Partida Rol por web

Creación, la Redención

El Mundo (Heris)

Cargando editor
17/02/2014, 11:15
Eon, Revelador de Nombres

Los movimientos de cada uno de sus hermanos iban siendo reveladores, mostrando con cada gesto facetas de los dioses que permanecían ocultas, y permitiendo a Eon conocerlos aún más íntimamente, lo que le producía regocijo. Pues al fin y al cabo, no había más dicha para el Dios del Conocimiento que aprender cosas nuevas.

Le llamó especialmente la atención cómo Kotk-am-Toatl  y Ziltath creaban refugios para criaturas que aún no habían nacido. Lejos de contrariarle, le pareció la mejor forma de desarrollar sus planes, que llevaban en funcionamiento desde el momento en que tuvo conciencia de sí mismo. Así pues, se permitió el lujo de desdoblar su cuerpo, dejando tras él un Eon sentado en el trono de la Sala de los Dioses, y acudió al planeta a observarlo de cerca. Cada piedra y cada gota de líquido elemento se estremecía por la intensidad de las fuerzas que se manejaban en este período de la existencia, que más tarde recibiría el título de Albores del Mundo. Eon quería una zona aislada, donde poder trabajar con calma, y donde poder experimentar cada posible intercambio de Energía que fuera capaz de imaginar.

Así pues, con un leve pensamiento, hundió una gran masa de tierra, fundiéndola en un abrazo con la roca madre que le vio nacer, para luego volver a alzarla miles de kilómetros al sur, provocando grandes olas que se extendieron por toda la superficie. Su sola presencia alteró la roca, haciendo que millones de pequeñas criaturas atrapadas en ellas a nivel microscópico generaran vida vegetal, cubriendo de verde casi toda la isla. Sin embargo, el movimiento brusco del dios convirtió las costas de la isla en terribles acantilados de afiladas rocas, contra las que golpeaba un agua turbia y siniestra. A aquellos acantilados les puso nombre, y su voluntad quiso que ese nombre perdurara para siempre.

- La Costa de la Perdición - dijo, solemne.

La superficie que no fue cubierta por vegetación se alzó en forma de montañas que desafiaban a los incautos. Montañas cubiertas por una densa niebla que ponía a prueba el corazón de las criaturas, mostrando su verdadera naturaleza. Nuevamente, Eon bautizó a aquel lugar, incrustando el nombre en cada roca y cada planta.

- El Valle Escondido - sentenció.

Tras la cadena montañosa, se deleitó con el paisaje de praderas inmensas, apuñaladas por fragmentos de Candrana tan grandes que se alzaban hasta el cielo. En ese lugar, las fuerzas de la gravedad eran limitadas, haciendo que estos colosos se mantuvieran en perfecto equilibrio, y las pequeñas rocas flotaran como si estuvieran sumergidas en un líquido. Esto impresionó al Señor del Conocimiento, y quiso mantener intacto este lugar, pues sería un emplazamiento ideal para sus planes futuros.

- Las Llanuras del Descubrimiento - dijo, y sabría que aquellos que se aventuraran allí, aprenderían una verdad dolorosa.

Su voluntad hizo que la vegetación tras los valles montañosos fuera más intensa, retorciéndose y alzándose como si quisiera clavar sus raíces hasta el corazón del planeta. Ese bosque parecía antiguo, porque susurraba al oído propuestas para que Eon no terminara su tarea, sin embargo no lo era, pues acababa de nacer. Sabía que eso era debido a esa energía de la que hablaba su hermano, esa energía que se filtraba hasta sus creaciones con cada uno de sus movimientos. Complacido, siguió caminando a través del bosque.

- El Bosque de los Susurros - dejó el nombre en el tronco de uno de los árboles antes de marcharse.

Finalmente, en el interior del bosque, en un claro enorme, creó una fabulosa montaña de roca blanca, en cuya cima se arrastraban jirones de nube. Ese sería el centro de su hogar, de sus experimentos y planes, y Eon se vio satisfecho con lo que había hecho, y se permitió regresar a Ruth-adum.

Cargando editor
17/02/2014, 17:00
Ziltath de las revelaciones

Las creaciones de sus hermanos comenzaban a llenar Heris de una manera que a Ziltath le resultaba estimulante, sin embargo, al igual que fue la primera en crear un lugar próspero para la vida, creía que sin obstáculos los seres que habitaran el planeta no podrían avanzar, puesto que la comodidad de sus vidas apagaría sus ansias de encontrar nuevas y mejores formas de vivir.

Así pues, cerca de Niraven, Ziltath borró todo rastro de prosperidad en la tierra convirtiéndola en un inmenso mar de arena salpicado por pequeños oasis rebosantes de vida, después decidió que a pesar de las dificultades que tendrían que soportar sus futuros hijos, estos merecerían un descanso ocasional, así pues para protegerlos de calor abrasador que otorgaba Athra a aquellas tierras, la diosa levantó grandes masas de piedra para proporcionar la sombra que resultaría tan preciada durante las horas de luz. Este desierto será el hogar de mis hijos, y se llamará Baram.

Cargando editor
17/02/2014, 19:03
Nith-Rah

Observando cómo sus hermanos creaban nuevos parajes para sus hijos, Nith-Rah decidió no ser menos, y en el continente oriental decidió crear el campo en que sus creaciones se desarrollarían y evolucionarían hasta encontrar una forma que considerara apta para instaurara el orden.

-La vida debe de florecer, y con los dones que el padre de la vida otorgo a este mundo, hare florecer un vasto jardín.

Entre los grandes ríos que bañaban las bajas colinas del continente, hizo florecer grandes cantidad de las plantas recientemente creadas. Los grandes ríos y las lluvias hicieron que las plantas crecieran en tamaño y complejidad, siempre creciendo hacia arriba, buscando atrapar con sus hojas verdes hasta el más pequeño rayo de luz.

La jungla creció sobre sí misma en diferentes formas. En unas se mantenía cargada, con múltiples niveles de copas y diferentes composiciones de plantas y árboles. En otros lugares la jungla permanecía mas abierta, permitiendo que la luz del sol penetrase hasta en suelo, tupido por masas de plantas herbáceas que colonizaban cada parche de tierra disponible. Por último, en otros lugares se mantenían despejados de arboles, pues el suelo era demasiado pedregoso como para que el suelo fuera colonizado por algo más grande que finas plantas herbáceas sin tallo.

http://troyperry.com/wp-content/uploads/2013/05/Zerus_shot.jpg

http://www.wizards.com/mtg/images/daily/stf/stf3_plains.jpg

-Ahora este jardín crece, pero necesita de seres que lo llenen, seres que aprovechen cada recurso para crear un hábitat estable para los suyos. Y cuando uno de esos seres se muestre digno, lo guiare para que su descendencia se convierta en mis hijos predilectos.

Aguardo entonces a que el señor de la vida impulsara a los pequeños organismos celulares, en una cadena evolutiva con la cual trabajar, pues precisaba de su poder para modificar y engendrar una casta de seres que llamar como propios.

Cargando editor
17/02/2014, 19:57
Atharon

Y como un gran dragón descendí sobre Heris, donde mis hermanos habían comenzado a desarrollar sus propios lugares, en los que hicieron mutar y crecer a la vida según sus designios. Pero la mayor parte del mundo estaba aún deshabitada, salvo por pequeños seres y algunas plantas, Heris estaba vacío. - El mundo crece y cambia, y con él llega la vida, que crecerá y cambiará con el mundo. Así como hemos desarrollado el mundo, es hora de desarrollar la vida. -  Así hablé, y con las alas desplegadas volé sobre el mundo, y observé sus diversos climas y lugares. Algunos eran más cálidos, otros más fríos, unos más áridos y otros más habitables. En cada lugar mi presencia hizo a la vida florecer y desarrollarse, más rápido, mientras se adaptaba a su hábitat. De las grandes praderas brotaron las verdes plantas, y árboles que crecieron para otrogar cobijo a nuevos seres. En las zonas más frías crecieron otras formas de vida, más pequeñas y cercanas al calor subterráneo de Heris, o aquellas que buscaban el sol de Athra. Y en los mares, en lo más profundo crecieron también plantas, que podían resistir el moviimento del agua, que se agarraban. Otras se mecían con el agua y se movían con ella, alimentándose de lo que transportaba y fortaleciéndose con la luz que penetraba a través del líquido.

Entonces, los seres que antaño fueron simples comenzaron a crecer, a unirse, de una célula pasaron a muchas, sus formas se adaptaron, comenzaron a moverse por sus respectivos hábitats. Estos nuevos seres crecieron, y se movían más que las plantas, pues disponían de elementos que les permitían moverse. Unos, los seres del mar, tuvieron aletas y colas que desplazaban el agua y les permitían avanzar. En los seres terrestres crecieron patas, e incluso otros reptaban para acercarse al calor de Heris. Algunos se movían bajo tierra, y tuvieron fuerza para apartarla a su paso. Otros saltaron al aire al contemplar mi vuelo, y estos tuvieron alas. Algunos surgieron de la luz de Athra y buscaban su calor, y otros se ocultaban de él pues les era dañino. - ¡Creced y multiplicaos! - Y aquellos seres se movían, y gritaban y hacían ruido. Las plantas hablaban en un idioma que solo ellas conocían, y los árboles se sentían poderosos con su larga vida. Más los otros seres se movían más rápido, parecían tener más prisa, pues su vida era corta, y no podían alimentarse solo del calor de Arha. - Animales os llamaré, a aquellos que a diferencia de las plantas podéis morar por la tierra sin estar atados a un lugar, pues crecéis rebosantes de ánima, a pesar de que la queméis tan rápido en vuestra corta vida. - Dije, poniendo nombre a aquel grupo de nuevos seres.

Así, la vida se extendió por todos los rincones de Heris, incluso en los rincones más inexplorados y en los territorios más peligrosos la vida crecía, y ni el fuego ni el calor, ni el frío ni el hielo, ni las rocas o la tierra, ni el aire y las alturas eran suficientes para poner trabas a la vida. El mundo despertó rebosante de vida, con ríos y lagos llenos de ojos que observaban desde debajo de las aguas, y mares repletos de grandes criaturas submarinas. Seres que caminaban por la tierra y calentaban sus cuerpos con el calor de Artha, y devoraban las plantas para conseguir su energía. Seres que volaban, o caminaban, o nadaban. Y con la llegada de estos seres que se alimentaban de las plantas brotaron seres que cazaban a estos, y cuando morían, sus cuerpos regresaban a la tierra y servían de sustento a las plantas. - Este es el ciclo de la vida. La vida de Heris vuelve a Heris para crecer una vez más. Lo que está vivo muere para dar paso a nueva vida. - Y los seres respiraron aire, un aire al que las mismas plantas dotaban de aliento vital al alimentarse de la fuerza de Artha. 

Contemplé de nuevo el mundo, y vi lo que mi fuerza y el trabajo de mis hermanos conseguía, y me regocijé de ver el mundo rebosante de vida, aún antigua y con mucho terreno por delante, aún con un largo camino por avanzar, pero vida. De nuevo regresé a la morada de los dioses, para contemplar cómo las criaturas evolucionaban, y esperando ver las opiniones de mis hermanos sobre mi trabajo en el lienzo que juntos dibujábamos.

Cargando editor
17/02/2014, 22:30
Kotk-am-Toatl

Kotk-am-Toatl apareció junto a una de las piedras caídas de su hermana Sharashiel, el Señor de los Muertos la desplazó y la colocó en el centro de Izta-Toatl- Ésta será la Piedra Rúnica de los Muertos -dijo a sabiendas de que sus hermanos lo escucharían, y para diferenciarla de las demás añadió una pequeña roca a la que dio lo que sería conocido como un aspecto aterrador.

Entonces, habiendo observado como sus hermanos creaban algo de vida, Kotk-am-Toatl comenzó a modificar la vegetación básica que había en ese mundo y, junto con las formas de vida celulares creadas por Atharon, las unió ante la piedra de los Muertos y comenzó a dar forma a una serie de árboles grandes y robustos. Éstos árboles no eran iguales que los de sus hermanos, pues en cuanto creo unos cuantos, éstos se desplazaron lentamente hacia el lecho del lago. Poco a poco, fue creando más y más, llenando casi todo el valle de Itza-Toatl, creando una cúpula de árboles que parecía separar el valle de los demás, o quizás era un ligero colchón para Sabal-ardum, la cual flotaba a kilómetros sobre este lugar, permitiendo la llegada de la luz de Athrath.

Caminó por el valle observando a su alrededor, con la esperanza de ver qué más podía hacer por el momento, y parecía estar satisfecho, por el momento de lo que estaba haciendo. Así pues, volvió a Ruth-adum, lugar donde descansaba y estudiaba cuál sería su siguiente paso en ese mundo.

Cargando editor
18/02/2014, 12:42
Eon, Revelador de Nombres

Sus hermanos empezaban a seleccionar cuidadosamente la vida animal y vegetal del planeta, y aunque Eon estaba también ansioso por experimentar, tenía que seguir unos pasos primero antes de llegar a ese punto. No podía permitir que un capricho desbaratara su Diseño.

Primero, transportó su esencia hasta una gran montaña que el poder de sus hermanos había creado, y allí hizo que el líquido elemento que habían bautizado como “agua”  se abriera paso a través de la roca, formando un río turbulento, ancho y poderoso. Ese río llegaba hasta la montaña, y caía violentamente varios cientos de metros, con la fuerza suficiente como para apuñalar la tierra y formar un pequeño lago.

- Las Cataratas de la Tormenta – bautizó el dios, debido al estruendo que formaba el agua al caer.

Satisfecho con lo que hizo, con la velocidad de un pensamiento se transportó a otro lugar, unas llanuras amplias y limpias, que le parecieron un absoluto despropósito, puesto que no parecían estar diseñadas para nada más que para ocupar espacio. Aquello le pareció una afrenta y un gasto de espacio, así que decidió que el siguiente lugar donde trabajar sería aquel.

Con un leve gesto, transformó la energía cinética de las placas tectónicas del lugar, sacudiéndolas violentamente y causando un terremoto que transformó parte de la llanura en una cadena montañosa de piedras oscuras. Luego, se posó en la más alta de aquellas montañas y llamó al corazón de Heris, que ardía ardiente y majestuoso, y su sangre emergió con una explosión a través de la montaña, expulsando gases y lava en la tierra alrededor.

- La Montaña Ardiente – dijo, mientras su figura se desdibujaba debido a las nubes oscuras que se formaron sobre el lugar.

Segundos después, se encontraba en lo más profundo de las simas marinas, donde la luz no llegaba. Allí todo se encontraba en silencio, y eso pareció complacer al dios, puesto que no se había percatado de lo ruidoso que era Heris hasta el momento. Se permitió vagar por aquella oscuridad durante un tiempo, iluminando el lugar con su luz. Cuando encontró el lugar deseado, volvió a provocar una herida en la superficie del planeta, haciendo que dos placas tectónicas provocaran inestabilidad en aquel lugar. Transformó la energía del lugar, provocando un torbellino submarino que generara un fuerte oleaje en todas las direcciones.

- La Garganta – proclamó.

Por último, puso pie en unas extensas llanuras, hasta las cuales el viento arrastraba partículas de arena de un desierto cercano. Eon supo que el lugar elegido era ideal para lo que él había planeado, así que intercambió los vectores de la velocidad del viento, provocando que fuera más rápido y salvaje en aquel lugar. El viento, transformado en un torrente de energía, transformó la grama y volviéndola de un aspecto cristalino y afilado, pero quebradizo.

- Las Tierras de Cristal – anunció, y supo entonces que su plan estaba cumpliéndose a la perfección, así que regresó a su hogar, junto a sus hermanos.

Cargando editor
18/02/2014, 14:12
Sharashiel

La diosa del tiempo descendió sobre el lago de maná, se asomo a el y se vio reflejada, su reflejo se movía entre ondulaciones, como cuando se veía a si misma en un futuro próximo. Metió la mano en el agua para emborronar su propio reflejo mas creo una líneas. Retiró la mano para poder fijarse mejor en las líneas, las cuales siguieron moviéndose a su voluntad. Seria precioso poder ver aquellas líneas moverse si algo desde ahí abajo pudiera hacerlas... Claro que había algo que podía hacerlas, los Sparus que su hermano Atharon había creado. Pero eran demasiado simples, sus ondulaciones no destacarían sobre el agua... Necesitaban algo mas.

Concentro su magia, los 10 elementos sobre el maná y dejo que esta tomara forma de Sparus, pero a un nivel mucho mayor. Entonces un nuevo animal apareció en el agua, una explosión de magia y vida- Sparus Liemer- Así se conocería esa variante de animal acuático. Un animal totalmente colorido, cargado con resonancia mágica.

Aquel lago ya tenia vida propia, Mientras los Liemer se alimentaran de maná conservarían sus colores mágicos, totalmente diferentes unos de otros. Había mucho trabajo aun por hacer, pero decidió permanecer un tiempo mas contemplando como aquellos animales se movían por el agua. Después, volvió a contemplar los alrededores, como la vegetación sola, al beber aquel agua mística tomaba nuevas formas. Aunque necesitaban mucho mas para llegar a ser todo lo que se esperaba de ellos. Como bien había hablado con su hermano Kotk-am-toatl. Se acerco a una de las mesetas cercanas y allí se despojo de sus ropajes. Quedando completamente desnuda la diosa del tiempo empezó a danzar. Levantando líneas de esencia mística sobre aquel lugar. Las líneas quedaban estáticas, tomando formas geometrías extrañas. Danzó durante horas, días... meses hasta que quedó totalmente rodeada de líneas. Entonces se sentó a meditar otros tantos meses. Aislada de todo y todos.

Las líneas entonces formaron algo físico. Un gran cristal que apuntaba inclinadamente hacia el cielo Brillando de una manera que intentaba competir con el fulgor de las estrellas. Aquel brillo iba desapareciendo, al igual que Sharashiel iba dejando lentamente aquel lugar para ir reapareciendo en la morada de los dioses... aquel proceso  duro otro mes entero. Y así es como se creó El cristal de almas.

Cargando editor
18/02/2014, 16:36
Nith-Rah

Mientras Nith-Rah dejaba que los Jardines de Zersun se poblaran con grandes cantidades de seres vivos, se centro en los alrededores, donde pretendía conceder dominios a sus futuros hijos.

Observo el grandioso rio, uno de los más grandes y caudalosos del mundo, que desde entonces llamaría “el Ántuin”, y a sus orillas aplano las tierras en tierras fértiles, que se inundaban cada cierto tiempo, enriqueciendo con sedimentos los valles por los que discurría tranquilo. Creando así “Las praderas de Ántuin”, una interminable extensión de zonas de pasto de altas hiervas salpicada por pequeñas masas arbóreas.

http://www.johnavon.com/fantasy-art/109/buildings.plains-and-environments.lions-and-gazelles.jpg

El gran rio procedía de un gigantesco lago, situado en tierras altas y rodeadas de altas montañas, que aportaban agua fresca durante todo el año desde sus cumbres heladas.

Nith-Rah decidió mantener la forma de aquel lago, cuyo extremo más occidental vertía las aguas en el caudaloso rio Ántuin, en una sucesión de cataratas y rápidos, hasta descender a los amplios valles.

A aquel lago montañoso grande e imperturbable en su superficie, lo llamo “el Espejo de Athra”, pues reflejaba la luz del astro luminoso por las montañas circundantes, como si fuera su espejo.

http://www.googlenexusforum.com/forum/attachments/nexus-graphics/3947d1366578110-share-your-wallpapers-11629-mountain-lake-1920x1080-fantasy-wallpaper.jpg

Por último se centro en las inmensas montañas del norte, que sustentaban de agua al Ántuin en sus tramos medios y bajos. Aquella cadena montañosa era tan grande que se veía desde larguísimas distancias, como una silueta celeste coronada de blanco. “Las Montañas Celestia” como las llamo desde entonces, tenían grandes glaciares en las alturas que al igual que lo del Espejo de Athra, sustentaban de agua pura durante todo el año, haciendo florecer bosques a sus pies, y proporcionar riego a todo el norte del continente oriental

http://geekforcenetwork.files.wordpress.com/2013/12/snow-mountains-landscapes-the-elder-scrolls-v-skyrim-1920x1080.jpg%3Fw%3D496%26h%3D278

El señor de la Luz decidió tomar una zona entre las faltas de las Montañas Celestia, y crear un pequeño valle, justo entre las junglas de los Jardines de Zersun, y las planicies de las Praderas de Ántuin. Allí, usando como muros las faldas de las Montañas Celestia, creó un bastión, un valle exuberante, una tierra prometida para los hijos predilectos del Orden.

http://fantasy.dragonlance.ws/fantasygallery.net/fantasygallery.net/bedrick/light_of_the_valley.jpg

Decidió llamar a este pequeño y bello lugar simplemente como “Eriend”, el paraíso prometido.

-El futuro reino de mis primogénitos está preparado para afrontar su llegada y servir a su orden… ahora solo queda encontrar a un ser digno de llevar mi Luz y el Orden a este mundo.

Nith-Rah regreso su mirada a los Jardines de Zersun y se sorprendió ante el crecimiento de la biodiversidad. Su terreno de cría había dado lugar a seres impresionantes. Un grupo en particular llamo su atención. Se trataba de reptiles altamente evolucionados, disponían de sangre caliente, garras, patas rápidas, fuertes y agiles. Algunos eran herbívoros, otros comían carne, pero todos tenían plumas además de escamas, lo que les confería un porte vistoso a veces,  un buen camuflaje en otras, y en algunos casos, la capacidad de volar. Lo más interesante sin embargo, es que algunos de esos grupos de animales mostraban capacidades sociales avanzadas y sistemas de comunicación primitivos.

http://fc07.deviantart.net/fs42/f/2009/084/b/a/Archaeopteryx___Landing_by_Ferahgo_the_Assassin.png

Cargando editor
18/02/2014, 16:55
Atharon

Observé como mis hermanos cambiaban la superficie del mundo. Más algunos no solo creaban zonas para ser habitadas, cada uno parecía ir dándole forma a los lugares según sus planes, que iban más allá de crear diversidad, reservándose incluso lugares que consideraban propios o incluso algunos que parecían terrenos de pruebas. Al contemplar esto, temiendo que se impidiera a las formas de vida evolucionar de forma natural, viéndose arrastrados arrastrados lejos de su línea de desarrollo, decidí tomar un terreno propio, un refugio, al igual que hacían mis hermanos, para conformar en él una reserva biológica, y modificarlo para que pudiera contener todos los biomas existentes en el mundo, o incluso los que pudieran aparecer.

Así descendí una vez más sobre Heris adoptando la forma de un dragón gigantesco, mi forma originaria, y me dispuse a buscar un lugar que pudiera hacer propio. Así hallé una gran isla que bien podría ser un continente, situada en la parte occidental del mundo. Se ubicaba en el ecuador, extendiéndose hacia el norte y el sur del mismo. Aunque ligeramente más hacia el norte. - Este será el lugar que elijo, el lugar donde la vida se preservará, donde crecerá y se desarrollará. Esta es el Arca del Génesis, y aquí siempre habrá vida, vida de cada especie, de cada clase, vida que deberá abrirse camino y sobrevivir. - Entonces me posé sobre la montaña más alta de la cordillera que ocupaba el centro de la isla, y la hice crecer y crecer hasta que desde su cima se pudiera observar la costa y el mar que rodeaba todo el territorio. Así, la montaña creció y me sirvió de refugio mientras creaba el lugar que había imaginado. De esta forma, había formado la primera creación de la isla. - Este es el Nido del Dragón, y cualquiera podrá observar cualquier parte de la isla desde aquí. - Así hable, rugiendo para reclamar el pico montañoso como propio.

Después giré mi vista hacia el Oeste, allí ubicaría mi segunda creación. Alcé mis manos y a mi orden se extendieron cordilleras más bajas, de las cuales comenzaban a fluir ríos que partían desde las partes bajas del Nido del Dragón a causa de los deshielos constantes, generando así fértiles valles que trazaron surcos en las cordilleras. Pronto los valles se vieron repletos de árboles frondosos y altos. Al norte y al sur de las cordilleras, el terreno se aplanaba, surcado por otros dos ríos pero carente de cordilleras, y en esta zona se extendían bosques más abiertos y de menos densidad. La zona sur era más cálida y húmeda, convirtiéndose en una jungla, pero al norte, los árboles eran altos y fuertes, creciendo en un recio bosque de climas más secos y fríos. - Estos serán los Valles del Edén - Añadí, señalando a mi segunda creación.

Después me giré hacia el Este, y extendí las manos formando con su movimiento una vasta llanura, poblada por arbustos, plantas pequeñas y árboles que parecían cantar con el viento. Las praderas amplias se extendían desde la base de la montaña hasta terminar en el mar con costas verdes que terminaban en playas empedradas de suaves terminaciones o en hermosos acantilados. - Las Praderas del Viento se extenderán en este lugar, desde la montaña hasta las aguas del mar. - Dije, y observé como mis pensamientos cobraban forma. 

Después miré hacia el sur, y soplé hacia allá. Mi aliento cálido convirtió el lugar en una tierra más árida y caldeada, en un lugar donde la vida era excepcionalmente complicada, pero donde también podrían desarrollarse otras formas de vida. - Estas son las Tierras del Ojo de Athra, y aquí el calor será el enemigo de la vida, y lo que la impulsará a fortalecerse. - Incluso allí pronto algunas plantas comenzaron a brotar, entre las piedras árida y las superficies rocosas, y al acercarse a la zona costera, el viento húmedo convertía la roca en arena, creando mares de dunas que continuaban desde el árido desierto hasta la costa.

Por último miré al norte, y decidí que debía equilibrar la balanza, así que si el Sur era un lugar muy cálido, aquel lugar debía de ser su opuesto y compensar así la equidad de la isla. De este modo robé el fuego de la tierra del norte, que disminuyó su temperatura, comenzando a aparecer nieve en bajas alturas, mezclándose con las flores del invierno que crecían a escasa altura, y congelando los márgenes de los ríos. - Aquí se extienden los Campos de la Flor de Hielo, hermosos y brillantes gracias al hielo y la nieve que reflejan la luz de Athra con su blancura. - Expresé tras contemplar mi propia creación. Estas tierras se extendieron al norte de los bosques, en una franja de tierra que se internaba en el mar y que terminaba en altos acantilados cortados por la erosión de las aguas.

- Ahora que los territorios están creados, y los lugares aguardan con su belleza inmaculada, llega la hora de que la vida los pueble y los colme, de que los ciclos nazcan y crezcan, y mueran y vuelvan a nacer. Así, que el Arca contenga todo lo vivo, como un recuerdo de su grandeza, que por siempre perdure. Sólo los que glorifiquen la vida podrán poner sus pies en el Arca, pues todos aquellos con otras intenciones serán rechazados por la isla, y vagarán sin poder dar con ella. - Así hablé en último lugar, y cada zona se pobló de flora y fauna, de seres diversos que vivían a lo largo del mundo. Cada uno ocupó su territorio, el lugar al que mejor adaptados estaban, y se distribuyeron por el Arca del Génesis, como una orquesta dirigida por un director que no alcanzan a ver. Una vez todos los animales poblaron aquella nueva tierra, sonreí satisfecho y regresé a la casa de los dioses.

Cargando editor
18/02/2014, 21:49
Ziltath de las revelaciones

Ziltath había comenzado a crear criaturas que formarían parte de sus planes, sin embargo al observar las acciones de sus hermanos sintió envidia, todos ellos habían creado lugares que les representaban y recordaban su papel en la creación, la diosa no quiso ser menos y se puso manos a la obra, arrancando un fragmento del interior de  comenzó a darle forma a la que sería su representación en Heris, una gran estatua que mostraba la auténtica forma de Ziltath, en cuanto acabó su obra ésta comenzó a brillar, la poderosa luz sin duda cegaría a los seres indignos de su favor, por lo que tras clavarla en la tierra la rodeó de una oscuridad tan profunda que hasta los dioses tenían dificultades para ver a través de ella, por último la enterro bajo una gran montaña que se encargaría de aportar los desafíos necesarios para ganarse la gracia de la diosa. Esta es mi mejor obra, y será el refugio de todo aquél que considere digno, además de una fuente de saber inagotable.

Cargando editor
18/02/2014, 22:30
Kotk-am-Toatl

Kotk-am-Toatl apareció en Heris cuando Sharashiel le dijo que su pacto estaba a punto de formalizarse por completo. Se situó delante del cristal y lo observó con detenimientos. Tras un rato comenzó a caminar alrededor del cristal, arrastrando el pie derecho con el que hacía un pequeño surco. Murmuraba por lo bajo y de su boca parecía salir una ligera humareda dorada.

Mientras caminaba, los que estuvieran observando ese mundo creado por Loof en Ruth-adum, podrían ver que los ojos de la estatua que había situado encima de la Piedra de la Muerte comenzaron a brillar, a la vez que los ojos del Señor de los Muertos. Cuando terminó de realizar el círculo con el pie que arrastraba por la tierra, éste comenzó a desvancerse a la misma velocidad, y el cristal empezó a tener un tono dorado, solo durante un momento, pero empezó a verse algo dentro, como si fuera algo que se movía, un humo o algo.

-Está hecho, Sharashiel -dijo alzando la vista, un momento antes de dirigirse hacia Itza-Toatl, donde se situó delante de la Piedra de los Muertos, observando su creación. Caminó entre los árboles que se movían a su paso observando todo lo que había hecho y, sobre todo, lo que podría hacer. Pensó durante un buen rato y pensó en que tendría que hacer algo para añadir vida ahí.

Cargando editor
19/02/2014, 11:15
Eon, Revelador de Nombres

La discusión con su hermana le había dejado un mal sabor de boca al Revelador de Nombres, y como sus planes tendrían que esperar hasta que solucionase la afrenta, Eon decidió solventar cuanto antes aquella situación. Su esencia se transportó ante la montaña que albergaba a Riltath, y observó la situación que se alzaba ante él.

No quería actuar directamente sobre la estatua de su hermana puesto que no le parecía bien modificar algo hecho por sus congéneres. De hecho si quería aplicar la misma y justa medida que Ziltath había aplicado con Candrana, tendría que crear otra cosa que sirviese de obstáculo para acceder a dicha información, no esconderlo para siempre. Y tan pronto como surgió la pregunta, obtuvo la respuesta. 

Tomando la forma original de los Zelenis de su hermana, de forma que no rompieran con la hegemonía de las criaturas de aquel desierto, Eon fue más allá, dándole inteligencia y sabiduría, además de un gran tamaño y ferocidad. Sus ojos brillaban con el mismo fulgor que tenía el Dios del Conocimiento, y sus alas le permitían surcar los cielos para proteger su terreno de caza.

- Tú serás la Esfinge de Baram - dijo, Eon, y la criatura abrió los ojos, inclinándose ante su señor por última vez - Y protegerás el acceso a este santuario. Deberás poner a prueba a aquellos que busquen la Verdad a los Secretos que esconde la diosa Ziltath, y devorar a los que no sean dignos de dicho Conocimiento.

Y diciendo esto, dejó que aquel ser se estableciera en la que sería, a partir de aquel momento, su morada.

Cargando editor
19/02/2014, 12:01
Kotk-am-Toatl

Kotk-am-Toatl vagaba por Itza-Toatl, pensando como podría modificar ese terreno, cuando entonces se le ocurrió que no tenía por qué ceñirse solo a esa zona que le gustaba, pero antes tenía que hacer una cosa. Llevaba pensando como hacer para que las almas llegaran a Sabal-adum, y entonces se le ocurrió.

Observaba como la vida creada por sus hermanos empezaba a ocupar el mundo, y sabía que tenía que ser rápido y comenzar a aportar algo a ese mundo. Se acercó a la Piedra de los Muertos y observó ésta con determinación. Entonces, usando sus poderes trajo a una nueva especie a ese mundo, pero no estarían solo en Heris. Usando una pizca de la magia de la piedra, posó las manos sobre la escultura que había situado sobre ésta y, con un ligero tirón, sacó algo de ella. Era un ser con la cabeza idéntica a la de la escultura, con un cuerpo alargado y sin patas, solo con unas alas emplumadas- Couatl, Portadores de Almas -dijo dándoles nombre- Vosotros serés los únicos seres capaces de entrar por Sabal-adum, seréis mis ojos y oídos en este mundo, seréis los que traerán las almas de los muertos hacia mi reino.

Mientras surgían seres de esta piedra, comenzó a utilizar los animales y seres creados por su hermano Atharon para modificarlos y crear unos seres que le gustaran más. Lo primero que hizo fue crear unos pequeños seres acuáticos, de unos colores brillantes y los soltó en el pequeño lago de Itza-Toatl- Todas mis creaciones nacerán aquí -dijo- pero no será su único lugar, pues deben de ser capaces de expandirse por toda la superficie de Heris que les sea habitable. Serás el Ictium -nombró al ser que acababa de crear.

Siguió caminando por ese vergel que estaba ayudando a crear. No tenía mucho sentido que el creara demasiada vida, pero tenía la necesidad de dar su punto y su criterio a esa creación, a esa labor que estaban desarrollando entre todos sus hermanos. Sabía que necesitaría más animales para que vivieran en Itza-Toatl, pero sobre todo para que pudieran conseguir un espacio habitable para los que serían llamados sus hijos. Se guiaría por el sentido de la vida de su hermano Atharon, pues era su especialidad, y si el decía que unos animales debían de alimentarse de otros para formar un ciclo, él no era nadie para negarlo.

Así pues, cogió la especie del Cervis Antaris y la modificó para que pudieran adaptarse a la oscuridad que podría haber en esa zona y las temperaturas y la humedad. Físicamente cambiaron poco, la adaptabilidad propiamente dicha, pero también se les veía ese fulgor dorado que solía acompañar al Señor de los Muertos- Tharum -nombró a esta nueva especie, pero según estaba en su labor pensó en algo. Quería que su pueblo fuera fuerte, tenían que ser hábiles y astutos, y para eso tenía que crear algo que les mostrara la supervivencia.

Uno de los Couatl se enroscó en uno de los braozs de Kotk-am-Toatl y éste asintió, pues ese ser parecía estar informándole de la creación de la bestia de su hermano Eon. Un ser que sometería a pruebas para saber si eran dignos de cierto conocimiento, y eso le dio una idea. 

Canalizó esa agresividad que sentía por la eterna disputa que parecía haber entre los diversos hermanos, canalizó todo lo que podría ser capaz de destruir su propia creación para crear un ser temido, un ser que pondría a prueba a sus hijos y haría que su pueblo fuera fuerte y recio- Ésta será mi bendición y maldición -dijo para sí mismo mientras veía esas energías formar al ser que tenía en mente- Tlax-Talam -nombró al ser, el cual rugió, y batiendo las enormes alas que tenía, alzó el vuelo y comenzó a buscar como alimentarse.

Cargando editor
19/02/2014, 14:00
Sharashiel

Mientras Sharashiel reponía fuerzas en Ruth-Adum. Las piedras rúnicas lo hacían en Heris. Cada una de las 9(excepto la de la muerte, que ahora estaba ligada a Kotk) piedras empezó a manifestarse. Expandiendo su dominio elemental alrededor de su ubicación.

La primera fue la piedra runica del fuego. En el sur del continente este.(AK-39) La piedra estalló en un mar de llamas, como había hecho hacia poco una de las montañas en el norte. Pero esta fue con tal violencia que todo quedo asolado por el fuego primordial del núcleo de Heris. La tierra se agrieto. El flujo de fuego y magma asoló toda vida que encontró a su paso. Buscando cualquier cosa que consumir. Y así, nacieron las tierras de fuego. rodeando la piedra rúnica de este elemento.

 

La siguiente fue (AE-3) La piedra runica de la tormenta, en la costa norte de la isla de Ukveli-Ta. Desatando una fuerte tormenta que resquebrajo el cielo. Sumiéndolo en la oscuridad. Una vorágine de rayos y maremotos. Fuertes vientos y aguas peligrosas.

 

Simultáneamente a la primera runica de la tormenta. Se manifestó la piedra runica del Hielo. Esta fue una de las mas fuertes en estallar. La piedra primero se resquebrajo. Y dio paso a fríos invernales desde las grietas de su interior. Congelando toda la superficie de su isla (Z-15) y aniquilando toda vida incapaz de sobrevivir en aquel paraje cristalino. Los vientos cesaron al poco de congelarlo todo. Aunque sus resquicios siguen sonando como aterradores aullidos entre las grietas heladas de la isla. La isla de Decia.

Pasó algo de tiempo. Meses quizás. Hasta que la piedra runica del viento (Y-27) se manifestó. Primero empezó como un viento suave. Una brisa... Que poco a poco fue concentrándose, Creando nubes que cubrieron todo el cielo y elevaron las cosas menos pesadas por los aires. Los vendavales no pararon nunca mas desde aquel día. Y en el corazón de la isla del viento. Se encuentra encerrada en un huracán la piedra runica del viento.

Mientras, En la isla vecina situada al oeste de la isla del viento. La piedra runica de la naturaleza(AK-21) empezaba a echar raíces en la costa de esta. Haciendo brotar a un árbol a su alrededor, y cubriéndolo todo de plantas. Plantas y vegetación capaces de crecer hasta en la propia arena de la playa, de hundirse en el mar. Dejando un bosque tan espero en tierra que desde dentro de el no se sabría nunca si es de día, o de noche.

La piedra runica del agua quizás fue la que menos cambios causó en el mundo. Tan apenas un pequeño temblor y se hundió aun mas si cabe en la profundidad de el océano. creando pequeños cambios de corriente cada cierto tiempo en su zona. (R-41)

La que si que tubo bastante relevancia fue la que mas ligada a la diosa estaba. La piedra runica del tiempo. Situada en una pequeña isla entre El arca del génesis y el continente norte (O-8) esta piedra hizo lo imposible con la realidad. Empezó a cambiar de sitio las cosas. A dejar congelados en el tiempo a algunos de los animales que allí vivían... y lo mas caótico de todo. Creo las brumas del tiempo, unas nubes extrañas que podían hacerte viajar unos días atrás o adelante en el tiempo. Nada preocupante, pero si daban una sensación extraña. Pudiendo atraparte en la isla mas tiempo del necesario. En un extremo de la isla de Iqathia. Rodeada de brumas, espera la piedra del tiempo.

La penultima piedra en reaccionar fue la piedra runica de la tierra(M-26). Una piedra robusta. Grande y rugosa. Empezó a extender por todo su alrededor tierra. Seca y gruesa... Borrando toda vida vegetal. Un basto desierto que se extendió por las llanuras secandolo todo. Secando el centro del continente norte.

La única que no se movió, ni cambió (además de la de la muerte) fue la piedra runica primordial.(H-14) la causante del lago de maná. Tan solo empezó a brillar con algo mas de fuerza.

Cargando editor
19/02/2014, 18:38
L O V O

L O V O volvió a Heris a visitar a su amigo y contarle que ahora también tenía una amiga. Amiga era mucho más pequeña y mucho más débil que Amigo, pero aun así estaba bien.

Sin embargo, el dios tonto se distrajo. Nunca había visto seres como aquellos; seres tan ínfimos que daban risa... algunos eran grandes y otros pequeños, los había de todos los colores y formas, pero todos eran patéticos. Por otro lado, parecían ideales para jugar...

L O V O empezó a coleccionarlos, a alimentarlos y a aplastarlos entre sus deditos. Los seres más nobles y más poderosos se veían transformados en sus manos en el eco afónico del vacío, y el juego seguía y seguía.

L O V O los quería y odiaba y temía incluso, todo en función de su humor cambiante... y cuanto más los miraba más deseaba reducirlos a la inexistencia por el puro placer de apagar sus vidas.

A su paso, los cuerpos de toda clase de animales quedaban reducidos a despojos semicorpóreos... pero el juego se agotaba, y L O V O quería más.

L O V O empezó así a mezclar cosas, dejando al azar el poder y la responsabilidad sobre el desarrollo de la vida en Heris.

M U F U F U

-Rió L O V O.

Y mufufu fue su nombre.

Al final del día, L O V O decidió tomar el cuerpo del primer ser que viera y vaciarlo. Y lo hizo.

Cargando editor
19/02/2014, 20:09
Eon, Revelador de Nombres

La hora de crear vida había llegado, y Eon se transportó a Heris con la intención de comenzar su obra. Tal y como lo tenía planeado, quería crear una serie de criaturas, en equilibrios alimentarios, de forma que la población de una nunca sobrepasase a la otra. Así podría examinar su evolución, y pasar a criaturas más complejas cuando fuese menester.

Primero, se permitió vagar por el Bosque de los Susurros, rozando con su esencia los árboles ya antiguos que poblaban el lugar, permitiendo que complejas criaturas, ni animal ni vegetal, surgieran de la tierra y saludaran a su padre y creador. Estos seres se retorcieron y abrazaron a las ramas y troncos de los árboles, proclamando su propio nombre. Luego, el Revelador de Nombres congeló en el tiempo las partículas a su alrededor, haciéndolas vibrar mientras las cargaba de energía, y después, haciéndolas estallar en un abanico de colores y criaturas diminutas. Unas, que buscaban la oscuridad para cazar, las otras, que brillaban con la luz del día. 

Siguiendo su camino, Eon llegó hasta las Llanuras del Descubrimiento, distorsionando la realidad con su sola presencia. El eje prismático se desdobló, y dos grupos de criaturas, unas blancas y otras negras, depredadores y presas, aparecieron ante él. Unas elegantes y distinguidas, las otras voraces y despiadadas, mostraban las dos caras de la misma moneda: El Conocimiento por sí solo no servía de nada, si no se era lo suficientemente Sabio para comprenderlo.

Exhausto, Eon regresó a Ruth-adum, pues debía reponer fuerzas y aún quedaba mucho por hacer. 

Cargando editor
20/02/2014, 00:39
Director

Heris tomaba forma y cada aporte de las divinidades era una pincelada mas, en poco tiempo se habían hecho grandes avances desde aquel momento en el que era una fría roca a las afueras de Ruth-adum. Pero hasta los dioses necesitaban recuperar energías y aquello podía costar lo suyo (¿minutos, meses, años? Que mas daba). La discusión volvio a golpear a los dioses unos por alusiones, otros por conciliar e incluso por pura diversión. La cuestión es que la atención estaba centrada en la mesa de Ruth-adum en aquellos momentos. 

Y allí estaban, desperdigados por allí y por allá, pero sin duda por todo Heris. Algunos caían en que ya las habían visto, pero algo tan pequeño no llamó su atención o simplemente se confundieron con creaciones de alguno de vuestros hermanos, si es que tales cosas eran posibles. Pero ahora estaban en abundancia por todo el globo.

Eran figuras oscuras, algunas se parecían a vuestras propias creaciones, otras no. No estaban Vivas, ni Muertas, se Desconocía el Secreto de por que estaban allí, no habían salido del Vacío, ni del Orden y no estaban concebidas por el Tiempo. Se limitaban a moverse, actuando como cualquier otra criatura mas, sin alterar nada, si vuestras creaciones las percibían no parecían molestarles.

A veces estaban ahí, otras veces no, a veces pasaban años sin estar y luego volvian. Ninguno podria decir si eran siempre las mismas o cambiaban, por que no erais capaces de percibirlas mas de esas sombras, ni para bien, ni para mal. No deberían estar ahí, pero ahí estaban.

Cargando editor
20/02/2014, 05:05
L O V O

L O V O se equivocó cuando vio aquellas cosas, cuando empatizó con su falta de nombre y quiso creer que eran como él. Casi en lo más profundo de la maraña de sus pensamientos forjó un nombre con siete letras extraídas dolorosamente de sus dueños verdaderos.

S O M B R I Z

Todos sus esfuerzos fueron probados vanos cuando aquel nombre atravesó a las criaturas de nadie sin que siquiera dieran muestras de haberlo oído, para acabar en su lugar animando algo en el interior de un animal. Algo parecido a aquellos seres, o por lo menos a lo que por un instante L O V O había creído que eran.

El dios niño empezó a jugar con las sombras. Las perseguía de día, y de noche las rehuía.

Cargando editor
20/02/2014, 10:48
Atharon

Una vez más retomé mi forma original, la de un enorme dragón de magnífica apariencia, que irradiaba fuerza vital en su porte y figura. Mis alas se desplegaron sobre el Arca del Génesis, y por un momento todos los seres que allí se encontraron alzaron su vista hacia los cielos para contemplar mi descenso sobre Heris. La cumbre de la montaña se alzó entonces para recibirme, Y su roca reflejó la luz de Athra y el poder mismo de la vida, y su brillo podía observarse desde cualquier lugar del Arca. Entonces alcé mi rugido para reverenciar la vida, para custodiarla y guiarla. Y mi rugido se desdobló, pues otros surgieron para seguir mi voz. Voces distintas que armonizaban entre ellas y que exaltaban a todo lo vivo. 

Y mi identidad se desdobló, y mis hijos surgieron de mi rugido, cada uno a partir de uno de los hábitats que dominaba aquella isla. Un rugido fiero y vivaz se alzó, y un dragón rojo desplegó sus alas. Exalaba fuego y tenía aspecto enérgico y feroz. - Procedes de la luz de Athra y del fuego del mismo, y tu región es la más cálida de todas, allí moraras, y encontrarás tu refugio en los lugares cálidos de las montañas, y cavarás tus refugios bajo la roca para buscar el calor de Heris, y volarás para atrapar el calor de Athra y guardarás la vida de las cosas que crecen del fuego. - Y así, el Dragón de Fuego alzó el vuelo y se dirigió a las tierras del Ojo de Athra.

Otro rugido se alzó, más frío y profundo, sosegado y temible a la vez. Un dragón cuyas escamas cambiaban en un azul iridescente que iba desde al aguamarina hasta el azul oscuro. Su cuerpo era alargado y sus alas podía usarlas también como aletas para nadar, atravesando el agua más rápido. - Tu hogar en el mar se encuentra, y en las costas del Arca tú nadarás, danzarás con los peces y protegerás las aguas, pues son tu morada, y protegerás así a los seres que las habitan y otearás a cualquiera que se acerque por mar. - Así el dragón alzó el vuelo, y se dirigió a la costa para después zambullirse en el mar, y saltar de un lado a otro hasta por fin perderse en las profundidades.

El tercer rugido era más suave y armonioso, como el susurro de los árboles, como el cantar de los pájaros. Un Dragón verde surgió, más pequeño que sus dos hermanos anteriores, pero más paciente que el Dragón de fuego, y menos iracundo que el Dragón Marino. - Tu naces del bosque, y de los árboles eres hermano. El verde te ocultará en tus dominios como si fueras parte de él. En el Valle del Edén encontrarás reposo, y guardarás de mal a los que allí moran y los que lo consideran hogar, desde los lindes de la montaña hasta las costas en el mar. - Así hablé, y el Dragón voló hasta los lindes del bosque, y allí descendió y se internó entre los árboles de gran tamaño, silencioso, como si el bosque lo acogiera con un abrazo.

El cuarto rugido era huracanado y fiero, agudo hululante. El dragón era de aspecto grácil y ligero y sus escamas blancas refulgían al sol. Al desplegar sus alas, el viento respondía y acudía a ellas, danzando alegremente en armonía con sus movimientos y girando en espirales en torno a él. - Dragón del Viento tú eres, y tu morada en las praderas está. Volarás sobre ellas más rápido que ninguno, y desde los cielos dominarás tus tierras. A lo que allí mora guardarás y los cielos del Arca vigilarás, con la ayuda de tus hermanos. - Con un gesto grácil alzó el vuelo, sin esforzarse en mover las alas le transportaron los vientos. Trazó círculos en torno al Nido del Dragón y después voló sobre las praderas que se extendían al Este.

El quinto y último rugido era frío y susurrante, como una canción de invierno transportada por una helada ventisca. Opuesto al fuego y contrario a él era, igual que las tierras del Norte a las del Sur. Su aliento era gélido y su aspecto helado, sus ojos eran de un azul frío. - Tú eres hijo del Hielo, y como tal frío necesitas. Tus tierras la norte de aquí se encuentran, en las costas heladas y en los Jardines de la Flor de Hielo. Allí extenderás tu gélido aliento y mantendrás el clima tal y como debe encontrarse. Guardarás sus costas y campos y valles helados de los que deseen destruirlos. - El dragón siseó y asintió, y voló en silencio hacia las tierras heladas del norte.

Al fin los guardianes estaban creados, ya ninguno quedaba en el Nido de Dragón. Era mi hora de partir, pues mi labor ya estaba hecha, al menos por el momento. Pero aún faltaba un guardián en el Nido. Entonces abandoné mi forma física, y ésta se transformó en roca sobre la cima de la montaña. Conservó la forma del gran dragón, con las alas desplegadas y la mirada vigilante sobre su creación. Y en sus ojos guardó la llama de la vida, la chispa vital de brillos de oro que refulgía sobre el Arca del Génesis. Vigilar era su función, y garantizar que los guardianes cumplían su cometido, protegiendo la isla de aquellos con intención de causarle mal, o de alterar el ciclo de la vida. Más otra era la función del nido, pues garantizaría que siempre había un guardián por cada territorio, permitiendo a otro nacer con la muerte de su antecesor, incluso a nuevos dragones aparecer si se creaban nuevos terrenos en el Arca, pues siempre deberían tener un guardián.

Cargando editor
20/02/2014, 14:00
Eon, Revelador de Nombres

Comprobando cómo las criaturas que había colocado en las tierras de Ukveli-Ta se desarrollaban de forma equilibrada, Eon transportó una copia hecha de pura energía hasta los mares de Heris, los cuales estaban empezando a poblarse, más aún debían de contener más, puesto que fue en el agua donde empezó todo.

Empezó desde lo más profundo, haciendo que de las sombras de las simas surgieran unas frágiles y fantasmales criaturas, que buscarían con su luz la forma de alimentarse y aparearse. Después, posó su mano sobre las rocas y los arrecifes, e inmediatamente se arrastraron miles de pequeños seres, semejantes a insectos, que buscaban la luz de su padre, ansiosos. A Eon eso le satisfizo, puesto que los seres más diminutos suplen su tamaño con su gran número.

Más tarde, a sabiendas de que las criaturas marinas necesitarían depredadores, como las necesitaban en la tierra, creó una especie guerrera, que supliría su escaso número con una capacidad combativa superior, con poderosas y numerosas extremidades con las que atraparía a sus víctimas. Sin embargo, sus fuerzas no serían lo suficientemente grandes para abatir a un pacífico ser, que surgió de su pensamiento, quizás buscando inconscientemente un equilibrio. Este gigante pasó a su lado, arrastrando consigo grandes cantidades de agua, y dedicando una suave caricia a su señor.

Finalmente, al surgir de las aguas marinas para regresar su esencia a Ruth-adum, Eon permitió que parte de su energía se filtrara a las olas, atravesándolas, y tomando la forma de unos ágiles y rápidos seres de forma estilizadas, los cuales parecían querer alzar el vuelo.

Pensando en esa idea, Eon se desvaneció.