Partida Rol por web

- Hermano- Sonó en la cabeza de el dios del conocimiento- Eon- volvió a llamar la diosa- Debo volver a apelar a la ultima conversación. Cuando hablé de la rata y su manera de consumirnos- La diosa parecia mas preocupada de lo normal- Finalmente necestare tu ayuda... Como habras notado hay otro de los nuestros que intenta hacer lo mismo. Nuevamente no te pido que marches a la guerra, yo misma cree a los guardianes y yo me encargare de esto. Pero... quizas necesito que les heches una mano divina a los mios en la batalla contra nuestro... inquilino..- dijo refiriendose a la rata cornuda- para asi poder atender a Ziltath. No hablo de hacerle lo mismo que a la rata. Pero si un pequeño susto para que se replantee el succionar nuestra energia como si se tratase de el agua para un mortal-

- ¿Qué sugieres? Mis hijos no son guerreros, son protectores, guardianes - la voz de Eon respondió serena.

- Eres un dios inteligente Eon... hay muchas maneras de ayudar sin mandar a la guerra a los tuyos. Estoy hablando con nuestro hermano Kotk. Si acepta unir a los suyos a la batalla, tan solo necesitare que el dedo del gran Eon se pose sobre la insignificante ciudad Skaven... o la eleve a la superficie donde poder luchar en terreno desfavorable para ellos- Se hizo el silencio unos segundos- estoy muy debil para hacerlo yo misma.

La voz de la diosa sonó en la cabeza del dios de la luz infinita- Hermano...- su tono era de preocupación- Se que no ves con buenos ojos lo que ocurre al norte de ti... lo que mis hijos estan en camino de hacer... pero me gustaria que me hablases con sinceridad, si algo se puede decir de mi, es que uso la cabeza mas que muchos. Y estoy dispuesta a escuchar y debatir con cada uno de vosotros el porque-

A la infinita mente de Sharashiel llegaron sensaciones de aprobación.

- Sea pues, llegado el momento, y si las fuerzas me lo permiten, revelaré a Heris la inmundicia que me resultan esas criaturas.

-Pensando en esa sala, me encaminé hacia otra y exigí que mostrara todos los dioses que habían existido o pasado por Ruth-adum, todos aquellos que podían aparecer en las estatuas y que mostrara qué hicieron, y ¿sabéis que apareció? -esbozó una sonrisa y soltó una risilla- siete cuadros de nosotros, nada más.

Paseó la mirada por sus hermanos y hermanas- Con esto quiero demostrar el mero hecho de que, por mucho que queramos pensar que somos los dueños y señores de esto, no es así -señaló a la Casa de los Dioses- este lugar nos muestra lo que quiere, y nos da lo que quiere, no lo que queremos nosotros. No es todo poderoso, por lo que ¿por qué iba a serlo algo que hagamos nosotros? Puede que tenga algún tipo de realción con las Sombras -apoyó la cabeza en uno de las manos- ¿qué pensáis? Podéis ir a probar vosotros si queréis.

-No es pasividad, es sobervia y egocentrismo, dos de los mayores enemigos de los poderosos -en su mente no aparecía como en la sala de tronos, sino más débil y cansado, como si esa fuera su verdadera forma.

-Sí, hermana, estoy débil y siento como si alguien me hubiera absorbido parte de mi energía, pero ahora mismo, ¿qué puedo hacer? No soy capaz de ver diferentes posibilidades, pero si que soy capaz de ejercer una justicia rápida y brutal. No puedo actuar por venganza ni por impulsos, pero ten en cuenta que si alguno está intentando robarme mi esencia, sus hijos lo pagarán y me encargaré de que toda su esencia sea destruída. Podrán vivir, pero la muerte y la justicia siempre llegan, es lo único inevitable en esa existencia, junto al tiempo -dijo haciendo un gesto hacia Sharashiel.

Parecía volverse ligeramente de un color gris apagado- Hermana, ahora mismo mis hijos, mis soldados, están protegiendo ese nodo que me da un poco más para subsistir, pero al igual que todos dan un regalo a sus hijos, yo voy a darles otro a ellos, uno que pondrá en envidia a nuestros hermanos, uno que hará que, una vez más, se me lancen al cuello, pero esta vez estaré preparado, al igual que mis hijos, que estarán listos y dispuestos para defender tanto a mis hijos como a los tuyos en caso de que necesites ayuda. No seré uno de los más poderosos, ni seré de los más sabios, pero parece ser que soy de los pocos que cumplen su palabra, y tienes mi palabra de que te apoyaré, de una forma u otra, para que ese futuro aciago que has mencionado no ocurra nunca -entrecerró los ojos un momento- ¿Por qué sospechas de nuestra hermana Ziltath?

El coutal del brazo pasó a enroscarse alrededor de su cuello, logrando que volviera un poco más a su ser y, en consecuencia, dejando de existir- Hermana, me gustaría probar una cosa, si eres tan amable de acompañarme a la sala de las estatuas te lo explicaré.

La voz del dios del orden acarició la mente de Sharashiel, iluminándola con la cálida sensación de la luz.

-Mi querida hermana, no desapruebo ninguna de tus acciones, ya que no me has dado razones para ello. Me preocupa, si… temo  el desconocimiento de cuáles son tus intenciones, por cual es ese mal que has sentido en los infinitos futuros que puedes ver…

-Hay algo en lo que nos parecemos hermana… tú ves futuros en que se desencadenan sucesos futuros… Yo, en mi lógica del Orden,  veo las posibilidades que pueden desencadenar las acciones presentes, pues en el Orden del cosmos, toda acción tiene su reacción. Y así, como la caída del pequeño guijarro en la montaña que desencadena en una avalancha terrible, temo que la acción que emprendas hoy para evitar un futuro incierto, desencadene uno peor.

-Mas como ya te he dicho, el futuro no es mi don, y no te exigiré en ningún momento que me reveles algo que prefieras guardar en secreto… solo te pido, mi querida hermana, que seas cuidadosa con tus actos, y si hay algo en lo que te pueda ayudar para mantener el Orden en el presente y en el futuro, cuenta conmigo. Confío en que, como mi hermana que eres, realizaras tu labor para protegernos de ese mal, sea cual fuere.

-Finalmente diré, que en mis palabras siempre hay sinceridad y verdad… pues sois mis hermanos y nada tengo que ocultaros… si hay algo que queráis saber de mí, no tenéis más que preguntarme.

Dejando parte de si junto a sus hermanos para escucharlos, Nith-Rah viajo al salón de la luz, donde su poder se manifestaba en aquella sala, mostrando todas las leyes del cosmos existente. Dirigiéndose a una de las altas columnas, uso su mente para plegar la sala a sus deseos, creando un pedestal, igual al de la sala de las estatuas.

En aquel pedestal, el dios del orden invoco la misma esencia que componía la estatua de Xilea, y concedió a esta esencia un poco de la suya propia, con el fin de concederle una voluntad ligada a la misma esencia que componía a Xilea en la sala de las estatuas.

-Somos la misma esencia si en verdad eres nosotros en otro tiempo, y tú misma esencia quedo registrada en aquella estatua. ¿Qué sentido tienes, si no sirves para nada?... Aparece, toma un poco de mi fuerza y háblame, pues tengo muchas respuestas que requieren de tu conocimiento.

El dios del Orden se concentro en su tarea de dar suficiente fuerza a aquel ente de la sala de estatuas, con la esperanza de que fuera suficiente como para hablar con un pasado posiblemente más lejano que la creación del universo que conocía.

- Ziltath esta en pleno auge, mirala. desprende mas energia ella sola que casi tu, yo y eon juntos. Sus hijos tan apenas an nacido ya empiezan a adorarla con devoción. Solo se dedican a ello... Pero no es Ziltath el porque de mis suplicas a ti. No hablo de justicia. No aplicada de este modo. Hablo de muerte, y de ello tambien entiendes. Ziltath de momento no ha hecho nada por extenderse como una amenaza por Heris. Por lo que de momento la dejaremos en paz. Mas adelante hablaremos con ella, sobre su acaparación de poder. En otras ocasiones se a mostrado receptiva a las sugerencias que le he dado- Se tomo unos segundos para que su hermano pudiera ir asimilando lo que iba diciendo y lo que iba a decir en aquel momento.

- La rata es otro que es capaz de acaparar mucho de nuestro poder. El solo es casi tan poderoso en esencia como tu y yo. Ademas de que sus hijos se extienden por el continente norte como una plaga que lo destruye todo. Te pido que me ayudes a borrarla del mapa. Cuento con otros aliados menos directos. Pero quiero que cruces el canal que te separa de mi contienente con una hueste y te unas a mis tropas. Pero solo cuando yo haya destruido sus ejercitos. Necesito a los tuyos listos para un asedio...- la voz de la diosa cogio un tono mas melancolico- he visto lo que puede ocurrir y tu y yo somos los primeros en desaparecer Kotk.... y eso no debe ser asi. Destruyamos a la rata. consigamos el poder que por derecho como guardiana y juez de heris nos pertenecen y equilibremos la balanza-

- En cuanto a lo que necesitas. Una porción de mi ya esta de camino a la sala te espero alli-

- Hermano. Eres quizas el mas cercano a mis ideas, y sin embargo nunca hemos cruzado palabra... Pero no creo que viendo el orden de las cosas en el presente no puedas preveer algunos movimientos- la voz de la diosa era debil, apagada- creo que para nada eres uno de los dioses mas estudipos y has tenido que sentir como el poder de cada uno de nos otros poco a poco se apaga... y no por nada demasiado maligno... simplemente alguno de nuestros hermanos se esta dedicando a ostentarlo todo para el. Quizas no lo haga conscientemente y por eso acudo a ti, ya que puedes restaurar el orden en el panteon de una manera pacificia. Y el orden es tu ambito- la diosa miro el mapa, mientras seguia hablando en la mente de Nith-rah- hay dos nodos cerca de ti, y la diosa en cuestion que acapara casi toda la fe del panteon para ella esta cerca de uno. Toma los dos nodos para ti. No dejes que siga debilitandonos. Kotk y yo somos los mas debiles... y temo que podamos ir a peor si Ziltath lo toma para ella. Pero tu.. tu tampoco eres tan fuerte como cuando empezamos a dar forma a Heris. De una manera diplomatica seguro que puedes llegar a tomar los dos nodos- hizo una pausa, suspirando- no he hablado delante de todos porque ahora mismo algunos me miran con recelo... y me gustaria que mis confidencias contigo quedasen en privado. Pero me gustaria saber que opinas de todo esto-

Kotk-am-Toatl inspiró profundamente. Esa era una de las típicas situaciones en las que cualquiera quiere ser cualquier ámbito menos la justicia. Tenía que pensar en como podría aprobar eso, era algo que no lo comprendía, pero entendía por completo todo lo que decía Sharashiel, y le gustara o no, tenía toda la razón.

Una vez en la habitación de las estatuas, se encaminó directamente hacia la estatua de la mujer que se mantenía casi intacta, y con un poco de resignación, tocó la estatua con la esperanza de que su esencia divina la otorgara algo o le permitiera saber algo.

-Creo que esta sala, y más en concreto, esta estatua tiene algo que ver con las sombras. No quiero acabar con ellas, pero si quiero comprender qué es lo que pasa o qué es lo que quieren. Ya sabes que no soy como mis hermanos, que ellos parecen saberlo todo. Xilea tiene algo que ver, ¿tú ves algo en el tiempo, hermana?

Sentiste como tu esencia divina se desvanecía, te sentías débil, llegado a un punto sentiste que con lo débil que estabas esa estatua te drenaría por completo y no podrías hacer nada por impedirlo.

Por fortuna, se detuvo en el momento justo. Lentamente la estatua de Xilea empezó a cobrar vida, aun mantenía aspecto pétreo, pero sin duda se estaba moviendo.

-¿Que ocurre? ¿Donde...? Ruth-adum -Pareció fijarse por fin en ti.- ¿Seyama? No.. ¿Tu quien eres? ¿Eres un dios? ¿Cuales son tus dominios?

Cuando la esencia del dios de la muerte se unió a la de la estatua está reacciono, un brillo violáceo la envolvió y empezó a fluir desde la base de su pedestal, se movía por el suelo a través de angulos rectos dibujados en el suelo, se movía como si fuese un líquido pero era luz.

Llego hasta el escalón inmediatamente inferior, en ese escalón no había estatuas y la luz prosiguió su camino, hasta el próximo escalón, en este solo había una estatua "Eve" y la luz la ilumino y continuo su viaje hacia un nuevo escalón. En este restaban dos estatuas de los 8 pedestales que habían "Avadon" y "Cassandra" la luz tampoco baño ningún escalón en esta ocasión y continuo su viaje.

"Faust" fue la siguiente estatua que iluminó, cerca de media docena de escalones mas abajo, esquivando indiferentemente los que estaban completamente vacíos o los que tenían algunas estatuas, solo unas pocas eran las elegidas para ser bañadas por esta violácea luz. Luego una mujer "Amayed". Siguió del mismo modo su descenso muchos escalones mas "Tabahätta", "Seles", "Traitz"...

El penúltimo escalón también lo ignoro, pues estaba vacío y al llegar al último, ilumino una de las 7 estatuas, esa luz violácea la envolvió significara lo que se significara. Pero al ser borrosas esas 7 últimas no había forma de saber a quién representaba.

Pudisteis notar que algo os llamaba la atención en el patrón en el que las estatuas habían sido iluminadas, ¿un patrón? ¿un orden?, algo desconcertante sin duda, pero por mas que lo pensabais no terminabais de saber que era.

Cansado pero satisfecho por su logro, el dios de la luz se recompuso lo mejor que pudo e hizo una reverencia ante la pétrea estatua de la diosa antigua.

-Saludos, soy Nith-Rah, dios del Orden y la Luz en el tiempo en el que ahora te encuentras. Te he traído a este tiempo buscando tu sabiduría y conocimiento, sobre Ruth-Adum y la misma existencia. Mas antes ¿podrías decirme, oh antigua, quien y que eras en tu tiempo?¿Y quién era ese tal Seyama, por el que casi me confundes?

La figura de Nith-Rah perdió su luz por un momento hasta casi desaparecer, mas se recompuso con un brillo más apagado, signo de que algo o alguien había drenado sus fuerzas.

-Escuchadme hermanos, pues el tiempo apremia. He logrado ponerme en contacto con una de las estatuas… concretamente con aquella que estaba en el pedestal más alto. Ahora estoy hablando con ella en mis habitaciones de Ruth-Adum. Por desgracia ha sido a costa de perder algo de mi fuerza, y no solo eso… no estoy seguro de que sea por la diosa antigua, pero hay algo que ha interferido en la fe de mis hijos que estaba dirigida a mí… como si alguien la hubiese captado y enviado a otro.

-Si queréis conocer a la antigua, venid a mis habitaciones, en la torre más alta de Ruth-Adum. Os espero allí.

La figura de Nith-Rah… o lo que seguramente seria un simple fragmento de el mismo, desapareció para volverse a unir en uno en su propio salón, ante la pétrea imagen de la diosa Xilea.

La mente del dios del Orden toco la de Zilthat por un momento.

-Hermana, debo decirte que estoy preocupado por tus acciones, estas acumulando mucha fuerza… tanto que vas a afectar a los planes de tus hermanos, incluyéndome a mi, ahora que he perdido buena parte de mi fuerza. Algún dios ya me ha hablando de este tema y también ha mostrado preocupación. Por lo que te pido que uses para bien tu poder, y pronto, antes de que las tensiones entre hermanos se disparen y desaten enemistades.

-No lo tomes como una amenazada por mi parte, solo deseo que nos mantengamos todos unidos y mantengamos el Orden, pues temo que pueda haber un peligro que nos amenace pronto… a todos por igual.

Lleno de curiosidad por las palabras de su hermano, Eon siguió a Nith-Rah, o al menos, las indicaciones de su proyección, hacia sus aposentos.

La diosa estaba observando con misterio la figura de Xilea. Habia algo que no encajaba en ella. Mas cuando formuló las preguntas con anterioridad en aquella sala junto a sus hermanos ninguno se atrevio si quiera a intentar dar alguna respuesta. Ya habia intentado mirar atras en el tiempo antes, pero de poco habia servido.

- Estamos demasiado debiles para poder hacer pruebas si quiera con esta sala como es debido... tengo mis congeturas sobre esta estatua...- pero entonces se vio interrumpida por la llamada de Nith-rah. Pues tampoco habia abandonado la sala de tronos- Has oido eso Hermano?... nada bueno puede estar ocurriendo. Y quizas si que estes en lo cierto sobre Xilea y las sombras...- de pronto la voz de Sharashiel sonó dura, como enfadada.