aún menos interés por lo ocurrido. Ante Mieko, mostraba una actitud correcta, aunque, al mismo tiempo, se le notaba un deje forzado, como si en el fondo no le interesara lo más mínimo. Y, en general, daba impresión de tener una actitud altiva y arrogante.

No obstante, la cena fue exquisita. Aunque en todo momento se notaba una sensación incómoda, como si estuvieran viéndose forzados a actuar de forma más grata de lo que les gustaría. Después de comer, ofrecieron a Mieko pasar la noche en la habitación de invitados. Aunque ella podía decidir acompañar a Nao, si lo prefería.

A la mañana siguiente, Nao despertó bastante cansada. Se encontraba mejor que el día anterior. Ahora se comportaba de forma mucho más corriente, pero estaba claramente decaída, y triste.

—Lo siento por lo de ayer… Aquello… me trajo recuerdos muy dolorosos —se explicó Nao, apesadumbrada.

Rin se disponía a salir del hospital en dirección al instituto cuando escucha una voz que le llama la atención porque le resulta conocida, en una mesa no muy lejana de la cafetería esta el medico que llego la noche anterior a casa de Aoi, el hombre esta hablando con otro doctor en voz baja, sin embargo, Rin consigue escucharles a duras penas partes de la conversacion

Doctor Seto, lo que ha sucedido no nos lo esperábamos… tiene que hablar con su hija, no puede seguir extendiéndolo así, no sabemos que es lo que puede pasar si Maki sigue

Maki caminaba y no pudo evitar reír ante la pregunta, su risa sonaba en cierta forma sincera, pero sin dejar ese matiz extraño e inquietante que tenia todo lo que hacia,la chica niega con la cabeza y dice:

¿Yo? Si te refieres al profesor no fue cosa mía. No se porque lo hizo pero fue cosa de Aoi, supongo que cuando le vio con esa chica le dio un ataque de celos y lo mato. Yo solo me quise convertir en su amiga hace ya algún tiempo… de hecho el día que llegue nos hicimos amigas, a fin de cuentas, ella me conocía de hacia tiempo

Mientras Sota iba hablando ella miraba hacia delante, como si no le importara demasiado lo que le estaba diciendo, fue cuando termino que sonrió y comienza a hablar:

¿Un Dios? ¿Conejillo de indias? Si… algo así. ¿Yo? Solo soy el mayor fracaso de mi padre, un experimento fallido. Cuando alguien muere no puedes esperar que un año después vuelva a la vida como si nada hubiera pasado. Si intentas ser Dios y jugar con la vida, al final es el demonio el que responde a la llamada, ¿no lo crees así?

Habían virado la conversación del plano celestial al plano infernal, resultándole cada vez más confuso a la par que emocionante.

Entonces, si te estoy entendiendo bien, ¿quieres decir que eres una especie de demonio? – Preguntarlo en voz alta resultaba incluso más ridículo que pensarlo, ¿acaso eran niños hablando de magos y unicornios? - ¿Eso me convierte en uno de tus soldaditos del inframundo? – Dejó la pregunta en el aire para dejar ese ambiente un tanto irónico antes de detenerse, agarrándola con delicadeza del brazo para que parara. Había algo de lo que había dicho que no le gustaba.- Que alguien que ha “revivido”, tiene la capacidad de “reclutar” o “matar” a su antojo diga que es el mayor fracaso de su padre, algo que claramente no parece hacerte gracia y, aun así, estés continuamente yendo a revisiones… Iré al grano y me gustaría que fueras sincera, porque creo que he demostrado que puedes confiar en mí, que estoy contigo. ¿Qué es lo que pretendes, Maki? – Después de aquél beso se sentía con la suficiente confianza como para llamarla por su nombre.

Intento disimular en su cara la sorpresa y luego buscar la forma de que ellos no notar su presencia, debía intentar escuchar más, era la única forma de poder dar algo de luz a todo lo que estaba ocurriendo.

Si había habido señales apuntando al estado económico de la familia de Nao, me habían pasado desapercibidas. Ya en el trayecto en coche había notado que pasábamos por una zona muy pudiente, pero quizás en mi ingenuidad, había pensado que se trataba de una zona de paso más que de un destino. Al bajar del coche ya me di cuenta de mi error.

Intento que no se note mi sorpresa y admiración por una casa que parecía sacada de revista, de esas que crees que solo vas a poder ver en fotos. Es tan diferente a la mía... Y de repente caigo en que Nao ya la había visto cuando vino a traerme los deberes. ¿Qué habría pensado de mi, que vivo en un piso encima de un restaurante? Por una parte no habíamos hablado del tema ni parecía que se lo hubiera contado a nadie. O al menos yo no me había enterado. Por otra, decido que no me voy a sentir intimidada por nada de lo que voy a ver. Al contrario, voy a actuar con más orgullo que nunca. Puede que no viniera del mismo tipo de familia, pero no quería que me afectara. Así que discretamente compruebo que mi apariencia esté bien (un poco de alisarme el uniforme y arreglarme el flequillo siempre viene bien) y me preparo para el papel de mi vida.

Sorprendentemente, resulta más fácil de lo que esperaba. Los padres de Nao eran corteses y correctos, pero a la vez sus gestos transmitían indiferencia. Tanto conmigo como con Nao. Así que me es fácil responder con el mismo nivel de educación y a la vez de mínimo interés. Solo cuando me ofrecen dormir en otro cuarto es cuando elijo dormir con Nao. En caso de que pasara algo, prefería estar en el mismo cuarto con ella.

Pero aparte de darle vueltas a todo antes de conseguir dormirme, no llega a pasar nada en especial. No tengo noticias de Rin ni Sata, así que solo queda esperar que eso sea un indicador de buenas noticias. El resto de mensajes pendientes de leer pueden esperar un poquito más.

Esa noche, sueño con que Yoichi tiene un accidente. Solo cuando me despierto sudada me doy cuenta de que mi mente lo ha recreado a partir de lo que leyó en el periódico de ayer, y que quien tuvo de verdad el accidente no fue precisamente mi hermano. No puedo volver a conciliar el sueño, así que ya estoy levantada e intentando distraerme con cualquier libro, cuando Nao se despierta y se explica sobre lo que le pasó.

-No pasa nada. Me alegra que estés mejor.-le sonrío y cierro el libro.-Sata dijo que hoy nos pasáramos por su trabajo después de clase, pero si no te encuentras bien siempre podemos saltarnos lo de las clases, ¿no crees?

La pregunta de Sota hizo que Maki sonriera, parecía que le hacia gracia aquello:

¿Demonio? Creía que ya no eras un niño. Esas cosas no existen, ni el cielo ni el infierno, cuando mueres no vas a ninguna parte, solo hay oscuridad… si quieres puedes comprobarlo. No te preocupes a los pocos segundos volverás, ¿como crees que sobrevivió Aoi cuando la empuje por la azotea? ¿O Aki y Yui cuando les rompí la cabeza a una y el cuello a la otra?

La chica contaba aquello con tranquilidad y como si no tuviera importancia, para añadir:

Como he dicho… yo solo soy el experimento fracasado de mi padre y vosotros… sois los que os he regalado la oscuridad

Ante la pregunta sobre que pretendía la chica le mira de reojo sin dejar de caminar, Sota notaba como estaban ya muy cerca del hospital, la chica dice:

Algo muy sencillo. Traer la oscuridad al mundo. Ahora deberías irte a casa

Sota sentía un fuerte deseo de marcharse a casa haciendo caso de lo que la chica le había dicho

Rin estaba atento a lo que decían los hombres, el doctor dice:

Señor, tiene que detenerla ayer ese periodista, seguro que sabia algo, ademas, la chica que trajeron ayer, ella tenia una relacion con su profesor, seguro que el esta infectado también con el virus de Maki

Sin embargo, no escucho mas, el ruido ambiente del lugar era en ese momento demasiado fuerte y un grupo de señoras se sento cerca de los médicos, las 4 mujeres hablaban en un tono de voz demasiado alto y molestaban demasiado como para escuchar lo que los dos doctore hablaban

No gracias, te creo.- Prefería no comprobar por sus propias carnes esa oferta de “relativa muerte” para ver qué había más allá de la esfera de la vida. Sólo recordar el estado en el que encontraron a Aoi era suficiente para saber que no parecía precisamente indoloro.

Podía ver la silueta del hospital de fondo y, antes de que pudiera decir nada, sintió que esa esencia que le había regalado y se había fusionado con su sangre le ordenaba abandonar la zona. Tuvo que hacer un ejercicio exhaustivo de autocontrol para clavar sus pies en el suelo y luchar contra aquella cosa, esa energía, que debía sumisión a Maki.

No.- Sentenció con esfuerzo, segundos después de descubrir que había ganado esa pequeña batalla con su interior, sonriendo con cierto aire de victoria en su rostro. Por ahora.- Te dije que somos amigos y me quedaría a tu lado, así que te pediría que dejaras de hacer lo que sea que influye en mí.- Era raro decirlo así, pero seguía sin comprender el poder que tenía sobre él.- Si quieres estar sola sólo tienes que decirlo, no exigirlo de esta forma.- A pesar de saber que ella era una especie de ente superior que obedecer, la curiosidad y fascinación que le producía eran más fuertes para mantenerse a su lado. Se lo había prometido y no tenía intención de romperlo, además, puede que eso necesitara la muchacha, un amigo y no un siervo.

Estaba bastante sorprendido por lo que escucho, desearía poder haber escuchado más, pero con esas mujeres y el tono de la conversación era mejor irse del lugar, tomar un camino alejado de los doctores sería lo mejor, luego el plan seria el mismo de antes, volver a casa para tomar un baño y alistarse para ir al instituto, ya luego se pondría en contacto con el policía y el periodista.